La ecología del paisaje es la disciplina que surge de la interacción entre la geografía física y la biología. En ella el paisaje puede ser definido como un área geográfica producto de la interacción de factores abióticos y bióticos, incluidos los antrópicos (humanos).
El término ecología del paisaje fue acuñado inicialmente por Carl Troll a finales de la década de 1930, y ya en 1968 tuvo lugar el primer simposio internacional sobre la disciplina. Sin embargo, fue a partir de la década de 1980 cuando alcanzó su auge con los trabajos de Forman, Godron y otros norteamericanos.
Esta disciplina considera el paisaje como un nivel de organización biológica superior al ecosistema, siendo la expresión de un conjunto de ecosistemas. Por otra parte, el paisaje tiene una existencia en términos de la percepción humana, es decir, es lo que se percibe del entorno.
Por tanto, la ecología del paisaje presta especial atención al papel del ser humano como agente transformador y receptor del paisaje. Se trata de un campo multidisciplinario que cuenta a nivel internacional con la Asociación Internacional de Ecología del Paisaje (IALE, por sus siglas en inglés).
Esta Asociación define el objetivo de la disciplina como el estudio de la variación espacial en los paisajes a diferentes escalas, así como el establecimiento de las causas y consecuencias de la heterogeneidad del paisaje en términos físicos, biológicos y sociales.
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Características de la ecología del paisaje
El paisaje es un área geográfica producto de una determinada combinación de ecosistemas que es percibida por el ser humano. El mismo es el objeto de estudio de la ecología del paisaje, en términos de sus atributos geográficos y biológicos.
Factores que conforman el paisaje
El paisaje es una unidad de nivel superior al ecosistema, ya que representa una combinación de ecosistemas. Por tanto, es el producto de la interacción de los atributos que le aportan los ecosistemas constituyentes.
Entre los factores abióticos son fundamentales el relieve y el clima, mientras que entre los bióticos están todos los organismos vivos que lo habitan, destacando la flora y la fauna.
Hoy en día, en la mayoría de los paisajes, aún en aquellos que llamamos naturales, también se agrega el ser humano como otro factor biótico. De hecho, una de las mayores fuerzas modeladoras del paisaje es la actividad antrópica, es decir humana.
Dimensión estructural o espacial del paisaje
Un paisaje se nos presenta como un mosaico territorial compuesto de una matriz formada por diversos componentes. En general la matriz corresponde al medio dominante, por ejemplo tierras agrícolas, suelo descubierto o el agua.
En tanto que los componentes pueden ser elementos vivos, como plantas formando bosques, afloramientos rocosos o islas en el mar. Los componentes ubicados sobre la matriz son denominados manchas o fragmentos.
Las manchas se conectan entre sí mediante corredores o rutas de conexión. A su vez las relaciones entre manchas y corredores definen la composición del paisaje y la configuración del paisaje. La primera referida a la variedad y abundancia de fragmentos en un paisaje, y la segunda a la distribución espacial de dichos fragmentos.
Dimensión funcional
El paisaje tiene una dimensión funcional, definida por los flujos de materia y energía que se llevan a cabo en el mismo, ya que en un determinado paisaje hay flujos de agua, viento, seres vivos y diversos materiales.
Igualmente, ocurren distintos procesos tanto naturales como sociales, dependiendo de su naturaleza. Entre los primeros destacan los ciclos biogeoquímicos, como los del agua y el carbono entre otros.
Mientras que entre los segundos están los procesos productivos humanos, como la agricultura, la vida rural o urbana en general. Por tanto, esta dimensión aporta un valor económico dados los efectos de todas estas funciones sobre la vida de las personas.
Dimensión temporal
Otra dimensión del paisaje es la temporal, que es muy relevante y está referida a los cambios que sufre con el tiempo. Dichos cambios pueden ser positivos o negativos tanto en términos de su funcionalidad, como en términos de los intereses antrópicos. Así, son las propias acciones humanas el mayor factor de cambio del paisaje, sobre todo debido a la contaminación.
Dimensión estética
Por otra parte, el paisaje tiene también una dimensión estética para el ser humano, teniendo un valor económico debido al turismo. Esta dimensión viene dada por el impacto psicológico que conlleva el paisaje sobre el ser humano.
Tipos de paisajes
Aunque existen tantos tipos de paisaje como campos de visión puede establecer el ser humano, en general se agrupan en dos categorías.
Paisajes naturales
Los paisajes naturales son aquellos donde ni su estructura ni sus funciones han sido alteradas sustancialmente por la acción humana. En términos generales, hoy en día es difícil dirigir la mirada y encontrar un paisaje terrestre donde el ser humano no haya llegado.
Sin embargo, se considera paisaje natural a cualquier área geográfica que no incluya ninguna estructura de origen antrópico. Igualmente, donde la estructura percibida no sea producto de la acción humana, así que por ejemplo, una plantación forestal no sería en estricto sentido un paisaje natural.
Paisajes antrópicos
Los paisajes antrópicos son producto de la intervención del ser humano, aunque incluyan elementos naturales. En estos, lo determinante es que su estructura haya sido definida en lo fundamental por la mano del ser humano.
