¿Qué fue la Segunda Guerra Mundial?
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto bélico en el que participó una gran parte de los países del mundo, entre 1939 y 1945, enfrentados en dos grandes bloques militares: los Aliados y las potencias del Eje. Culminó con el triunfo de los Aliados.
Este conflicto está considerado como el más sangriento de la historia. Los historiadores calculan que fallecieron entre 50 y 70 millones de personas, un 2,5% de la población mundial.
Entre los episodios más terribles destacan el bombardeo sobre población civil en numerosas ciudades, el Holocausto o las bombas atómicas lanzadas sobre Japón.
El final de la Segunda Guerra Mundial dio lugar a un mundo totalmente diferente. Dos grandes superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, se repartieron las áreas de influencia, dando lugar a la Guerra Fría.
Gran Bretaña y Francia perdieron poder, a pesar de estar entre los vencedores, y Alemania, aunque dividida, consiguió recuperarse en pocos años.
Antecedentes
Tratado de Versalles
El Tratado de Versalles determinó cómo iba a quedar Europa tras la Primera Guerra Mundial. Aunque a las reuniones acudieron hasta 32 países, el acuerdo fue obra de los Estados Unidos, Inglaterra y Francia.
Los historiadores coinciden en que las indemnizaciones impuestas a Alemania, como país derrotado, influyeron decisivamente en la llegada del siguiente conflicto mundial. No solo fueron pérdidas territoriales, sino también gravosas indemnizaciones económicas.
Por su parte, Italia se sintió humillada por el Tratado. A pesar de haber formado parte de la coalición victoriosa, casi ninguna de sus reivindicaciones fueron atendidas.
República de Weimar
La llamada República de Weimar, el régimen político surgido en Alemania tras la I guerra, se veía superado en todos los frentes. La inflación alcanzó niveles altísimos y arruinó a parte de la clase media.
Por otro lado, aparecieron numerosos grupos paramilitares voluntarios, especialmente los freikorps.
El país sufría de una gran inestabilidad, con constantes levantamientos de grupos obreros e izquierdistas. Estos eran reprimidos con violencia por los freikorps, muchas veces con la colaboración del gobierno.
La población general reclamaba estabilidad y orden, y pronto surgió un partido que prometía implantarlo y hacer de Alemania una gran potencia de nuevo.
Hitler
En 1923, el Partido Nacional Socialista de Adolf Hitler, siendo aún muy pequeño, había intentado dar un golpe de estado. Ese intento acabó con el partido ilegalizado y Hitler en la cárcel.
La década de los 30 comenzó con una terrible situación económica. La República de Weimar no era capaz de mantener el orden y los conflictos se intensificaban.
El Partido Nazi aprovechó el descontento de la población. Sus propuestas iban dirigidas a que Alemania recuperara su poderío militar. Culpaba de la situación del país a los comunistas dirigidos por extranjeros, a los judíos y a los Aliados.
Prometían, además, recuperar los territorios perdidos y ampliar sus fronteras hasta asegurarse lo que llamaban Lebensraum, el espacio vital.
Con estas ideas se presentaron a las elecciones de 1932, logrando un 33,1% de los votos, siendo el partido más votado. Hitler fue nombrado canciller y el presidente le encargó formar gobierno. El incendio del Reichstag, al año siguiente, dio la excusa para declarar el estado de excepción e ilegalizar a los comunistas, sus principales rivales.
Tras esto, Hitler volvió a convocar elecciones, consiguiendo un 43,9% de los votos. En pocos meses acabó con las estructuras democráticas e instauró una dictadura.
Fascismo de Mussolini
En Italia había tomado el poder un partido que fue la inspiración para el de Hitler. Era el Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini, que se proclamaba nacionalista, expansionista y militarista. En 1936, Italia invadió Etiopía y en 1939, Albania.
