Un ecosistema forestal es una extensión donde interactúan elementos bióticos (seres vivos) y abióticos (clima, suelo, agua), predominando el biotipo árbol en su componente vegetal. En estos los árboles predominan sobre las otras formas de vida del ecosistema en densidad, frecuencia y cobertura.
Entre los ecosistemas forestales se encuentran las selvas tropicales, tanto las estacionales, como las selvas tropicales húmedas. Igualmente, son ecosistemas forestales los bosques mediterráneos, bosques templados, bosques mixtos, bosques de coníferas así como las plantaciones forestales y huertos de frutales.
Estos ecosistemas requieren un mínimo de condiciones ambientales, relacionadas con los requerimientos de la forma biológica árbol. Entre estas condiciones están una adecuada profundidad de suelo, disponibilidad de agua y temperaturas superiores a 10 ºC al menos en un período del año.
El elemento arbóreo determina una serie de características de los ecosistemas forestales como la distribución de la luz en el gradiente vertical del ecosistema y la humedad relativa ambiental. Por todo esto, se les considera los ecosistemas terrestres con mayor diversidad biológica, la cual aumenta con la latitud.
Así, los ecosistemas forestales del trópico son más biodiversos y la diversidad biológica disminuye en los bosques templados y aún más en el bosque boreal. Además, esta biodiversidad les confiere una estructura compleja con varios estratos y plantas trepando o viviendo sobre los árboles.
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Características del ecosistema forestal
Requerimientos ambientales
Para el establecimiento de ecosistemas forestales se requieren un mínimo de condiciones que permitan el crecimiento de árboles. Entre los factores limitantes están la profundidad de suelos y las temperaturas, ya que en temperaturas recurrentes inferiores a 10 °C no prosperan los árboles.
Por otra parte, la disponibilidad de agua también es un factor determinante para la existencia de un ecosistema forestal. Por tanto, no se presentan ecosistemas forestales en torno al paralelo 70º de latitud norte o sur, por encima de los 3.500 a 4.000 msnm o en áreas con suelos poco profundos y muy pedregosos.
Asimismo, este tipo de ecosistemas no pueden desarrollarse en suelos muy pobres en nutrientes o con déficit de agua prolongado.
Estructura vegetal
Los ecosistemas forestales presentan una estructura vegetal compleja con varios estratos que incluyen un sotobosque y de dos a cinco niveles de vegetación leñosa. El sotobosque es la parte baja donde crecen hierbas y arbustos, así como juveniles de las especies de árboles.
La estructura vegetal más simple de este tipo de ecosistemas se presenta en el bosque boreal, con un sotobosque ralo, uno o dos estratos de árboles y escasa diversidad específica. Los árboles pueden alcanzar desde 30 a 60 m de altura y pertenecen a pocas especies.
Por su parte, la selva lluviosa tropical cálida es el ecosistema forestal más complejo en estructura, como por ejemplo la Amazonía. En esta se presenta un sotobosque de arbustos dispersos, hierbas y juveniles de árboles, una serie de hasta 5 estratos y abundantes trepadoras, lianas y epífitas.
Influencia en el ambiente
Los ecosistemas forestales transforman el ambiente físico donde se desarrollan, al convertirse en generadores de materia orgánica y en receptores de agua. En este sentido, el suelo se enriquece con materia orgánica proveniente de la hojarasca y se establece un complejo ecosistema subterráneo.
El oxígeno y el agua
Generalmente se señala que ecosistemas forestales como la Amazonía son el pulmón del mundo, pero esto no es correcto. Así, la selva amazónica consume casi todo el oxígeno que genera.
No obstante, tanto la Amazonía como cualquier otro ecosistema forestal cumplen un papel determinante en el ciclo del agua. Los mismos forman una barrera que intercepta los vientos húmedos y condensa el agua generando precipitaciones.
Por otra parte, los ecosistemas forestales regulan la escorrentía e infiltración del agua, la filtran a través de su metabolismo y la devuelven a la atmósfera por evapotranspiración.
La rizosfera
En el suelo de los ecosistemas forestales hay una compleja relación entre las raíces y hongos del suelo. Estos hongos se denominan micorrizas y viven en estrecha vinculación simbiótica con las raíces.
La simbiosis es una relación ecológica en la que ambos organismos participantes se benefician. En este sentido, los hongos reciben nutrientes de las raíces y a su vez amplían la capacidad de absorción de agua y minerales por parte del árbol.
Nichos y biodiversidad
La compleja estructura que construyen las comunidades de árboles, así como su alta productividad primaria, son la base del ecosistema forestal. Esto es gracias al alto número de nichos ecológicos que generan, lo cual posibilita el desarrollo de una gran diversidad de otros organismos.
Un árbol del dosel superior de la selva tropical podría interpretarse como un ecosistema porque viven sobre el mismo una gran cantidad de otras plantas. Asimismo, se presentan bacterias, hongos, musgos, líquenes, insectos, aves y mamíferos interactuando con el microclima del mismo.
Flora
Esta se caracteriza por la abundancia de especies de árboles, que varían dependiendo de la zona climática. La mayor diversidad de árboles se encuentra en los ecosistemas forestales tropicales, especialmente en las selvas lluviosas.
Por su parte, en la taiga (ecosistema forestal del subártico), la diversidad de especies es baja pero el número de árboles es muy grande. De tal forma que la taiga representa el ecosistema forestal más extenso del planeta.
