¿Cuáles son las etapas del modernismo?
Las etapas del modernismo incluyen sus antecedentes artísticos en el siglo XIX, la aparición durante las primeras décadas del siglo XX de nuevas expresiones artísticas, su constitución definitiva en 1930 y la posterior evolución a lo largo del tiempo, hasta convertirse gradualmente en lo que hoy conocemos como posmodernismo.
Modernismo, entonces, puede referirse a lo que se llaman vanguardias artísticas y literarias de comienzos del siglo XX en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
De acuerdo a diferentes expertos, el modernismo se derivó del Romanticismo como respuesta a la Revolución industrial y los valores de la burguesía del siglo XIX. Los modernistas, abanderados del Romanticismo, cuestionaban la estructura social burguesa y al orden del mundo.
En Francia apareció la primera escuela modernista, conocida como impresionismo, durante 1870, siendo promovida en gran medida por Édouard Manet.
Esta escuela inicialmente se enfocaba en los resultados más allá de la técnica, sustentando que el ser humano no ve objetos, sino la luz en ellos.
A principios del siglo XX, el modernismo tenía una relación compleja con la tradición. Sus principios eran revolucionarios y reactivos, sin embargo, aún continuaba ligado a la idea del nihilismo, y a ciertas técnicas creativas anteriores.
Por esta razón, gran parte de la producción artística de esta época aún evoca la tradición, pero a su vez rompe con los esquemas planteados por la misma.
Ahora bien, hay que mencionar que lo que se llama modernismo en literatura no tiene nada que ver con el modernismo artístico. En primera instancia, surgió en Latinoamérica con la publicación del poemario de Rubén Darío, Azul…, en 1888, y pronto influenciaría a España.
Las principales etapas del modernismo
Antecedentes: siglo XIX
El detonante de esta nueva sensibilidad fue la sociedad industrial, que traía consigo una perspectiva del mundo y un ordenamiento social propios de la nueva clase burguesa.
Se puede decir que el modernismo inició con el pintor inglés J.M.W. Turner, quien decidió romper con los esquemas tradicionales de la representación pictórica, y con su estudio del color se anticipó a lo que posteriormente se convertiría en el impresionismo francés.
Por otra parte, tanto los románticos como los naturalistas o los realistas, pensaban que el arte podía impactar el modo en que la sociedad se estructuraba, y que podía mejorar las condiciones de vida de la clase obrera, ya fuera con una obra literaria o artística.
Así nacieron los prerrafaelitas en Inglaterra, un grupo de artistas que luchaba contra el academicismo, el convencionalismo de la época victoriana y los males de la sociedad industrial. Defendían la espontaneidad y buscaban la inspiración en los maestros del arte antiguo, anteriores a Rafael (de allí el término de prerrafaelitas).
Entre este grupo y Manet, se considera que el modernismo inició formalmente a finales del siglo XIX, en la década de 1880.
Inicio del modernismo en Francia
Muchos historiadores coinciden en que el modernismo comenzó en Francia en 1870, con la aparición de la teoría de la termodinámica, el desarrollo de las obras divisionistas de Seurat, la obra de Charles Baudelaire o de Arthur Rimbaud, y las pinturas de Manet.
En general, se piensa que el modernismo nació como una manera nueva de pensar la realidad que abarcaba todas las disciplinas del conocimiento y el arte.
De esta manera, este arte moderno se manifestó en todas las ramas del conocimiento de forma reactiva a las consecuencias de la Revolución industrial y la actitud de la burguesía.
El modernismo presentaba una actitud irónica, consciente y experimental que buscaba transgredir las normas y parámetros tradicionales.
En Francia apareció la primera escuela modernista, conocida como impresionismo. Esta escuela inicialmente se enfocaba en los resultados más allá de la técnica.
Los impresionistas buscaban demostrar que el ser humano no ve objetos, sino la luz reflejada en ellos. Con el tiempo ganó adeptos y sus obras se exhibieron en el Salón de París entre 1870 y 1880.
Fue la obra de Manet la que abrió las puertas definitivamente al modernismo en Francia. Pero ya estaba operándose en la sociedad un cambio gradual, que propició el surgimiento de otros movimientos modernos, como el simbolismo, con Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud.
Principios del siglo XX hasta 1930
Durante esta etapa se definieron aspectos que le dieron su toque distintivo. Cada vez se volvió más evidente su interés por adoptar nuevas técnicas, reescribir lo que ya estaba escrito, revisar la historia y parodiarla de nuevas maneras.
Es importante destacar que el modernismo no fue un movimiento homogéneo, al contrario, fue un conjunto de movimientos artísticos y literarios unidos por el afán de romper reglas, instaurar una nueva mirada, nuevas técnicas y nuevas formas de expresión.
Durante la primera década del siglo XX, aparecieron pintores como Pablo Picasso o Henri Matisse, quienes atrajeron la atención de la crítica al rechazar la perspectiva y estructura de la pintura tradicional.
En 1907, Picasso pintó las “Señoritas de Avignon”, y con esto definiría de una vez por todas las bases del cubismo. De igual manera, aparecieron grandes arquitectos como Le Corbusier, que desafiaban la norma y la tradición estética.
El expresionismo también aparecería durante este tiempo, esta vez en Alemania, y junto a él surgirían diversos “ismos” en distintas regiones de Europa, como el futurismo, el vorticismo, el dadaísmo o el surrealismo.
Esta etapa del modernismo llega hasta 1933, cuando Adolf Hitler sube al poder.
De 1930 hasta 1945
Para 1930, el modernismo se había extendido por toda Europa, adoptando nombres como avant-garde en Francia, vanguardia, que luego se utilizaría para señalar todas estas nuevas expresiones artísticas y literarias.
Por otra parte, la Segunda Guerra Mundial produjo un corte tan profundo en el ser humano, que los intelectuales y los artistas debieron reinventarse frente a la absoluta falta de fe en el futuro.
Los intelectuales de diferentes escuelas continuaban con su producción artística, llegando a América en 1940, cuando el diario New Yorker decidió incluir en sus páginas algunos chistes de humor surrealista.
Para este momento, el modernismo se enfrentaba a un periodo de adaptación a nuevas tecnologías.
La aparición del teléfono, la radio y el automóvil, junto con la necesidad imperante de repararlos, creó un cambio social tan disruptivo como el que tuvo lugar en 1870.
La velocidad de la comunicación se convirtió en un elemento de la vida cotidiana y la acelerada urbanización de ciertas ciudades llevó nuevamente a cambios en la vida y estructura social.
Las reinterpretaciones del marxismo, la Escuela de Fráncfort e intelectuales como Michel Foucault dieron un nuevo rumbo al pensamiento, y algunos autores indican que allí comenzaría lo que ciertos críticos denominaron posmodernismo.
Referencias
- Modernism. Recuperado de britannica.com
- Modernism. Recuperado de online-literature.com