¿Qué fue el futurismo?
El futurismo fue un movimiento artístico de vanguardia, principalmente italiano, fundado por Filippo Tommaso Marinetti en 1909. Nació como consecuencia del descontento que reinaba en el continente europeo, por lo que sus preceptos eran fundamentalmente críticos y radicales.
Su creador definió el movimiento como la “estética de la violencia y de la sangre”. Esta corriente buscó romper con la tradición, así como con los convencionalismos artísticos. Fue un movimiento irreverente que abogó por lo sensual, lo guerrero y lo nacional.
Estuvo influenciado de manera notoria por el cubismo, pero luego se enfocó en otras temáticas, como las máquinas y el movimiento. A diferencia de la mayoría de las posturas estéticas, esta corriente defendía la existencia de la máquina y de las nuevas tecnologías, pues las consideraba parte esencial de la época.
El futurismo ensalzó la vida contemporánea, buscando desprenderse de la estética tradicional. Además, instauró algo que no se había hecho nunca antes en la historia del arte: un manifiesto en el que se organizaran las ideas y se plantearan los objetivos. Posteriormente, esto lo realizarían otras vanguardias, como el dadaísmo o el surrealismo.
Los objetivos del movimiento se plasmaron en el Manifiesto futurista. Su premisa fue el escándalo, pero también la tecnología y la velocidad, defendiendo el mundo moderno por encima del pasado obsoleto: según estos artistas, no valía la pena conservar nada del pasado.
Por ende, los autores pertenecientes a esa corriente condenaron los museos, que definieron como cementerios. El futurismo valoró la originalidad por encima de cualquier otro aspecto. No obstante, los críticos señalan que hay ciertas incongruencias, pues el futurismo se nutrió no solo del cubismo, sino también del divisionismo.
Las obras futuristas se caracterizaron por el uso de colores fuertes y vivos, usados para realzar las figuras geométricas. Buscaron representar el movimiento mediante la representación sucesiva de objetos, colocándolos en distintas posiciones o difuminándolos. Esta técnica se popularizó tanto que en la actualidad se usa en cómics y animaciones.
Filosóficamente, era misógino, nacionalista y guerrerista, y desembocaría en el fascismo.
Contexto histórico y social del futurismo
El futurismo, como movimiento artístico y literario, surgió en Milán, Italia, durante la primera década del siglo XX. Sus objetivos fueron difundidos con rapidez por varios países europeos, principalmente Francia, donde se estableció uno de los núcleos de producción futurista.
Durante este período, el futurismo se vinculó en gran medida con el cubismo, incluso se creó un movimiento que buscó unir ambas corrientes, llamado “cubofuturismo”. Aunque esta forma tuvo mucho éxito en algunas regiones europeas, los futuristas criticaron el cubismo por considerarlo “excesivamente estático”.
Los futuristas y su tabula rasa
En 1913 el futurismo alcanzó su mayor esplendor. Los artistas de este movimiento fundaron una revista llamada Lacerba, en la que hacían osadas declaraciones y causaban polémica.
Al presentir la llegada de la Primera Guerra Mundial, los futuristas decidieron celebrarla, ya que consideraban que era la oportunidad idónea para que la civilización occidental fuese destruida y volviera a empezar desde cero, para construir un nuevo mundo. En otras palabras, los futuristas defendieron una radical postura de tabula rasa.
Manifiestos y tratados
El 20 de febrero de 1909 Marinetti publicó el Manifiesto futurista en el diario Le Figaro. En este texto, el autor expresó su rechazo radical hacia el pasado y hacia la tradición, argumentando que el arte debía ser anticlasicista, ya que las nuevas obras debían estar orientadas hacia el futuro.
Por ende, el arte debía responder a su contexto histórico mediante formas expresivas que defendieran el espíritu dinámico del momento, siempre utilizando una técnica moderna. Además, debía vincularse con una sociedad masificada en las grandes urbes. Por ello, el futurismo defendía el urbanismo y lo cosmopolita.
