¿Qué es el síndrome de abstinencia?
El síndrome de abstinencia es un conjunto de síntomas físicos y psicológicos que surgen cuando una persona deja de consumir abruptamente una sustancia a la que es adicto. También puede aparecer cuando se disminuye la cantidad de sustancia que solía consumir.
Lo más común es que se produzca si existe una adicción al alcohol, drogas, ciertos psicofármacos o tabaco. Sin embargo, también puede ocurrir con algunos alimentos (como el azúcar o el café), o adicciones sin sustancia, como el juego patológico.
El síndrome de abstinencia es un indicador importante de que existe dependencia a algo. Este aparece de manera más intensa si las dosis consumidas eran altas, o si el individuo abusó de la sustancia por un tiempo prolongado.
Causas del síndrome de abstinencia
El sistema nervioso posee unas sustancias llamadas neurotransmisores, compuestos químicos que permiten que nuestras neuronas intercambien información. Las neuronas liberan neurotransmisores y también los captan a través de receptores específicos.
Las sustancias adictivas modifican la actividad normal de nuestro cerebro uniéndose a estos receptores, potenciando (o disminuyendo) los efectos de los neurotransmisores existentes. Esto se traduce en sensaciones de recompensa, bienestar, relajación, euforia, etc.
Sin embargo, el organismo se percata de que hay una sustancia externa modificando su normal funcionamiento, y su manera de frenar el caos es crear mecanismos compensatorios para adaptarse a ella, generando tolerancia.
Así, se modifica la cantidad liberada de neurotransmisores y el número de receptores que los captan. Por ejemplo, si una sustancia produce aumentos importantes de serotonina en alguna región del cerebro, se disminuye la producción de serotonina natural, así como una regulación a la baja de los receptores serotoninérgicos.
Esto ocurre después de un largo tiempo consumiendo la sustancia en cantidades elevadas. Cuando el individuo interrumpe el consumo, siente malestar, ansiedad, alteraciones en el apetito, en el sueño (síndrome de abstinencia), pues su organismo sin la droga se desequilibra, tardando un tiempo en alcanzar la homeostasis.
Por otro lado, hay muchos otros hábitos cuya dependencia es principalmente psicológica y no fisiológica. El cerebro interpreta que ha perdido una valiosa recompensa, lo que se refleja en malestar emocional y cambios conductuales.
Síntomas del síndrome de abstinencia
Cada tipo de droga produce un síndrome de abstinencia específico, aunque hay síntomas generales en la abstinencia que se pueden señalar. Estos se pueden dividir en emocionales y físicos.
Síntomas emocionales
Pueden ocurrir con cualquier tipo de adicción. Algunos de ellos también pueden surgir en las adicciones sin sustancia, como al juego, a las compras, al sexo, o a internet.
Se asocian con el “bajón” anímico experimentado al interrumpir la sustancia o actividad que daba placer. Estos síntomas son:
– Ansiedad.
– Inquietud o nerviosismo.
– Depresión.
– Irritabilidad.
– Dificultades para concentrarse.
– Gran sensibilidad al estrés.
– Ansia intensa por volver a consumir la droga o realizar la actividad adictiva.
– Aislamiento social.
– Dolores de cabeza.
– Insomnio y/o alteraciones en el sueño.
Síntomas físicos
Son producidos generalmente por sustancias que ocasionan una adicción física, como el alcohol, los tranquilizantes y los opiáceos. Tienen un carácter fisiológico, y consisten en:
– Sudoración excesiva.
– Aumento del ritmo cardiaco.
– Palpitaciones.
– Rigidez muscular.
– Temblores.
– Respiración acelerada.
– Diarrea, náuseas o vómitos.
Tipos de síndrome de abstinencia
Según la sustancia consumida, el DSM-V distingue diferentes tipos de síndrome de abstinencia.
Síndrome de abstinencia de alcohol
Según la Organización Mundial de la Salud, los síntomas de abstinencia del alcohol suelen aparecer entre unas 6 y 48 horas después de interrumpir su consumo. Consisten en:
– Temblores.
