¿Qué es la fluoxetina?
La fluoxetina, más conocida como Prozac, es un antidepresivo que está en la categoría de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Es uno de los antidepresivos más recetados a nivel mundial. Aunque tiene numerosos efectos beneficiosos para tratar trastornos como la depresión o la ansiedad, no se puede tomar a la ligera, ya que también puede ocasionar efectos adversos.
La aparición de los ISRS a finales de los 80 revolucionó la psicofarmacología, al punto de que se llegaron a recetar hasta seis prescripciones por segundo. Aunque originalmente nacieron como antidepresivos, suelen recetarse también para otras afecciones menos graves, como el desorden disfórico premenstrual, trastornos de ansiedad o algunos trastornos alimentarios.
Dentro del grupo de ISRS existen seis tipos de compuestos que comparten muchos efectos, aunque también tienen propiedades únicas que los diferencian.
¿Qué ocurre en el cerebro de una persona con depresión?
Para entender la fluoxetina, y en general los ISRS, hay que conocer qué ocurre en el cerebro de una persona con depresión a nivel celular.
Según la hipótesis monoaminérgica, las personas con depresión sufren un déficit de serotonina en las neuronas presinápticas serotoninérgicas, tanto en las áreas somatodendríticas como en el terminal axónico.
Todos los antidepresivos actúan incrementando la serotonina hasta llegar a sus niveles previos, anteriores al trastorno, y de esa manera intentan suavizar los síntomas depresivos.
Además de actuar sobre los receptores axónicos, los ISRS actúan sobre los receptores de serotonina del área somatodendrítica (receptores 5HT1A), y esto desencadena una serie de efectos que terminan con el aumento de serotonina.
Mecanismo de acción de la fluoxetina
- Los ISRS bloquean los receptores de serotonina. Los ISRS bloquean los receptores de serotonina del área somatodendrítica, también denominadas bombas TSER (transportadoras de serotonina). Este bloqueo impide que las moléculas de serotonina se unan a los receptores, y por lo tanto, la serotonina no puede ser recaptada (de ahí el nombre de los ISRS) y permanece en el área somatodendrítica. Al cabo de un tiempo se van elevando los niveles de serotonina debido a su acumulación. Los niveles de serotonina aumentan también en áreas no deseadas y empiezan a observarse los primeros efectos secundarios.
- Regulación a la baja de receptores. Cuando los receptores llevan un tiempo bloqueados, la neurona los “identifica” como innecesarios, por ello van dejando de funcionar y algunos desaparecen. Estos efectos son conocidos como desensibilización y regulación a la baja, y se producen mediante un mecanismo genómico.
- Producción de serotonina. Como hay menos receptores, la cantidad de serotonina que llega a la neurona es menor que antes de la regulación. Por lo tanto, la neurona “cree” que hay muy poca serotonina, empieza a producir más cantidades de este neurotransmisor y se activa su flujo hacia los axones y su liberación. Este mecanismo es el que explica la mayor parte de los efectos antidepresivos de los ISRS.
- Sensibilización y regulación a la baja de los receptores serotoninérgicos. Una vez que la neurona ya ha empezado a segregar mayores niveles de serotonina empieza a ser relevante otro mecanismo de acción de los ISRS que no había resultado efectivo hasta el momento. Este mecanismo es el bloqueo de los receptores axónicos, que también se desensibilizan y regulan a la baja y, por lo tanto, se recapta menos serotonina. Este mecanismo hace que los efectos secundarios del ISRS empiecen a aminorar, ya que se bajan los niveles de serotonina a niveles normales. En definitiva, los ISRS actúan aumentando de forma progresiva los niveles de serotonina en todas las áreas cerebrales donde haya neuronas serotoninérgicas, no solo donde hace falta, lo cual provoca efectos tanto beneficiosos como perjudiciales. Aunque los efectos secundarios o no deseados mejoran con el tiempo.
