La cura tibetana del ajo es un remedio natural para la salud utilizado durante cientos de años por los monjes budistas del Tíbet. Esta receta de la medicina tradicional tibetana sirve para disminuir los niveles de grasa del cuerpo o fortalecer el sistema inmune.
También es muy útil en el tratamiento de diversas enfermedades. En este sentido, un artículo de Bauer y Cekovska (2010) sobre las propiedades médicas del ajo, afirma que los tibetanos elaboraban recetas con esta planta para curar el dolor de estómago.
Al igual que los tibetanos, son muchas las culturas que han utilizado el ajo en la medicina tradicional; por ejemplo, la cultura china, la egipcia o la griega. Esta popularidad se debe a sus importantes beneficios para la salud. La única razón por la que el ajo ha sido detestado es por su fuerte olor, aunque este era utilizado para espantar a los malos espíritus.
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¿Qué propiedades tiene el ajo?
Las propiedades saludables del ajo están más que demostradas científicamente. Su capacidad para prevenir tantos tipos de enfermedades se debe a su alto contenido en vitaminas (vitamina B6, vitamina C, vitamina B1), nutrientes y sustancias antioxidantes.
Además los dientes de ajo cuando se cortan o machacan, desprenden una sustancia llamada alicina que tiene propiedades antifúngicas o antimicóticas y antibacterianas.
La medicina tradicional tibetana
Para entender el sentido de la cura tibetana del ajo, es necesario hacer algunos apuntes acerca de la tradición curandera del Tíbet.
La medicina tradicional tibetana también se conoce como medicina Sowa-Rigpa. Está basada en la religión y la literatura budista y tiene siglos de antigüedad. Esta tradición medicinal se sigue practicando en algunos países asiáticos como China o la India, incluso en algunas partes de Europa y América del Norte.
Esta medicina natural distingue tres sistemas o humores del cuerpo: Viento, Bilis y Flema. El primero está relacionado con la circulación sanguínea y el sistema nervioso; el segundo con el metabolismo, el hígado y todo lo referente al sistema digestivo; y por último, la flema se refiere a la estructura del cuerpo en sí.
En resumen, esta tradición, conformada casi como una ciencia por su bien establecido sistema, tiene un único objetivo, equilibrar los tres humores para prevenir el desarrollo de enfermedades.
Para evitar la aparición de dolencias y mantener el cuerpo equilibrado y saludable, esta tradición medicinal asiática hace uso de remedios naturales a base de hierbas y plantas, tales como la cura tibetana el ajo.
¿Cómo se prepara la cura tibetana del ajo?
Según escribe Emily Thacker en su libro Garlic: Nature’s Natural Companion, en el Tíbet, el ajo se pica y se fermenta con mantequilla y cereales para elaborar un medicamento que sirve para tratar muchas enfermedades diferentes.
-Receta de aceite de ajo
Ven. Rechung Rinpoche y Jampal Kunzang (1973) recogen en su libro Tibetan Medicine: Illustrated in Original Texts una receta médica casera, una especie de aceite de ajo (llamado en su nombre original como sGog-skya bo’i sman-mar). Esta medicina, según los autores, sirve para tratar todas las enfermedades del viento.
Es decir de la circulación de la sangre y el sistema nervioso, siguiendo la clasificación tibetana de los humores que componen el cuerpo. También es eficaz a la hora de tratar las dolencias relacionadas con la palpitación del corazón o problemas mentales, así como para conseguir una buena salud y una vida longeva. La receta es la que detallo a continuación:
Ingredientes
- 11 onzas (311 gramos) de raíces de la planta del ajo.
- 21 onzas (595 gramos) de mantequilla de yak, un buey que habita en las regiones montañosas de Asia y común en la zona del Tíbet.
- Agua.
- Cereales (no especifica cuál).
Preparación
- Se muelen las raíces de ajo hasta convertirlas en polvo.
- Se cuecen en agua hasta que ésta se evapora.
- Mezclar el ajo hervido con los más de 500 gramos de mantequilla de yak.
- Colocar la mezcla en un recipiente y dejar fermentar durante 21 días cubierto en granos de cereal.
-Otra receta
Otra receta medicinal del ajo alternativa, a la que sí que se le llama la antigua cura tibetana del ajo en distintas fuentes consultadas es la que expongo a continuación:
Ingredientes
- 12 onzas de ajo, preferiblemente orgánico (350 gramos).
- 1 taza de alcohol del 70% (libre de metanol y otras sustancias) para uso interno.
Preparación
- Poner el ajo crudo pelado y machacado en una botella o tarro de cristal.
- Cerrar de forma hermética y guardar en el frigorífico, donde debe reposar durante diez días.
- Filtrar el líquido con la ayuda de un paño de cocina o un colador. Al sacarlo de la nevera y filtrarlo, el brebaje debe haber adquirido un color verdoso o similar.
- Guardar en la nevera de nuevo y dejar reposar durante tres días más.
Una vez que haya pasado este tiempo, se puede decir que el potingue ya está preparado para iniciar las curas.
