¿Qué es la contaminación auditiva?
La contaminación auditiva, acústica o sonora, consiste en un exceso de sonido que afecta los estándares del medio ambiente de un lugar determinado. Aunque el ruido no se traslada o se acumula, como otros tipos de contaminación –como la basura–, puede perjudicar la vida de los seres humanos y de los demás seres vivos.
El concepto de contaminación acústica o auditiva se utiliza para definir el sonido molesto y excesivo provocado principalmente por las labores y las actividades humanas, especialmente las relacionadas con el tráfico y las industrias.
En el caso del transporte, todos los medios de traslado pueden ocasionar contaminación acústica, como aviones, barcos y automóviles, que producen mayor ruido durante el tráfico congestionado. Algunas fábricas también producen ruidos molestos, especialmente aquellas donde se utilizan sierras y picadoras, entre otras herramientas.
La música a todo volumen —característica de locales nocturnos o de ocio— también ocasiona daños al medio ambiente. La mayoría de los expertos asegura que las víctimas de la contaminación auditiva están en las grandes ciudades, por lo que las zonas rurales no suelen padecer este mal.
Por esta razón, en muchos países existen normas que regulan la cantidad de sonido que se puede producir, a través del establecimiento de horarios que limitan el ruido urbano. Si no se cumplen estas regulaciones, las autoridades tienen el deber de aplicar sanciones a los usuarios o propietarios que actúen de manera irresponsable.
Dependiendo de la intensidad, la contaminación sonora puede ocasionar daños severos en el órgano auditivo. En los casos menos graves, los ruidos tediosos producen molestias en la salud psicosomática de las personas, lo que trae como consecuencia un aumento en los niveles de estrés, malhumor e incomodidad.
En los países más desarrollados se han implementado iniciativas que protegen el medio ambiente y las personas de la contaminación acústica con el fin de promover el bienestar de las grandes urbes. Sin embargo, la continua modernización y las nuevas tecnologías, así como los ciudadanos inconscientes, impiden un mayor desarrollo de la protección sonora.
Causas de la contaminación auditiva
La contaminación auditiva o sonora generalmente es ocasionada por los medios de transporte, así como por algunas fábricas y construcción de infraestructura.
Contaminación por el tráfico
El ruido producido por los autos se cataloga como uno de los más molestos y estresantes para ciudadanos, peatones y transeúntes. Esta contaminación existe principalmente en las grandes ciudades, donde hay un gran volumen de habitantes. Eso produce altos niveles de tráfico.
En la actualidad, las grandes corporaciones automotrices fabrican autos eléctricos, conocidos por emitir mucho menos ruido que los vehículos convencionales. Como contraparte, siguen los grandes camiones, cuya amplia maquinaria suele generar ruidos muy molestos.
Contaminación por el tránsito aéreo
Los aeropuertos ocasionar ruidos estruendosos diariamente, casi las veinticuatro horas del día. Por lo tanto, las personas que trabajan en estas áreas, las que deben viajar constantemente, y quienes viven cerca, deben lidiar con las consecuencias auditivas y neurológicas que producen estos lugares altamente contaminantes.
Los aviones generan mucho ruido debido a las turbinas, que deben girar a toda velocidad para mantener el aparato en el aire. Esto ocasiona que el sonido se esparza a través del viento, lo que explica la molestia auditiva que sienten los seres humanos cuando un avión planea o vuela muy cerca de la ciudad.
Contaminación por construcciones
Las construcciones ocasionan una fuerte contaminación auditiva, puesto que la mayoría de las herramientas utilizadas generan ruidos molestos y excesivos, como grúas, taladros, soldadoras.
Los obreros que emplean estas máquinas deben cubrirse los oídos para evitar daños al órgano. No obstante, la repetida exposición igual genera problemas auditivos.
Contaminación por locales de ocio y de entretenimiento
Las discotecas y los bares son lugares donde se produce contaminación sonora, ya que utilizan grandes equipos para colocar música a todo volumen.
Es muy probable que las personas salgan aturdidas de estos sitios, aunque muchos lo consideran una parte esencial de la experiencia nocturna.
A su vez, estos locales suelen generar molestias en los hogares adyacentes. Por esta razón, las discotecas y bares cuentan con paredes anti-ruidos o están ubicados en sótanos. Para no perjudicar a los vecinos, suelen establecerse horarios que limitan el volumen de la música.
Contaminación por gritos y sonidos producidos en urbanizaciones
En muchas sociedades algunos vecinos suelen ser desconsiderados con los demás habitantes de la zona, ya que colocan música a todo volumen, arrastran muebles u otros artefactos —molesta a quienes viven en edificios o apartamentos—, martillan o gritan, produciendo sonidos molestos para las demás personas.
Para evitar este tipo de situaciones que pueden generar estrés y discordia en la comunidad, se recomienda a las instituciones fomentar la empatía y el respeto.
También se deben utilizar las regulaciones y sanciones legales, ya que estas influencian al sujeto para que sea más considerado con quienes habitan las viviendas adyacentes.
Consecuencias de la contaminación auditiva
La contaminación auditiva genera una serie de consecuencias muy nocivas para la salud, tanto física como mental, del ser humano. Asimismo, también puede afectar a algunos animales.
Consecuencias en la salud humana
Las exposiciones constantes a altos niveles de ruido pueden provocar ansiedad, estrés, problemas de aprendizaje e incluso problemas cardiovasculares.
También pueden producir insomnio, lo que perjudica al sujeto en diferentes ámbitos, puesto que, al no dormir bien, no puede ejecutar sus actividades laborales o domésticas de manera eficiente.
Las personas expuestas a niveles de ruido que superan los 65 decibeles, o los 85 decibeles, pueden padecer problemas cardiacos.
