¿Qué es la dispersión de semillas?
La dispersión de semillas es un proceso que ocurre de manera natural que algunas plantas utilizan para esparcir las semillas y reproducirse sexualmente. Este procedimiento consiste en el movimiento y acomodo de las semillas con el único propósito de encontrar y buscar las mejores circunstancias para su crecimiento y desarrollo.
Dependiendo de la planta, sus condiciones óptimas para florecer serán distintas. Hay algunos tipos que no pueden estar cerca de otras plantas porque, entre ellas, se roban los nutrientes necesarios para el desarrollo, además de la luz.
Es importante mencionar que las semillas funcionan como un ente que permite el crecimiento y nacimiento de nuevas plantas y a su vez, de sus frutos.
Puede compararse con el nacimiento de un bebé humano, en donde la semilla se asemeja al embrión o la bolsa en donde guarda la nueva vida. Antes de producir frutos, una planta debe florecer y tener un tiempo de crecimiento determinado.
Cada semilla posee una estructura y una pequeña parte llamada diáspora y ella es la principal encargada de la dispersión de semillas. La diáspora varía dependiendo de la planta, y mientras en algunas puede ser del tamaño de una partícula de polvo, en otras puede llegar a pesar hasta 25 kilogramos.
La dispersión de semillas puede realizarse de distintas maneras y formas: por el viento, por el agua, por adhesión a animales o por digestión animal. También se produce por propulsión o movimiento propio de la semilla (autocoria).
Tipos de dispersión de semillas
Dispersión de semillas por el viento, o anemocoria
Este tipo de dispersión de semillas generalmente ocurre con aquellas que poseen un menor peso y son más ligeras. Como su nombre lo indica, son movidas por el viento y llevadas lo más lejos posible de la planta originaria.
En su estructura, este tipo de semillas poseen una especie de paracaídas que, al moverse, les permite volar y caer de una manera correcta.
Hay otro tipo de plantas que en vez de tener esos “paracaídas” en sus diásporas, poseen como una especie de alas que funcionan más o menos como un helicóptero.
La ventaja de este tipo de dispersión de semillas es que, realmente, pueden recorrer largas distancias.
Sin embargo, el problema está en que durante este proceso, pueden perderse bastantes semillas y caer en tierras infértiles, en donde al final no generarán frutos ni crecerán.
Un ejemplo de las plantas que poseen semillas dispersadas por acción del viento son los conocidos dientes de león y todas las plantas a la familia Asteraceae.
Dispersión de semillas por agua
Así como la dispersión por viento sucede en las semillas menos pesadas, la dispersión por agua ocurre específicamente en aquellas diásporas y plantas que posean un hábitat natural cerca de algún medio acuático, como estanques, ríos, playas.
Las plantas aprovechan su cercanía natural con el agua y la utilizan como herramienta natural para mover sus semillas y obtener un mejor crecimiento y desarrollo.
El proceso comienza cuando las plantas originales, las progenitoras, crean alguna semilla y esta cae al agua. La semilla queda flotando y moviéndose constantemente hasta que algún día alcance un medio en donde pueda crecer.
La desventaja de este tipo de dispersión es igual a la anterior: las semillas pueden llegar a una tierra infértil en donde simplemente no poseen los nutrientes necesarios para su desarrollo y morirán.
Un perfecto ejemplo de las plantas que realizan la dispersión de sus semillas por el movimiento del agua son los cocoteros.
Dispersión de semillas por animales, o zoocoria
Por otro lado, se encuentra la dispersión de semillas por ayuda y movimiento de los animales. Esto ocurre mayormente con los animales que son frugívoros (subgrupo de los herbívoros).
Su aparato digestivo procesa sin problemas el alimento, sin causar estragos en las semillas de estas frutas. Tiempo después son excretados y gracias a esto, se cumple el rol de moverse lejos de sus plantas “padres”.
Se considera que esta forma de dispersar las semillas es más segura que las anteriores y la planta tiene mayor probabilidad de supervivencia.
Otra forma de dispersar las semillas mediante la acción de los animales es cuando estas se adhieren a su pelaje, plumas o patas. Cuando el animal se mueve y vuela, lleva consigo las semillas y las deja lejos de donde las consiguió.
Las olivas o frutas carnosas (como el durazno, tomates, fresas, entre otras) son un ejemplo de las plantas que realizan la dispersión de sus semillas por zoocoria.
Esto se advierte claramente en las abejas y otros insectos, que cuando se posan sobre las flores para alimentarse con el néctar, se llenan de polen, que luego desperdigarán, asegurando así la supervivencia de la planta.
Dispersión de semillas por acción propia, o autocoria
Por último, hay un tipo de dispersión de semillas que se realiza por acción propia y sin ayuda de ningún tipo de fuerza externa. Esto se conoce como autocoria.
En estos casos, lo que sucede es que la planta, al madurar, explota como una especie de bomba, y a su vez, las semillas que poseen estos frutos, son llevadas lejos y con posibilidad de crecer, madurar y desarrollarse sin inconvenientes.
Generalmente, lo que sucede es que al crecer tanto los frutos, se acumulan fuerzas o una especie de tensión que le da toda la propulsión para “explotar” y enviar las semillas hacia otras partes.
Un ejemplo de este tipo de dispersión de semillas suele ser la conocida planta de pepinillo del diablo, en donde ocurre el proceso descrito, y su crecimiento se origina luego de que la planta original envía las semillas muy lejos para evitar el robo mutuo de nutrientes.
Es uno de los casos más fascinantes de lo que puede realizar la naturaleza sin intervención de ningún agente externo.
Referencias
- Cain, M. L., Milligan, B. G., & Strand, A. E. (2000). Long-distance seed dispersal in plant populations. Recuperado de amjbot.org.
- Howe, H. F. (1986). Seed dispersal by fruit-eating birds and mammals. Seed dispersal. Recuperado de books.google.com