¿Qué es el determinismo biológico?
El determinismo biológico es una teoría que sostiene que la conducta humana está determinada por los genes, es decir, que es un factor innato y heredado, que no cambia ni puede cambiar. Según esta teoría, la capacidad intelectual, la manera de responder y las posibilidades de desarrollo de cada ser humano están controladas por su información genética.
En este sentido, la sociedad no sería sino un fiel reflejo de la biología de sus integrantes. Los deterministas sostienen, entre otras cosas, que el racismo, la desigualdad social, la agresividad o las diferencias entre sexos, se deben a factores heredados, al igual que ocurre con las características físicas.
Los grupos sociales dominantes han pretendido utilizar el determinismo biológico para justificar el colonialismo, las desigualdades, el abuso en el ejercicio de su autoridad y perpetuar la opresión y el control sobre otros grupos sociales considerados inferiores.
Antecedentes históricos
Plasma germinal
Esta teoría, propuesta por August Weismann (1834-1914) en 1892, sostenía la existencia de dos tipos de células en los organismos pluricelulares. Estas células eran las somáticas y las germinales. Pero además afirmaba que la información contenida en el plasma germinal determinaba las características del organismo adulto.
Esta información era inalterable y nada podía afectarla, manteniéndose de esa manera sin cambio para la siguiente generación.
Eugenesia
La eugenesia, o eugénica, fue desarrollada por Francis Galton (1822-1911), primo de Charles Darwin (1809-1882). En esa época se sostenía que problemas como el alcoholismo, la criminalidad o los desórdenes sexuales eran caracteres heredables, así como las malformaciones físicas indeseables.
Para reducir o eliminar dichas taras (asociadas a clases bajas y/o a etnias minoritarias) surgió el control eugénico de la población. Uno de los mecanismos empleados fue la esterilización compulsiva de las personas consideradas genéticamente indeseables.
En 1904, Galton propuso la creación en Inglaterra de la “Eugénica nacional”, definida como el estudio de todos los medios sociales que permitieran afectar positiva o negativamente las cualidades raciales de las generaciones futuras, en el plano físico y en el mental, para lo cual se creó la Oficina de Registro Eugénico.
Poligenia
Es una teoría de mediados del siglo XIX, cuyos principales defensores fueron el anatomista francés Georges Cuvier (1769-1832) y el creacionista suizo-estadounidense Jean-Louis-Rodolphe Agassiz (1807-1873). El primero defendía la creencia de que la raza negra era inferior, y estaba en contra de cualquier afirmación de que todos los seres humanos tuviesen un mismo origen.
Agassiz, por su parte, iba más allá, y proponía que las diferentes razas humanas eran realmente subespecies o, más probablemente, especies distintas.
Esta creencia estuvo plasmada en la teoría de la existencia de distintas zonas de creación, que separaban a las especies o subespecies, y sus ancestros, según su distribución geográfica.
Craneometría
La craneometría es el estudio del volumen craneal interno (capacidad craneana) y su relación con el intelecto y el carácter. Los pioneros en este tipo de estudios fueron el estadounidense Samuel George Morton (1799-1851) y el francés Paul Broca (1824-1880).
La intención, nunca lograda, fue demostrar la supremacía de la raza blanca sobre otras razas, basada en una supuesta mayor capacidad craneana. A pesar de los resultados, dudosos y refutables, estos fueron utilizados para justificar el racismo y para impedir el derecho de las mujeres a ejercer el sufragio.
Heredabilidad del coeficiente intelectual (IQ)
Los investigadores estadounidenses H. H. Goddard, Lewis Terman y Robert Yerkes emplearon los tests de coeficiente intelectual para medir la habilidad mental. Estos tests fueron aplicados bajo condiciones no controladas, inconsciente o conscientemente.
Los resultados “demostraron” la supremacía, no solo de la raza blanca, sino de la raza blanca-estadounidense, y fueron usados para oponerse a la inmigración de personas de Europa oriental a los Estados Unidos.
