¿Qué son las células sanguíneas?
Las células sanguíneas son un conjunto de células que circulan en el tejido conectivo especializado conocido como sangre. Entre ellas, se distinguen las células rojas y blancas, los linfocitos, los megacariocitos, las plaquetas y los mastocitos.
Se producen durante la vida de un organismo a partir de otro grupo de células “raras” pluripotenciales que estan en la médula ósea, conocidas como células madre hematopoyéticas.
Las células madre hematopoyéticas se caracterizan por dos aspectos fundamentales: originan nuevas células madre hematopoyéticas (auto renovación) y se diferencian en las células progenitoras que posteriormente se comprometen en los diferentes linajes hematopoyéticos.
El sistema hematopoyético se forma a partir del mesodermo embrionario y, en los vertebrados, la formación de las células sanguíneas o hematopoyesis ocurre en el saco embrionario durante los primeros estadios, y en la médula ósea a lo largo de la vida adulta.
La formación de las células sanguíneas ocurre de la siguiente manera: las células madre hematopoyéticas dan origen a dos grupos de precursores que pueden progresar hacia el desarrollo de los linajes linfoide o mieloide.
El linaje linfoide forma los precursores de los linfocitos. Las células precursoras de los linfocitos T, que surgen a partir de las células precursoras del linaje linfoide, originan las células T, y lo mismo sucede para los precursores de los linfocitos B y las células del mismo nombre.
De la misma manera, el linaje mieloide da lugar a dos grupos de células progenitoras o precursoras: los precursores de granulocitos/macrófagos y los precursores de megacariocitos/eritrocitos. A partir de los primeros surgen los monocitos y los neutrófilos, y de los segundos se originan los eritrocitos y los megacariocitos.
Tipos de células sanguíneas
Las células sanguíneas son muy diversas tanto en tamaño y forma como en función. Se suelen distinguir 4 tipos de células en la sangre: células rojas o eritrocitos, células blancas o leucocitos (divididas en granulocitos y agranulocitos), megacariocitos y plaquetas y mastocitos.
Células rojas o eritrocitos
- Los eritrocitos se encargan de transportar oxígeno a través de todo el cuerpo.
- Son células sin orgánulos internos, con forma de discos bicóncavos de alrededor de 8 μm de diámetro y 2 μm de ancho. La forma y las características de su membrana las convierten en poderosos vehículos para el intercambio de gases, puesto que son ricas en diversos transportadores transmembranales.
- En su interior, el citosol está repleto de enzimas solubles, como la anhidrasa carbónica (que cataliza la formación de ácido carbónico a partir de dióxido de carbono y agua), todas las enzimas de la ruta glucolítica y de las pentosas fosfato. Estas sustancias se usan para la producción de energía en forma de ATP y poder reductor en forma de NADP+.
- Una de las enzimas más importantes en estas células es la hemoglobina, capaz de unirse al oxígeno molecular y liberar dióxido de carbono o viceversa, dependiendo de la concentración de oxígeno circundante, lo que le confiere al eritrocito la capacidad del transporte de gases por el organismo.
Células blancas
- Las células blancas, glóbulos blancos o leucocitos son menos abundantes que los eritrocitos.
- Emplean el torrente como vehículo para su transporte por el cuerpo, pero no residen en él.
- Por lo general, se encargan de proteger el organismo de sustancias extrañas. Los glóbulos blancos se clasifican en dos grupos: granulocitos y agranulocitos. Los primeros se clasifican de acuerdo al color que adquieren en la tinción de Ramanovsky (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) y los agranulocitos son los linfocitos y los monocitos.
Granulocitos
Neutrófilos
- Los neutrófilos o leucocitos polimorfonucleares son las células más abundantes de los glóbulos blancos y las primeras en aparecer durante infecciones bacterianas agudas.
- Están especializados en la fagocitosis y en la lisis bacteriana, y participan en la iniciación de los procesos inflamatorios. Es decir, participan en el sistema inmune inespecífico.
- Miden cerca de 12 μm de diámetro y poseen un solo núcleo de aspecto multilobular.
- En su interior se encuentran tres clases de gránulos: los pequeños y específicos, los azurófilos (lisosomas) y los terciarios. Cada uno de estos está armado con un conjunto de enzimas que le permiten al neutrófilo ejercer su función.
- Dichas células viajan por el torrente sanguíneo hasta el tejido endotelial cercano a su destino, que atraviesan gracias a la interacción entre ligandos y receptores específicos en la superficie de los neutrófilos y de las células endoteliales.
- Una vez en el tejido conectivo en cuestión, los neutrófilos fagocitan e hidrolizan los microorganismos invasores mediante una serie de complejos procesos enzimáticos.
Eosinófilos
- Representan menos del 4% de los glóbulos blancos.
- Se encargan de la fagocitosis de los complejos antígeno-anticuerpo y de diversos microorganismos parasíticos invasores.
- Son células redondas (en suspensión) o pleomórficas (con diferentes formas, durante su migración por el tejido conectivo). Tienen un diámetro entre los 10 y 14 μm y algunos autores los describen con forma de embutido.
- Poseen un núcleo bilobulado, un complejo de Golgi pequeño, pocas mitocondrias y un retículo endoplásmico rugoso reducido. Son producidos en la médula ósea y capaces de segregar sustancias que contribuyen en la proliferación de sus precursores y su diferenciación en células maduras.
