¿Qué es la etapa de resistencia de la independencia de México?
La etapa de resistencia de la independencia de México, o de guerrillas, fue un periodo entre 1815 y 1820, durante el que los independentistas debieron limitar sus actividades a resistir la ofensiva realista o, como mucho, a realizar acciones aisladas.
La guerra de Independencia comenzó en 1810, cuando Miguel Hidalgo lanzó el Grito de Dolores. Durante la primera etapa, los sublevados lograron varias victorias importantes, pero fueron derrotados por las tropas coloniales.
Tras la muerte de Hidalgo, los independentistas lograron reagruparse y pasar a la ofensiva. Su principal dirigente en esta segunda etapa fue José María Morelos. A pesar de las derrotas infligidas a los españoles, estos consiguieron reaccionar. Morelos murió combatiendo y los patriotas se quedaron sin líderes para seguir la lucha.
Por eso, el tercer periodo recibe el nombre de etapa de resistencia. Solo Vicente Guerrero y Francisco Javier Mina mantuvieron una actividad ofensiva. Sin embargo, este tiempo sirvió para que se curtieran otros futuros líderes, quienes, junto con Guerrero, consiguieron que México declarara la independencia en 1821.
Antecedentes de la etapa de resistencia de la independencia de México
- Grito de Dolores. El Grito de Dolores fue el llamamiento realizado por Miguel Hidalgo para que el pueblo se alzara en armas contra las autoridades españolas. Ese acontecimiento, ocurrido el 16 de septiembre de 1810, se considera como el inicio de la guerra de Independencia, que duró más de diez años y pasó por varias etapas diferentes.
- Primera etapa. El Grito de Dolores fue positivo. En pocas semanas, los rebeldes lograron conformar un ejército bastante numeroso. La insurrección se extendió por todo el territorio y las primeras batallas fueron favorables a los independentistas. Sin embargo, los españoles lograron reacomodarse y recuperar parte del terreno perdido. Uno de los momentos decisivos durante este periodo se presentó cuando el ejército comandado por Hidalgo estuvo a punto de tomar Ciudad de México. Sin embargo, el líder rebelde decidió no atacar y prefirió replegarse. Además de permitir que los españoles se reagrupasen, esa decisión provocó serias desavenencias entre los insurrectos. Tras varias derrotas seguidas, los líderes patriotas trataron de huir hacia el norte del país. Traicionados por uno de sus compañeros, fueron capturados y ejecutados por las tropas realistas.
- Segunda etapa. A pesar de la muerte de sus líderes principales, los insurrectos no desistieron. La segunda etapa de la guerra estuvo comandada por Ignacio López Rayón y, sobre todo, José María Morelos. Al principio, los insurgentes lograron algunas victorias muy importantes, en el centro y en el sur del país. Se convocó, entonces, el Congreso de Chilpancingo, en febrero de 1813. Durante esas reuniones, tuvo lugar la lectura de Sentimientos de la Nación, un documento redactado por Morelos que se convirtió en el germen de una constitución de un futuro México independiente.
- Muerte de Morelos. Los realistas, ante las victorias de los sublevados, nombraron a un militar experimentado en el campo de batalla como nuevo virrey: Félix María Calleja. Este inició una estrategia de hostigamiento a todos los grupos independentistas del territorio. Su ataque a Chilpancingo obligó al Congreso a huir y buscar otras sede. Morelos sufrió varias derrotas consecutivas, lo que le hizo perder el liderazgo oficial de la insurrección. En noviembre de 1815 fue capturado por los realistas, juzgado y condenado a muerte. Su ejecución se produjo el 22 de diciembre de 1815.
Desarrollo de la etapa de resistencia de la independencia de México
Ante la pérdida de su figura principal y las continuas derrotas en el campo de batalla, el movimiento independentista quedó, prácticamente, desarticulado. Los pocos que siguieron luchando tuvieron que conformarse con resistir o pasar a la guerra de guerrillas.
- Movimiento sin líderes. Aunque Morelos había perdido sus cargos oficiales, aún seguía siendo la figura más importante de la lucha independentista. Su fusilamiento dejó a los insurrectos sin un líder carismático y con experiencia militar que pudiera coordinar la lucha. Solo Vicente Guerrero y Francisco Javier Mina iniciaron algunos ataques contra los realistas.
- Oferta de amnistía. Mientras, los realistas se vieron obligados a cambiar su estrategia. La violencia desatada por Calleja para reprimir a los insurrectos provocó que el monarca español lo sustituyera por Juan Ruiz de Apodaca. Este asumió el cargo en 1816 y suavizó las políticas de su antecesor. Entre otras cosas, eliminó las ejecuciones sin juicio previo y ofreció a los insurrectos que se rindieran una amnistía general. Muchos de ellos aceptaron la oferta.