Mussolini, al igual que Hitler, pretendía expandir las fronteras italianas. Una vez alcanzado el poder, acabó con las libertades individuales y eliminó a sus opositores. Firmó con Alemania los Pactos de Acero.
Pacto Ribbentrop-Mólotov
A pesar de las aparentes diferencias ideológicas y de la represión que Hitler había desatado contra los comunistas, Alemania y la URSS firmaron un pacto de no agresión. En el acuerdo, también se repartían las áreas de influencia en Europa Central.
El Pacto permitió a Alemania centrarse en preparar la guerra sin preocuparse, en principio, por el frente oriental.
Japón
Lejos de Europa, Japón fue el protagonista de la llamada Guerra del Pacífico. Era un país fuertemente militarizado.
A finales del siglo XIX, los japoneses dieron muestras de sus intenciones imperialistas atacando y derrotando a China. La intervención de Rusia y de las potencias occidentales impidió que se anexionaran parte del territorio conquistado. Poco después, Japón consiguió derrotar a Rusia en otra guerra y afianzarse como gran potencia asiática.
En los años 30, el empuje japonés era casi imparable: en 1931 invadió Manchuria y convirtió la región en un protectorado.
La Sociedad de Naciones condenó el hecho, pero Japón se limitó a abandonar la organización. En 1937, dio comienzo una nueva guerra con China. Gran Bretaña y Estados Unidos reaccionaron apoyando a los chinos, con embargos comerciales que afectaron enormemente a los japoneses.
¿Dónde se desarrolló la Segunda Guerra Mundial?
La Segunda Guerra Mundial tuvo dos frentes geográficos principales: Europa y el Pacífico. En el primer caso, la fecha de inicio se suele marcar en 1939, con la invasión de Polonia por Alemania.
En el Pacífico, el conflicto entre Japón y China había comenzado en 1937, aunque fue el ataque a Pearl Harbour (EE.UU.) en 1941, lo que acabó por globalizar los enfrentamientos. Este ataque fue en respuesta a las sanciones recibidas por Japón.
Causas de la Segunda Guerra Mundial
Las causas de la Segunda Guerra Mundial fueron una combinación de diferentes acontecimientos sociales, políticos y económicos ocurridos en las décadas anteriores.
Primera Guerra Mundial y el Tratado de Versalles
El final de la Primera Guerra Mundial cambió el mapa de Europa. La firma del Tratado de Versalles, con el que se cerraba dicho conflicto, reordenó las fronteras europeas. Esos cambios provocaron resentimiento en algunos países, deseosos de volver a recuperar los territorios perdidos.
Por otra parte, las indemnizaciones que Alemania debía pagar fueron consideradas como una humillación por la mayoría de su población. A esto se sumó la imposición de desmilitarizar el país, pues el Tratado imponía una gran reducción de su ejército.
Crisis económica
Aunque la Crisis del 29 y la Gran Depresión fueron fenómenos globales, Alemania sufrió enormes problemas económicos. El pago de indemnizaciones de guerra se unieron a la pérdida de tejido industrial. La hiperinflación de los años 30 provocó la ruina de buena parte de la clase media y alta.
Esto, además de otras consideraciones, propició la aparición de ideologías que propugnaban la vuelta a la Gran Alemania y culpaban al “otro” (ingleses, comunistas, judíos…) de lo que ocurría.
Surgimiento del fascismo
El fascismo, fundado en Italia por Benito Mussolini, propició la aparición de líderes como Hitler, totalitarios, antidemocráticos y ultranacionalistas.
Hitler también unió a su ideología un gran componente racista. Los nazis propugnaban la superioridad de la raza aria y su derecho a dirigir a las consideradas inferiores.
Colonialismo e imperialismo
En Japón también existía una marcada creencia en su superioridad frente a otros pueblos asiáticos. Su sociedad, militarizada y jerarquizada, provocó parte de su política imperialista.
Por otra parte, la mezcla de intereses económicos y de consideraciones étnicas hizo que algunos países lucharan por aumentar las colonias o crear imperios. Esto chocaba con otras naciones, lo que aumentaba la tensión prebélica.
