¿Qué es el apego seguro?
El apego seguro es uno de los cuatro estilos relacionales descritos por los psicólogos John Bowlby y Mary Ainsworth. Se forma cuando un niño, en sus dos primeros años de vida, puede contar con la presencia de sus cuidadores y con que estos van a ocuparse de sus necesidades siempre que lo necesite.
De esta manera, el bebé adquiere confianza en sí mismo y en los demás o la habilidad para explorar su entorno.
Formar un vínculo de apego seguro durante la infancia tiene consecuencias tangibles durante toda la vida de la persona. De adultos, estos individuos tienden a tener una mejor autoestima. Son capaces de establecer límites con los demás de forma más eficaz, y tienen una mayor facilidad para crear relaciones significativas.
Por ello, en las últimas décadas se han realizado numerosas investigaciones sobre qué es exactamente el apego seguro y cómo se forma.
Características del apego seguro
- Los cuidadores de un bebé con apego seguro están pendientes de que todas sus necesidades estén cubiertas. Cuando el niño llora, tiene hambre o manifiesta cualquier otro problema, los padres hacen todo lo posible porque vuelva a estar cómodo y solucionar la situación.
- Los bebés con este tipo de apego confían en sus padres o cuidadores y no desarrollan ningún miedo a ser abandonados, como sí ocurre en los otros estilos de relación. Además, esta confianza se manifiesta también en la vida adulta, aunque de formas distintas.
- Los individuos con apego seguro tienen muchas más facilidades que el resto para pedir ayuda. Esto en general provoca que realmente reciban más ayuda por parte de los demás. Así, los bebés que han desarrollado un vínculo seguro con sus padres lloran o intentan llamar su atención cuando tienen un problema. Además, muestran su descontento cuando se ven separados de sus cuidadores principales, y expresan con gestos y vocalizaciones su deseo de volver a reunirse con ellos.
- Los niños con un patrón de apego seguro desarrollan una mayor autoconfianza. Esto provoca que, ya desde su más tierna infancia, muestren tendencia a querer valerse por sí mismos y un gran interés por ser autónomos y no depender de los demás.
- A menudo, los cambios de humor bruscos en niños o los estallidos de cólera o tristeza son maneras que tiene el bebé de llamar la atención de sus cuidadores. Cuando estas conductas no son necesarias debido a que todas sus necesidades están cubiertas, los pequeños aprenden a regular de manera más eficaz su propio estado emocional. Así, los niños con apego seguro son más capaces de comprender sus propias emociones y las de los demás, y tienen un mayor control sobre las mismas. Además, también suelen desarrollar un mayor grado de empatía que el resto.
Desarrollo del apego seguro
Desarrollar un vínculo de apego seguro con un bebé es algo fundamental para su formación como persona. Conseguir este objetivo tendrá todo tipo de consecuencias beneficiosas a lo largo de su vida, pudiendo afectar en gran medida el tipo de adulto en el que se convertirá algún día.
A continuación, algunos consejos.
Trata de responder a sus necesidades
Lo más importante a la hora de desarrollar un vínculo de apego seguro con un bebé es estar atento a sus llamadas de atención y responder, tratando de solucionar la necesidad que está expresando en cada momento.
Por ejemplo, si un niño llora, es probable que tenga hambre, que haya que cambiarle el pañal o que necesite atención.
Lo importante aquí no es tanto que descubras exactamente qué le pasa al bebé. Lo que realmente reforzará el vínculo de apego seguro es el hecho de que trates de responder a sus llamadas de atención y el niño lo perciba. Es fundamental que esto ocurra la mayoría de las veces que el pequeño exprese que le ocurre algo.
Pasar tiempo de calidad con el niño
Crear un vínculo de apego seguro con un bebé es un proceso que requiere tiempo y una gran cantidad de interacciones con él.
No es suficiente con darle de comer y cambiarle los pañales. Para sentirse atendidos y protegidos, los niños necesitan saber que su cuidador principal se preocupa por ellos y les aprecia.
Por lo tanto, establecer este vínculo emocional con tu hijo implica que tienes que hacer cosas como hablarle en tono cariñoso, jugar con él, o simplemente interactuar desde una posición de cariño.
Eso sí, para poder pasar tiempo de calidad con tu hijo también es necesario que te preocupes por tu propio bienestar. Descansa adecuadamente, come bien y asegúrate de tener algo de tiempo libre para ti. Solo de esta manera podrás satisfacer las necesidades del niño cuando interactúes con él.
Ejemplos de niños con apego seguro
- En presencia del cuidador, el niño explora y realiza conductas de acercamiento a otras personas. Sin embargo, cuando este se aleja o esconde, el bebé centra toda su atención en encontrarle.
- El niño muestra una clara preferencia por estar en contacto con el cuidador principal frente a cualquier otra persona.
- El bebé responde a los intentos del cuidador de socializar, como por ejemplo, a sonrisas, muecas o ruidos.
- Generalmente, la simple presencia del cuidador es suficiente para calmar una rabieta del niño.
- El niño da muestras de alegría cuando el cuidador vuelve, y es capaz de mostrar sus emociones negativas (como miedo o tristeza) en su presencia.
Referencias
- The different types of attachment styles. Recuperado de verywellmind.com.
- The secure attachment style. Recuperado de the-love-compass.com.