También “demostraron” que los niños negros eran, por naturaleza, menos capaces que sus pares blancos para resolver problemas cognitivos. Debido a esto, ningún esfuerzo que se realizara a nivel educativo podría eliminar las diferencias entre estas dos razas.
Sociobiología
Con las teorías del gen egoísta y del gen altruista, la conducta humana pareciera escapar del libre albedrío del propio ser humano, y pasa a ser responsabilidad de sus genes.
La sociobiología surgió entonces como una disciplina híbrida de la sociología y la biología. Con ella, los científicos intentaron explicar la conducta humana desde un punto de vista que incluyera ambas disciplinas. Su principal obra está representada quizás por el trabajo Sociobiología: La nueva síntesis, de E.O. Wilson.
El determinismo biológico como teoría científica
Partiendo del principio de que tanto la capacidad intelectual, como la manera de responder y las posibilidades de desarrollo de cada persona son afectadas por sus genes, los deterministas han establecido varias conclusiones, entre ellas:
- En primer lugar, el éxito de las diferentes clases sociales, y de sus integrantes, se debe a una inteligencia diferencial innata, genéticamente controlada.
- En segundo lugar, las diferencias sociales raciales se deben a diferencias genéticas, que en este caso suministran ventajas a los blancos sobre los negros.
- Otra conclusión es que los hombres están genéticamente mejor adaptados que las mujeres para condiciones de peligro o ante eventuales daños, debido a que sus cromosomas tienen mejor capacidad de síntesis, racionalidad, agresividad y capacidad de liderazgo.
- Los factores hereditarios son los responsables de taras sociales, como la pobreza y la violencia extrema.
- También establece que el belicismo, la territorialidad, la religión, la dominación masculina, el conformismo, entre otros, han sido impresos en nuestros genes por selección natural.
Stephen Jay Gould (1941-2002), en su obra The Mismeasure of Man, analizó la historia del determinismo biológico, rebatiendo en primer lugar los antecedentes sobre los que ha construido sus cimientos esta teoría (craneometría, IQ, etc.).
Este mismo autor señaló tres problemas metodológicos que afectan en general a los trabajos sobre determinismo:
- La fascinación por medir y cuantificar los ha llevado a suponer que si a cualquier variable se le asigna un número, se le hace científicamente válida para ser evaluada en todos los contextos.
- La creencia de que cualquier cualidad es una variable válida, por el simple hecho de ser reconocida como tal (p. ej. la inteligencia).
- La presunción a priori de que todas las variables en consideración son heredables.
El determinismo biológico en animales
No existen trabajos científicos concluyentes que demuestren la existencia de determinismo biológico en animales. Sin embargo, algunos autores sugieren que en estos, tanto la orientación sexual como el comportamiento reproductivo están controlados genéticamente.
La orientación sexual y el comportamiento reproductivo están controlados por una misma hormona durante todo el desarrollo ontogénico. Adicionalmente, estas hormonas actúan sobre una misma región del cerebro para ambas variables. Estos hechos han sido usados para sugerir el determinismo biológico de la homosexualidad en humanos y animales.
Pero quizás las mejores pruebas de la inexistencia del determinismo biológico, pueden encontrarse precisamente en los animales, más específicamente en los insectos sociales.
En las abejas, por ejemplo, todos los individuos al nacer tienen las mismas posibilidades de desarrollo. Sin embargo, al llegar a la adultez, la gran mayoría se desarrollarán como obreras, y unas pocas, muy pocas, como reinas.
El destino final de las larvas no está determinado genéticamente. Al contrario, una alimentación “especial” les permitirá desarrollarse como reinas. Por otro lado, una alimentación “normal” las llevará a ser simples obreras. Esto indicaría que el ambiente, y no los genes, modificaría el futuro de las abejas.
Referencias
- J. Balthazart. The Biology of Homosexuality. Oxford University Press.
- S.J. Goul. The Mismeasure of Man. W.W. Norton & Co.
- G.E. Allen. The Roots of Biological Determinism. Journal of the History of Biology.