Invasión de Polonia
El 1 de septiembre de 1939, los alemanes invadieron Polonia, iniciándose formalmente la Segunda Guerra.
Bandos en la Segunda Guerra Mundial
Países Aliados
Entre los Aliados, los principales países fueron Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética. También Francia se incorpora a este grupo.
Se sumaron otras naciones: China, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Bélgica, Holanda, Polonia, Grecia o Noruega. Los países latinoamericanos entraron en el conflicto a partir del ataque a Pearl Harbour.
Países del Eje
Los tres principales países del Eje fueron Alemania, Italia y Japón. Algunos gobiernos de Europa del Este apoyaron al principio a los nazis, como ocurrió en Rumanía, Hungría o Bulgaria.
Aparte, contaron con el apoyo de Serbia, Tailandia y Finlandia. Por último, Libia, Etiopía y otros países, que eran colonias italianas, también aportaron tropas al conflicto.
Fases de la Segunda Guerra Mundial
La “guerra relámpago”
La primera fase del conflicto es conocida como “guerra relámpago”. Polonia fue invadida en un mes por Alemania, aunque la parte oriental del país quedó en manos de los soviéticos, gracias al Pacto de no agresión firmado con los nazis.
Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Alemania, pero hasta marzo de 1940 no tomaron ninguna iniciativa bélica.
Por su parte, Alemania ocupó en pocos días, en abril de ese año, Noruega y Dinamarca. La intención era asegurarse el hierro que producían ambos países nórdicos, fundamental para la industria bélica.
El siguiente paso de Hitler fue mucho más ambicioso. En mayo lanzó una ofensiva contra Francia. A pesar de la potencia militar de los franceses, en menos de un mes, todo el país quedó en manos nazis.
El 14 de junio las tropas nazis entraron en París. Francia quedó dividida en dos: una zona ocupada y otra con un gobierno colaboracionista (gobierno de Vichy).
La rapidez de esas campañas originó el nombre “guerra relámpago”. En solo nueve meses, Hitler había ocupado gran parte de la Europa continental. Solo Gran Bretaña quedaba para hacerle frente.
Bombardeos sobre Londres
Los nazis tenían la intención de acabar con la guerra rápidamente. Según los historiadores, Hitler estaba decidido a intentar la invasión de Gran Bretaña, pero sus generales le convencieron de que era imposible sin controlar antes el espacio aéreo.
Esto provocó que, durante varios meses, la batalla entre ambos países se desarrollara en el aire. Una de las tácticas usadas por ambos países fueron los bombardeos indiscriminados sobre las ciudades.
Los alemanes lanzaron miles de bombas sobre Londres y los británicos respondieron haciendo lo mismo sobre Berlín y otras ciudades alemanas. El resultado final favoreció a los británicos, que lograron frenar la invasión.
Mientras, Italia también había empezado a lanzar sus propios ataques. Mussolini intentó ocupar Grecia, pero fue rechazado por griegos y británicos. Esto obligó a Hitler a dedicar tropas a ayudar a su aliado.
A partir de abril de 1941, nuevas operaciones rápidas permitieron a las tropas alemanes controlar Yugoslavia y Grecia, haciendo que los británicos se retiraran.
El frente ruso
El Pacto firmado por Alemania y la Unión Soviética se desmoronó pronto. Stalin había aprovechado la guerra para anexionarse Estonia, Letonia, Lituania y el sur de Finlandia, lo que chocó con los deseos de Hitler.
Hitler, ferozmente anticomunista, comenzó a preparar la Operación Barbarroja con el propósito de invadir la URSS. El 22 de junio de 1941, los alemanes penetraron en territorio soviético por tres zonas diferentes y Stalin firmó un nuevo tratado con los británicos.
En el plano militar, los soviéticos comenzaron a aplicar la táctica de tierra arrasada.
