Prevenir el bullying escolar es crucial para evitar las graves consecuencias que suele tener y hacer que los niños tengan una buena calidad de vida. Son soluciones y acciones preventivas en las que pueden colaborar tanto profesores como padres.
Aunque algunos profesores o directores de colegio ven difícil la erradicación completa del bullying, sí se puede. Pero es necesario un trabajo donde intervenga la comunidad educativa.
Sólidas políticas en las escuelas, inclusión en los programas de estudio por parte de los docentes, y un seguimiento profundo de parte de los padres, son algunas de las principales herramientas de prevención.
Acciones y soluciones para profesores
Enseñar valores de compañerismo y tolerancia
Los valores tienen que partir de la dirección del colegio. Los maestros son dirigidos por el director y es este quien tiene que promover valores de compañerismo, respeto y cero tolerancia al bullying.
Los maestros los trasladarán a sus alumnos con el lenguaje, recompensas, castigos, dinámicas de grupo y actitud.
Observar y no tolerar el bullying
Es importante que el maestro o profesor aprenda a observar el comportamiento de sus alumnos tanto dentro como fuera del aula, como insultos, burlas, maltratos.
Si se observa algún comportamiento de bullying no deberá tolerarlo, porque lo más leve puede desarrollarse al grado más intenso, donde la víctima sufrirá graves consecuencias.
Los maltratadores deberán ser castigados y evaluar si es necesario expulsarlos del centro en caso de que sigan con su comportamiento negativo.
A menudo, son algunos niños los que sufren el bullying por un grupo con un cabecilla o líder. Es importante identificarlo y establecer las medidas necesarias para que no siga maltratando.
Posibilidad de cambiar de centro
La prioridad debe ser que no haya maltratadores, pero si es un caso muy grave y no se ve otra solución, se debe pensar en que la víctima cambie de centro.
En otro colegio podrá tener nuevas relaciones personales. Por otra parte, es fundamental que en el colegio nuevo no se conozcan casos de bullying y se controle bien.
Informarse y capacitarse
Los docentes no solo tienen como objetivo el impartir conocimientos, además deben contextualizar la educación del individuo.
En el caso del bullying, existen patrones de conducta en los niños agresores, así como en las víctimas. Si los maestros no conocen estos patrones, será difícil detectar casos donde el acoso no es evidente.
Actualmente, el tema del bullying ha tenido gran difusión debido a las alarmantes cifras que se divulgan.
Asistir a talleres, seminarios, etc., en los que se trabaje este tema, debiera estar permanentemente en la agenda de los profesores. El educador debe aprender y estar actualizado en estos asuntos.
Compartir en la sociedad sus conocimientos
Una vez que los docentes disponen de la información suficiente, es fundamental que la compartan con los demás actores sociales.
Son escasos los países en los que hay una clara política educacional respecto al bullying, de ahí la importancia de difundir el tema.
Elaborar un código de conducta adecuado
No hay que esperar a detectar casos para actuar. Hay que adelantarse y evitar que aparezcan, y para ello nada mejor que construir un adecuado ambiente de convivencia.
En dicho espacio de integración, en el que los niños aprenden a compartir, la tolerancia y la autocrítica deben ser valores cruciales.
Para reforzar este concepto, el docente puede recurrir a estrategias pedagógicas, que vayan moldeando dichos valores.
Hay que resaltar la importancia de ser tolerantes, explicar las razones por las cuales está mal burlarse de los demás o agredir física o verbalmente.
Hay que ser explícitos y directos, no transmitir mensajes ambiguos. Cada día se puede instrumentar una actividad de unos pocos minutos que ayude a construir estos códigos de conducta.
Otro aspecto importante es condenar y castigar de manera clara las conductas que se salgan de los códigos establecidos. Ciertas medidas ejemplarizantes pueden ser muy efectivas.
Participar y promover la creación de políticas educacionales
Los docentes tienen la responsabilidad de luchar por los recursos que entienden necesarios.
La educación ha de ser integral, y para ello hay que afrontar también los problemas de comportamiento, como lo es el bullying.
A falta de políticas claras, los maestros deben reunirse con directores y autoridades de gobierno para construir el marco adecuado.
Definir un compromiso colectivo
El docente debe insistir hasta el cansancio en que el bullying es un problema de todos, al igual que otros trastornos de conducta. Por tanto, todos y cada uno de los docentes, padres, amigos, familiares, etc., deben contribuir a la solución del problema.
Acciones para padres
Observa a tu hijo
Si tu hijo vive deprimido, con ansiedad, frustración o con problemas para relacionarse, es posible que sufra bullying. Tendrás que hablar con sus maestros y observar cómo se relaciona con sus compañeros.
Puedes hacer preguntas indirectas para que no se sienta presionado al contar lo que le ocurre.
Piensa en cambiarlo de colegio
La realidad es que hay colegios que no tomarán las medidas necesarias para parar a los maltratadores. En ese caso, tendrás que pensar seriamente en cambiar a tu hijo de colegio.
Puede que el niño no evalúe si puede cambiar de colegio y acepte las decisiones de sus padres como órdenes. Si tomas esta decisión, elige un colegio con un buen ambiente, buenos valores y en el que no se tolere el bullying.
Informarte e investiga sobre el tema
Es muy importante que leas sobre el acoso escolar y te informes.
Puedes buscar información en internet, hablar con los docentes o con psicoterapeutas. Si estás bien informado puedes transmitir esta información a tus hijos y detectar precozmente cualquier situación anómala.
Hablar del bullying en casa
No esperes a que el bullying afecte a tus hijos. Mientras comparten una cena, por ejemplo, lleva el tema a la mesa.
Sin rodeos y con un lenguaje claro, explícales a tus hijos en qué consiste este trastorno, cuáles son las causas y cuáles las consecuencias.
Procura que las conversaciones con tus hijos acerca del bullying sean participativas. Incluye a otros familiares, por ejemplo, a hermanos mayores o abuelos. Que desde pequeños tengan una visión integral de los temas, es algo que los va a ayudar.
Por otra parte, es probable que un adolescente no saque el tema para conversar, aunque puedes notar síntomas como ansiedad, depresión, frustración…
Fijar pautas claras de comportamiento
La primera educación, y tal vez la más importante, es la que se recibe en el hogar.
Como padre, eres tú quien decide qué conductas están permitidas y cuáles no. En el caso del bullying, hay que desterrar ciertas actitudes que puedan estar asociadas a un comportamiento de maltrato o intimidación.
Cualquier conducta que favorezca el bullying hay que condenarla y castigarla inmediatamente.
En el momento que planteas el castigo, tienes que dar las razones por las que lo estás haciendo.
Limita el uso de internet
Hoy parece incontrolable el acceso a internet por parte de los niños o adolescentes. Como padre o madre, tú debes tener el control, y tienes que ejercerlo.
La tecnología, con todas sus ventajas, es un medio por el cual nuestros hijos ingresan a un mundo desconocido.
Los límites no deben estar necesariamente en la cantidad de tiempo en la que están conectados, sino con el tipo de información que se comparte y los contactos que tienen en las redes sociales.
La exposición y la cantidad indiscriminada de contactos, pueden ser factores de riesgo para sufrir acoso cibernético.
Cuando sean mayores, ellos podrán controlar sus contactos y la información que comparten, pero hasta entonces, tú debes vigilar su conducta en este sentido.