El 11 de abril de 1910 un grupo de artistas futuristas —los pintores Carrá, Boccioni y Russolo, junto con el arquitecto Sant’Elia, el cineasta Cinna y el músico Pratella— firmó el manifiesto de la pintura del futurismo. Allí se propuso la ruptura con los arquetipos de belleza tradicionales, como el buen gusto y la armonía.
A partir de ese momento, Marinetti comenzó a liderar el grupo de artistas con inclinaciones futuristas, conformado por Russolo, Boccioni, Balla y Carrá.
Durante este período nació en Inglaterra una corriente similar al futurismo, conocida como vorticismo. Por su parte, en España fue muy leída la poesía del autor futurista Salvat-Papasseit.
Periodo de entreguerras
Tras la Primera Guerra Mundial, los excesos de la escuela futurista fueron mermados. Solamente el fundador, Marinetti, intentó mantener vivo el movimiento artístico, adaptando los preceptos futuristas a los crecientes valores del fascismo italiano.
En 1929, los últimos artistas que se mantenían vigentes escribieron un tercer manifiesto, titulado Manifiesto de la aeropintura.
Este texto se inspiró en las sensaciones que producían los vuelos, así como también en la técnica de aviación. No obstante, esta nueva tendencia no pudo levantar al moribundo futurismo, más bien terminó sepultándolo.
Decadencia del movimiento
El nombre de este movimiento se debió a los intereses de sus autores por romper con el pasado y mirar hacia el futuro, especialmente en Italia, donde la tradición estética era muy fuerte. Los futuristas deseaban crear un arte completamente nuevo adaptado a las mentalidades modernas.
Sin embargo, muchos críticos han establecido que es imposible desligarse por completo de la tradición y del pasado, incluso aunque se tome una postura radicalmente distinta.
No obstante, lo que se puede afirmar es que los futuristas contaron con ideas revolucionarias que le apostaban a la fuerza, la velocidad, la rapidez y la energía. Por otro lado, la estética futurista también difundió nociones machistas y provocativas, en las que se demostraba un notable interés por la guerra, el peligro y la violencia.
Con el paso del tiempo, el futurismo se politizó hasta fundirse por completo con los ideales fascistas, en cuyo partido se inscribió Marinetti en 1919.
Características del futurismo
- Exaltación de la modernidad. Exaltaba la modernidad y llamaba a los artistas “a liberarse del pasado”, y a renegar del arte clásico. El arte renacentista y otras corrientes artísticas eran consideradas como una interpretación del clasicismo, que no permitía desarrollarse una nueva estética.
- Exaltación de lo original. Se caracterizó principalmente por la exaltación de lo original, ya que buscaba hacer tabula rasa con todo lo anterior. Sin embargo, el futurismo se había nutrido de otros movimientos anteriores, como el cubismo, lo que, según algunos autores, restaba originalidad a sus obras. No obstante, resultó una novedad para la época, gracias a su manera de representar el movimiento y la máquina.
- Ideales de movimiento. Tuvo capacidad de otorgarle movimiento a las obras artísticas a través de técnicas pictóricas, arquitectónicas o literarias. También se introdujeron otros conceptos novedoso,s como la velocidad, la fuerza, la energía y el tiempo. Estos elementos se destacaban mediante fuertes colores y trazos violentos.
- Relación con el mundo moderno. Estuvo estrechamente relacionado con la modernidad, por lo que apeló por las grandes urbes, los automóviles, el dinamismo y el bullicio propio de las ciudades cosmopolitas. También mantuvo una inclinación hacia otros aspectos del siglo XX, como el deporte y la guerra.
- Uso del color. Utilizaron una amplia gama de colores fuertes para dar la impresión de movimiento, y también para ilustrar o representar diferentes ritmos. Mediante los colores, estos autores generaron todo tipo de sensaciones, como por ejemplo, las generadas por las transparencias.
