¿Qué es el aparato psíquico de Sigmund Freud?
El aparato psíquico hace referencia a la mente humana según la teoría psicoanalítica propuesta por Sigmund Freud (1856-1939). El famoso neurólogo utilizó este término para referirse a una estructura psíquica capaz de transmitir, transformar y contener la energía psíquica.
Según la primera teoría freudiana (1900), el aparato psíquico está dividido en tres niveles: el consciente, el preconsciente y el inconsciente. Esta estructura está compuesta por tres instancias que coexisten y se interrelacionan entre sí, integrándose a los diferentes niveles.
Estas instancias son el Ello, el Yo y el Superyó, las cuales son descritas desde la segunda teoría propuesta por Freud en 1923 para comprender el funcionamiento de la psiquis.
De este modo, el aparato psíquico está constituido por sistemas que poseen características propias y diferentes funciones, interactuando entre sí y generando las distintas elaboraciones psíquicas.
El aparato psíquico tiene como función principal mantener la energía interna en constante equilibrio, siendo el principio de homeostasis la regla bajo la cual trabaja.
Su objetivo es mantener lo más bajo posible los niveles de excitación, es decir, la creciente de la energía psíquica que puede ser producida tanto por factores internos como externos.
Para Freud, el aparato psíquico es el resultado de la elaboración del complejo de Edipo, por medio del cual se producen en el niño las identificaciones con los progenitores.
Componentes del aparato psíquico en la primera tópica freudiana
En su primera tópica (1900), Freud dividió el aparato psíquico en tres niveles, los cuales son, al mismo tiempo, tres elementos constitutivos de este.
- Consciente.
- Preconsciente.
- Inconsciente.
El sistema consciente es el relacionado con la percepción y la memoria. No porque sea capaz de memorizar (esto le corresponde al sistema preconsciente), sino porque entre sus funciones está la de rememorar.
De afuera hacia adentro, puede ubicarse como el primer sistema entre el mundo exterior y el preconsciente.
Este sistema tiene como función registrar la información proveniente de los dos mundos, el interno y el externo. Siendo su principal responsabilidad la de percibir los estímulos provenientes de ambos.
Las funciones inherentes a este sistema son las relacionadas con el razonamiento, el pensamiento y el recuerdo o la rememoración. Es el consciente el que tiene el dominio y el control de ellos.
Conciencia
La conciencia se entiende como el acto psíquico por medio del cual el individuo se percibe a sí mismo como alguien diferenciado del mundo que lo rodea. Este sistema relaciona directamente al sujeto con el mundo exterior a través de la percepción.
La conciencia se ubica en el presente, por lo que el sujeto es consciente en el acto de todas las experiencias que está viviendo a través de la percepción de la realidad. Este sistema se rige por el placer, el cual procurará alcanzar por todos los medios.
El consciente tiene un carácter moral, y es, entre los tres niveles, el que va a demandar orden a los otros dos sistemas con los que se relaciona.
Preconsciente
El sistema preconsciente podría ubicarse entre los otros dos sistemas. En él se hallan los pensamientos o vivencias que dejaron de ser conscientes, pero que pueden volver a serlo mediante el esfuerzo de la conciencia en rememorarlos.
En este sistema es donde se encuentran los pensamientos que no están en la conciencia, pero tampoco en el sistema inconsciente, dado que no han sido sometidos a ninguna censura.
Es decir, los pensamientos alojados en este sistema han sido despojados de la conciencia porque esta se encuentra percibiendo constantemente.
Así es como la información que llega a través de las percepciones dejará de estar en el sistema consciente para pasar al sistema preconsciente, pudiendo pasar de un sistema a otro sin mayores inconvenientes.
Este sistema, por lo tanto, contiene elementos que provienen del mundo exterior y de la conciencia. También aquellos que avanzan desde el inconsciente hacia la conciencia, actuando como filtro para impedir el paso de los que puedan llegar a ocasionar algún daño.
Inconsciente
El sistema inconsciente es aquel que contiene todos los pensamientos y percepciones que han sido rechazados por la conciencia y en los cuales ha operado una censura.
Estos contenidos son mayormente los representantes de aquellos elementos reprimidos en la infancia. Refieren a todo aquello que ha sido negado por la represión, en tanto le generan displacer a la conciencia. Es de este modo como el sistema inconsciente se rige por el principio de placer.
Estos elementos intentan acceder a la conciencia generando una fuerza o especie de tensión psíquica, la cual es limitada o frenada por medio de la censura.
Este sistema se describe como el espacio donde yacen los impulsos, los sentimientos, los deseos y los recuerdos reprimidos, en tanto entran en conflicto con la moral de la conciencia. Por ello, estos elementos son inaccesibles para esta.
El inconsciente se caracteriza por ser atemporal. No tiene noción de pasado o futuro, sino más bien siempre es presente. Todo lo que ocurre en él es de carácter actual.
Estructura del aparato psíquico en la segunda tópica freudiana
A medida que Freud avanzaba en sus investigaciones, en 1923 reformuló la teoría del aparato psíquico presentada hasta el momento.
Esta nueva teoría, o segunda tópica, viene a complementar a la anteriormente propuesta. Freud presenta entonces al aparato psíquico dividido en tres instancias:
- El Ello.
- El Yo.
- El Superyó.
El Ello
El Ello es el lugar donde se encuentran las energías psíquicas de índole erótica o libidinal, las energías psíquicas de origen agresivas o destructivas y aquellas de naturaleza sexual.
Esta instancia está constituida por los impulsos instintivos, rigiéndose por el principio de placer (búsqueda de satisfacción inmediata del impulso). Es decir, representa el instinto.
El Ello es todo inconsciente, pero solo una porción del mismo es poseedora de elementos reprimidos, pues en el resto, se hallan los elementos de carácter hereditario e innato.
El Yo
El Yo es quien representa a la conciencia o a lo consciente de la tópica anterior. Se encuentra en relación de dependencia respecto al Ello y al Superyó.
Es la instancia psíquica encargada de defender al sujeto ante la percepción de algo desagradable, poniendo en marcha el proceso de represión. El Yo actúa como mediador entre el sujeto y la realidad proveniente del mundo exterior, y entre el Ello y el Superyó.
Al estar en contacto con la realidad, el Yo se presenta como adaptativo, siendo responsable de mantener el organismo en equilibrio.
El Superyó
El Superyó es la tercera instancia del aparato psíquico, resultante de una separación del Yo. Aparece como crítico y juez, censurándolo. Es la parte inconsciente de la personalidad que controla las actividades conscientes.
El Superyó representa las ideas de auto-conservación, la conciencia moral, la autocrítica, la culpa y el autocastigo, entre otras. Su misión es ir contra la gratificación de los impulsos que rompan con la ética y moral del sujeto.
Es el soporte de todas las prohibiciones y de todas las obligaciones sociales y culturales. Es una instancia formada a partir del complejo de Edipo, donde el niño logra realizar las identificaciones con los progenitores, con sus exigencias y prohibiciones. Esta instancia representa los ideales a los que el Yo aspira a ser.
Al finalizar su teoría, Freud hizo una síntesis donde los elementos y las instancias psíquicas quedaron integrados.
Referencias
- Assoun, P.-L. Freud and Nietzsche. A&C Black.
- Elliott, A. Subject to Ourselves: An Introduction to Freud, Psychoanalysis, and Social Theory.