¿Qué son las dimensiones de la sustentabilidad?
Las dimensiones de la sustentabilidad en su concepción original abarcaban lo ecológico o ambiental, lo social y lo económico. Estas dimensiones constituyen lo que se denominó el Triángulo de la sustentabilidad, según el cual debería lograrse un equilibrio dinámico entre estas dimensiones.
Ya que no es posible alcanzar un desarrollo sustentable o sostenible si se impacta negativamente el ambiente, hay conflictos sociales o pérdidas económicas. La idea central es lograr un tipo de desarrollo donde prospere la economía en términos de satisfacer las necesidades sociales.
Además esto debe lograrse en un marco de justicia, así como la equidad necesaria para reducir los conflictos sociales. Al tiempo que no se impacte irreversiblemente al ambiente, manteniendo funcionales los sistemas ecológicos.
Sin embargo, a medida que se ha ido desarrollando el pensamiento del desarrollo sustentable, se ha planteado la necesidad de considerar otras dimensiones. Se plantea entonces considerar la dimensión cultural, entendiendo que las peculiaridades culturales de cada sociedad inciden en su desarrollo.
Igualmente, se señala el papel de la dimensión política, porque se requieren instituciones y acuerdos fundamentales para encaminar el desarrollo por la vía sustentable. Asimismo, la dimensión tecnológica es la que puede permitir reducir el impacto ambiental negativo al tiempo que permite un crecimiento económico.
Finalmente hay quienes agregan la dimensión geográfica, que se expresa en la necesidad de un desarrollo planetario, restringido a determinadas regiones. De tal manera que la sustentabilidad ha ido creciendo en complejidad, al agregar nuevas dimensiones que inciden en su logro.
¿Cuáles son la dimensiones de la sustentabilidad?
Dimensión ecológica o ambiental
Aunque no se puede hablar de jerarquías en lo referente a dimensiones de la sustentabilidad, lo cierto es que lo ecológico es la motivación central, debido a que fue la conciencia del grave impacto sobre el ambiente del desarrollo, lo que impulsó la teoría.
Desde la obra pionera La primavera silenciosa de Rachel Carson en 1962, la sociedad ha ido incrementando el conocimiento y comprensión de este problema. Y se ha logrado entender que todo desarrollo que no incluya mantener el equilibrio ecológico, a la larga será catastrófico.
De hecho, hoy se viven las consecuencias de un desarrollo lineal incontrolado, basado en la falsa creencia de la posibilidad de un crecimiento ilimitado. Esto se expresa en fenómenos como el Calentamiento Global, la pérdida masiva de biodiversidad, la desertización y otros.
Dimensión económica
Una visión unidimensional del desarrollo no es viable y esto se expresó inmediatamente en el choque entre lo ecológico y lo económico. Sobre todo considerando que la sociedad funciona con un sistema capitalista, cuyo motor es el incremento constante de la tasa de ganancia.
Por tanto, la dimensión económica tiene que formar parte ineludible en cualquier propuesta de desarrollo sustentable. No es viable un desarrollo que proteja al ambiente, pero que cause serios desequilibrios económicos, generando pérdidas sustanciales.
Esto traería como consecuencia una caída de la inversión, desempleo y se estancaría la economía. Incluso, hoy en día la principal limitante para alcanzar un desarrollo sustentable son los intereses económicos.
Sin embargo, tampoco es viable un desarrollo como el que hasta ahora se ha planteado, donde pase lo que pase, lo importante es generar ganancias. De tal forma, que es necesario lograr un crecimiento económico que impacte lo menos posible al ambiente.
Dimensión social
Si se da un desarrollo con crecimiento económico y de bajo impacto ambiental, pero con desequilibrios sociales, su sustentabilidad estaría comprometida. Esto debido a que aquellos sectores sociales marginados de los beneficios económicos, provocan desequilibrios tanto económicos como ecológicos.
De hecho, a diario se manifiestan las convulsiones sociales, guerras y otras alteraciones que inciden en la economía y en el ambiente. Por otra parte, una población con hambre tiende a sobreexplotar los recursos naturales, pasando por encima de áreas protegidas o categorías de especies amenazadas.
Mientras que una población educada, bien alimentada y con calidad de vida, nos acerca más a la posibilidad de una acción ciudadana responsable. Así como también está relacionada con una menor tasa de natalidad, ya que la sobrepoblación es uno de los aspectos a controlar en un desarrollo que aspire a ser sustentable.
