¿Qué es el diamante de Porter?
El diamante de Porter es un método económico aplicado a las empresas que aumenta su beneficio en los mercados globales.
Se trata de un esquema gráfico en el que se relacionan los índices microeconómicos que afectan el desarrollo de una unidad económica, para que esta sea más competitiva.
Fue desarrollado por el economista Michael Porter en 1990. La idea estaba concebida inicialmente como método de desarrollo de países, sin embargo, Porter se dio cuenta de que era aplicable a las empresas y en pequeñas áreas, como regiones o comunidades.
El diamante de Porter analiza las ventajas competitivas o las razones de por qué no se tienen.
Los cuatro componentes del diamante de Porter
Se le llama diamante porque la estructura tiene forma romboidal. Establece cuatro componentes básicos para el análisis de las ventajas competitivas.
Condiciones de los factores
En este elemento, la escasez es una fuente principal de ventajas competitivas. La abundancia genera una actitud complaciente, mientras que las desventajas selectivas mejoran el éxito de una industria, ya que se invierte más en la innovación.
En su estudio de la Ventaja Competitiva de las Naciones, demostró que las naciones más ricas son las más innovadoras y creativas.
Los factores de producción son comunes a todas las estrategias económicas, mano de obra, recursos, capital e infraestructura.
Porter rompe con la teoría clásica donde el comercio se basa en factores de producción. Los factores de producción con los que cuenta una empresa no vienen dados, sino que deben crearse mediante la innovación, generando factores de producción avanzados y especializados de la industria en la que se opera.
Los factores de producción se agrupan en categorías genéricas como:
– recursos humanos,
– recursos físicos,
– conocimiento,
– capital,
– infraestructura.
La mezcla de estos factores es lo que propicia la ventaja competitiva, dependiendo de la eficiencia y efectividad.
Debemos distinguir entre factores básicos y avanzados. Los básicos son aquellos comprendidos en el entorno (recursos naturales, clima, geografía, etc.). Estos se obtienen de forma pasiva, y la inversión, privada o social, es relativamente pequeña.
Para que una empresa triunfe interesan los factores avanzados, personal cualificado, infraestructura digital, etc. Estos factores son los que permiten construir la ventaja competitiva.
Son escasos y difíciles de conseguir, pues si no todas las empresas triunfarían y no tendrían ventaja competitiva. Se crean a través de factores básicos.
Condiciones de la demanda
Se basa en la composición de la demanda interior, su magnitud y pautas de crecimiento, y los mecanismos mediante los que se transmiten las preferencias de la demanda nacional a otros países.
La composición de la demanda permite que las empresas generen su mercado, dando respuesta al consumidor. Para conseguir la ventaja competitiva, analizamos la distribución de la demanda: si está formada en pequeños núcleos o en grandes aglomeraciones.
También debemos tener en cuenta el nivel de los compradores o si estamos fabricando un producto con características más importantes donde se requiera un nivel de conocimiento y entendimiento.
Destacar las necesidades precursoras de la compra. Si las empresas fabrican un producto que cubre una necesidad básica para los consumidores, este se hará con un mayor control de la demanda del mercado.
Debemos tener en cuenta el ratio de crecimiento de la demanda, ya que puede llevar a crear economías de escala. Las economías de escala son aquellas en que el aumento de la producción incrementa el coste a una tasa más pequeña.
También hay que valorar los compradores de que dispone la empresa: si son nacionales o internacionales.
Sectores afines y auxiliares
Para el beneficio de la empresa, hay que tener en cuenta las empresas que generen una competencia directa o que produzcan partes que necesitamos en nuestra cadena de producción.
Una empresa, si quiere obtener una ventaja competitiva, no intentará establecerse en un mercado en el que ya hay muchas empresas especializadas en el sector. Los costes de entrada al mercado pueden ser elevados, lo que se conoce como barreras de entrada.
Para operar en un mercado en el que ya existen muchos competidores, se necesita realizar una gran inversión para alcanzar el nivel de infraestructuras y desarrollo de estos.
Si una empresa no tiene proveedores que le suministren lo necesario, parará su cadena de producción y no será competitiva ni rentable.
Estrategia, estructura y rivalidad de la empresa
Este punto trata sobre la intensidad con la que el mercado obliga a competir a las empresas de forma agresiva, innovadora y global.
La rivalidad entre empresas ayuda a que estas intenten expandirse con rapidez en mercados donde estos patrones no existen.
Las estructuras organizacionales de las empresas varían de un país a otro, pero las empresas que mayor éxito alcanzarán, serán las que el entorno les proporcione fuentes de ventaja competitiva.
Por ejemplo, la política laboral que siga un gobierno, determinará también la relación de los trabajadores hacia la empresa, y viceversa. En conclusión, la empresa es un organismo vivo que depende de su entorno para sobrevivir.
Dentro de una empresa, pero también dentro de una nación, se establecen metas y objetivos que se quieren conseguir. Para alcanzarlas, deben estar en concordancia con las ventajas competitivas de las que disponen.
Las metas que se ponen deben ser realistas y alcanzables, y la dirección debe encargarse de motivar a todas las partes de la empresa, para que estas metas se alcancen. Lo que lleva al punto de la estrategia, que tiene que ser clara, con una comunicación fluida dentro de la propia empresa.
Añadidos al diamante de Porter
Pese a que la teoría original del diamante de Porter se centraba en cuatro pilares, algunos estudios añaden otras dos características más que podrían incluirse en la ventaja competitiva.
Gobierno
El modelo de gestión de los recursos que impone un gobierno puede afectar directamente a la organización empresarial. También influye a través de donaciones e inversiones en determinados campos para la innovación y el desarrollo.
No siempre el gobierno favorece a las empresas invirtiendo en I+D+i, aunque está más que demostrado que ayuda al desarrollo de la economía nacional.
Esta característica no se valora tan frecuentemente en países desarrollados, ya que la mayoría cuenta con gobiernos democráticos para la creación de leyes. Sin embargo, si la intención es invertir en un país en vías de desarrollo, la coyuntura política es un gran factor a tener en cuenta.
Muchos gobiernos que sufren golpes de estado realizan privatizaciones de empresas situadas en su territorio, o modifican la ley a su antojo para convertirse en un mercado proteccionista, y no ayudan a empresas extranjeras.
Azar
Por mucha planificación que se haga, existen eventos no sujetos a ningún tipo de regla o planificación. No solo son los cambios, por ejemplo, ambientales, que puedan desembocar en una catástrofe para la empresa.
También hablamos del azar al que estamos sometidos en cuanto a las acciones de nuestro rival.
El mercado tiene problemas de información, ya que los datos de empresas competidoras pueden ser sesgados. El azar hace que muchas innovaciones de los rivales puedan echar para atrás años de desarrollo en la propia empresa.
Referencias
- DUNNING, John H. (1993). Internationalizing Porter’s diamond. Management International Review.
- MURRAY, Alan I. (1988). A contingency view of Porter’s “generic strategies”. Academy of management review.
- PORTER, Michael (2007). Porter’s generic strategies.