– Sudoración.
– Nerviosismo.
– Agitación.
– Estado de ánimo bajo.
– Náuseas.
– Malestar.
– Deseo de volver a consumir esta sustancia, lo que se conoce como “craving”.
En condiciones normales, desaparecen entre 2 y 5 días de abstinencia.
– En casos más graves puede producirse el delirium tremens, caracterizado por alteraciones en la conciencia, sudoración, fiebre, convulsiones, alucinaciones e incluso riesgo de muerte.
Síndrome de abstinencia de tabaco
En el DSM-V se describe que se elimina o reduce la cantidad de tabaco consumida, lo que produce en las 24 horas siguientes síntomas como:
– Irritabilidad.
– Frustración.
– Ansiedad.
– Problemas de concentración.
– Aumento del apetito.
– Nerviosismo.
– Estado de ánimo bajo.
– Dificultades para dormir.
Síndrome de abstinencia de estimulantes
Los estimulantes abarcan sustancias como las anfetaminas, la cocaína, el speed, la cafeína, etc. Su abstinencia produce:
– Estado de ánimo deprimido.
– Cansancio.
– Insomnio o hipersomnia.
– aumento del apetito.
– Sueños desagradables y vívidos.
– Retraso psicomotor o agitación.
Abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos
Las sustancias sedantes incluyen el alcohol, las pastillas para dormir, los fármacos tranquilizantes para la ansiedad, etc.
Si se dejan de consumir o se reduce su dosis, aparecerán dos o más de estos síntomas:
– Aumento de las pulsaciones cardiacas.
– Sudoración, y otros síntomas de hiperactividad del sistema nervioso autónomo.
– Temblores.
– Insomnio.
– Náuseas o vómitos.
– Alucinaciones o ilusiones perceptivas.
– Ansiedad.
– Agitación psicomotora.
– Convulsiones.
Síndrome de abstinencia de opiáceos
Los opiáceos son analgésicos (sustancias que disipan el dolor). Algunos de ellos son la morfina, la codeína, la metadona y la heroína.
El síndrome de abstinencia puede surgir tanto si se cesa la administración de la sustancia adictiva, como si se utiliza un antagonista de los opiáceos en el adicto.
Deben aparecer tres o más de estos síntomas:
– Estado de ánimo bajo.
– Náuseas o vómitos.
– Diarrea.
– Dolores musculares.
– Lagrimeo, rinorrea o exceso de mucosidad nasal.
– Dilatación de las pupilas.
– Sudoración, piel de gallina.
– Fiebre.
– Insomnio o bostezos.
Síndrome de abstinencia de cannabis
Si se consume cannabis diariamente o casi a diario durante varios meses, y luego se interrumpe, pueden aparecer síntomas de abstinencia como:
– Agresividad.
– Irritabilidad.
– Ansiedad.
– Problemas para dormir.
– Pérdida de apetito (y como consecuencia, pérdida de peso).
– Intranquilidad.
– Estado de ánimo deprimido.
Además, se da al menos un síntoma físico como:
– Dolor abdominal.
– Temblores.
– Espasmos.
– Sudoración.
– Fiebre.
– Escalofríos.
– Dolores de cabeza.
Abstinencia de cafeína
Aunque la cafeína sea una sustancia legal y ampliamente consumida, es una droga estimulante (y, por tanto, puede producir síndrome de abstinencia).
En el DSM se indica que la abstinencia de cafeína ocurre por un consumo diario y prolongado de esta sustancia, seguido de un cese brusco o disminución de su dosis.
Produce tres o más de los siguientes síntomas:
– Cefalea.
– Somnolencia.
– Desánimo e irritabilidad.
– Problemas de concentración y síntomas parecidos a la gripe (náuseas, dolores, rigidez muscular…).
Estos síntomas deben producir un malestar clíniamente significativo o incidir en la vida social o laboral de la persona.