Aunque los primeros movimientos alemanes fueron un éxito, pronto su avance se ralentizó. El invierno atrapó a las tropas nazis sin que estuvieran preparadas. Las temperaturas alcanzaron los -32° C, matando a miles de soldados y paralizando la ofensiva.
Los alemanes, no obstante, consiguieron aguantar hasta la primavera. En septiembre de 1942 llegaron a las puertas de Stalingrado, donde tuvo lugar el asedio más duro y feroz de toda la Segunda Guerra Mundial.
Tras meses de batalla, los alemanes se rindieron el 2 de febrero de 1943, lo que cambió el curso de la guerra.
Pearl Harbour
Mientras los alemanes invadían la Unión Soviética se produjo otro acontecimiento vital para el resultado de la guerra: la entrada de los Estados Unidos en el conflicto. En un primer momento fue neutral, aunque apoyó de manera encubierta a los aliados permitiéndoles comprar armas a crédito.
Japón había firmado un tratado con Alemania e Italia en 1940. Dentro de su campaña expansionista, había ocupado varias colonias francesas, británicas y holandesas. Además, su imperialismo iba en contra de los intereses comerciales estadounidenses, que respondieron imponiendo severas sanciones económicas y comerciales.
El imprevisto ataque japonés a la base naval estadounidense de Pearl Harbour destruyó parte de la flota norteamericana y provocó que EE.UU. declarara la guerra a Japón y, poco después, a Italia y a Alemania.
A principios de 1942, la situación parecía favorable a los japoneses. Habían conquistado Singapur, Indonesia, Birmania y Filipinas, pero durante el verano de ese año la situación cambió completamente.
Los estadounidenses vencieron en la batalla de Midway, hundiendo todos los portaaviones enemigos.
A partir de ese momento, la derrota japonesa fue solo cuestión de tiempo. Sin embargo, la resistencia feroz de los nipones alargó el conflicto durante meses.
Derrota del Eje
Los Aliados, en pleno avance, organizaron una de las acciones más conocidas de la Segunda Guerra Mundial: el desembarco de Normandía. Tuvo lugar el 6 de junio de 1944 y, pese a las bajas, permitió a sus tropas penetrar en Francia desde las playas del noroeste.
El 1 de agosto el frente alemán se hundió. Días después, el 25 de agosto, París fue liberada. Mientras, por el este, los soviéticos iniciaron una ofensiva que liberó Polonia, Rumania y Bulgaria.
Muerte de Hitler
A pesar de estas derrotas, Hitler no se rindió. Hasta el final estuvo esperando unas supuestas armas secretas que cambiarían la guerra.
A comienzos de 1945, su intento de contraataque en las Ardenas fracasó y el camino hacia Berlín quedó abierto para los aliados. Los soviéticos llegaron primero, pero Hitler ya se había suicidado.
En 2018, un equipo forense francés analizó los restos de Hitler conservados en Moscú, y comprobó que eran del líder nazi. Esto desmiente los rumores (deliberadamente regados por los soviéticos, como arma de propaganda) de que Hitler hubiese huido a Argentina.
Bombas nucleares
Las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre Hiroshima (6 de agosto de 1945) y Nagasaki (9 de agosto) aceleraron la rendición de Japón.
El 15 de agosto, el emperador Hirohito se rindió. La firma fue el 2 de septiembre, en un acorazado estadounidense. Japón quedó, en principio, gobernado por los vencedores.
Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
Devastación de Europa
Los bombardeos y las conquistas de ciudades dejaron al continente europeo totalmente devastado. Tras la guerra, la inversión económica para reconstruir fue inmensa y Estados Unidos, con su Plan Marshall, fue uno de los contribuyentes más destacados. Esto también le valió para ganar influencia y convertirse en la gran superpotencia mundial.
Además de los daños materiales, se calcula que entre 50 y 70 millones de personas fallecieron durante el conflicto. La mayoría, civiles.
