Las aportaciones de Sócrates a la filosofía han sido tan importantes que han marcado un antes y un después en esta disciplina. De hecho, se distingue entre filósofos pre y post socráticos.
Sócrates fue un filósofo de la Grecia antigua. Conocido como el padre de la filosofía, nació en Atenas en el 470 a.C. y murió en la misma ciudad en el 399 a.C. Allí se dedicó a la profunda reflexión sobre aspectos de la vida que hasta el momento nadie se había detenido a reflexionar o analizar.
Sócrates es conocido por haber brindado las primeras enseñanzas a una serie de discípulos que luego continuarían desarrollando sus conceptos filosóficos propios, como Platón. Se dice que frecuentaba y compartía sus ideas en las calles de Atenas a quienes se acercaran a él, logrando transformar a sus oyentes a través de sus planteamientos.
Lo han descrito como un hombre de carácter irónico y aspecto descuidado. Sócrates no dejó ningún tipo de escrito o registro de sus postulados y posiciones filosóficas, todo lo que se conoce de él ha sido por uno de sus discípulos más famosos: Platón.
Aportes principales de Sócrates a la filosofía
Análisis crítico de los conceptos de la vida
Sócrates concibió la filosofía moral, es decir, aquella que reflexiona sobre concepciones que hasta el momento eran consideradas actos propios de la naturaleza, que carecían de un porqué.
Sócrates introdujo la filosofía y la reflexión en los hogares de Grecia, generando en los interesados nuevas perspectivas sobre las nociones de la vida cotidiana, de las virtudes y los vicios, del bien y el mal.
Introdujo el tratamiento filosófico de todas las cuestiones posibles, ya que para él, ningún aspecto de la vida carecía de importancia.
Una mirada objetiva sobre concepciones sociales
Según los Diálogos de Platón, en los que Sócrates es el principal orador, este es mostrado como escéptico ante casi cualquier tema presentado.
El filósofo griego impulsó la búsqueda de una mirada objetiva sobre conceptos sociales, como la justicia y el poder, que para entonces eran dados por sentados o sobreentendidos por el ciudadano común.
Sócrates, al contrario de sus predecesores, centrados en temas científicos, comenzó a abordar por primera vez la problemática de la ética en diferentes prácticas humanas, así como en lo correcto o incorrecto de su actuación frente a situaciones determinadas.
El diálogo y la argumentación
Sócrates se centraba en la discusión y el debate como principal forma de exposición de ideas. Frente a quienes dudaban de sus habilidades, se presentaba como un ignorante de ciertas temáticas, considerando que solo a través de la discusión se podía enriquecer el conocimiento.
Para el filósofo, la exposición de ideas argumentadas era el resultado de la examinación y reflexión profunda acerca de un tema.
Todas las corrientes y posiciones filosóficas que han surgido desde entonces continúan exponiendo sus ideas de manera sustentada, develando el carácter analítico y no solo contemplativo de la filosofía.
A Sócrates se le atribuye el manejo de las definiciones generales sobre ciertas temáticas y el uso del argumento inductivo para garantizar el intercambio efectivo de ideas.
Aplicación de la mayéutica
La mayéutica es una técnica cuyo origen se remonta a una forma de ayuda de durante el parto. Sócrates tomó esta idea y la trasladó al ámbito filosófico.
Con la implementación de esta técnica durante una discusión, Sócrates permitía a su interlocutor o alumno generar el conocimiento que buscaba a través del cuestionamiento constante sobre todos los aspectos de un mismo tema.
De esta forma, Sócrates interpretaba el papel de ayudante de parto, permitiendo que las respuestas que buscaba su alumno se vislumbraran ante sus propias preguntas. El objetivo del filósofo con esta técnica era iluminar el alma a través del conocimiento.
La ironía y la dialéctica socráticas
Sócrates creía que mediante la búsqueda auténtica del conocimiento se era capaz de percibir la verdadera esencia de una persona.
