La adicción a las mujeres constituye un conjunto de sensaciones, pensamientos y conductas que llevan a la persona a requerir el contacto con mujeres de forma constante. Se trata de un tipo específico de adicción conductual que puede desarrollarse tanto en hombres como en mujeres.
Los elementos adictivos de este trastorno no son tanto las mujeres en sí, sino una serie de conductas que se llevan a cabo con ellas. Estas pueden englobar cualquier tipo de acción como por ejemplo hablar, chatear o mantener relaciones sexuales.
Así mismo, es importante diferenciar esta alteración de la adicción al sexo y de la dependencia a la pareja. La adicción a las mujeres no se limita únicamente a actos y actividades sexuales. Así mismo, es un concepto que difiere notablemente de la dependencia emocional.
[toc]
Características de la adicción a las mujeres
La adicción es una enfermedad psicológica crónica y recurrente que se caracteriza por la búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia o la realización de una conducta.
En el caso de la adicción a las mujeres, la alteración hace referencia al segundo aspecto adictivo. Es decir, el elemento que requiere realizar la persona adicta radica en la ejecución de una serie de conductas.
Estas conductas se caracterizan por el contacto con mujeres. Dicho de otra forma, la persona con adicción a las mujeres requiere llevar a cabo actividades con ellas de forma constante para poder aliviar las sensaciones angustiosas que le provoca no hacerlo.
Se trata de un tipo de adicción conductual poco común, ya que son pocas las personas que presentan esta psicopatología en las distintas regiones del mundo. No obstante, esta adicción puede resultar tanto o incluso más nociva para el sujeto que la adicción a las sustancias o a otro tipo de conductas.
En la actualidad está poco definido qué tipo de actividades con mujeres pueden formar parte de este tipo de adicción. De hecho, se postula que cualquier tipo de acción llevada a cabo con mujeres podría formar parte de la psicopatología.
Elementos principales de la adicción a las mujeres
Para poder hablar de adicción a las mujeres el individuo que la padece debe presentar una serie de elementos principales. Estos resultan muy parecidos a las alteraciones que puede provocar la adicción a las sustancias y se caracteriza principalmente por la experimentación de una necesidad extrema de llevar a cabo actividades con mujeres.
Aunque resulta complicado definir qué conductas son las que resultan adictivas, para la detección de adicción a las mujeres el aspecto principal que presentan las actividades de esta alteración se definen por ser llevadas a cabo con la compañía de una mujer.
En este sentido, los comportamientos pueden ser múltiples. Estos pueden ir desde chatear de forma impulsiva, hasta quedar para leer un libro, salir a pasear o tomar un café.
Así pues, en el caso de la adicción a las mujeres no es tan relevante la conducta que se lleva a cabo sino el elemento que proporciona gratificación, el cual debe ser el contacto con una mujer.
Los elementos principales que conforman la adicción a las mujeres son: el craving, la pérdida de control, la abstinencia y la tolerancia.
Craving
El craving es la primera manifestación que aparece en la adicción y se caracteriza por la experimentación de una necesidad imperiosa de llevar a cabo actividades con mujeres.
La persona que padece adicción a las mujeres posee elevados deseos de realizar este tipo de actividades. Estos deseos aparecen en forma de impulso y motiva la puesta en marcha de una serie de actividades que permitan satisfacer los deseos internos.
Algunos de los comportamientos observables sobre el craving de individuos con adicción a las mujeres pueden ser:
- Búsqueda constante de mujeres en internet.
- Intento de establecer contacto con mujeres desconocidas.
- Intento de incentivar el contacto y la relación con mujeres conocidas.
- Acudir a lugares donde hay muchas mujeres para contactar con ellas.
- Inmersión en chats para hablar con desconocidos.
Todas estas conductas se diferencian del comportamiento normal a través de los motivos que dan lugar a su realización.
Mientras una persona puede llevar a cabo estas actividades con distintos objetivos (encontrar pareja o establecer una relación personal), los individuos con adicción a las mujeres las realizan con el único objetivo de estar en contacto con ellas y satisfacer sus necesidades internas de llevar a cabo tales acciones.