Aspectos específicos en la fluoxetina
Además del mecanismo explicado anteriormente, común a todos los ISRS, la fluoxetina sigue también otros mecanismos que la hacen única.
Este fármaco no solo inhibe la recaptación de serotonina, también inhibe la recaptación de norepinefrina y dopamina en el córtex prefrontal, bloqueando los receptores 5HT2C, lo cual hace que aumenten los niveles de estos neurotransmisores en dicha área. Los fármacos que tienen este efecto se denominan DIND (desinhibidores de norepinefrina y dopamina), por lo tanto, la fluoxetina sería un DIND además de un ISRS.
Este mecanismo puede explicar algunas de las propiedades de la fluoxetina como activador, así ayuda a disminuir la fatiga en pacientes con afecto positivo reducido, hipersomnia, retraso psicomotor y apatía. En cambio, no es aconsejable para pacientes con agitación, insomnio y ansiedad, dado que pueden experimentar una activación no deseada.
El mecanismo de la fluoxetina como DIND puede actuar también como efecto terapéutico sobre la anorexia y la bulimia.
Por último, este mecanismo también puede explicar la habilidad de la fluoxetina para aumentar las acciones antidepresivas de la olanzapina en pacientes con depresión bipolar, ya que este fármaco también actúa como DIND, y se sumarían ambas acciones.
Otro de los efectos de la fluoxetina es el bloqueo débil de la recaptación de norepinefrina (IRN) y, a altas dosis, la inhibición del CYP2D6 y 3 A4, lo cual puede aumentar el efecto de otros psicofármacos de forma indeseada.
Además, tanto la fluoxetina como su metabolito tienen una vida media larga (2 o 3 días la fluoxetina y 2 semanas su metabolito), lo cual ayuda a disminuir el síndrome de retirada que se observa al retirar algunos ISRS. Pero hay que tener en cuenta que esto también implica que va a pasar un largo tiempo hasta que el fármaco desaparezca totalmente del organismo cuando finalice el tratamiento.
Efectos secundarios de la fluoxetina
- Agitación mental, nerviosismo, ansiedad e incluso ataques de pánico. Este efecto se produce debido al bloqueo agudo de los receptores 5HT2A Y 5HT2C en la proyección serotoninérgica del rafe a la amígdala y del córtex límbico al córtex prefrontal ventromedial.
- Acatisia, retraso psicomotor, parkinsonismo leve, movimientos distónicos y, a consecuencia de estos, dolor articular. Este efecto se produce por el bloqueo agudo de los receptores 5HT2A de los ganglios basales.
- Trastornos en el sueño, mioclonos, despertares. Este efecto se produce por el bloqueo agudo de los receptores 5HT2A en los centros del sueño.
- Disfunción sexual. Este efecto es debido al bloqueo agudo de los receptores 5HT2A y 5HT2C en la médula espinal.
- Náuseas y vómitos. Aparece como consecuencia del bloqueo agudo de los receptores 5HT3 en el hipotálamo.
- Motilidad intestinal, calambres. Es consecuencia del bloqueo de los receptores 5HT3 y 5HT4.
Si se produce una sobredosis de fluoxetina puede sufrirse inestabilidad, confusión, falta de respuesta ante los estímulos, mareos, desvanecimiento e incluso coma, además de los efectos secundarios anteriores.
Además, en el estudio clínico previo a la comercialización del fármaco se comprobó que algunos de los participantes más jóvenes (menores de 24 años) desarrollaron tendencias suicidas (pensaron o intentaron hacerse daño o suicidarse) tras tomar fluoxetina. Por lo tanto, las personas jóvenes deben ser especialmente precavidas con dicho fármaco.
Precauciones a seguir antes de tomar fluoxetina
Los psicofármacos pueden resultar muy peligrosos para la salud en general y especialmente para la salud mental. Por ello nunca deben ser autoadministrados, siempre han de tomarse tras la prescripción médica y durante su toma se debe acudir al médico si se nota algún cambio mental o físico.
