¿Qué son las drogas inteligentes?
Las drogas inteligentes, o nootrópicos, son sustancias que potencian la memoria, la capacidad de aprendizaje, la concentración o las habilidades para mejorar la escritura. La palabra nootrópico deriva del griego nóos (mente) y tropo (dirección), término acuñado por el científico Corneliu E. Giurgea (1923-1995) en 1972.
Giurgea indicó que las drogas inteligentes eran fármacos que cumplían las siguientes características: potenciar el aprendizaje y la memoria, presentar pocos efectos secundarios, proteger del daño físico o químico en el cerebro, o mejorar mecanismos de disparo de las neuronas, entre otros.
Hoy en día, los nootrópicos se definen como medicamentos, fármacos, drogas, suplementos o alimentos funcionales con capacidad de ayudar a mejorar ciertas capacidades, como cognición, inteligencia, creatividad, memoria, motivación, atención o concentración. En definitiva, son pastillas que mantienen alerta a la persona e incrementarán su productividad laboral, social o deportiva.
Atendiendo a Nootroo, un proveedor de nootrópicos a nivel mundial, sus cápsulas tienen un efecto inmediato (alrededor de los 30 minutos) y su efecto dura entre 6 y 8 horas. Recomienda no tomar más de 3 pastillas en menos de 24 horas.
Cuando los medios de comunicación se hicieron eco de que en Silicon Valley su uso era frecuente entre sus miembros, las drogas inteligentes empezaron a ganar relevancia. Actualmente, sobre todo en Estados Unidos, es posible encontrar smart bars, lugares donde los estudiantes consumen bebidas energizantes combinadas con pastillas pulverizadas de nootrópicos.
Aunque su uso se esté extendiendo, en la comunidad científica no existe todavía un consenso para cuantificar la capacidad real de los nootrópicos en mente y cuerpo.
Tipos de drogas inteligentes
Los nootrópicos se consiguen a partir de composiciones químicas, por lo que su evolución es constante, y, por lo tanto, su clasificación es amplia y va en crecimiento.
- Racetamos. No se tiene claro si son nootrópicos debido a sus propiedades farmacológicas. Fueron los primeros en salir al mercado y son de los más consumidos porque no necesitan prescripción médica. Existe más de una veintena de racetamos, y todos se caracterizan por su estructura química muy similar. Los racetamos liberan acetilcolina, uno de los neurotransmisores más potentes del cerebro. Transmiten impulsos nerviosos y otras señales a través de la sinapsis (red de neuronas). Además, sirven como protectores neuronales, acelerando el crecimiento de las células cerebrales y ralentizando su deterioro y muerte, lo que provoca una mejora en diversas áreas del cerebro. Se mencionan los siguientes:
- Piracetam.
- Etiracetam.
- Nefiracetam.
- Oxiracetam.
- Pramiracetam.
- Coluracetam.
- Fenilpiracetam.
- Brivaracetam.
- Fasoracetam.
- Dimiracetam.
- Imuracetam.
- Levetiracetam.
- Nicoractam.
- Selectracem.
- Colina. La colina es la molécula de donde se obtiene la acetilcolina, el neurotransmisor implicado en funciones cerebrales, como la memoria o el control muscular. Su importancia es tal, que supone el segundo neurotransmisor más importante del cerebro. Existen varios tipos de suplementos de colina, siendo la alfa-GPC, la citicolina o la centrofeonina las más comunes. Sus consumidores aseguran mejorar sus facultades de memoria y una mayor fluidez a la hora de concentrarse. En el mercado se puede encontrar también el bitartrato de colina, más barato, pero con resultados menos efectivos. Se le asocia también a efectos secundarios, como dolor de cabeza.
- Ampakinas. Son nootrópicos fuertes, conocidos por aumentar los niveles de glutamato en la sangre. El glutamato es un neurotransmisor muy importante para la plasticidad sináptica, es decir, la encargada del aprendizaje y la memoria. Sus efectos son muy similares a los de la cafeína, sin causar efectos secundarios como insomnio, agitación o ansiedad.
- Derivados de la vitamina B. Muchos de los nootrópicos sintéticos se han desarrollado a partir de la vitamina B. Esta se puede encontrar también en forma de droga inteligente, siendo la sulbutiamine (o Arcalion), la más conocida. Su tratamiento es eficaz contra la fatiga, aumentar el estado de alerta e incrementar los niveles de energía. Además, se compone también de vitamina B1 (o tiamina), conocida como la vitamina del buen humor. Los científicos, basándose en estudios con ratones, sugieren que la sulbutiamine podría mejorar el rendimiento cognitivo en pacientes con alzhéimer, esquizofrenia o hiperactividad.
