¿Qué son las barreras de la creatividad?
Las barreras de la creatividad son factores que impiden que una persona cree algo nuevo, ya sea una idea, una obra de arte, un objeto, una solución, etc.
Los bloqueos o la falta de ideas son fenómenos que experimentan todos los humanos en algún momento. No obstante, hay gente que posee mayor facilidad para generar alternativas y desarrollar habilidades creativas, y gente que le cuesta más adoptar este tipo de pensamiento.
Cada persona tiene características mentales distintas que le predisponen más o menos a generar nuevas idas o puntos de vista diferentes ante distintas situaciones. Cuando una persona supera estos aspectos, muy probablemente posea una capacidad creativa muy elevada.
Las barreras de la creatividad
Las barreras de la creatividad se conocen de forma popular como bloqueos. Por muy creativa que sea una persona, en algún momento experimentará dificultades para desarrollar la creatividad.
De hecho, el tipo de pensamiento natural de los seres humanos no es el creativo. Las personas poseen una gran necesidad de socializar que influye en su comportamiento y en su estilo cognitivo. Para integrarse en la sociedad, hay que adoptar una serie de normas y pensamientos compartidos, hecho que se contrapone al pensamiento divergente y a la capacidad creativa.
Cuando se quiere usar la creatividad, hay que salvar estas barreras para que no aparezcan los bloqueos. De forma general, los bloqueos pueden deberse a factores como el racionalismo extremo, los enfoques superficiales, la falta de confianza, la motivación reducida o capacidades deficientes para escuchar a los demás.
1. Dificultad para analizar
Esta es una barrera perceptual y radica en el análisis y la evaluación de los conceptos. La dificultad de aislar un problema de los problemas con los que está relacionado, origina de forma inmediata un pensamiento rígido donde la búsqueda de alternativas se hace muy complicado.
Este fenómeno se puede asociar a la expresión popular “un árbol no deja ver el bosque” y suele aparecer con mucha frecuencia. Las personas organizan los contenidos en su mente en categorías y clasificaciones que permiten tener un cierto orden sobre los conceptos.
Sin embargo, cuando se quiere utilizar un pensamiento creativo, esta forma de percibir los elementos debe desaparecer. Hay que analizar los conceptos por separado sin ver sus aspectos relacionados, ya que la relación previamente establecida limita la capacidad de adoptar otros puntos de vista.
2. No investigar lo obvio
Muchas cosas se dan por sentadas y no se cuestiona el porqué ni las características más específicas. Por ejemplo, las sillas sirven para sentarse porque así lo han enseñado, así se aprendió y de esa forma ha quedado guardado en la mente.
De este modo, rara vez se cuestionará por qué las sillas sirven para sentarse, ni por qué no pueden servir para otras funciones, o utilizarse de una forma distinta. Este aspecto, igual que el anterior, confecciona una barrera perceptual de la creatividad.
No cuestionarse las cosas más obvias sirve para mantener un estilo de pensamiento organizado y bien establecido, hecho indispensable para el bienestar mental de una persona. Sin embargo, eso mismo también limita la capacidad creativa y elimina la aparición de alternativas. Para adoptar un estilo de pensamiento creativo hay que empezar por cuestionarse lo más obvio y no dar nada por sentado.
3. Dificultad para percibir relaciones remotas
Percibir relaciones poco probables hace referencia a la capacidad de formar o transferir conceptos. En realidad, constituye el nudo de todo proceso de aprendizaje y significa la habilidad de ver una solución en un área y además de poder ver su aplicación a otras áreas.
Cuando “se busca” la creatividad, las personas creen que la búsqueda de relaciones y asociaciones es de vital importancia. Y de facto es cierto, la creatividad radica en encontrar ideas nuevas, conceptos originales y asociaciones distintas entre conceptos e ideas preestablecidas.
No obstante, las personas tienden a asociar aspectos similares o relativamente vinculados, y les cuesta mucho más establecer relaciones poco comunes. Para desarrollar la creatividad y evitar que aparezcan bloqueos, es importante ir más allá y relacionar conceptos separados, ideas desvinculadas, aspectos que difícilmente se podría pensar que están relacionados.
4. Creer que fantasear es una pérdida de tiempo
A menudo, la necesidad de ser creativos aparece en momentos de estrés, mucho trabajo o cuando hay que encontrar soluciones rápidamente. Este hecho genera ya un impedimento añadido para desarrollar esta habilidad mental, ya que la creatividad no tiene tempos de aparición establecidos. De hecho, no se puede prever cuándo aparecerá una idea original o cuándo se verán soluciones novedosas para un problema.