- Empleo de líneas. También usaron muchos detalles y líneas, lo que contribuyó con la representación dinámica de la época moderna. Las líneas de estos autores se asemejaban a las de los caleidoscopios e incluso a las de algunas películas, como resultado de su búsqueda por el dinamismo.
- Fue un movimiento simbolista. La fuerza, el movimiento, la violencia y la agresividad eran los valores principales del futurismo y lo más importante era representarlos en sus obras. En ese sentido, se puede decir que el tema de las obras no tenía gran importancia siempre y cuando estos valores se vieran reflejados. En relación con estos valores, se puede definir el futurismo como simbolista, en el sentido de que utilizaba la imagen de una “mano dura” para representar la fuerza o la agresividad. Se considera que los futuristas estuvieron muy influenciados por el simbolismo francés.
- Apología del urbanismo. El arte futurista era una apología del urbanismo, de la ciudad. La característica principal era el racionalismo. Las edificaciones debían ser prácticas. Por ejemplo, la Estación de Florencia Santa María Novella, construida por un grupo de arquitectos, entre los cuales estaba Giovanni Michelucci.
- Interés por lo oculto. Buscaban presentar al público una realidad más primaria de las cosas. Influenciados por la filosofía de la intuición de Henri Bergson, buscaban, con ayuda de las formas, representar lo oculto. Cabe recordar que Bergson desarrolló la filosofía del movimiento, el pensamiento y lo que se mueve, el tiempo y el espacio.
- Admiración por las máquinas. Adoraban las máquinas. El futurismo intentó eliminar la cultura burguesa y su fuerza destructora expresaba la estética agresiva de la vida urbana.
Futurismo en arquitectura
Características
- La arquitectura futurista destacó por el antihistoricismo, por lo que se evitaron las formas tradicionales. Los arquitectos futuristas se valieron de largas líneas en dirección horizontal para sugerir velocidad, urgencia y movimiento.
- Esta arquitectura es descrita como la arquitectura del cálculo, de la sencillez y de la audacia. Los elementos utilizados fueron el hierro, el cristal, el hormigón, el cartón, sustitutos de la madera, fibra textil y sustitutos del ladrillo, con la finalidad de otorgarle ligereza y elasticidad a la obra.
- Líneas oblicuas e inspiración en las figuras mecánicas. A pesar de su búsqueda de practicidad y utilidad, la arquitectura futurista se mantuvo fiel al sentido artístico, puesto que conservó la expresión y la síntesis. Las líneas fueron oblicuas y elípticas, con la finalidad de apelar al dinamismo. Este tipo de líneas contienen mayor potencial expresivo en comparación con las típicas líneas perpendiculares. A diferencia de la arquitectura tradicional —que se inspiraba en las formas de la naturaleza—, la arquitectura futurista buscó su inspiración en las nuevas formas modernas, por lo que absorbió algunos conocimientos de mecánica y de tecnología.
- Arquitectura efímera. Otra característica fue su carácter de transitoriedad. Los arquitectos futuristas establecieron que las viviendas debían durar menos que los humanos, por lo que cada generación tenía el deber de fabricarse una nueva casa.
Representantes y obras
Antonio Sant’Elia (Italia, 1888-1916)
Fue un arquitecto italiano, que en 1914 publicó el Manifiesto de la arquitectura futurista. Estuvo influenciado por las características urbanísticas de las ciudades norteamericanas, y por los arquitectos austriacos Joseph Maria Olbrich y Otto Wagner.
Concebía la arquitectura futurista como un espacio vinculado al tiempo y las máquinas. Para él, el futurismo era “arquitectura en movimiento”. La Città Nuova fue su proyecto más importante. Murió en la Primera Guerra Mundial.
Futurismo en pintura
Características
- La pintura futurista buscó cancelar todo lo establecido para ofrecer algo completamente distinto a los espectadores. Celebró el cambio, la innovación y la cultura urbana, por lo que se tomó la figura de la máquina como principal fuente de inspiración.
