¿Cuáles son las diferencias entre temperamento y carácter?
Las diferencias entre temperamento y carácter son varias e importantes, aunque estos dos conceptos suelen usarse de forma intercambiable, especialmente en el lenguaje coloquial.
El temperamento define los elementos más biológicos y genéticamente determinados sobre la forma de ser de las personas.
En cambio, el carácter se refiere a la asociación entre factores biológicos y elementos ambientales que participan en la conformación de los atributos personales de los individuos.
En este sentido, es habitual que tanto temperamento como carácter se utilicen como sinónimos de personalidad. No obstante, ninguno de los dos determina por completo la forma de ser de las personas.
Asimismo, temperamento y carácter no se refieren a los mismos constructos, ya que cada uno define aspectos concretos acerca de los atributos personales de los seres humanos.
Diferencias principales entre temperamento y carácter
1. Innato vs. adquirido
El temperamento se caracteriza por presentar una base innata, mientras que el carácter resulta un elemento adquirido.
En la actualidad, existe un elevado consenso en afirmar que la constitución de la personalidad depende tanto de factores genéticos como de factores ambientales.
Así pues, de forma general, se puede interpretar el temperamento como esa parte de la personalidad que procede de los elementos genéticos e innatos, y el carácter, de los factores ambientales y la relación del individuo con el mundo externo.
No obstante, es preciso tener en cuenta que el carácter no hace referencia únicamente a los elementos ambientales de personalidad adquiridos. De hecho, este componente abarca tanto los aspectos genéticos referentes al temperamento como los ambientales.
Por este motivo, se sustenta que el temperamento resulta un constructo innato y biológico, mientras que el carácter implica aspectos personales elaborados a través de la relación entre los componentes genéticos y los factores externos.
2. Biológico vs. social
En el mismo sentido que el punto anterior, temperamento y carácter se diferencian por presentar una base biológica y social, respectivamente.
El temperamento forma parte de la dimensión biológica del desarrollo de las personas. Esto quiere decir que constituye una serie de atributos acerca de la forma de ser, actuar y comportarse que pertenecen al desarrollo genético del ser humano.
En cambio, el carácter incluye tanto la dimensión biológica como la dimensión social de la persona. Así pues, el carácter puede interpretarse como una modulación y modificación del temperamento del individuo. Esta diferencia entre temperamento y carácter radica en su origen divergente ya comentado.
El temperamento nace y se desarrolla únicamente a través del genoma humano. En cambio, el carácter implica la presencia de una cierta modificación de los atributos genéticos mediante la relación del individuo con su entorno y su desarrollo con su contexto sociabilizador.
3. Genética vs. ambiente
Las dos diferencias anteriores pueden englobarse dentro de la dicotomía que describe y explica el desarrollo psicológico y mental de las personas: la genética y el ambiente.
En este sentido, en la conformación de la personalidad de los individuos, participan estos dos elementos.
Así pues, el temperamento permite ejemplificar los elementos de la personalidad que dependen directamente del desarrollo genético del individuo. Cada persona presenta una serie de genes que determinan, en cierta parte, su forma de ser.
La genética (el temperamento) conforma la base de la personalidad de las personas. No obstante, esta no se desarrolla únicamente a través de la constitución heredada, ya que el ambiente desempeña un papel importante.
Es en este momento donde aparece el concepto de carácter. Es importante tener en cuenta que el carácter no hace referencia únicamente a los estímulos ambientales o externos que se encuentran involucrados en la conformación de la personalidad.
Más bien, el carácter define un amplio componente mental que se deriva de las modificaciones que padece el temperamento a través del contacto con el ambiente que realiza el sujeto.
4. Estable vs. modificable
Otra diferencia relevante entre temperamento y carácter radica en su estabilidad. Es decir, en su capacidad de modificación y adaptabilidad al entorno.
Al estar originado por factores genéticos, el temperamento es un elemento altamente estable de las personas. Por este motivo, constituye la parte más inamovible de la forma de ser.
En este sentido, el temperamento es ese aspecto caracterial que se manifiesta de forma idéntica en distintas situaciones y que no presenta ningún tipo de modificación con el paso del tiempo.
