¿Qué son los mareos por ansiedad?
Los mareos por ansiedad son uno de los síntomas más típicos que aparecen cuando una persona experimenta un nivel ansioso elevado. Sin embargo, los mareos también pueden ser fuente de ansiedad, por lo que cuando aparecen estos síntomas el cuerpo puede responder con más sensaciones ansiógenas.
Este hecho demuestra que la relación entre mareo y ansiedad es muy estrecha y, además, no se basa en una simple relación unidireccional, sino que ambas alteraciones pueden retroalimentarse mutualmente.
El motivo por el cual los síntomas y la ansiedad están tan ligados recae en el sistema vestibular, un aparato del oído relacionado tanto con el equilibrio como con el control espacial.
Este sistema está formado por dos ensanchamientos: el utrículo y el sáculo, y ambos se encargan de informar de la posición de la cabeza en relación con el suelo, por lo que cuando se producen alteraciones en esta región se pueden experimentar mareos con facilidad.
El sistema vestibular consiste en un oído interno en cada lado, por lo que constituyen áreas específicas del cerebro y los nervios que los conectan.
Asimismo, este aparato está estrechamente relacionado con las áreas cerebrales responsables del cerebro, por lo que la interacción entre estas dos regiones corporales provoca la interacción mareo-ansiedad.
Descripción de los mareos por ansiedad
- Sensación de aturdimiento. El mareo que acompaña a la ansiedad se describe con frecuencia como una sensación de aturdimiento o atolondramiento. Esta sensación suele ser ligeramente distinta a la sensación de un mareo “normal”, en la que las sensaciones de vértigo o malestar corporal pueden ser más notorias. Asimismo, en el mareo por ansiedad puede haber una sensación de movimiento o que da vueltas la cabeza por dentro más que en el medio ambiente. Algunas veces aparece una ligera sensación de balanceo aun cuando la persona está parada, por lo que ciertos espacios como tiendas, centros comerciales llenos o espacios muy abiertos pueden causar sensación de desequilibrio. Hay que entender que cuando las personas realizan una respuesta de ansiedad, no solo las invaden pensamientos de nerviosismo, sino que todo el cuerpo responde de una forma ansiosa. Es el cerebro el encargado de activar el organismo entero cuando detecta una situación de peligro o ansiosa.
- Respuestas fisiológicas. La frecuencia cardíaca aumenta, la tensión muscular se hace más notoria, se dilatan las pupilas, aumenta la sudoración… Estos síntomas se reconocen fácilmente como respuestas del organismo ante una situación de ansiedad, ya que cuando alguien está nervioso el cuerpo puede responder en alguna de estas formas. El mareo aparece de una forma similar. Cuando se está ansioso, tanto el cerebro como el cuerpo modifican su funcionamiento, por lo que pueden aparecer sensaciones altamente desagradables. Así pues, los cambios fisiológicos del cerebro afectan también otras regiones y, el sistema vestibular suele ser uno de los más sensibles en estas situaciones, hecho que explica la aparición del mareo. De hecho, ciertas investigaciones muestran cómo en situaciones de ansiedad el sistema vestibular se ve afectado prácticamente en la totalidad de los casos. No obstante, en algunas ocasiones la alteración de esta región del oído interno no se traduce en una sensación de mareo. Los mareos por ansiedad se entienden como una respuesta del organismo ante una activación fisiológica determinada originada por un estado ansioso.
- El factor principal: la interpretación del cerebro. Sin embargo, el factor principal que mantiene los estados de ansiedad es la interpretación que realiza el cerebro sobre el estado ansioso del cuerpo. Si se sobreactiva el organismo, se tensan los músculos o se hiperventila, el cerebro puede interpretar dichos síntomas como ansiosos y responder con un estado de ansiedad. Lo mismo sucede con el mareo. Es decir, como el mareo es un síntoma típico de ansiedad, el cerebro puede interpretarlo como tal y responder con pensamientos de nerviosismo. Para simplificar la explicación, el cerebro podría funcionar en estos términos; “como el sistema vestibular está realizando un funcionamiento típico de la ansiedad (el mareo) quizá estoy ante una situación de peligro y debería realizar una respuesta de ansiedad”. Evidentemente, como el mareo no es el único síntoma físico de ansiedad (hay muchos más), un simple mareo no suele originar un estado de ansiedad. Sin embargo, si el mareo aparece en un contexto ansioso, es decir, ya se está nervioso antes de su aparición y se presentan otros síntomas físicos de ansiedad, sí puede provocar una sensación de ansiedad mayor.