Esto ocurre porque el cuerpo humano responde a estos ruidos a través de la liberación de hormonas que pueden elevar la presión arterial. Las personas mayores suelen ser las más vulnerables a este efecto.
Además, la exposición a altos decibeles puede causar lesiones en el órgano de la audición, destruyendo paulatinamente las células que hacen posible el funcionamiento de este sentido. Perder la audición perjudica al individuo en su rendimiento laboral y académico, y en sus relaciones sociales.
Consecuencias en la salud animal
Así como los seres humanos sufren las consecuencias de la contaminación acústica, también las padecen algunos animales.
Generalmente, muchas especies pueden sufrir desorientación o cambios considerables en el comportamiento. Los animales más delicados también pueden perder la audición.
Algunos animales se comunican mediante los sonidos o las llamadas, como por ejemplo, las ballenas. Esta especie puede verse afectada por las ondas de sonido producidas por los barcos u otros vehículos, lo que perjudica su reproducción.
También les ocasiona desorientación, por lo que hoy en día es común encontrar ballenas o delfines varados en la playa.
Tipos de contaminación auditiva
Existen tres tipos de contaminación acústica: el ruido vehicular, el ruido industrial y el producido en los ambientes urbanos.
Ruido vehicular
Es considerado el ruido más contaminante, porque se manifiesta en cualquier ámbito y es el más común en todas las ciudades del mundo. En esta clasificación se encuentran no solo los automóviles, sino la maquinaria pesada, las motocicletas, los trenes y todos los demás vehículos.
Actualmente, como consecuencia de los procesos económicos se ha desarrollado un aumento en la cantidad de vehículos, lo que fomenta la contaminación por ruido.
Según los registros existentes, un auto puede sufrir un incremento de 10 decibeles cuando aumenta la velocidad de 50 km/h a 100 km/h, momento en el que no solo el motor produce ruido, sino también el tubo de escape, las llantas y el ventilador.
Por su parte, los camiones pueden generar hasta 30 veces más ruido que un auto convencional o pequeño. Las vías férreas también producen mucha contaminación sonora, especialmente el subterráneo.
Ruido industrial
Estos ruidos se hacen dentro del sector de fabricación de productos y de manufacturación. Aquí se incluyen diferentes procesos y actividades, como empacar, transportar, soldar y martillar, entre otras. Estos trabajos suelen crear una atmósfera muy ruidosa para sus trabajadores.
Las frecuencias altas son muy comunes en el trabajo de las acereras, minas, petroquímicas, plantas de cemento y termoeléctricas.
Ruido urbano
En esta categoría se encuentran todos los ruidos molestos producidos en el hogar y en la urbanización o comunidad. Las alteraciones de las actividades diarias pueden producirse debido al sonido de radios, televisores, licuadoras, aires acondicionados, lavadoras y aspiradoras, entre otros.
De acuerdo con los registros existentes, se ha podido establecer que la contaminación auditiva se ha incrementado cada diez años luego de la Revolución industrial. El ser humano está tan acostumbrado al ruido que es probable que se sienta incómodo en lugares muy silenciosos, como cabañas o playas desérticas.
Soluciones a la contaminación auditiva
Para mejorar la situación de la contaminación auditiva se deben tomar algunas medidas que pueden aplicarse por todos los ciudadanos, con la finalidad de mejorar la calidad de vida.
Por ejemplo, se debe evitar hacer ruidos innecesarios en las tareas del hogar o del trabajo. Se recomienda controlar el cierre de las puertas, así como evitar martillar en las horas nocturnas. También se exhorta a preferir la bicicleta antes que cualquier otro vehículo, siempre que sea posible.
Es necesario que los vecinos respeten el horario de descanso de los demás, especialmente si se habita en edificios o bloques. Además, se debe evitar oír música y televisión a elevados volúmenes, puesto que pueden perjudicar los oídos de los miembros de la casa.
A su vez, es recomendable no utilizar fuegos artificiales, ya que estos no solo perjudican a los seres humanos, sino también a aquellos animales que tienen el órgano auditivo mucho más sensible, como los perros o los loros.
Ejemplos de contaminación acústica
- Industrias: las fábricas y plantas industriales producen ruido debido a la maquinaria y procesos de producción.
- Tráfico vehicular: el ruido generado por automóviles, camiones y motocicletas en calles y carreteras.
- Ferrocarriles: los trenes en movimiento, sus bocinas y las estaciones ferroviarias son causa de mucho ruido.
- Aeropuertos: el sonido de aviones despegando y aterrizando, y las actividades en tierra en los aeropuertos.
- Construcción: la maquinaria pesada y las actividades de construcción que generan ruido durante el proceso.
- Bares y discotecas: la música alta y el bullicio en lugares de entretenimiento nocturno.
- Recreación: eventos deportivos, conciertos al aire libre y parques de atracciones que pueden generar niveles altos de ruido.
- Animales: el ladrido de perros, el canto de aves nocturnas y otros ruidos naturales pueden contribuir a la contaminación acústica.
- Actividades recreativas al aire libre: el ruido de actividades, como motos de agua, motos todoterreno y vehículos recreativos en entornos naturales.
- Uso de dispositivos personales: el ruido de dispositivos como reproductores de música, teléfonos móviles y auriculares a un volumen elevado.
Referencias
- Investigación: la contaminación sonora en la ciudad de Buenos Aires. Recuperado de palermo.edu.
- Alfie, M. Ruido en la ciudad: contaminación auditiva y ciudad caminable. Recuperado de scielo.org.
- Aliaga, F. España, el país con más ruido de la Unión Europea. Recuperado de revistadigital.inesem.es.
- González, A. La contaminación acústica en España. Recuperado de abogadosruido.com.