Dos bloques y Guerra Fría
Estados Unidos y la Unión Soviética aparecieron como grandes potencias globales, aglutinando a su alrededor al resto de países. La competencia era ideológica, económica y militar.
Esta situación se conoció como Guerra Fría. Los enfrentamientos entre las dos potencias se desarrollaban indirectamente, pero el temor a una catástrofe nuclear siempre estuvo presente.
El Holocausto
La política racista de Hitler afectó especialmente a los judíos. Con la denominada “solución final” se llevó a cabo un meticuloso plan de exterminio de los judíos en Europa. Se calcula que murieron cerca de seis millones en los campos de concentración o en otros lugares.
Además de los judíos, también padecieron estas políticas de exterminio pueblos como el gitano, los homosexuales y los comunistas.
Cambios geo-políticos
Todos los países del Eje perdieron extensiones de su territorio para pagar indemnización a los Aliados. Esto ocasionó un reordenamiento del mapa mundial. La URSS tomó países de Europa del Este e implementó el comunismo en estos territorios.
División de Alemania
Alemania quedó dividida en dos tras la guerra. La zona occidental, al principio controlada por Estados Unidos, Inglaterra y Francia, quedó después englobada bajo el paraguas estadounidense.
La parte oriental pasó a llamarse República Democrática Alemana y quedó bajo los soviéticos.
Nuevo orden jurídico y diplomático mundial
La Sociedad de Naciones fue sustituida por la Organización de Naciones Unidas. En esta, los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial (más China), cuentan con derecho a veto sobre las decisiones.
Además, se creó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el Pacto de Varsovia. Fueron dos tratados militares de defensa mutua, la primera controlada por EE.UU. y la segunda por la Unión Soviética.
Inicio de la descolonización
Las colonias de los países europeos aprovecharon la pérdida de poder de sus metrópolis para iniciar procesos de descolonización. En casi todos los casos, algunos de los grupos que pedían la independencia estaban controlados por una de las dos grandes potencias.
Crisis económica
Como consecuencia de un exorbitante gasto en poderío militar y recursos, los países protagonistas de la guerra fueron azotados por una fuerte crisis económica. Alemania, Francia e Inglaterra se declararon en bancarrota.
Esto a su vez provocó que Francia e Inglaterra tuvieran que renunciar a sus colonias (como India o Argelia).
Avances científicos y tecnológicos
– Química, aeronáutica y cohetes: se desarrollaron varios productos, como la goma sintética para la industria, el nylon (usado como material para los paracaídas, en su fabricación se utilizó mano de obra de prisioneros de los campos de concentración).
En el campo de la aeronáutica y balística, también se desarrollaron nuevos sistemas de propulsión para bombarderos y cazas.
Los sistemas creados para los cohetes autopropulsados fueron aprovechados después para avanzar en la carrera espacial.
– Matemáticas, cibernética e informática: los científicos crearon un nuevo campo en las matemáticas: la investigación operativa, con el que se trataban problemas de optimización complejos.
En el ámbito de la informática, la Segunda Guerra Mundial fue testigo del primer uso de ordenadores aplicados a la guerra. El ordenador alemán de Konrad Zuse se usó para la aviación. En Gran Bretaña, Coloso fue un ordenador digital construido para romper los códigos alemanes.
– El radar.
– Desarrollo de nuevos materiales, como los incorporados a los tanques.
– Fisión nuclear y la bomba atómica: desde diciembre de 1938, tras las investigaciones desarrolladas en Alemania sobre la fisión del uranio, la posibilidad de usar este proceso como arma militar se hizo evidente.
Todas las potencias comenzaron una carrera para crear la primera bomba atómica. Los alemanes parecían tener ventaja, pero fueron los estadounidenses los que se adelantaron. Las primeras bombas se lanzaron en agosto de 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki.
Referencias
- World War II. Obtenido de history.com
- World War II Fast Facts. Obtenido de edition.cnn.com