Pérdida de control
Otro elemento importante que permite definir la existencia de adicción a las mujeres radica en la controlabildiad que presentan las conductas que realiza la persona. En las adicciones, las actividades que lleva a cabo el individuo en relación a su elemento adictivo se caracteriza por presentar un bajo grado de control.
Los procesos cognitivos que rigen el contacto con mujeres están gobernados por la adicción, por lo que estas acciones no se realizan de una forma racional, congruente y controlada.
El individuo con adicción a las mujeres siente una enorme necesidad de ejecutar acciones de forma conjunta con una mujer, por lo que estas actividades se llevan de forma incontrolada.
Así mismo, poco a poco la persona irá perdiendo su capacidad para controlar los actos que realiza para satisfacer sus demandas adictivas, hecho que le puede llevar a ejecutar acciones y comportamientos no deseados.
Abstinencia
El síndrome de abstinencia es una alteración que aparece con frecuencia en las drogadicciones. En estos casos, cuando los individuos no consumen la sustancia, experimentan una serie de signos físicos y psicológicos de malestar.
La aparición de los síntomas de abstinencia hacen referencia a la dependencia desarrollada por parte de la persona. El individuo se acostumbra a funcionar adecuadamente con el consumo de la droga, por lo que cuando no lo realiza experimenta malestar.
No obstante, este fenómeno no es exclusivo del consumo de droga, y aparece también en la adicción a las mujeres. En estos casos, los síntomas experimentados son psicológicos (no físicos) y es caracterizan principalmente por proporcionar elevadas sensaciones de malestar.
La agitación, la impulsividad, la irritabilidad, las sensaciones ansiosas o la pérdida de interés por las cosas son las manifestaciones más comunes.
La persona con adicción a las mujeres requiere llevar a cabo actividades con ellas por encima de todo. Por lo que cuando no es capaz de hacerlo responde con un estado psicológico alterado y sensaciones desagradables.
Tolerancia
Finalmente, el último elemento que aparece en la adicción a las mujeres es la tolerancia a estas. Es decir, al desarrollo de una notable desensibilización hacía el estímulo deseado.
Este hecho se traduce en un incremento de las necesidades adictivas de la persona. Es decir, cada vez requiere una mayor realización de sus actividades deseadas para experimentar placer con ellas.
Este factor va estrechamente ligado con la pérdida de control, ya que la aparición de tolerancia hace que las conductas realizadas por el individuo cada vez sean más impulsivas, recurrentes e incontrolables.
La tolerancia desarrollada en la adicción a las mujeres resulta muy parecida a la que producen las drogas. El drogadicto requiere cada vez un mayor consumo de la sustancia de la misma forma que el adicto a las mujeres requiere cada vez un mayor contacto con ellas.
Diferencia entre adicción a las mujeres y adicción al sexo
La adicción a las mujeres suelen asociarse e incluso confundirse con la adicción al sexo. De hecho, esta última es un tipo de adicción más conocida y más documentada que la adicción a las mujeres.
Hay que tener en cuenta que la adicción a las mujeres resulta una psicopatología ajena a la adicción al sexo. Las actividades sexuales no tienen por qué jugar un papel importante en la adicción a las mujeres y sobre todo, no resulta el elemento adictivo.
Aunque en algunos casos las conductas deseadas por parte del individuo adicto a las mujeres puede abarcar actividades sexuales, estas no resultan las principales.
A pesar de que el sexo pueda ser una actividad deseada, nunca resulta la única. En La adicción a las mujeres el elemento al que el individuo es adicto son las propias mujeres, por lo que el tipo de conducta que quiera realizar con ellas pasa a segundo plano.
De hecho, en la mayoría de casos cualquier actividad llevada a cabo con mujeres sirven por igual para satisfacer las necesidades internas y adictivas del sujeto. En este sentido, el sexo es un aspecto que puede ser deseado en la adicción a las mujeres, pero de la misma forma que se puede desear cualquier otro tipo de conducta.
