¿Quién fue Félix Dujardin?
Félix Dujardin (1801-1860) fue un biólogo francés conocido por sus estudios sobre la clasificación de protozoarios e invertebrados. También ejerció como profesor de geología y mineralogía, y posteriormente dictó cátedra de zoología y botánica en diferentes universidades francesas.
Uno de sus grandes méritos es haber sido autodidacta. Por ello, estudiaba rigurosamente los textos especializados en temas de su interés, como biología o teoría celular.
Durante un largo tiempo, Dujardin se dedicó a la investigación de los microorganismos y fue el primero en plantear la clasificación de los rizópodos, que posteriormente se convirtió en la que actualmente se conoce como protozoarios.
También, desmintió que los microorganismos fuesen organismos completos como los animales más complejos. Asimismo, aprovechó los avances en óptica para estudiar la estructura subcelular de los organismos.
Dujardin también es conocido por ser uno de los primeros en describir el protoplasma. Estas investigaciones no prosperaron durante la época por la falta de conocimientos en otras ciencias que eran fundamentales para extender el concepto.
Biografía de Félix Dujardin
Primeros años
Félix Dujardin nació el 5 de abril de 1801 en Tours, Francia. Era hijo de un relojero que le enseñó el negocio familiar, lo que le brindó habilidades manuales que le sirvieron para su futura ocupación.
Dujardin sentía inclinación por las artes hasta que conoció, por un amigo familiar, varios textos sobre naturaleza y anatomía. Desde entonces su pasión por la química comenzó a profundizarse con experimentos caseros.
No pudo ingresar a la École Polytechnique, por lo que decidió dedicarse brevemente al estudio de la pintura.
Autodidacta
A pesar de haber conseguido un puesto como ingeniero hidráulico, Dujardin seguía teniendo inclinación por las ciencias naturales.
Después de casarse con Clémentine Grégoire, volvió a su ciudad natal y comenzó a trabajar como bibliotecario, al tiempo que se incorporó a la actividad docente. Principalmente, impartía matemática y literatura. Gracias a eso dejó su trabajo como bibliotecario.
Fue entonces cuando pudo continuar sus estudios científicos e incluso publicó trabajos sobre los fósiles de la zona.
Después de enseñar materias como geometría y química, decidió especializarse en zoología, puesto que era conflictivo llevar a cabo trabajos en temas tan diversos como había hecho hasta entonces. Por eso optó por trasladarse a la capital francesa.
Zoología
Durante varios años, Dujardin se mantuvo con su trabajo como escritor de artículos científicos en diversas publicaciones. Durante ese período escribió un libro llamado Promenades d’un naturaliste.
A mediados de la década de 1830, mientras estudiaba microorganismos en el sur de Francia, llegó a la conclusión de la existencia de los rizópodos.
En 1840, Dujardin recibió el puesto de profesor de geología y mineralogía en la Universidad de Toulouse, y al año siguiente fue profesor de zoología y botánica en Rennes.
Muerte
Falleció el 8 de abril de 1860 en Rennes, a los 59 años. Su último trabajo estuvo relacionado con los equinodermos.
Se cree que gracias a su conocimiento en otros campos de la ciencia pudo formular las conclusiones a las que llegó, y que le permitieron lograr tantos avances.
Si bien su trabajo no fue apreciado durante su vida, fue de mucho valor para otros científicos.
Estudios realizados
Rizópodos
Trabajó gran parte de su carrera con la vida animal microscópica. En 1834 propuso que un nuevo grupo de organismos unicelulares se llamara rizópodos. El nombre fue cambiado más tarde a protozoos o protozoarios.
Los protozoarios son eucariontes unicelulares, ya sean de vida libre o parásitos, que se alimentan de materia orgánica, como otros microorganismos, o tejidos y desechos orgánicos.
Históricamente, los protozoos se consideraban “animales unicelulares”, eso se debía a que regularmente mostraban comportamientos similares a estos.
Entre esas conductas se encontraban la depredación o la facultad de movimiento, unido a la falta de la pared celular que poseen las plantas y muchas algas.
Aunque la práctica tradicional de agrupar protozoos con animales ya no se considera válida, el término sigue utilizándose de forma poco precisa para identificar organismos unicelulares que pueden moverse de forma independiente y alimentarse por heterotrofia.