Es importante informar al médico si se está tomando, o se acaba de dejar de tomar, algún otro fármaco, ya que puede interactuar con la fluoxetina y provocar efectos perjudiciales.
A continuación, se presenta una lista de medicamentos que pueden resultar potencialmente peligrosos si se combinan con la fluoxetina:
- Medicamentos para los tics, como la pimozida (Orap).
- Medicamentos para tratar la esquizofrenia, como la tioridazina, clozapina (Clozaril) y el haloperidol (Haldol).
- Algunos antidepresivos IMAO (inhibidores de la monoamino oxidasa), como la isocarboxazida (Marplan), la fenelzina (Nardil), la selegilina (Eldepryl, Emsam, Zelapar) y la tranilcipromina (Parnate).
- Medicamentos para tratar la ansiedad, como el alprazolam (Xanax) o el diazepam (Valium).
- Anticoagulantes, como warfarina (Coumadin) y el ticlid (ticlopidina).
- Algunos antifúngicos, como fluconazol (Diflucan), ketoconazol (Nizoral) y voriconazol (Vfend).
- Otros antidepresivos, como amitriptilina (Elavil), amoxapina (Asendin), clomipramina (Anafranil), desipramina (Norpramin), doxepina, imipramina (Tofranil), nortriptilina (Aventyl, Pamelor), protriptilina (Vivactil), fluvoxamina (Luvox), litio (Eskalith, Lithobid), y trimipramina (Surmontil).
- Algunos fármacos antiinflamatorios no esteroides, como la aspirina, el ibuprofeno o el paracetamol.
- Medicamentos para trastornos cardiacos, como la digoxina (Lanoxin) y la flecainida (Tambocor).
- Algunos diuréticos.
- Medicamentos para tratar infecciones, como la linezolida.
- Medicamentos para tratar enfermedades cardiovasculares, como la fluvastatina (Lescol), y para tratar la hipertensión, como la torsemida (Demadex).
- Medicamentos para tratar úlceras y trastornos gástricos, como la cimetidina (Tagamet) y los inhibidores de la bomba de protones, como el esomeprazol (Nexium) y el omeprazol (Prilosec, Prilosec OTC, Zegerid).
- Tratamientos para el VIH, como la etravirina (Intelence).
- Anticonvulsivos, como la fenitoína (Dilantin), carbamazepina (Tegretol) y fenitoína (Dilantin).
- Tratamientos hormonales, como el tamoxifeno (Nolvadex) y la insulina.
- Medicamentos para la diabetes, como la tolbutamida.
- El azul de metileno, usado para tratar el alzhéimer.
- Medicamentos para las migrañas, como almotriptán (Axert), eletriptán (Relpax), frovatriptán (Frova), naratriptán (Amerge), rizatriptán (Maxalt), sumatriptán (Imitrex) y zolmitriptán (Zomig).
- Sedantes, tranquilizantes y pastillas para dormir.
- Medicamentos para tratar la obesidad, como la sibutramina (Meridia).
- Analgésicos, como el tramadol (Ultram).
- Tratamiento para el cáncer, como la vinblastina (Velban).
También es recomendable avisar al médico si se está tomando vitaminas, como el triptófano, o productos herbarios, como la hierba de San Juan.
Además hay que tener especial cuidado si se está recibiendo una terapia electroconvulsiva, si se tiene diabetes, convulsiones o alguna enfermedad del hígado y si se ha sufrido recientemente un ataque al corazón.
No debe tomarse fluoxetina si la mujer está embarazada, sobre todo en los últimos meses de gestación. Tampoco es recomendable que las personas mayores de 65 años tomen este medicamento.
Referencias
- Fluoxetine. Recuperado de medlineplus.gov.
- Fluoxetina. Recuperado de facultaddemedicinaunam.com.
- Stahl, S. Antidepresivos. GRUPO AULA MEDICA.