Síndrome de abstinencia neonatal
Aunque no aparece en el DSM-V, este tipo de abstinencia ha sido muy estudiada. Es el síndrome que se observa en los recién nacidos cuando la madre ha consumido cualquier tipo de sustancia adictiva durante el embarazo.
Los recién nacidos pueden sufrir abstinencia también si se cesa una medicación con sustancias como la morfina, que se utiliza para paliar el dolor.
Los síntomas en los bebés, al igual que en los adultos, varían según el tipo de droga que la madre ha consumido, la dosis, la duración del consumo y cómo el organismo materno elimina la droga.
Lo más habitual es que estos bebés al nacer presenten:
– Llanto fuerte.
– Nerviosismo.
– Temblores.
– Fiebre.
– Convulsiones.
– Succión excesiva.
– Vómitos o diarrea.
Tratamiento
Medicamentos
Actualmente, la mayoría de clínicas de desintoxicación no utilizan ningún fármaco, aunque existen medicamentos que han demostrado ayudar a algunas personas en esta fase, disminuyendo los efectos secundarios de la abstinencia.
Por ejemplo, la buprenorfina y la metadona son eficaces para la desintoxicación de opiáceos y para síntomas físicos. También reducen las ansias por volver a consumir la droga. Ambos son agonistas opioides. Es decir, que tienen un efecto similar a los opiáceos, pero más suave.
A veces también se combinan con naloxona, un fármaco inyectable. Es un antagonista opioide, es decir, tiene el efecto contrario a los opiáceos, bloqueando los receptores opiodes del cerebro.
Sin embargo, debe administrarse y supervisarse por un profesional médico, ya que su abuso puede conducir a un síndrome de abstinencia aún peor.
Para la abstinencia producida por abuso de cocaína, se ha demostrado útil un fármaco llamado modafinilo, un leve estimulante.
En cuanto a las benzodiacepinas, a veces se retiran poco a poco usándose benzodiacepinas de acción prolongada. Esto, porque puede ser peligroso interrumpir el consumo de estos fármacos bruscamente. Su abstinencia puede dar lugar a convulsiones, derrames cerebrales o ataques cardiacos.
Algo similar ocurre con el alcohol. Cuando se retira repentinamente provoca consecuencias peligrosas como las nombradas antes, además de alucinaciones y delirium tremens.
También se han utilizado medicamentos antidepresivos durante el proceso de desintoxicación médica para evitar la ansiedad, la depresión y los ataques de pánico.
Supervisión médica
Es fundamental que la desintoxicación de sustancias esté bajo supervisión médica. Un profesional garantizará la seguridad del paciente, controlando sus signos vitales y síntomas emocionales.
El objetivo será alcanzar un estado cómodo y seguro de estabilidad física para que los síntomas psicológicos puedan abordarse.
Lo importante es que cada tratamiento se adapte al caso y a la droga (o drogas) consumidas, así como a los efectos secundarios de la abstinencia.
Aparte de los fármacos, en el proceso de desintoxicación de las drogas es fundamental el trabajo de un equipo de profesionales.
Será útil para estos pacientes fijar metas y centrarse en los logros conseguidos. Deben asumir que la abstinencia es un paso difícil, pero parte del camino para luchar contra la adicción.
Una vez estabilizado el paciente, suele trabajarse con terapias de grupo e individuales. En ellas se fortalece la autoestima de la persona y habilidades sociales. También se desarrollan estrategias para evitar situaciones en las que se podría recaer en la sustancia.
Por otro lado, se le permite desarrollar sus habilidades y aficiones a través de actividades saludables. Normalmente se recomienda ejercicio físico, ya que ayuda a fortalecer el sistema inmune y a recuperar el equilibrio cerebral, además de reducir el estrés.
Referencias
- American Psychiatric Association (APA). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-V).
- Drug withdrawal. Recuperado de en.wikipedia.org.
- Drug Withdrawal Symptoms, Timelines, & Treatment. Recuperado de American Addiction Centers.