- Colores utilizados y figuras. Abundan las figuras geométricas, y las curvas. Los colores predominantes son el rojo, el azul y el naranja, ya que estos caracterizan el espíritu moderno. También se utiliza con frecuencia el gris, pues esta tonalidad es emblemática de la cultura urbanizada. En estas obras se pueden observar edificios muy altos, que se difuminan entre máquinas, colores y curvas. La representación de estas edificaciones no sigue un esquema realista, ya que las construcciones de concreto parecen sumergirse en una especie de caleidoscopio mediante imágenes y figuras superpuestas.
- La figura humana, como entidad individual, no suele aparecer en las pinturas futuristas. En todo caso, se presenta al humano dentro de la colectividad y las grandes ciudades. De haber alguna figura humana en estas obras, esta suele tener el rostro desdibujado, ofreciéndole al espectador la idea de dinamismo y de transitoriedad.
Representantes y obras
Umberto Boccioni (Italia, 1882-1916)
Umberto Boccioni fue un escultor y pintor italiano, conocido principalmente por ser uno de los pioneros del movimiento futurista. Sus obras se caracterizaron por reprochar el estatismo, por lo que Boccioni evitaba a toda costa utilizar la línea recta. Para dar la sensación de vibración, este pintor escogió los colores secundarios sobre los demás.
Una de sus obras más famosas, conocida como Dinamismo de un ciclista (1913), demuestra de qué manera Boccioni fabricó la sensación de movimiento. Esto también se puede apreciar en su obra Dinamismo de un jugador de fútbol, donde también experimentó con estas características. Ambas obras tienen en común su temática deportiva.
Giacomo Balla (Italia, 1871-1958)
Pintor italiano de inclinación futurista. Mantuvo un notable interés por las ideas anarquistas, y se vinculó en cierto modo con el puntillismo. Inicialmente su pintura fue impresionista, por lo que mantuvo un notorio interés por el análisis cromático. A través del puntillismo practicó la temática preferida del futurismo: el dinamismo y la velocidad.
A diferencia de los otros pintores futuristas, Balla estaba en desacuerdo con la violencia, por lo que se le puede definir adecuadamente como un pintor lírico. Su obra más famosa se titula Dinamismo de perro con correa (1912).
Futurismo en literatura
Características
- Buscó romper con la tradición y otorgar a los lectores la sensación de dinamismo, transitoriedad, movimiento y velocidad. En 1913 se publicó un manifiesto futurista literario llamado Destrucción de la sintaxis-imaginación inalámbrica-palabras en libertad, donde se explicaba de qué manera debía proceder el escritor. En este texto se establece que el lenguaje debía encontrarse libre de adjetivos y de adverbios, utilizando principalmente los verbos en infinitivo.
Representantes y obras
En cuanto a los representantes literarios del futurismo, muchos críticos mencionan al fundador Filippo Tommaso Marinetti, gracias a sus manifiestos artísticos. No obstante, se pueden encontrar diferentes poetas y notables escritores con inclinaciones futuristas, como, por ejemplo, Guillaume Apollinaire.
Guillaume Apollinaire (Francia, 1880-1918)
Este autor, de nacionalidad italo-francesa, fue un poeta fundamental para el desarrollo de la escritura moderna. En general, es considerado como uno de los exponentes más importantes de la vanguardia literaria.
Apollinaire compartió con el futurismo su inclinación por la controversia y por el repudio hacia las tradiciones. También mantuvo conexiones notables con los preceptos artísticos del surrealismo.
Este poeta es conocido especialmente por sus Caligramas (1918), textos que dibujaban figuras, como palomas, mujeres, etc.
Futurismo en cine
Se caracterizó por el uso de ilusiones ópticas. El cine futurista fue continuado por el cine alemán expresionista.
La única película futurista significativa fue Thaïs, filmada en 1917 y dirigida por Anton Giulio Bragaglia. Una copia se conserva en la Cinemateca de Francia. La historia es convencional para la época, pero los efectos realizados por el pintor Enrico Prampolini crearon un mundo caprichoso y opresivo de espirales y tableros de ajedrez.
