¿Qué es la esquizofrenia paranoide?
La esquizofrenia paranoide es una enfermedad que padecen muchos pacientes con esquizofrenia y que manifiestan principalmente los síntomas positivos. Este subgrupo presenta un cuadro clínico en el que predominan las ideas delirantes relativamente estables y a menudo paranoides, que se acompañan de alucinaciones (sobre todo auditivas) y trastornos de la percepción.
Cabe destacar que la división de este trastorno mental y distintas categorías (esquizofrenia paranoide, hebefrénica, catatónica, etc.) se ha puesto en entredicho. De hecho, estos subgrupos se han eliminado de los últimos manuales de diagnóstico de salud mental, al no encontrar suficiente evidencia científica sobre sus prevalencias.
Esto significa que las personas con esquizofrenia no pueden englobarse de forma sistemática en los distintos subgrupos propuestos, ya que suele aparecer una gran diversidad de síntomas en los distintos pacientes.
De este modo, una persona esquizofrénica puede presentar síntomas positivos, negativos o desorganizados con una relativa arbitrariedad, por lo que construir categorías específicas diagnósticas se hace complicado.
No obstante, no quiere decir que estos subgrupos no tengan su utilidad pedagógica, ya que existen muchos pacientes esquizofrénicos que padecen síntomas más o menos parecidos, que pueden catalogarse bajo el subgrupo de esquizofrenia paranoide.
Diagnóstico de la esquizofrenia paranoide
Para establecer un diagnóstico de esquizofrenia paranoide, se deben satisfacer las pautas generales para el diagnóstico de esquizofrenia y, además, deben predominar las alucinaciones y las ideas delirantes.
En cuanto a los delirios, estos son los más frecuentes:
- Delirios de persecución: el paciente puede sentirse perseguido, estafado, maltratado, espiado, difamado, envenenado o drogado, que le roban, que existe una conspiración contra él o tener cualquier creencia falsa de ser perjudicado.
- Delirio de referencia: es una creencia falsa de que los acontecimientos, los objetos, la conducta de otras personas y demás percepciones que el paciente capta están relacionados con él.
- Ideas celotípicas: también se conoce como síndrome de Otelo. El paciente tiene la creencia irracional de que su pareja le es infiel, por lo que se trata de un delirio de infidelidad.
- Delirios de tener una misión especial o padecer una transformación corporal.
Las alucinaciones más frecuentes suelen ser las auditivas, donde el paciente oye voces que le increpan, le dan órdenes o le juzgan. Asimismo, suelen presenciarse alucinaciones olfatorias gestatorias, sexuales o de otro tipo de sensaciones corporales.
Causas de la esquizofrenia paranoide
Se ha demostrado una carga genética significativa en el desarrollo de la esquizofrenia. Diversos estudios muestran que su heredabilidad podría calcularse entre 60-85%.
También existen otros factores importantes de riesgo en el desarrollo de la enfermedad. Entre ellos destacan haber padecido complicaciones obstétricas, malnutrición durante el embarazo, nacer en invierno y padecer alteraciones en el desarrollo psicomotor.
En este sentido, la esquizofrenia se entiende como una enfermedad del neurodesarrollo en el que padecer los factores anteriormente comentados y poseer una elevada carga genética, pueden predisponer a la persona a desarrollar la enfermedad mental.
Asimismo, factores como el consumo de ciertas sustancias, especialmente marihuana, o vivir acontecimientos estresantes, podrían desencadenar la enfermedad en una estructura cerebral ya predispuesta a padecer esquizofrenia.
Tratamiento y pronóstico
La esquizofrenia paranoide es el tipo de esquizofrenia más abordable terapéuticamente y con mejor pronóstico. Esto se explica por dos motivos principales.
El primero se basa en el tipo de tratamiento farmacológico actual para la esquizofrenia, que resulta bastante eficaz para los síntomas positivos (presentes en la esquizofrenia paranoide) e ineficaz, o incluso perjudicial, para los negativos (ausentes en la esquizofrenia paranoide).
El segundo se explica por la ausencia de síntomas negativos y deterioro cognitivo que predomina en la esquizofrenia paranoide.
De este modo, las repercusiones a largo plazo que tiene la esquizofrenia, como desarrollar un estado afectivo totalmente apático y embotado, y padecer un deterioro paulatino de las capacidades cognitivas, se suelen presentar con menor intensidad en este tipo de trastorno.
Por ello, la esquizofrenia paranoide se trata principalmente con psicofármacos. Actualmente, los más utilizados son los antipsicóticos atípicos, como la quetiapina, la clozapina o la risperidona, que reducen los delirios y las alucinaciones y suelen producir menos efectos adversos que los antipsicóticos convencionales.
