¿Qué fue el comunismo de guerra?
El comunismo de guerra fue el sistema político y económico que existió en el transcurso de la guerra civil rusa, entre 1918 y 1921. Fue utilizado por el gobierno del Sovnarkom (consejos de Comisarios del Pueblo) para paliar la escasez de grano en las grandes ciudades y para sostener al Ejército Rojo.
De este modo, se mantenían a las ciudades y al ejército con alimentos y armas en medio del conflicto que vivía el país.
Rusia y la Revolución bolchevique
Uno de los períodos más difíciles de la historia rusa fue el fin del zarismo, pero no tanto por la extinción del viejo régimen, sino por cómo se impuso el nuevo.
Para fines de la década de 1910, Rusia atravesaba una grave crisis en todos los aspectos, dado que el Imperio no había sabido manejar la terrible situación del país que experimentó durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
En este ambiente convulsionado, el Imperio ruso cayó tras la Revolución bolchevique en 1917. Pero esta victoria significó poco para calmar los ánimos caldeados, por lo que estalló una guerra civil que terminó en 1923.
En aquel entonces, el Estado comunista nació enfrentado a una fuerte resistencia, a la que debía batir con un plan político y económico que le diera la ventaja y que, por consiguiente, le ayudara a acabar con sus enemigos.
La economía del comunismo de guerra
La situación económica rusa era delicada luego de la Revolución de 1917. El zarismo había dejado de existir, pero no los problemas inherentes a los levantamientos que tomaron el Kremlin. Por tanto, era urgente que se buscara una forma de reactivar la producción, prestando atención especial a las exigencias de dos clases sociales excluidas: el campesinado y el proletariado. La burguesía debía ser suprimida, así como los mecanismos con los que esta obtenía sus riquezas.
Por tanto, la economía comunista se debía erigir mediante cambios institucionales que dieran pie a cambios políticos, financieros y sociales.
En estas transformaciones de la Rusia revolucionaria no debían tolerarse la propiedad privada y menos aún en las zonas rurales, donde era común el latifundio. En el sector urbano, era preciso también acabar con la explotación de los trabajadores, especialmente en las industrias.
En 1917 se creó el Consejo Superior de Economía (Vesenjá), que sirvió para fijar las normas generales de producción, aunque los bolcheviques reconocían el control obrero en las empresas. Con el Vesenjá se nacionalizaron las grandes empresas, así como el sistema financiero.
Lenin fundó, oficialmente, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) el 30 de diciembre de 1922.
Políticas implementadas por el comunismo de guerra
Con base en ese contexto de pugnas encaradas por la Revolución rusa, el comunismo de guerra apareció como un modo de hacer frente a la difícil situación que el país tenía durante la guerra.
La guerra civil estaba costando muchas vidas humanas, y además venía acompañada de daños materiales, con la subsecuente erosión del presupuesto nacional.
De esta forma, el Estado comunista estableció que las políticas que debían aplicarse en la nación eran las siguientes:
- Unión entre el Estado y el Partido Bolchevique: el Estado y el Partido debían formar un solo ente político que no admitiera facciones ni división de pensamiento. Los mencheviques y otros comunistas que opinaran diferente fueron automáticamente excluidos del movimiento.
- Supresión de las repúblicas socialistas autónomas: estas se disolvieron para unirse a la Unión Soviética con una capital, Moscú, en la que residió la autoridad. Cabe destacar que la URSS fue centralista y no admitió la autonomía local.
- Economía centralizada, planificada y estatizada: las finanzas corrieron por cuenta del Kremlin, que controlaba las actividades económicas. Por tanto, la economía estaba en manos exclusivas del Estado. La propiedad privada fue abolida y se instalaron las granjas colectivas (koljós), en las que hubo requisas de cultivos para alimentar al ejército.
- Reformas laborales: se fomentó la autogestión obrera sin patronos. También se prohibieron las protestas por las condiciones de trabajo, que era obligatorio y se hacía bajo una estricta vigilancia policial que imponía una férrea disciplina.
- Reformas castrenses: hubo, para comenzar, una militarización tanto de la sociedad como de los cargos públicos, declarándose la Ley Marcial. Más tarde, en la década del 30, se realizaron purgas que eliminaron a potenciales enemigos o a sus simpatizantes.
Objetivos del comunismo de guerra
Se ha debatido mucho sobre qué se quería lograr con el comunismo de guerra. Los autores y estudiosos en el tema convergen en que el principal motor de este sistema fue el conflicto bélico que llegó con la Revolución rusa, la cual debía triunfar a como diera lugar.