Conocido por tener un carácter irónico, Sócrates utilizaba a su favor estos modos de expresión para dejar al descubierto falsas pretensiones o malas intenciones de otros hombres que buscaran desprestigiarlo.
Sócrates consideraba que la iluminación podía estar al alcance de todos, pero solo como resultado de un duro esfuerzo y dedicación.
Con estas cualidades impulsó posiciones escépticas antes cualquier postulado o idea que no se sometiera a una exhaustiva examinación participativa.
Primeras percepciones sobre la belleza
Sócrates tuvo una posición bastante fuerte frente a las expresiones de belleza a su alrededor. Consideraba la belleza como una “efímera tiranía”, dado su carácter temporal.
Pensaba que las cosas bellas no hacían sino generar expectativas irracionales en el ser humano, que podían conducirlo a tomar decisiones negativas, que generaban violencia.
Esta posición frente a la belleza sería un legado que continuaría explorando Platón, frente a las formas de expresión artística que comenzaban a surgir en la Grecia antigua como manifestaciones de belleza.
Continuidad mediante la enseñanza
El simple hecho de que Sócrates no haya dejado obra escrita alguna, y que todas sus ideas y propuestas se hayan conocido a través de Platón, que también se encargó de esbozar un retrato del sabio filósofo, pone en evidencia el rol que jugaba Sócrates en la sociedad y en su búsqueda por el conocimiento.
Nunca se consideró un maestro, más bien le gustaba verse a sí mismo como un agitador de conciencias. En algunos textos es presentado como un hombre que compartía y discutía con cualquier persona interesada. En otros, resaltan que cobraba por esta práctica, aunque su noción sobre la filosofía no era la de un oficio.
A partir de estas primeras percepciones impulsadas por Sócrates, otros filósofos, como Antístenes (escuela cínica de filosofía), Arístipo (filosofía cirenaica), Epicteto y Platón, comenzaron a dar forma a sus propias reflexiones, plasmarlas en obras y emprender el continuo desarrollo de la filosofía hasta la actualidad.
Reflexión sobre la psique
Sócrates y Platón consideraban importante la psique, que consideraban el alma. Sus reflexiones sobre este tema han sido de vital importancia para el desarrollo de la psicología como ciencia.
Precursor del constructivismo
Pese a lo lejanos que pueden resultar Sócrates y los constructivistas, se puede rastrear la influencia socrática en ellos: este movimiento busca el conocimiento mediante conocimientos compartidos, y además, el sujeto debe tener la capacidad de darle sentido a lo que aprende.
Sócrates estaba convencido de que había que enseñar a pensar, no qué pensar. De este modo, el constructivismo busca que la persona sea capaz de generar su propio conocimiento, con los recursos que el maestro le da.
Método inductivo
Sócrates sería el precursor de un método en el que cada persona debe acceder al conocimiento a través de su experiencia, en lugar de partir de premisas dadas por ciertas. Es decir, cuestionar todo.
Importancia de la ética y la moral
Esto también ha tenido una influencia importante en las corrientes posteriores de la filosofía y en la formación de la psicología, ya que a través de los valores personales y colectivos, la conducta humana y el comportamiento en sociedad se delinean. La reflexión sobre estos temas era central para Sócrates.
Las paradojas socráticas
Esto refuerza el método socrático de la reflexión y la argumentación, y el cuestionamiento de todo cuanto se cree saber. La premisa de Sócrates “Solo sé que no sé nada” es una de sus paradojas más conocidas: si no sabe nada, ¿cómo sabe que no sabe?
Las paradojas, de esta forma, constituyen un punto de partida para la reflexión.
Referencias
- Onfray, M. (2005). Antimanual de filosofía. Madrid: EDAF.
- Osborne, R., & Edney, R. (2005). Filosofía para principiantes. Buenos Aires: Era Naciente.