- Francisco Javier Mina. Después de ser desterrado de España por su oposición al rey Fernando VII, Francisco Javier Mina recibió información de la lucha que se desarrollaba en México. El español no dudó en unirse a la causa de los insurrectos y, a pesar de que fue recibido con cierta desconfianza por sus orígenes, pronto se ganó el respeto de sus compañeros. En abril de 1817, Mina llegó a las costas mexicanas con tres barcos. El español, junto con varios partidarios, desembarcó en Soto la Marina y, usando una imprenta construida por él mismo, publicó un documento en el que exponía sus motivos para unirse a la insurgencia. Mina encabezó un pequeño ejército que logró varias victorias frente a los realistas. El virrey Apodaca, que al principio no se había tomado en serio la amenaza, comenzó a preocuparse. Apodaca organizó un destacamento para atacar el fuerte del Sombrero, lugar en el que Mina había ubicado su cuartel general. Aunque trató de resistir el asedio, pronto tuvo que abandonar su refugio por la escasez de alimentos y municiones. Mina fue capturado mientras trataba de conseguir provisiones y armamento. Fue fusilado, junto con Pedro Moreno, el 11 de noviembre de 1817.
- Vicente Guerrero. El otro jefe insurgente que encabezó la lucha contra los realistas durante la etapa de resistencia fue Vicente Guerrero. Guerrero consiguió mantener cierta actividad bélica en el sur del país, aunque usando solo tácticas de guerrilla. Sus acciones, al menos hasta septiembre de 1818, no consiguieron demasiado éxito y parte de sus hombres prefirió acogerse a la amnistía prometida por el virrey. A pesar de esto, Guerrero no se rindió y continuó hostigando a las tropas coloniales. Durante ese periodo fue prácticamente el único que trató de mantener el ánimo insurgente.
- Fin de la etapa. Ni Guerrero ni los intentos de otros pequeños grupos, como el encabezado por Guadalupe Victoria, consiguieron resucitar la causa independentista. Los realistas lograron acabar con algunos focos de resistencia, como el de Jaujilla o el de Palmillas. Además, los líderes que consiguieron escapar fueron apresados. Ese fue el caso de Rayón o Nicolás Bravo, quienes fueron condenados a prisión perpetua.
Consecuencias de la etapa de resistencia de la independencia de México
Al final de esta etapa parecía que los insurgentes habían sido totalmente derrotados. Solo Vicente Guerrero continuaba la lucha en el sur.
Pero un acontecimiento ocurrido en España cambió la situación totalmente. Un levantamiento armado de carácter liberal obligó a Fernando VII a jurar la Constitución de Cádiz. En México, esto significó la entrada en la cuarta etapa de la guerra independentista.
- Conspiración de La Profesa. Los sectores conservadores del virreinato recibieron con desagrado las noticias procedentes de España. Contrarios al liberalismo, mantuvieron una serie de encuentros en los que se organizó la Conspiración de La Profesa. Su intención era evitar que el liberalismo y el constitucionalismo llegaran a Nueva España, y acordaron que, si era necesario, podría declararse la independencia bajo una monarquía absolutista. Los conspiradores eligieron a Agustín de Iturbide como jefe militar. Una de sus primeras tareas fue acabar con los focos insurgentes del territorio, ya que hombres como Guerrero tenían ideas demasiado liberales para ellos.
- Plan de Iguala. A pesar de intentarlo en varias ocasiones, Iturbide fue incapaz de vencer a Guerrero. Ante eso, cambió su estrategia y, en enero de 1821, envió una carta al líder insurgente para ofrecerle el indulto a cambio de abandonar las armas. Guerrero se negó. Una nueva misiva enviada por Iturbide solicitaba una reunión para acordar la paz. El encuentro tuvo lugar en Acatempan. Para ese momento, Iturbide había cambiado su pensamiento y la reunión terminó con el llamado “Abrazo de Acatempan” y con un acuerdo entre ambos para luchar por la independencia. Fue el propio Iturbide quien redactó el Plan de Iguala, un documento basado en tres garantías: la independencia, la unidad de todos los habitantes del nuevo país y el mantenimiento de la religión católica como única permitida.
- Independencia. La alianza entre Iturbide y Guerrero dio como resultado la creación del Ejército Trigarante. Pronto comenzaron las deserciones en el bando realista y los insurgentes ganaron terreno sin dificultad. El 24 de agosto de 1821, el virrey Juan O’Donojú, quien había sustituido al depuesto Apodaca, firmó con Iturbide los Tratados de Córdoba. Con este acuerdo, el virrey asumía las tesis del Plan de Iguala. El Ejército Trigarante entró triunfante en Ciudad de México el 27 de septiembre. Al día siguiente, se declaró la independencia del país.
Referencias
- Resistencia y guerra de guerrillas en México. Recuperado de escolares.net.
- Independencia de México. Recuperado de lhistoria.com.
- Mexican War of Independence. Recuperado de newworldencyclopedia.org.
- Mexico. Recuperado de britannica.com.
- Vicente Guerrero Facts. Recuperado de biography.yourdictionary.com.