¿Qué fue la batalla de Sangarará?
La batalla de Sangarará fue el primer enfrentamiento armado entre los partidarios de Túpac Amaru II y las tropas coloniales en el virreinato del Perú. La batalla se desarrolló el 18 de noviembre de 1780 y concluyó con la victoria a corto plazo de los rebeldes.
La denominada Gran Rebelión comenzó el 4 de noviembre de ese mismo año. El promotor de la misma fue José Gabriel Condorcanqui Noguera, hijo del curaca (cacique) Miguel Condorcanqui. El líder de la revuelta descendía por vía materna de Túpac Amaru, el último Sapa Inca de Vilcabamba.
A pesar de ser de origen noble y tener una buena posición económica, José Gabriel estaba sometido a una legislación desfavorable para los indígenas. Tras intentar convencer, sin éxito, a las autoridades coloniales de cambiar las leyes, decidió levantarse en armas.
La rebelión comenzó con la captura y ejecución de Antonio Arriaga, corregidor de Canas y Canchis. Condorcanqui asumió el nombre de Túpac Amaru II y reunió a su alrededor a buena parte de los indígenas, criollos y mestizos en busca de la abolición de la esclavitud, las alcabalas, la mita y otras leyes desfavorables para ellos.
Causas
La rebelión liderada por Túpac Amaru II pretendía la eliminación de varias leyes que explotaban a los indígenas. El aumento de impuestos, llevado a cabo en 1780, acabó por hacer estallar el descontento.
La mita, los repartos y las alcabalas
Túpac Amaru II pretendía la abolición de varias leyes desfavorables a los indígenas, a los criollos y los mestizos. Para empezar, pedía que la mita desapareciera.
La mita era la obligación de que las autoridades de las provincias entregaran indígenas para trabajar, sobre todo en las minas. En la práctica, era un tipo de esclavitud, en la cual los adultos varones entre 15 y 50 años estaban obligados a cumplir con las labores que se les encargaran.
Por su parte, las alcabalas eran un impuesto que gravaba el comercio. Esto afectaba, de manera especial, a los indígenas nobles que, como el propio José Gabriel Condorcanqui, habían podido establecer algún tipo de empresa comercial. El dinero recaudado iba destinado, principalmente, a la iglesia.
Abolición de la esclavitud negra
Aunque no estaba entre los propósitos que anunció cuando comenzó la rebelión, Túpac Amaru II decretó la prohibición de la esclavitud negra. Fue el 16 de noviembre de 1780, convirtiéndose en la primera proclama sobre este asunto de toda Latinoamérica.
Busca de un Estado indígena
Como en el punto anterior, Túpac Amaru II no señaló este aspecto al iniciarse la insurrección. Al principio, su intención era, únicamente, luchar contra el mal gobierno en el virreinato, sin luchar contra la dominación española. Sin embargo, sus ideas evolucionaron hasta pretender la creación de un Estado independiente.
Desarrollo
La batalla de Sangarará se desarrolló el 18 de noviembre de 1780. Los soldados realistas, que habían llegado la noche anterior, se refugiaron en la iglesia de la localidad. Los rebeldes llegaron poco después e intentaron que los realistas se rindieran. Ante la negativa de estos, se inició el ataque.
Durante la madrugada, los hombres de Túpac Amaru II lanzaron una lluvia de piedras y fuego de fusilería. Los sitiados resistieron durante unas horas, hasta que el polvorín que tenían en la iglesia estalló, ocasionando numerosas bajas entre los que allí se encontraban. Uno de los muertos fue el corregidor Cabrera, dejando al ejército realista sin jefatura.
El triunfo de las fuerzas tupacamaristas fue completo. Los realistas sufrieron unas 700 bajas, mientras que los rebeldes solo tuvieron que lamentar la pérdida de 20 hombres.
Consecuencias
Cuzco
El siguiente movimiento de Túpac Amaru II ha sido calificado por muchos historiadores como un error fatal para el resultado de su rebelión. Teniendo Cuzco a su alcance, y con grandes posibilidades de conquistarla, prefirió replegarse a Tungasuca.
Los españoles no desaprovecharon la oportunidad de reforzar las defensas. Los virreyes de Lima y Buenos Aires unieron sus fuerzas. Un ejército de 17.000 hombres llegó a Cuzco, preparado para acabar con la rebelión.
Las autoridades del virreinato aprobaron algunas de las medidas reivindicadas por Túpac Amaru II, como la abolición de los repartos. También perdonaron las deudas de los indígenas con los corregidores y prometieron el indulto de todos los participantes en la rebelión, con excepción de los cabecillas.
Con estas medidas, las autoridades pretendían reducir el apoyo a Túpac Amaru II, algo que consiguieron en buena parte. El líder, debilitado, fracasó al intentar tomar Cuzco entre diciembre y enero. A finales de febrero de 1781 la ventaja realista era definitiva.
La batalla final tuvo lugar en Checacupe, el 6 de abril de 1781. Los rebeldes fueron derrotados de manera aplastante. Túpac Amaru II huyó a Langui, pero fue traicionado por su lugarteniente y hecho prisionero por los realistas.
Captura y muerte de Túpac Amaru
Túpac Amaru II fue capturado el 6 de abril de 1781 y trasladado a Cuzco encadenado. Según los historiadores, fue torturado durante varios días para tratar de que denunciara a sus compañeros aún en libertad. Sin embargo, parece que el líder rebelde no ofreció ninguna información a sus captores.
Ante la presencia de José Antonio de Areche, enviado del rey Carlos III de España, Túpac Amaru II exclamó: “Solamente tú y yo somos culpables, tú por oprimir a mi pueblo, y yo por tratar de libertarlo de semejante tiranía. Ambos merecemos la muerte”.
El 18 de mayo, Túpac Amaru II, su familia y sus seguidores, fueron ejecutados en la Plaza de Armas de Cuzco.
Continuación de la rebelión
A pesar de la derrota, la rebelión de Túpac Amaru II inspiró a otros movimientos similares en toda Latinoamérica. Además, se convirtió en un símbolo de la lucha anticolonial y por mejorar las condiciones de los indígenas.
En Perú, dos parientes de Túpac continuaron las hostilidades contra el virreinato. Fueron Diego Cristóbal y Andrés Condorcanqui, quienes mantuvieron en vilo a las autoridades hasta marzo de 1782.
Por su parte, en Bolivia se produjo una rebelión liderada por Túpac Katari. Este llegó a sitiar en dos ocasiones la ciudad de La Paz, siendo ejecutado en noviembre de 1781.
Algo similar ocurrió en el Virreinato de Nueva Granada, hoy territorio colombiano. Allí, en 1781, estalló la denominada Insurrección de los Comuneros, que compartía objetivos con el movimiento tupacamarista.
Por último, la Conspiración de los tres Antonios, desarrollada en Chile en enero de 1781, estuvo directamente inspirada en la rebelión de Túpac Amaru II.
Referencias
- José Gabriel Condorcanqui (Tupac Amaru II). Recuperado de pueblosoriginarios.com.
- Frigerio, J.O. La rebelión de Túpac Amaru contra el poder colonial español. Recuperado de revistadehistoria.es.
- Batalla de Sangarará, 18 de Noviembre. Recuperado de fechascivicasdeperu.com.