También las personas con esquizofrenia paranoide se pueden beneficiar del tratamiento psicológico: en primer lugar, la terapia motivacional suele ser una herramienta muy útil para que el psicoterapeuta consiga que los pacientes que no sean conscientes de padecer esquizofrenia puedan adherirse adecuadamente al tratamiento farmacológico y se tomen los medicamentos antipsicóticos que disminuyen los síntomas positivos.
Por otro lado, los tratamientos cognitivo-conductuales para abordar la intensidad de los delirios y las alucinaciones, y el entrenamiento en habilidades sociales para incrementar el nivel de desempeño del paciente, resultan tratamientos muy beneficiosos.
Finalmente, las intervenciones familiares psicoeducativas son muy útiles para ayudar tanto al enfermo como a los familiares a entender y gestionar adecuadamente la enfermedad.
Síntomas de la esquizofrenia
Para simplificar el entendimiento de los síntomas de la esquizofrenia, se pueden dividir en tres grandes grupos: positivos, negativos y desorganizados.
- Síntomas positivos. Los síntomas positivos son probablemente los más conocidos y los que reciben una mayor atención social y profesional.
- Delirios. Entre los síntomas positivos están los trastornos formales del pensamiento, es decir, los delirios o ideas paranoides. Entre los delirios más típicos están los de persecución, donde el enfermo cree ser perseguido por otras personas, el autorreferencial, en el que el enfermo cree que otras personas hablan de él, o el celotípico, que se basa en una creencia delirante de que la pareja le es infiel. Otro tipo de delirios son el erotomaníaco, el megalomaníaco, los delirios místicos, los de culpa, el nihilista o el hipocondríaco. Los delirios considerados más graves son los de alineación del pensamiento, caracterizados por la creencia del enfermo de que otras personas controlan, leen, roban o difundan su propio pensamiento.
- Alucinaciones. Pueden ser tanto visuales como auditivas o sensoriales.
- Trastornos formales del pensamiento. Un ejemplo es el descarrilamiento, en el que la persona pierde el hilo de la conversación mientras habla, o la taquipsíquia, que se caracteriza por poseer un pensamiento excesivamente acelerado.
- Síntomas negativos. Los síntomas negativos hacen referencia a una disminución tanto del nivel cognitivo como del estado de ánimo. Estos síntomas suelen ser menos excéntricos que los positivos, llaman menos la atención, pueden adquirir una forma semejante a los síntomas depresivos y, por lo general, tienen menos atención en el tratamiento. De hecho, la mayoría de fármacos que se utilizan para reducir los síntomas positivos (como delirios y alucinaciones) pueden aumentar los síntomas negativos.
- Trastornos del lenguaje. Suele volverse más pobre, lento y deteriorado, y con menos contenido.
- Deterioro del pensamiento. El pensamiento suele enlentecerse, bloquearse y empobrecerse.
- Capacidades perdidas. A nivel emocional aparecen síntomas como la apatía o la anhedonia, la pérdida de energía, la indiferencia afectiva y el embotamiento.
- Síntomas desorganizados. Los síntomas desorganizados son un gran número de manifestaciones que afectan tanto al comportamiento como al lenguaje de las personas que padecen esquizofrenia.
- Trastornos del lenguaje. Podrían ser el tartamudeo, la ecolalia (repetición instantánea de lo que dice otra persona) o los discursos totalmente desorganizados, en los que se dicen palabras sin ningún tipo de estructura semántica.
- Síntomas catatónicos. Manierismos (movimientos automáticos, repetitivos e inconscientes de los dedos), las posturas bizarras (posturas corporales extrañas e inconscientes que pueden incluso originar lesiones físicas) o el estupor catatónico.
- Movimientos anormales inducidos. Imitar movimientos de otras personas de una forma automática e inconsciente, el negativismo extremo, el mutismo o las conductas extravagantes.
Referencias
- American Psychiatric Association: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales IV (DSM IV). Ed. Masson.
- Cuesta, M.J., Peralta, V., Serrano, J.F. Nuevas perspectivas en la psicopatología de los trastornos esquizofrénicos. Anales del Sistema sanitario de Navarra.
- Cuesta, M.J., Peralta, V., Zarzuela, A. Neuropsicología y esquizofrenia. Anales del Sistema Sanitario de Navarra.
- San Emeterio, M., Aymerich, M., Faus, G. Guía de práctica clínica para la atención del paciente esquizofrénico. GPC.
- Sadock, B.J., Sadock, V.A. La Esquizofrenia. En Sinopsis de psiquiatría. Novena edición. Waverly Hispanica.