El virreinato de Nueva España duró tres siglos, desde 1521 hasta 1821. Este período comenzó con la conquista del territorio mexicano por Hernán Cortés, y culminó con la declaración de independencia de México, exactamente 300 años después.
La colonia mexicana suele dividirse en cuatro lapsos de estudio que abarcan desde el siglo XVI hasta 1821. Las etapas son las siguientes:
– El primer periodo abarca todo lo que sucedió en el territorio de Nueva España en el siglo XVI, desde la toma de Tenochtitlán en 1521 hasta 1600.
– El segundo periodo corresponde al siglo XVII, entre 1601 y 1700.
– El tercer periodo se refiere al siglo XVIII, desde 1701 hasta 1800.
– Y el cuarto y último periodo, denominado periodo de transición, comprende desde 1801 hasta la consolidación de la independencia mexicana, en 1821.
Durante el virreinato de Nueva España, este territorio fue gobernado por un representante del rey de España que poseía el título de virrey.
A lo largo de los 300 años de duración del virreinato, 63 virreyes gobernaron a los mexicanos en nombre del soberano español.
El virreinato fue un sistema de dominio indirecto, en el que se ejercía el poder a través de los caciques de cada tribu. De allí la importancia de la participación activa de los líderes indígenas dentro de la estructura política y económica del virreinato.
A su vez, para administrar la autoridad de los caciques indígenas, se instauró la figura del encomendero. Este cargo fue desempeñado por los conquistadores españoles, quienes se emplazaban en los territorios conquistados, y se encargaban de cobrar los impuestos en nombre del virrey.
Por cada uno de los antiguos señoríos indígenas se instituyó una encomienda. Los encomenderos tenían dos obligaciones principales.
La primera consistía en mantener a raya a los pueblos indígenas, ante posibles amenazas de revueltas. Por otra parte, también tenían a su cargo el proceso de evangelización de los pueblos indígenas.
El virreinato de Nueva España llegó a ser la jurisdicción política más poderosa de las posesiones americanas de España. Sus fronteras se expandieron paulatinamente desde el centro de México, hacia la península de Yucatán y la Florida, incluyendo Centroamérica y el norte de América del Sur.
En el centro político, económico y demográfico de esta vasta colonia estaba la cuenca de México, en cuyo medio estaba la Ciudad de México, construida sobre las ruinas de la capital mexica de Tenochtitlán.
Entre las actividades más productivas del virreinato de Nueva España destacaron los centros mineros de San Luis Potosí, Guanajuato e Hidalgo. También se contaba con centros de exportación de riquezas en los territorios insulares del virreinato.
Es igualmente destacable el desarrollo del arte y la cultura mexicana en cada uno de los siglos de duración del virreinato.
Las muestras artísticas de este periodo reflejan vestigios del estilo de vida de los habitantes de la colonia mexicana para entonces: sus costumbres, gustos gastronómicos, vestimenta y las expresiones artísticas a través de la pintura y la escultura.
Referencias
- Viceroyalty of New Spain. Recuperado de britannica.com
- Viceroyalty of New Spain (2011). Recuperado de epicworldhistory.blogspot.com.