Duración de los mareos por ansiedad
Los mareos por ansiedad suelen ser persistentes en el tiempo y, a pesar de que en algunos casos tiene una aparición breve, pueden manifestarse durante días y semanas de forma interrumpida. En estos casos, algunas personas sienten que la sensación que experimentan puede describirse mejor con la palabra inestabilidad que la de mareo.
En cualquier caso, es muy probable que ante estas sensaciones lo que esté sucediendo sea un mareo por ansiedad que aparece a través de los mecanismos explicados en el apartado anterior.
Estos síntomas suelen ser muy molestos y las personas que lo experimentan pueden tener la percepción de vaivén (sin llegar a sentir que todo les da vueltas) de una forma persistente y continua.
Asimismo, este tipo de mareo suele dificultar fijar la mirada y, en ocasiones, pueden precipitar la sensación de que es el inicio de algo peor (caerse, desmayarse, que se posea una enfermedad grave, etc.).
Así pues, el mareo puede generar aún más ansiedad y nerviosismo al pensar en estos términos. Este hecho resulta altamente negativo, ya que la persona puede entrar en un bucle del que le cueste mucho salir.
Consecuencias de los mareos por ansiedad
La sensación de mareo puede provocar pensamientos negativos que causen ansiedad, pero lo más importante es que los mareos están originados por la propia ansiedad, por lo que si el mareo incrementa el nerviosismo, el mareo también aumentará y se formará un ciclo vicioso difícil de superar.
Ante estas situaciones, lo primero que se debe realizar, o mejor dicho, conocer y concienciarse, es que los mareos por ansiedad no son peligrosos.
Cuando la ansiedad es la causa del mareo, hay poco qué preocuparse, ya que en estos casos, la sensación de inestabilidad y mareo no indica un problema físico grave ni un mal funcionamiento del cerebro. De hecho, lo único que indican es un estado de ansiedad, es decir, una señal de que se está nervioso.
Para acabar con este síntoma más que molesto, lo que se tiene que intervenir y reducir es la ansiedad, ya que el mareo no desaparecerá mientras existan niveles elevados de nerviosismo.
No obstante, si se consigue reducir o incluso eliminar el estado de ansiedad, la sensación de mareo desaparecerá de forma automática.
Tratamiento de los mareos por ansiedad
De lo expuesto anteriormente se extrae que los mareos por ansiedad se superan tratando la ansiedad del mismo modo que la tristeza por depresión se supera tratando la depresión.
Se ha visto como los mareos por ansiedad de por sí no son peligrosos, por lo que la aparición de estos síntomas no deben originar una alarma excesiva.
No obstante, el vértigo y el mareo son síntomas que pueden asustar y limitar mucho el día a día de las personas. Asimismo, los mareos son una fuente inagotable de malestar, disminuyen la calidad de vida y aumentan el sufrimiento.
Además, hay que tener en cuenta que a pesar de que los mareos no son peligrosos en sí mismos, pueden acarrear consecuencias negativas, ya que incrementan la ansiedad y pueden ser el detonante de un ataque de pánico.
- Exploración médica. El primer requisito para tratar este tipo de problemáticas se basa en realizar una exploración médica que descarte cualquier otro problema de salud que pueda originar o estar involucrado en el mareo. Una vez se ha descartado este hecho, se puede empezar a tratar los mareos a través de intervenciones de ansiedad a de psicoterapia.
- Terapia. El objetivo de la terapia psicológica no se centrará en reducir los mareos, sino que se basará en reducir la ansiedad, ya que al desaparecer el estado ansioso los mareos también desaparecerán. Así pues, los mareos por ansiedad se tratan mediante técnicas psicológicas para la ansiedad. Hoy en día existen muchos tratamientos y técnicas que resultan eficaces para reducir los niveles de ansiedad. El entrenamiento en relajación, la técnica de detección y afrontamiento de la consecuencia temida, la exposición, la terapia cognitiva o la resolución de problemas son algunos ejemplos.
Referencias
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- Normann, N., Van Emmerik, A. A. P. i Morina, N. The efficacy of metacognitive therapy for anxiety and depression: A meta-analytic review. Depression and Anxiety.