- Péptidos. Más conocido como noopept. Fue desarrollado por investigadores rusos cuando buscaban un suplemento alternativo al pramiracetam. Aunque algunos consideran que es un tipo de racetamos, los péptidos actúan de manera diferente. Este potente suplemento se puede tomar vía oral y es eficaz a la hora de penetrar en la barrera hematoencefálica. Una dosis de 10-30 mg puede proporcionar una mejora en la función del pensamiento, la memoria a corto y largo plazo y un aumento en la capacidad de aprendizaje, siendo entre 500 y 1.000 veces más fuerte que el Piracetam (racetamo). Los péptidos se clasifican, según el número de aminoácidos, en tres grupos:
- Oligopéptido: de 2 a 10 aminoácidos.
- Polipéptido: de 10 a 100 aminoácidos.
- Proteína: más de 100 aminoácidos.
- Alimentos con componentes sustitutivos de nootrópicos. En la naturaleza, existen alimentos que ayudan a favorecer la concentración y motivación de las personas.
- Nueces: conocidas en muchos países de Europa central como el alimento del estudiante, son ricas en ácido alfa-linolénico (ALA) y en ácido graso omega-3, favorecedoras del rendimiento intelectual.
- Aceite de pescado: rico en ácidos grasos omega-3, es muy recomendado para personas con problemas de aprendizaje o como defensa preventiva de enfermedades mentales como depresión, esquizofrenia o hiperactividad. El aceite de salmón o atún fresco son algunos ejemplos de aceite de pescado recomendado.
- Levadura de cerveza: tiene un alto contenido de vitaminas del grupo B, minerales como el fósforo o magnesio y proteínas de alta calidad, todos muy beneficiosos para el rendimiento y salud cerebral.
- Nootrópicos naturales. También denominados ‘Herbal Natural’, son suplementos desarrollados a partir de plantas. Su función es la misma que la de las drogas sintéticas (mejorar la capacidad de concentración y salud del cerebro), pero tienen menos eficacia. La ventaja respecto a los nootrópicos en cápsulas, es que no crean adicción y son mucho más baratos. Se pueden conseguir en herboristerías o tiendas de nutrición. Algunos de los nootrópicos más consumidos basados en hierbas son:
- Bacopi Monneri.
- Vinpocetina.
- Ginkgo Biloba.
- Huperzina-A.
- Onnit Alfa Cerebro.
Efectos secundarios de las drogas inteligentes
Los fabricantes de los nootrópicos siempre han asegurado que no existe peligro de sufrir efectos secundarios. Sin embargo, pocos son los estudios concluyentes, aunque se ha desarrollado, a su vez, una contracorriente que intenta demostrar que sí pueden producir efectos adversos. Se mencionan algunos efectos que coinciden con los estudios:
- Dolores de cabeza. Se cree que es el más frecuente, sobre todo en nootrópicos de la clase racetam y piracetam. La razón es la sobreexcitación a la que se somete el sistema nervioso central, que produce un tipo de “quemadura” que deriva en dolores y migrañas. Es un efecto secundario que se puede contrarrestar curiosamente aumentando la dosis de la colina, uno de los tipos de nootrópicos mencionados. La colina satisface sus necesidades químicas y alivia los dolores de cabeza.
- Problemas intestinales. El uso excesivo de nootrópicos puede convertirse en una seria amenaza para el sistema intestinal. Irritación, náuseas, diarrea, hinchazón o malestar son algunos de los síntomas más comunes. La solución es reducir la dosis hasta niveles adecuados para el organismo y, si esto no funciona, tomar otro tipo de nootrópicos, como noopept, que requiere de menores dosis y se procesa mejor en el sistema gastrointestinal.
- Fatiga. Su consumo excesivo deriva en fatiga. La sensación de ardor por dentro puede durar varias horas, eliminando por completo la concentración del individuo. Reducir la dosis o consultar con un especialista que recomiende otro nootrópico son las soluciones más recurridas.
- Insomnio. La función principal de los nootrópicos es aumentar los niveles de energía, provocando que los niveles de alerta se disparen y derive en insomnio. Es un efecto muy similar al que producen las bebidas energéticas o los refrescos con mucho azúcar. La diferencia es que, aunque logre quedarse dormido, el individuo siente que el sueño no es reparador y se despierta con sensación de agotamiento. La solución es evitar tomar nootrópicos fuertes por la tarde y al anochecer, para que a la hora de acostarse, los niveles de energía hayan disminuido. Otra opción es complementar los nootrópicos de gran carga con otros, como el inositol o melatonina, suplementos que ayudan a promover un sueño REM más efectivo.
- Otros. Aunque estos efectos son menos corrientes, cada suplemento nootrópico tiene un mecanismo de acción distinto, y, por lo tanto, puede derivar en un efecto secundario original. Normalmente, van asociados a ingestas excesivamente altas o por reacciones adversas al organismo. Algunos de estos efectos son:
- Ansiedad.
- Nerviosismo.
- Trastornos del ánimo.
- Inquietud.
- Aumento de la presión arterial.
- Aturdimiento.
- Irritación de la piel.
- Erupciones cutáneas.
Las conclusiones se deberán demostrar a medida que la comunidad científica pueda verificar los beneficios o efectos de las drogas inteligentes.
En todo caso, siempre es recomendable consultar con expertos sobre las posibles causas y posología para no arriesgar la salud.