De igual forma, esta dimensión aborda el otro extremo social, el del consumismo, derrochando recursos y generando enormes cantidades de recursos. Algunos autores llaman a esta la dimensión Humana, sin embargo el término “humano” abarca también las otras dimensiones de la sostenibilidad.
Dimensión cultural
Aquellos autores que agregan la dimensión cultural argumentan que cualquier desarrollo que aspire a ser sustentable debe considerar las particularidades culturales. Esto se ve apoyado en los profundos desequilibrios globales que están causando los llamados choques de civilizaciones.
Por tanto, todo desarrollo que aspire a ser sustentable, debe considerar las peculiaridades de cada cultura, al tiempo que debe lograr un equilibrio entre ellas.
Dimensión política o institucional
No es posible un desarrollo cuyo centro es alcanzar un equilibrio dinámico entre lo ecológico, lo económico, lo social y lo cultural, sin la política. Es decir sin los acuerdos fundamentales entre los actores de dicho desarrollo sustentable.
Por tanto, debe expresarse en instituciones nacionales e internacionales capaces de hacer funcionar los consensos básicos para lograrlo. Tan es así la importancia de esta dimensión, que actualmente, junto a los intereses económicos, es la traba fundamental para un desarrollo sustentable.
Esta situación se evidencia en las serias dificultades de cumplir acuerdos para la reducción del calentamiento global o de limitar actividades de alto impacto ambiental. Por otra parte, un desarrollo sustentable requiere de un ciudadano libre y consciente, capa de ejercer sus derechos políticos y el control sobre el Estado.
De igual forma, se necesitan instituciones sólidas que garanticen la aplicación de las leyes en pro de los objetivos del desarrollo sustentable. Solo sistemas realmente democráticos, con equilibrio de poderes y respeto a la voz ciudadana, pueden servir de base a este tipo de desarrollo.
Dimensión científico-tecnológica
El único camino posible para armonizar bajo impacto ambiental y crecimiento económico es con innovación científica y tecnológica. Por tanto, la ciencia y la tecnología se deben usar para posibilitar los procesos productivos en niveles de alta productividad, pero con bajo impacto ambiental.
De hecho, es la ciencia la que ha permitido evidenciar la necesidad de un desarrollo sustentable. Mientras que bien orientada, la tecnología en algunos casos ha permitido reducir los impactos negativos, al tiempo que promueve el crecimiento.
Solo la innovación tecnológica puede darnos las herramientas para poder satisfacer las necesidades sin alterar los equilibrios requeridos. Tecnologías limpias, asequibles y al servicio de todos.
Dimensión geográfica
Por último, se habla de la dimensión geográfica de la sustentabilidad, es decir el ámbito espacial en que se debe plantear el desarrollo sustentable. En este sentido, al armonizar las dimensiones anteriores ha surgido la idea de que el desarrollo ha de ser local en un contexto global.
El ámbito local indica que desarrollo debe considerar las dimensiones culturales, sociales, políticas, económicas y ecológicas en cada área para que sea sostenible. Pero al mismo tiempo, en un mundo globalizado ecológica, económica y políticamente, no es posible un desarrollo sustentable aislado.
Las decisiones políticas y económicas tomadas en una nación determinada y los impactos que se generan, inciden globalmente. Por ejemplo, aspirar un desarrollo sustentable en un país o región determinada, mientras gran parte del planeta se hunde en la miseria, no es viable.
Referencias
- Arrow, K. (1996). Economic growth, carrying capacity, and the environment. Ecological Applications.
- Dresner, S. (2002). The principles of sustainability, London: Earthscan Publications Ltd.
- Martinell, A. (Coord.) et al. (2020). Cultura y Desarrollo Sostenible. Aportaciones al debate sobre la dimensión cultural de la Agenda 2030, REDS, Madrid.
- Martínez Rodríguez, D. (2018). La dimensión cultural del desarrollo: su concepción en el trabajo comunitario. Estudios del Desarrollo Social.
- Riestra, J.L. (2018). Las Dimensiones del Desarrollo Sostenible como Paradigma para la Construcción de las Políticas Públicas en Venezuela. Rev. Tekhné.
- Seghezzo, L. (2009). The five dimensions of sustainability. Environmental Politics.