¿Qué es el churrigueresco?
El churrigueresco es una etapa artística y un estilo arquitectónico que nació en España a partir de la época barroca. Se caracterizó por tratarse de decoraciones recargadas tanto en el exterior como en el interior de las obras, sobre todo en los retablos de los altares.
El nombre proviene de la familia Churriguera, arquitectos catalanes, y acoge a artistas como Narciso Tomé, Pedro de Ribera y Lorenzo Rodríguez. El primero de la familia fue José de Churriguera (1665-1725).
El churrigueresco fue un estilo que a nivel visual resultó exacerbado, con una notable presencia de elementos decorativos de características más bien extravagantes. De forma consciente buscó abrumar a los espectadores.
Aunque en el tiempo coincide con el rococó, el churrigueresco no se le parece. Cruzó el Atlántico y pasó al Nuevo Mundo, donde quedaron obras representativas que pueden verse en diversas edificaciones religiosas de México, principalmente.
Al estilo churrigueresco en México se le agregaron características del arte local, lo que enriqueció y dio más importancia a estas expresiones artísticas. Las columnas se volvieron uno de los elementos más identificativos del estilo.
Origen e historia del churrigueresco
El churrigueresco se consideró un estilo simultáneo al rococó. El rococó fue un estilo que en España no tuvo mayor importancia, pues se asociaba más a las élites. Así, el barroco en España adquirió formas más recargadas, que finalmente se denominó churrigueresco.
Este estilo recibió su nombre por los trabajos de los hermanos Churriguera (José Benito, Joaquín y Alberto), que se destacaron como arquitectos y escultores. En México fue Jerónimo de Balbás el arquitecto representativo.
Fue un estilo con un desarrollo lento. Durante la mitad del siglo XVII ya se vieron algunas muestras del estilo churrigueresco, aunque fueron los primeros años del siglo XVIII en los que se dio inicio al churrigueresco en España.
Entre 1720 y 1760 los estípites, o columnas en forma de pirámide invertida, se consolidaron como la característica principal de este estilo.
Desde 1760 las expresiones artísticas se fueron alejando de los elementos recargados. Hasta que finalmente en 1790 el churrigueresco llegó a su final, gracias a los movimientos neoclásicos, enfocados más en obras que apostaran por la armonía o la moderación de las cosas.
Características del churrigueresco
– Estípites. La principal característica del churrigueresco fue el uso de estípites. Estas columnas consistían en pilares que eran más estrechos en la parte inferior que en la superior, semejando una pirámide invertida.
– Representación geométrica del cuerpo humano. Los estípites estaban divididos en secciones, representando el cuerpo humano: el capitel es la cabeza, la parte bulbosa es el pecho, y la base, más estrecha, representaría los pies.
– Antifuncional. Se consideró un estilo antifuncional por sus detractores, ya que solo se basó en adornos. No había sustentos teóricos para los elementos estructurales como las columnas que se usaban.
– Detalles superficiales. Todo se concentró en los detalles a nivel superficial, por ejemplo, cómo las luces impactaban y generaban sombras en la piedra.
– Columnas salomónicas. Fueron una de las dos formas que adoptó el churrigueresco. Los arquitectos se inspiraron en las columnas de la capilla de San Pedro, en Roma.
– Movimiento decorativo. No se consideró un estilo arquitectónico en sí mismo. Se refirió más bien a un movimiento decorativo.
Artistas y obras destacadas del churrigueresco
José Benito Churriguera (España, 1665-1725)
A finales del siglo XVIII se mudó a Salamanca, donde se encargó del retablo de San Esteban, una de las obras más característicos del estilo. También se encargó, por pedido de un banquero, de las fachadas de la actual Academia de Bellas Artes, en Madrid.
Trabajó junto a sus hermanos Joaquín y Alberto, ambos menores que él. Joaquín destacó en obras como la Hospedería del colegio Anaya y la cúpula de la catedral nueva de Salamanca.
Alberto, por su parte, trabajó en Salamanca en la construcción de la Plaza Mayor y la iglesia de San Sebastián.
Narciso Tomé (España, 1690-1742)
Fue el encargado de realizar el Transparente, obra que se diseñó para la catedral de Toledo y que se terminó en 1732. Esta obra representó una de las principales expresiones del estilo churrigueresco. En ella trabajó junto a sus hermanos, Andrés y Diego.
El Transparente es una obra que juntó elementos de la escultura, de la pintura y la arquitectura, con efectos de luz que le otorgaron una gran teatralidad.
Tomé diseñó un lugar en el que el Santísimo Sacramento se colocaba en el interior de un recipiente transparente y que podía ser visto por todos los presentes. Tuvo nubes esculpidas, rayos dorados y ángeles tallados.
Pedro de Ribera (España, 1681-1742)
Nació en Madrid y fue discípulo de José Benito Churriguera. Llevó a su plena expansión el llamado “barroco exaltado”, superando a su maestro en el excesivo uso de las decoraciones. Entre sus obras destacan la ermita de la Virgen del Puerto o el puente de Toledo. Varias fuentes llevan su firma, como La Fama, Santa María la Real de Montserrat. Además, trabajó en palacios como Santoña, Perales y también en Miraflores.
Jerónimo de Balbás (España, 1673-1748)
Este arquitecto castellano fue quien introdujo el churrigueresco en México, gracias a su trabajo en los tres retablos (Perdón, Reyes y Mayor) en la catedral de Ciudad de México. Por el espacio que debían ocupar las decoraciones recargadas, la magnitud del trabajo se antojó importante y riesgoso. Su obra se desarrolló entre 1718 y 1736.
Lorenzo Rodríguez (España, 1704-1774)
Fue un arquitecto andaluz. Tuvo mucha influencia de Jerónimo de Balbás. Llegó a México en 1731. Su trabajo más representativo del churrigueresco fue la fachada del colegio San Ildefonso, que tuvo gran presencia de los estípites, y el Sagrario Metropolitano, diseñado por él y construido entre 1749 y 1760.
Felipe Ureña (Nueva España -México-, 1697-1777)
Felipe Ureña nació en Toluca y se dice que utilizó estípites desde 1729. La iglesia de La Compañía, en Guanajuato, fue su trabajo más relevante en el churrigueresco.
El churrigueresco en México
El churrigueresco en México nació por influencia del movimiento desarrollado en España. Su llegada al virreinato sucedió gracias a que algunos arquitectos españoles se residenciaron en Nueva España. Pero se arraigó con gran fuerza en el Nuevo Mundo.
A esta etapa se le dio el nombre de barroco anti clásico en América, específicamente en México y Perú.
Lo que caracterizó de forma especial al churrigueresco en México fue el uso del color y las decoraciones. La ornamentación era muy lujosa y se utilizó para cubrir las fachadas y algunas zonas en la parte superior de las torres.
En la parte interior de las edificaciones, el churrigueresco estuvo muy presente en los retablos de los altares. Estos retablos repetían elementos de las fachadas.
La madera era tallada y estaba compuesta por diferentes figuras. Había querubines, frutas, flores y cabezas humanas.
En el virreinato se destacaron las habilidades locales. Se tomaron elementos como los tallados, de gran importancia en el arte precolombino, y el empleo del color.
Referencias
- Flores Torres, O. Historiadores de México siglo XX. Trillas.
- Maza, F. El churrigueresco en la ciudad de México. Fondo de Cultura Económica.
- Pla i Dalmau, J. La Arquitectura barroca española y el churrigueresco. [With illustrations].
- Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A. Los Churriguera. Instituto Diego Velázquez.
- Roig, J. Arquitectura ornamental. Equinoccio.