En este sentido se habla de paisaje urbano, para referirse a la vista de una ciudad. Igualmente, un paisaje rural es un paisaje antrópico, en la medida en que incluye carreteras, granjas, corrales, cultivos y otros componentes de esta naturaleza.
Asimismo, se habla de paisaje cultural para hacer referencia a alguna estructura humana de especial valor cultural. Por ejemplo, una iglesia románica en medio de la campiña o una catedral en medio de una ciudad.
Método de estudio de la ecología del paisaje
La ecología del paisaje es un campo multidisciplinario, ya que amerita la participación de geógrafos, biólogos, ecólogos, geólogos y muchas otras disciplinas. Sus estudiosos buscan poner en evidencia los patrones y procesos que conforman el paisaje.
Delimitación de la estructura del paisaje
La ecología del paisaje busca conocer los componentes y funciones del paisaje, así como su transformación en el tiempo. Para ello lo reduce a sus componentes estructurales básicos, en términos de matriz, manchas y corredores.
Se define la matriz estableciendo la base del paisaje, que puede ser el suelo o una masa rocosa de una cordillera. Luego se delimitan las manchas, las cuales pueden ser masas boscosas aisladas o una gran área selvática.
Si es un paisaje rural, las manchas pueden incluir granjas, bosques, lagunas, cultivos. Finalmente se establecen las áreas abiertas que conectan en el espacio una mancha con otra, es decir los corredores.
Interesa principalmente el número de manchas y el número de hábitats que se establecen en el paisaje. El tamaño de las manchas, sus formas, la longitud de sus márgenes y su distribución en la matriz. En general, se busca establecer la diversidad y heterogeneidad de las manchas, así como su conectividad.
Análisis funcional
Se estudian y definen las distintas funciones que ocurren en el paisaje, los ecosistemas que lo conforman y las relaciones entre ellos. Los flujos de materia y energía entre las distintas manchas y el papel de los corredores entre ellas.
Dinámica temporal
La ecología del paisaje observa los cambios en las propiedades de los tres elementos fundamentales (matriz, manchas, corredores), así como sus efectos sobre los ecosistemas tanto en lo estructural como en lo funcional.
En este ámbito se enfoca principalmente en el aumento o disminución de hábitats o la fragmentación de los mismos. Asimismo en el aumento o disminución del número de manchas, al igual que su variación en tamaño o aumento del aislamiento de las mismas.
Importancia
La ecología del paisaje es una herramienta fundamental para el logro de un desarrollo sustentable, ya que permite conocer el paisaje tanto en su estructura y función, como en sus transformaciones en el tiempo.
De esta manera, posibilita herramientas clave para la ordenación del territorio, la conservación y la evaluación de los impactos ambientales.
Ordenación del territorio
Conocer al paisaje y su dinámica es fundamental para poder definir los distintos usos a dar al territorio con criterio sustentable. Permite establecer las áreas productivas, las de conservación y las destinadas a la vivienda humana, así como garantiza la armonía entre la necesidad antrópica y la dinámica ecológica.
La disciplina es fundamental para la planificación y diseño de procesos productivos, por ejemplo el establecimiento de un área forestal. Al igual que el diseño de una ciudad o un parque industrial, al igual que la delimitación de un parque nacional.
Conservación
En términos de la biología de la conservación, el conocimiento de la estructura del paisaje y en especial su funcionamiento es vital. Un ejemplo de ello son los llamados corredores ecológicos, que correspondería a determinados corredores del paisaje que posibilitan el intercambio biológico entre manchas.
Es decir, garantizar que el ordenamiento del territorio no bloquea el flujo reproductivo de las especies. Por ejemplo, una carretera puede dividir a una población animal o vegetal impidiendo que sus individuos puedan reproducirse entre sí.
Evaluación de impacto ambiental
No es posible evaluar qué impacto puede tener una determinada intervención humana en el paisaje y sus ecosistemas, sin un conocimiento previo. Solo conociendo la estructura y funcionamiento del paisaje es posible proyectar los posibles impactos de las alteraciones a realizar.
Referencias
- Etter, A. (1991). Introducción a la ecología del paisaje: un marco de integración para los levantamientos ecológicos. IGAC, Bogotá.
- Irastorza-Vaca, P. (2006). Integración de la ecología del paisaje en la planificación territorial. Aplicación a la Comunidad de Madrid. Tesis Doctoral.
- Troll, C. (2010). Ecología del paisaje. Investigación ambiental.
- Turner, M. G. (1989). Landscape Ecology: The Effect of Pattern on Process. Annual Review of Ecology and Systematics.
- Urban, D.L. (2006). Landscape Ecology. Encyclopedia of Environmetrics.
- Vila-Subirós, J., Vargas-Linde, D., Albert Llausàs-Pascual, A. y Ribas-Palom, A. (2006). Conceptos y métodos fundamentales en ecología del paisaje (landscape ecology). Una interpretación desde la geografía. Doc. Anàl. Geogr.