En contrapartida, el carácter engloba una serie de atributos caracteriales mucho más inestables y modificables.
De hecho, su conformación depende de la relación del sujeto con el ambiente, por lo que dependiendo de cómo sea esta, el carácter adoptará una serie de atributos determinados.
En resumen, el temperamento es la base estable de la personalidad que depende de la genética, mientras que el carácter es una parte modificable de la forma de ser de las personas que depende del contexto.
5. Educable vs. no educable
En el mismo sentido que el punto anterior, el temperamento y el carácter se diferencian por su grado de “educabilidad”.
Al resultar un elemento estable e inamovible, el temperamento no es educable. Es decir, no se puede modificar y trabajar para que este mejore.
Las respuestas conductuales que dependen del temperamento están fuertemente involucradas con el componente genético del individuo, por lo que la intervención que se puede realizar es mínima.
En cambio, sucede todo lo contrario con el carácter. Este depende del contexto y, por lo tanto, resulta altamente educable.
Los modales, las pautas de comportamiento, las conductas aprendidas… Todos estos aspectos constituyen respuestas educadas que se desarrollan con la modificación del temperamento mediante el ambiente, es decir, forman parte del carácter de la persona.
6. Controlable vs. no controlable
Al resultar inamovible, inmodificable y “no educable”, el temperamento resulta también un elemento altamente incontrolable. Es decir, las respuestas conductuales y cognitivas que se basan en los aspectos biológicos de la persona suelen presentarse de forma automática.
En cambio, los atributos referentes al carácter sí que son controlables por la persona, por lo que esta resulta más o menos capaz de elaborar esos aspectos caracteriales que sean más de su agrado.
De forma general, la inhibición conductual, la represión o la adopción de conductas sensatas suelen estar guiadas por el carácter, en cambio, las respuestas más impulsivas e instintivas suelen estar sujetas al temperamento de la persona.
7. Genotipo vs. fenotipo
De forma general, temperamento y carácter pueden diferenciarse en el dúo genotipo y fenotipo que participa en el desarrollo de los seres humanos.
En este sentido, el genotipo es la clase de la que se es miembro según el estado de los factores hereditarios internos de un organismo, sus genes y por extensión su genoma.
Se basa en el contenido genético de un organismo y, por lo que respecta a la personalidad del individuo, se manifiesta mediante el temperamento.
El fenotipo, en cambio, es la clase de la que se es miembro según las cualidades físicas observables en un organismo, incluyendo su morfología, fisiología y conducta a todos los niveles de descripción.
Constituye las propiedades observables de un organismo, y en el campo de la personalidad se manifiesta a través del carácter.
8. Determinación genética
La determinación genética del comportamiento postula que la forma de ser de las personas se encuentra mayormente determinada por los atributos hereditarios del ser humano.
De este modo, los genes y el genoma humano resultarían elementos clave a la hora de determinar la personalidad de los individuos.
Estos aspectos se encuentran bien representados a través del temperamento, el cual indica una serie de atributos acerca de la forma de ser que se rigen únicamente por la determinación genética de las personas.
9. Intervención de la experiencia personal y el ambiente
El efecto del ambiente y la experiencia personal dentro del contexto es otra de las líneas de investigación acerca de la conducta humana.
Estos elementos no se encuentran representados dentro del temperamento, pero sí que adquieren su máxima expresión en el carácter.
El carácter pone de manifiesto que los atributos genéticos de las personas pueden verse sometidos a modificaciones y, por lo tanto, la forma de ser de los sujetos depende de los efectos que causen los factores ambientales en el temperamento.
10. Adquisición de hábitos
Finalmente, la adquisición de hábitos es otro aspecto que permite diferenciar el carácter del temperamento.
De hecho, muchas investigaciones han puesto de manifiesto que el carácter se forma a través de la conjunción del temperamento con los hábitos aprendidos en el ambiente.
Finalmente, la conjunción entre carácter (temperamento y hábitos aprendidos) con el comportamiento, daría lugar a la personalidad.
Referencias
- The Oxford Handbook of Clinical Psychology. Oxford University Press.
- Sadock, B. (2010). Kaplan & Sadock manual de bolsillo de psiquiatría clínica. Barcelona: Wolters Kluwer.