Se puede destacar la influencia de la arquitectura futurista en el cine. Por ejemplo, el arquitecto Virgilio Marchi diseñó el set de más de 50 películas, entre las que destacan Condottieri (1937) y Perdido en la oscuridad (1947).
Futurismo en gastronomía
Los futuristas, que pretendieron influenciar todos los aspectos de la vida cotidiana, lanzaron también un manifiesto gastronómico. Marinetti publicó el Manifiesto futurista de la cocina el 20 de enero de 1931, aunque se considera que el chef francés Jules Maincave fue el precursor de las ideas que Marinetti explica en su manifiesto.
Marinetti declaró que los métodos tradicionales de cocina son aburridos y estúpidos. Además consideró que los italianos deberían eliminar la pasta de su dieta.
Este pensador llamó a los químicos a experimentar con los sabores y con la consistencia de los alimentos, consideró que era necesario crear nuevas mezclas y abolir el tenedor, el cuchillo, los condimentos tradicionales, el peso y volumen de los alimentos. Creía que era necesario crear bocados cambiantes.
Tras el lanzamiento del manifiesto, se organizaron conferencias y banquetes futuristas en Italia y Francia y se abrió el restaurante Santopalato. Marinetti más tarde publicaría La cocina futurista de Marinetti y Fillia.
Futurismo en música
Empleaba ruidos de la ciudad como notas musicales. Por ejemplo, el tecleo de una máquina de escribir o el ruido del mercado en la ciudad. Estos sonidos debían integrarse armonicamente con las notas musicales.
En 1910 se publicó el Manifiesto de música futurista que en vez de describir “la estética” de la música futurista, describió la actitud de los músicos futuristas. Estos debían abandonar los centros de enseñanza musical clásicos y dedicarse a crear sus obras de manera libre y fuera de la influencia de la música académica.
Este manifiesto llamó a los músicos a sustituir las notas musicales y partituras por una música libre y declaró el canto de igual valor que la música, ya que los cantantes eran las figuras centrales en cualquier orquesta.
El mayor representante de la música futurista fue Luigi Russolo, autor del Arte de los ruidos. Russolo construyó un conjunto de instrumentos experimentales llamados Intonarumori, con los que compuso obras como El despertar de la ciudad. Otros famosos músicos futuristas fueron Arthur-Vincent Lourié y Alexander Goedick.
Futurismo en moda
Se desarrolló desde el Manifiesto, aunque su auge se relacionó con la Era Espacial. En esta época los diseñadores de modas experimentaron con nuevos materiales y sus trajes parecían trajes espaciales.
Andre Courrèges, Pierre Cardin y Paco Rabanne fueron los máximos exponentes de la moda futurista. Esta moda destacó por el desarrollo de muchas prendas unisex.
Los modistos preferían las formas circulares, la comodidad y practicidad de los trajes, y muchas veces ignoraban la feminidad, por lo que fueron muy criticados.
Futurismo en diseño gráfico
Se caracterizó por la transformación de la tipografía tradicional y la presentación de los textos. Los textos se convirtieron en diseños de composición dinámica con dibujos que evocaban los valores futuristas.
Los textos se colocaban en diagonal en contraste de tamaños. A veces, un texto se componía de figuras hechas, lo que le daba un carácter variado y expresivo.
En 1910, el Manifiesto de pintores futuristas fue firmado por Carrá, Balla, Severini y Luigi Russolo, quienes aplicaron la teoría futurista a las artes decorativas. Por ejemplo, la revista Lacerba.
Referencias
- Alí, A. El ciclón futurista. Recuperado de revistadelauniversidad.unam.mx.
- Futurismo literario: origen, características y autores. Recuperado de soyliteratura.com.
- La pintura futurista. Manifiesto técnico. Recuperado de wld.org.