Ecosistemas forestales templados y fríos
Las coníferas son el grupo vegetal más importante en los bosques de los hemisferios norte y sur, representadas por pináceas y cupresáceas en el primero y por araucarias al sur. Así, este grupo de plantas dominan los ecosistemas forestales del bosque boreal o taiga y los bosques de coníferas.
Igualmente, son frecuentes especies de angiospermas, como robles, hayas y otros en los bosques templados caducifolios, bosques templados lluviosos y bosques mediterráneos. Algunas especies cultivadas como el laurel y el olivo tienen su origen en los bosques mediterráneos.
Ecosistemas forestales tropicales
En estos predominan diversas especies de angiospermas arbóreas y las coníferas son escasas. Las familias dominantes son las leguminosas, así como las anacardiáceas, moráceas y lauráceas.
Diversos árboles frutales hoy cultivados en huertos son originarios de selvas tropicales, como el mango (India), el cacao (Sudamérica) y el árbol de pan (África).
Fauna
En los ecosistemas forestales la fauna es muy diversa y al igual que la flora, varía dependiendo de la ubicación geográfica del ecosistema.
Ecosistemas forestales templados y fríos
En los bosques templados y los bosques de coníferas se presentan osos, alces, ciervos, jabalíes y lobos. En estos bosques también abundan las aves como búhos, cucús, cuervos y diversas aves cantoras.
Ecosistemas forestales tropicales
Las selvas tropicales americanas son el hábitat del jaguar, el pecarí de collar, el venado y el tapir y de aves como el águila harpía, el quetzal y la guacharaca. Entre los primates están el araguato y el mono araña, además de abundar especies de serpientes venenosas de los géneros Bothrops y Lachesis.
Por su parte, en los ecosistemas forestales de África destaca la diversidad de primates antropoides como el chimpancé y el gorila. Además habitan en estas selvas el leopardo y el elefante de selva mientras que en el sureste asiático se encuentra el orangután, el tigre y el elefante hindú.
Ejemplos de ecosistemas forestales
La selva estacional tropical de los llanos colombo-venezolanos
Estas son selvas sometidas a dos estaciones al año, una lluviosa con abundantes precipitaciones y otra seca cálida. Los árboles superan la época seca perdiendo follaje en distinta proporción, lo cual define dos tipos de selvas estacionales.
La denominado la selva decidua o caducifolia se caracteriza por un déficit de agua en la época seca extremo, por lo que más del 80% de los árboles pierden el follaje. Por su parte, en la selva semidecidua, solo la mitad o menos de los árboles son caducifolio, porque aprovechan reservas de agua subterránea.
Flora
En las selvas semideciduas de los llanos colombo-venezolanos se encuentran árboles de 30 a 40 m de altura. En estas selvas se encuentra el mijao (Anacardium excelsum), el gateado (Astronium graveolens), el indio desnudo (Bursera simaruba) y la ceiba (Ceiba pentandra).
Asimismo, se presentan árboles de madera fina como el cedro americano (Cedrela odorata), la caoba (Swietenia macrophylla) y el pardillo (Cordia alliodora).
Fauna
En estas selvas habitan el jaguar (Panthera onca), el venado caramerudo (Odocoileus virginianus apurensis) y diversidad de aves, serpientes e insectos.
El bosque mediterráneo
Existen 5 regiones de bosque mediterráneo en el mundo, la principal de ellas en la cuenca del mar Mediterráneo. Además, en el cono sur de África, en el suroeste de Australia, en California (EE.UU. Y México) y en la costa del Pacífico en Chile.
Estos ecosistemas forestales se caracterizan por un clima con otoños cálidos, inviernos templados y lluviosos, primaveras variables y veranos secos (calurosos o templados).
Flora
El bosque mediterráneo del sur de la península ibérica es una formación vegetal de árboles de mediano tamaño con hojas duras y corteza gruesa. Entre las especies comunes están el alcornoque (Quercus suber), el roble (Quercus coccifer), la encina (Quercus ilex) y el laurel (Laurus nobilis).
En el sotobosque abundan arbustos de ericáceas (brezos) y labiadas como el romero (Rosmarinus officinalis), así como arbustos de boj (Buxus sempervirens). También se encuentran gimnospermas como el pino carrasco (Pinus halepensis) y arbustos de enebro (Juniperus spp.).
Fauna
Habitan aquí el lince ibérico (Lynx pardinus), el zorro (Vulpes vulpes), el jabalí (Sus scrofa) y la ardilla roja (Sciurus vulgaris).
Plantación forestal
Una plantación forestal destinada a la producción de madera o pulpa de papel, es un ecosistema forestal diseñado y controlado por el ser humano. Generalmente se trata de un monocultivo (una sola especie) de plantación o en el mejor de los casos un escaso número de especies con un alto valor forestal.
Bosque de Uverito
Un ejemplo es la plantación de pino caribe (Pinus caribaea) de Uverito, en sabanas de la mesa de Guanipa, en Venezuela. Se trata de la plantación forestal más extensa del mundo, con cerca de 600.000 hectáreas.
Originalmente era una sabana donde dominaban gramíneas de Trachypogon, donde fueron plantados estos pinos centroamericanos. El objetivo de la plantación es la producción de pulpa para la elaboración de papel y de madera, por lo que el ecosistema forestal está simplificado con un alto grado de intervención humana.
La plantación se estableció en 1961 y se ha estabilizado como un ecosistema producto de la actividad humana. De esta manera, ha cambiado el clima y el suelo del área, evitando que la región se convirtiera en un desierto.
Referencias
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