Ser solidarios implica preocuparse por el bienestar de los demás y decidir actuar y colaborar para conseguirlo. La solidaridad es asumir la causa de otros como propia, existiendo el plano personal, político y social. Por desgracia, en los tiempos que se viven, existen millares de conflictos sociales y guerras fruto de las desigualdades sociales y falta de libertades.
A pesar de vivir en el siglo XXI, y disponer de recursos suficientes para todas las personas del mundo, no todas disponen de ellos, y por esto se debe contribuir a que se produzca un reparto justo, como ciudadanos que somos.
10 pasos para ser solidarios en la vida
1. Hacer aportaciones solidarias
En cada ciudad hay un montón de proyectos solidarios con los que se puede contribuir, ya sea de forma puntual, o de forma permanente (asociándose o comprometiéndose) aportando una cantidad fija, como ocurre con los apadrinamientos.
2. Compartiendo, la felicidad es doble
Por suerte, existe multitud de formas de ayudar a aquellas personas, que por determinadas circunstancias, viven en la calle o en albergues.
Para aquellos que se lo pueden permitir, una fantástica opción es hacer una compra doble. Es decir, una personal y otra para una persona o familia desfavorecida. ¿Qué mejor ayuda que la comida?
Otra opción, a menor escala, pero muy significativa, es el café pendiente. El café pendiente no es más que dejar pagado en la cafetería un café de más para alguien que no tenga recursos para pagarlo.
De este modo, una persona sin recursos se puede tomar algo caliente a lo largo del día. Esta medida del café pendiente se popularizó en Nápoles, y posteriormente se extendió a otras zonas de Italia y de Europa.
3. Contribuir con lo que se pueda
A muchos les sobra ropa en el armario. Se acumulan prendas que no se tiran por pena, o simplemente por pereza, y se van apilando sin usarse.
Existen muchísimas ONG y campañas solidarias que se encargan de la recogida de ropa usada que ya no se quiere. Muchas veces, esa ropa está en perfecto estado y puede venderse en tiendas de segunda mano, con lo cual recaudan dinero en efectivo para la resolución de problemas sociales.
El mayor porcentaje de esas prendas se destinan a pequeños comerciantes africanos para reactivar la economía local. Otro porcentaje importante de la ropa donada, desgastada, o inservible, se recicla a través de empresas especializadas.
Las ONG y demás organizaciones que participan en proyectos solidarios hacen una tarea tan dura como útil para la sociedad. Donar ropa es una de las opciones más viables para las personas que, aunque no disponen de muchos recursos, pueden colaborar ofreciendo cosas que ya no necesitan o no usan.
Otra opción es donar libros que no se lee, o que no interesan demasiado, y entregarlos a librerías solidarias en las que lo recaudado se destina a proyectos sociales.
4. Participar ofreciendo tiempo
Para ayudar no hay excusas si realmente existe voluntad de hacerlo. En caso de no tener bienes materiales que aportar, o dinero para donar, siempre está la opción de colaborar físicamente, ofreciendo tiempo como voluntario en campañas como las de recogida de alimentos.
Si la situación lo permite, se puede colaborar regularmente con alguna ONG que trabaje con personas que lo necesitan, como ancianos, niños, discapacitados, o personas en riesgo de exclusión.
Estas personas tienen en ocasiones serias carencias afectivas, y de comunicación. Con tan solo permanecer a su lado, escucharle, y entenderle, ya se realiza un gran trabajo. Agradecerán tener una distracción que les haga olvidar por un momento la situación en que se encuentran.
5. Transmitir la importancia de colaborar
El hecho de atraer mayor número de colaboradores es tan importante como la colaboración misma. Muchísimas personas están en disposición de colaborar, pero necesitan ese empujón que les haga decidirse. Ese empujón puede producirse como consecuencia de una foto impactante, o una dura historia que les haga plantearse la crueldad del mundo, y decidan colaborar.
Por esto es importantísimo sensibilizar a través de redes sociales con mensajes que puedan llegar a viralizarse y atraer un buen número de personas.
6. Crear una propia campaña benéfica
Una persona decidida y con don de gentes, puede ser capaz de montar su propia campaña benéfica. Esto se puede desarrollar a través de un sencillo mercadillo en la ciudad, o en el barrio. El trato cara a cara con las personas que se conoce de toda la vida hará que muchas ayuden en obras sociales de estas características.