Desde el punto de vista sociocultural, la idea de fantasear puede parecer una pérdida de tiempo. La exigencia, la productividad o la necesidad de ser eficaz pueden ser enemigos relevantes de la creatividad.
Por eso, hay que dejar de lado el tiempo. La especulación ha sido siempre precursora de la invención, la mayoría de los nuevos inventos o productos fueron en algún momento un simple deseo o fantasía de alguien. Para crear es importante fantasear, aunque esto suponga un mayor gasto de tiempo. Hay mucha gente que llega a la solución de un problema cuando sueña (literalmente).
5. Necesidad de adaptarse a las normas
El pensamiento divergente no es la forma de pensar que adoptan las personas de forma natural. Este hecho se explica por la necesidad que tienen los humanos de adaptarse unos a otros, y establecer pensamientos y conceptos comunes para todos que permitan la convivencia.
Así, el estilo de pensamiento que permite integrarse en la sociedad es el mismo que puede limitar la aparición de la creatividad. Cuando se quiere adoptar un pensamiento creativo hay que dejar de lado las normas o los conceptos socialmente establecidos. Si hay una necesidad elevada de adaptación a lo establecido, habrá mayores dificultades para establecer ideas y conceptos nuevos, y la capacidad creativa puede verse muy limitada.
6. Excesiva fe en la lógica y la razón
Aunque pueda parecer contradictorio, creer demasiado en la lógica y la razón puede ser una barrera importante para la creatividad. La lógica y la razón son conceptos necesarios, que se basan en aspectos previamente establecidos. Es lógico y racional que, de forma previa para cocinar unos macarrones, haya que calentar agua hasta que hierva.
Sin embargo, también era lógica y racional la idea que se poseía en siglos anteriores de que solo podían volar las máquinas más livianas que el aire. Hoy en día no todo está gobernado por la ciencia, y aunque haya que hacerlo de una forma relativamente equitativa, para acercarse a la creatividad a menudo hay que alejarse ligeramente de la lógica y la razón.
7. Aferrarse a la primera idea que aparece
Esta es una barrera emocional de la creatividad. Aferrarse a la primera idea que aparece constituye una necesidad de autoafirmación, de creer que se es rápido y eficaz, y que con un solo pensamiento ya se ha encontrado una magnífica solución.
Y de hecho, a menudo la primera idea puede ser buena, pero quedarse en ella es la peor barrera que tiene la creatividad. Cuando se intenta generar alternativas, lo mejor es producir una gran cantidad de ideas, que proporcionará un mayor número de alternativas, y la misma aparición de ideas puede catapultar otros pensamientos distintos. Es lo que se llama “tormenta de ideas”.
8. Incapacidad de autocrítica
Si una persona no es capaz de autocriticarse o ver sus propios defectos, la creatividad se verá en entredicho. El pensamiento divergente requiere nuevas concepciones de cualquier aspecto, pero también de una evaluación sobre lo que se genera. Para ser creativos hay que ver los puntos débiles, aceptar los errores y superarse constantemente.
9. Temor a equivocarse
Ante el miedo al error, las personas adoptan automáticamente pensamientos más seguros, que proporcionan confianza. Sin embargo, los pensamientos de seguridad son socialmente aceptados y, por lo tanto, no son novedosos. Muchas ideas creativas no llegan a florecer porque se tiene miedo a las críticas de los demás. Una idea creativa es, de por sí, nueva para todos, por lo que siempre podrá ser criticada.
Para desarrollar la creatividad hay que ser capaz de superar este miedo y evitar pensamientos de temor sobre la idea generada.
10. Barreras conativas
La falta de voluntad o de actitud pueden ser una potente barrera para la creatividad. Si no hay curiosidad, interés o motivación, la creatividad no llegará. Por lo general, la creatividad es un estilo de pensamiento ligado a la motivación y a la convicción. Los pensamientos apáticos o desmotivados nunca resultan creativos.
Referencias
- Ballester Vallri, A. El aprendizaje significativo en la práctica. Cómo hacer el aprendizaje significativo en el aula.
- Csikszenmihalyi, M. Creatividad. El fluir y la psicología del descubrimiento y la invención. Paidós.
- De Bono, E. El pensamiento creativo. El poder del pensamiento lateral para la creación de nuevas ideas. Paidós.
- Guilford, J. P. Creatividad y Educación. Paidós.
- Ulmann, G. Creatividad. Ediciones Rialp.