- El principal objetivo era lograr el poder y el control de la población.
- Había que ganarse el apoyo del pueblo, que debía integrarse en la gestión política y económica mediante los programas del Estado, en los que se incluía el proletariado.
- Las políticas puestas en marcha por el Estado soviético estaban dirigidas a dar pasos hacia el socialismo, el cual, según los bolcheviques, se hallaba en una etapa de transición entre el capitalismo de los zares y el comunismo al que aspiraban.
- La guerra, por tanto, era una circunstancia necesaria por la que debían pasar los rusos, a fin de que se pudiera gestar un comunismo que se abriera paso contra las fuerzas contrarrevolucionarias.
Resultados del comunismo de guerra
Resultados militares y políticos
La victoria militar sobre los contrarrevolucionarios fue el único objetivo que se alcanzó exitosamente en la agenda del comunismo de guerra.
A esto se suma que, durante la posguerra, el Ejército Rojo pudo desarticular los focos de resistencia, así como de mantener a salvo las fronteras rusas de posibles reclamaciones territoriales posteriores a la Revolución bolchevique. Habría que incluir, desde luego, el nivel de orden interno que se obtuvo dentro del país.
No obstante, los laureles conseguidos por los revolucionarios no fueron gratuitos, pues dejaron de saldo cuantiosas pérdidas humanas y materiales que fueron difíciles de reparar. Lo que para los bolcheviques sirvió de compensación fue el auge de un nuevo sistema político que alcanzó el poder.
La era de Lenin tocó a su fin y dio campo abierto para que entraran otros líderes que fortalecieron el comunismo, radicalizándolo a niveles extraordinarios, como hizo Stalin.
Resultados sociales
La victoria de la Revolución rusa en la guerra civil significó una drástica reducción demográfica. Esto se produjo no solo por las bajas en combate, sino por las cifras de ciudadanos que se desplazaron de las ciudades al campo debido a las precarias condiciones económicas de la posguerra.
La población urbana, por tanto, mermó considerablemente, en favor de una población rural que iba aumentando rápidamente, pero que no hallaba medios para abastecerse en las granjas colectivas. Lo que aumentó la temperatura a estos enfrentamientos fueron varias rebeliones internas dentro del mismo seno comunista.
El Partido Bolchevique se dio cuenta de que aumentaban las disidencias, que solo podía acallar con la fuerza militar. Los alzamientos civiles exigían mejores condiciones en la economía que les permitieran subsistir, ya que se generó una desigualdad social en la que los uniformados conformaban una especie de casta privilegiada.
Resultados económicos
Son los más desastrosos que haya dejado la política del comunismo de guerra. La inflexibilidad del Estado soviético despertó un mercado paralelo que servía para paliar los recortes implementados por la burocracia del Kremlin, el cual estaba repleto de restricciones.
En consecuencia, aumentó el comercio ilícito, el contrabando y la corrupción. No fue sino en 1921 cuando se relajaron estas rígidas normas con la Nueva Política Económica, con la que se intentó remediar la situación.
La autogestión de las empresas del Estado, realizada por el campesinado y el proletariado, hizo que las mismas terminaran en la quiebra o que produjeran menos que cuando estaban en manos privadas.
La producción se redujo drásticamente, con una capacidad industrial que para 1921 solo era del 20% y con salarios que en su mayoría ni siquiera se pagaban con dinero sino con bienes.
Para más inri, el colapso de la economía soviética fue mayor cuando el comunismo de guerra experimentó crudas hambrunas en las que fallecieron millones de personas. Las requisas y el racionamiento del Estado a las granjas colectivas daban más comida al ejército y a Moscú que a la población civil, que pasó hambre.
En más de una ocasión esto fue motivo de levantamientos internos en Rusia, en los que se rechazaron las políticas centralistas y se exigieron medidas más justas para el pueblo. Pero fueron aplastadas con todo el poder del ejército, hasta que prácticamente no hubo más.
Referencias
- Christian, D. Imperial and Soviet Russia. Londres: Macmillan Press Ltd.
- Davies, R.W., Harrison, M. y Wheatcroft, S.G. The Economic Transformation of the Soviet Union, 1913-1945. Cambridge: Cambridge University Press.
- Kenez, P. A History of the Soviet Union from the Beginning to the End, 2ª edición. Cambridge: Cambridge University Press.
- Richman, S. War Communism to NEP: The Road From Serfdom. Journal of Libertarian Studies.