7. Voluntariado internacional
Si parece poco la ayuda nacional, siempre se puede afrontar un reto como el que supone irse a otro país. Los programas de voluntariado internacional son idóneos para vivir experiencias imborrables que impactarán más que ninguna otra actividad como persona.
El tema de la disponibilidad no será demasiado inconveniente, ya que se hacen en los periodos vacacionales de los participantes. Supone un gran sacrificio perder unas vacaciones con los amigos o la familia para ayudar a gente que lo necesita. Las emociones y las experiencias adquiridas harán que aflore lo mejor de sí mismos.
Existen distintas ONG y cooperativas que ofrecen este servicio a nivel nacional e internacional. La mayoría de los proyectos españoles se desarrollan en África y América Latina, pero cada vez son más las zonas en las que se está colaborando activamente.
8. La solidaridad engloba al medioambiente
No toda la solidaridad se restringe al campo de las personas. Aunque no cabe duda de que los grandes contaminantes son las empresas, todos debemos aportar en lo mínimo que se puede hacer, que es el reciclaje.
También puede incluirse como reciclaje la mencionada recogida de ropa y la donación de objetos. Estas ofrecen la posibilidad de recaudar fondos o simplemente ser reutilizadas. Esto contribuye al mejor aprovechamiento de recursos y la conservación del planeta.
9. Donación de sangre, médula y órganos
Ante problemas de salud, los recursos económicos o los voluntariados poco pueden hacer. Cada vez son más los donantes de sangre, y es una gran noticia, pero la cosa se complica con circunstancias de mayor gravedad, como donaciones de médula ósea u órganos.
No es necesario decirlo, pero cualquier ayuda es poca cuando se trata de la salud de una persona. Por suerte o por desgracia, no todo se reduce al dinero, y cosas como la salud no se pueden comprar, por lo que dependen única y exclusivamente del altruismo y la buena fe de los demás.
Pero para poder llevar a cabo esa solidaridad es necesario desprenderse del miedo y las inseguridades. El temor a los hospitales frenan a la hora de participar en acciones de estas características que pueden salvar vidas.
En cuestiones como el trasplante de médula ósea existe un gran desconocimiento. Muchos la relacionan con la médula espinal, pero son cosas diferentes. La médula ósea es el tejido graso y blando que se encuentra dentro de los huesos, y la médula espinal corre a lo largo y en el interior de la columna vertebral, protegiéndola.
Para saber dónde colaborar, se puede visitar la Plataforma del Voluntariado de España. Cuenta con un buscador de voluntariado presencial, con las ofertas de ONG clasificadas por ámbito y localidad, y un mapa del voluntariado con las organizaciones más cercanas donde poder colaborar. También hay directorios de demandas de voluntarios en voluntariado.org y hacesfalta.org.
10. Otros consejos para ser solidario
La solidaridad no es algo que necesariamente implique la vinculación con personas sin techo, que pasan hambre, o sobreviven en condiciones pésimas. La solidaridad es algo diario, entre personas que están en la misma situación que uno. Algunos consejos para ser solidario todos los días:
Ser un apoyo
Si un amigo, un familiar, o alguien que importa tiene un problema y decide compartirlo, escucharle atentamente y mostrar interés le harán sentirse mejor. Además, se le puede aconsejar, y darle otro punto de vista. No hay por qué restarle importancia a su problema, simplemente ayudarle a sobrellevarlo, que sienta el apoyo.
Tener paciencia
La mayoría de las ocasiones, el proceso de recuperación de enfermedades, lesiones, o de problemas personales puede prolongarse durante un gran periodo de tiempo. Lo que se debe hacer con este tipo de personas es no preocuparlas y no presionarlas, tener paciencia con su recuperación.
Sacar de la crisis algo positivo
Una crisis en cualquier ámbito de la vida es bastante aterrador, por lo que siempre hay que sacarle algo positivo, incluso a lo peor que haya pasado. Cuando una persona se encuentra en este momento, la visión de alguien ajeno a la situación, y que se quiere, puede ser muy valiosa.
Referencias
- fcarreras.org/es/trasplante.
- fundacionmelior.org.
- solidaritycenter.org.
- How you can help. Recuperado de solidarityssudan.org.