Diferencias entre adicción a las mujeres y trastorno de personalidad por dependencia
La adicción a las mujeres también se puede confundir con los rasgos de personalidad relacionados con la dependencia. El trastorno de personalidad por dependencia se caracteriza por la presencia de una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y temores de separación.
Esta alteración hace referencia al carácter y forma de ser de la persona y, a menudo, puede conducir al individuo a realizar conductas de búsqueda de contacto con personas debido a la necesidad que se ocupen de él.
Estas conductas pueden solaparse, en parte, con los comportamientos típicos de la adicción a las mujeres.
No obstante, el trastorno de personalidad dependencia se caracteriza por la ausencia de comportamientos adictivos. Elementos como el craving, la pérdida de control, la abstinencia y la tolerancia no aparecen en las conductas sociabilizadoras de los sujetos con trastorno de personalidad por dependencia.
A su vez, los contactos que se buscan en este tipo de trastorno de personalidad no tienen por qué estar relacionados con una mujer. De hecho, se suelen percibir en ambos géneros, por lo que resulta una alteración notablemente distinta a la adicción a las mujeres.
Señales de alarma
A menudo, la adicción a las mujeres puede resultar una alteración difícil de detectar. Especialmente, esta tarea puede resultar complicada de realizar por terceras personas.
Por otro lado, tal y como sucede con otro tipo de adicciones, resulta habitual que el sujeto que padece adicción a las mujeres se muestre reticente a aceptar su patología. Y realice esfuerzos para interpretar sus conductas como normales.
Por todo ello, se han elaborado una serie de elementos que pueden resultar de ayuda para detectar la adicción a las mujeres. Los más importantes son.
- Cambios drásticos en los hábitos de vida a fin de tener más tiempo para realizar las conductas adictivas.
- Disminución generalizada de la actividad física.
- Descuido de la salud propia a consecuencia de la actividad adictiva.
- Evitación de actividades importantes a fin de disponer de mayor cantidad de tiempo para permanecer conectado.
- Deprivación o cambio en los patrones de sueño a fin de disponer de más tiempo para realizar las conductas adictivas.
- Disminución de la sociabilidad con personas que no sean mujeres, hecho tiene como consecuencia la pérdida de amistades.
- Negligencia respecto a la familia y amigos.
- Negligencia respecto al trabajo y las obligaciones personales.
Tratamiento
La herramienta terapéutica que ha mostrado resultar más útil para intervenir las patologías adictivas es la entrevista motivacional. Esta técnica psicológica se centra en ir eliminando poco a poco todas las resistencias que va instaurando el sujeto acerca de su adicción a las mujeres.
En este sentido, terapeuta y paciente trabajan de forma conjunta para incrementar la motivación hacía el cambio, hecho que permitirá evitar la realización de la conducta adictiva.
Muchos estudios han mostrado que el elemento principal que permite superar las adicciones conductuales radica en la supresión de la conducta adictiva.
Así pues, con la entrevista motivacional se consigue incrementar el compromiso para evitar la realización de estas actividades y reemplazarlas por otras que resulten menos dañinas para el individuo.
Referencias
- Echuburúa, E. (1999): ¿Adicciones sin drogas? Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo, Internet. Bilbao, Desclée de Brouwer, Bilbao.
- Echeburúa, E. y Corral, P. (1994). Adicciones psicológicas: más allá de la metáfora. Clínica y Salud, 5, 251- 258.
- Goodman, A. (1993), Diagnosis and treatment of sexual addiction. Journal of Sex and Marital Therapy, 19, 225-251.
- Lemos Hoyos, M; Londño Arredondo, MH. (2006). Construcción y validación del cuestionario de Dependencia emocional en población colombiana. Rev, Acta colombiana de psicologia, Vol 9, No. 002, pp.127-140.
- Miller, W.R. y Rollnick, S. (1999). La entrevista motivacional: preparar para el cambio de conductas adictivas. Barcelona: Paidós.