Tratamiento y posología
El mejunje realizado con ajo y alcohol debe consumirse en pequeñas dosis o gotas mezcladas con agua 20 minutos antes de las comidas principales del día (desayuno, almuerzo o comida y cena). Debe utilizarse un cuentagotas que también debe conservarse en frío en la nevera. La cura debe administrarse durante diez días como mínimo.
También es importante saber que esta cura solo es recomendable tomarla una vez cada cinco años. Aunque no adjunta ninguna razón científica que explique el por qué de esta frecuencia de consumo.
A continuación adjunto una tabla con las dosis recomendadas por día y por comida.
A partir del día 11, deben consumirse 25 gotas divididas en tres veces al día hasta agotar totalmente la preparación.
La cura tibetana del ajo solo debe tomarse cuando haya síntomas que requieran un tratamiento. Si estos persisten después de consumir el brebaje, es recomendable buscar la ayuda o el asesoramiento de un especialista, ya sea médico u homeópata, que hagan un estudio más detallado de las dolencias que se padecen y que puedan ofrecer otras alternativas eficaces.
Beneficios para la salud
Las propiedades para la salud de la cura tibetana del ajo están estrechamente vinculadas con los propios nutrientes y sustancias beneficiosas presentes en el ajo.
Algunos de los beneficios que aporta al organismo esta cura son:
– Ayuda a bajar de peso.
– Reducción de los niveles de grasa en el cuerpo y en la sangre.
– Disminuye los niveles de “colesterol malo” (LDL) en la sangre.
– Ayuda a limpiar el hígado, mejorando su funcionamiento.
– Mejora la circulación.
– Combate la acumulación excesiva de líquidos en el organismo.
– Es buena para los riñones
– Fortalece el sistema inmune y las defensas
– Controla la hipertensión, eliminándola.
– Tiene efectos antioxidantes
Estos beneficios tienen su explicación en la ciencia y en algunos de los componentes presentes en el propio ajo, como las vitaminas que actúan como antioxidantes. Algunos de las ventajas del ajo como el hecho de que ayuda a perder peso tiene que ver con su bajo nivel calórico.
También está presente en el bulbo del ajo la alicina, un principio activo, que actúa como un antibiótico natural. Esto explica que la cura tibetana de esta planta sea eficaz a la hora de hacer frente a algunas enfermedades.
Afecciones que puede mejorar
Entre las afecciones más comunes que pueden ser tratadas con esta antigua receta médica de los monjes budistas del Tíbet, están las siguientes:
– Obesidad.
– Isquemia.
– Sinusitis.
– Enfermedades del corazón.
– Dolores de cabeza.
– Trombosis cerebral.
– Artritis.
– Osteoartritis.
– Reumatismo.
– Gastritis.
– Hemorroides.
– Problemas oculares.
– Afecciones del oído.
– Arterosclerosis.
Algunas contraindicaciones para la cura tibetana del ajo
El consumo del ajo como un remedio natural es desaconsejable para aquellas personas que padezcan otras enfermedades, especialmente las cerebrovasculares o cardíacas, y éstas estén siendo tratadas con medicamentos anticoagulantes. Así lo advierte un estudio de Vicki Evans, perteneciente a la American Association of Neuroscience Nurses, y publicado en el año 2000 en el Journal of Neuroscience Nursing.
Según afirma este experto, hay que tener cuidado con algunos remedios naturales como el ajo o la hierba ginko, ya que repercuten en el uso de la warfarina. Ésta es un medicamento anticoagulante que se administra de forma oral que se emplea para evitar la formación de trombos en la sangre.
Otras contraindicaciones para el consumo de este potingue a base de ajo y alcohol son los problemas digestivos, tales como úlceras digestivas.
Por supuesto, tampoco deben someterse a esta cura aquellas personas que no puedan comer ajo crudo por recomendación médica.
Si padeces otra enfermedad o afección y estás sometido a un tratamiento médico, te aconsejo que no inicies esta cura hasta que no acabes dicho tratamiento o hasta que lo consultes con un profesional médico. De esta forma, evitarás interacciones entre ambas sustancias médicas que pueden resultar perjudiciales para tu salud.
En todo caso, si inicias las curas y observas algún problema o efecto secundario, interrumpe el tratamiento y acude a un profesional.
Referencias
- Chevallier, A. (2000). Natural health encyclopedia of herbal medicine. New York: DK Pub. Inc.
- Evans, V. (2000). Herbs and the Brain: Friend or Foe? The Effects of Ginkgo and Garlic on Warfarin Use. Journal of Neuroscience Nursing, 32(4), 229-232. doi:10.1097/01376517-200008000-00007.
- Petrovska, B., & Cekovska, S. (2010). Extracts from the history and medical properties of garlic. Pharmacognosy Reviews, 4(7), 106. doi:10.4103/0973-7847.65321.
- Rechung,V. & Kunzang, J. (1973). Tibetan Medicine: Illustrated in Original Texts. Berkeley and Los Angeles: University California Press.
- Thacker, E. (2009). Garlic: Nature’s Natural Companion. Ohio, USA: James Direct Inc.