Basófilos
- Representando menos del 1% de los glóbulos blancos, los basófilos tienen funciones relacionadas con los procesos inflamatorios.
- Los basófilos son células globulares en suspensión (10 μm de diámetro), pero cuando migran hacia el tejido conectivo pueden tener diferentes formas (pleomórficas).
- Su núcleo tiene una forma de “S” característica y en el citoplasma se encuentran gránulos de gran tamaño, un pequeño complejo de Golgi, pocas mitocondrias y un retículo endoplásmico rugoso de gran tamaño.
- Los gránulos pequeños y específicos de los basófilos están cargados de heparina, histamina, factores quimiotácticos y peroxidasas importantes para la función celular.
Agranulocitos
Monocitos/macrófagos
- Los monocitos representan cerca del 8% del porcentaje total de leucocitos en el cuerpo. Permanecen en circulación pocos días y se diferencian en macrófagos cuando migran hacia los tejidos conectivos.
- Forman parte de las respuestas del sistema inmune específico.
- Son células grandes, de aproximadamente 15 μm de diámetro. Poseen un gran núcleo en forma de riñón que tiene aspecto granuloso.
- Su citoplasma es de color gris azulado, está repleto de lisosomas y estructuras similares a vacuolas, gránulos de glucógeno y algunas mitocondrias.
- Su función principal es la de fagocitar partículas indeseadas, pero también participan en la secreción de citoquinas necesarias para las reacciones inflamatorias e inmunológicas (ya que algunos se conocen como células presentadoras de antígeno).
- Pertenecen al sistema fagocítico mononuclear, encargado de la “depuración” o “limpieza” de las células muertas o en apoptosis.
Linfocitos
- Son una población abundante de leucocitos (representan aproximadamente el 25%).
- Se forman en la médula ósea y participan principalmente en las reacciones del sistema inmune, por lo que su función no es ejercida directamente en el torrente sanguíneo, el cual emplean como medio de transporte.
- Los linfocitos tienen un gran y denso núcleo que ocupa parte importante de la célula. En general, todos presentan poco citoplasma, escasas mitocondrias y un complejo de Golgi pequeño asociado con un retículo endoplásmico rugoso reducido.
- No es posible distinguir unos linfocitos de otros por observación de sus características morfológicas, pero sí a nivel inmunohistoquímico, gracias a la presencia o ausencia de determinados marcadores de superficie.
- Luego de su formación en la médula ósea, la maduración de estas células implica la competencia inmunológica. Una vez son inmunológicamente competentes, viajan al sistema linfático y allí se multiplican por mitosis, produciendo grandes poblaciones de células clonales, capaces de reconocer el mismo antígeno.
- Los linfocitos forman parte del sistema inmune específico para la defensa del cuerpo.
Linfocitos T
- Son producidos en la médula ósea, pero se diferencian y adquieren su capacidad inmunológica en la corteza del timo.
- Se encargan de la respuesta inmune celular y algunas pueden diferenciarse en células T citotóxicas o asesinas, capaces de degradar otras células extrañas o deficientes. Participan también en el inicio y el desarrollo de la reacción inmune humoral.
Linfocitos B
- A diferencia de las células T, se forman en la médula ósea y allí mismo se vuelven inmunológicamente competentes.
- Participan en la respuesta inmune humoral, es decir, se diferencian como células residentes en el plasma capaces de reconocer antígenos y producir anticuerpos contra estos.
Megacariocitos
- Son células de más de 50 μm de diámetro, con un núcleo poliploide lobulado de gran tamaño y un citoplasma lleno de gránulos pequeños con bordes difusos.
- Poseen un abundante retículo endoplásmico rugoso y un complejo de Golgi bien desarrollado.
- Existen solo en la médula ósea y son las células progenitoras de los trombocitos o plaquetas.
Plaquetas
- Se pueden describir más bien como “fragmentos celulares” originados a partir de los megacariocitos, tienen forma de disco y carecen de núcleo. Su función principal es la de adherirse al recubrimiento endotelial de los vasos sanguíneos para evitar hemorragias en caso de lesiones.
- Las plaquetas son de las células más pequeñas en el sistema circulatorio. Tienen entre 2 y 4 μm de diámetro y presentan dos regiones definidas (apreciables por medio de micrografías electrónicas) conocidas como el hialómero (una región clara periférica) y el granulómero (una región central oscura).
Mastocitos
- Se originan en la médula ósea, aunque sus precursores indiferenciados son liberados a la sangre. Tienen un importante papel en el desarrollo de alergias.
- Poseen muchos gránulos citoplásmicos que albergan en su interior histamina y otras moléculas “farmacológicamente” activas que colaboran con sus funciones celulares.
Referencias
- Despopoulos, A., & Silbernagl, S. Color Atlas of Physiology (5th ed.). New York: Thieme.
- Dudek, R. W. High-Yield Histology (2nd ed.). Philadelphia, Pennsylvania: Lippincott Williams & Wilkins.
- Gartner, L., & Hiatt, J. Texto Atlas de Histología (2nd ed.). México D.F.: McGraw-Hill Interamericana Editores.
- Johnson, K. Histology and Cell Biology (2nd ed.). Baltimore, Maryland: The National medical series for independent study.
- Kuehnel, W. Color Atlas of Cytology, Histology, and Microscopic Anatomy (4th ed.). New York: Thieme.