Dujardin refutó la teoría del naturalista Christian Gottfried Ehrenberg de que los organismos microscópicos eran “organismos completos”, similares a los animales más complejos.
Aportes de la óptica al trabajo de Dujardin
En los siglos XVII y XVIII, las lentes de los microscopios eran poco precisos por las características ópticas de los materiales con que se fabricaban y eso dificultaba la visión de estructuras minuciosamente detalladas en objetos semitransparentes.
En el siglo XIX, la óptica de los microscopios mejoró gracias a la invención del doblete acromático de Chester Moor Hall, John Dolland y James Ramsdell. Eso llevó a la introducción de lentes acromáticas en los microscopios durante las décadas de 1820 y 1830.
Las lentes desarrolladas fueron corregidas para atenuar las aberraciones esféricas y cromáticas. Eso le dio la oportunidad a Dujardin de detectar objetos 100 veces más pequeños que los que se podían apreciar a simple vista.
Los nuevos microscopios con lentes acromáticas proporcionaron los medios para explorar la estructura de los seres vivos a nivel sub celular, y Dujardin fue uno de los pioneros en poner en práctica y darle uso científico a esos nuevos instrumentos.
Invertebrados
Además de sus estudios de la vida microscópica, realizó una extensa investigación sobre grupos de invertebrados, entre los que se incluían equinodermos, helmintos y cnidarios.
Equinodermos
Equinodermos fue el nombre común dado a cualquier miembro del filo Echinodermata de animales marinos. Son reconocibles por su simetría radial, e incluyen animales tan conocidos como estrellas, erizos y pepinos de mar.
Los equinodermos se encuentran en todas las profundidades oceánicas, desde la zona intermareal hasta la abisal. El filo contiene alrededor de 7.000 especies vivientes.
Helmintos
Los helmintos o parásitos, también fueron objeto de investigación de Dujardin, como lo demuestra su libro publicado en 1845, Historia natural de helmintos o gusanos intestinales.
Los mencionados organismos son macroparásitos, que en la edad adulta, generalmente, se pueden ver a simple vista. Existen abundantes lombrices intestinales que se propagan por el suelo y que generan un impacto en el tracto gastrointestinal.
Dujardin contribuyó a descubrir que los helmintos pueden sobrevivir en sus huéspedes mamíferos periodos prolongados de tiempo, pues son capaces de generar cambios en la respuesta inmune mediante la secreción de productos inmunomoduladores.
Cnidarios
Dujardin también trabajó analizando a los cnidarios, un filo del reino Metazoo que contiene más de 11.000 especies de organismos que se encuentran exclusivamente en ambientes acuáticos (de agua dulce y marinos).
Su rasgo distintivo son los cnidocitos, células especializadas que utilizan principalmente para capturar presas. Sus cuerpos consisten en mesoglea, una sustancia gelatinosa no viviente, intercalada entre dos capas de epitelio, que son en su mayoría de una célula de espesor.
En el grupo Foraminifera, observó la sustancia vital aparentemente sin forma que exudaba hacia afuera a través de aberturas en la cáscara calcárea y la nombró “sarcode”, más tarde conocida como protoplasma.
Este trabajo le llevó a refutar, a mediados de la década de 1830, la teoría que volvía a estar en boga gracias a Christian Ehrenberg de que los organismos microscópicos tienen los mismos órganos que los animales superiores.
Teoría celular
A principios del siglo XIX, la infusoria comprendía una amplia gama de organismos de tamaño y complejidad que iban desde bacterias hasta pequeños invertebrados, pasando por gusanos y crustáceos.
Uno de los fundamentos para los avances de los estudios de Dujardin fue la teoría celular, que al ser desarrollada por Theodor Schwann y Mattias Jakob Schleiden, planteó que la base de los organismos era la célula. Esto indicaba que los organismos debían estar formados por una o varias células.
Después de este planteamiento, la serie de avances con respecto a la infusoria se precipitaron rápidamente. En 1841, Dujardin reconoció, independientemente, que muchos protozoos eran células únicas con un alto nivel de organización interna comparable con las células vegetales.
Los estudios sobre la infusoria en el siglo XIX estuvieron dominados por las investigaciones de Dujardin, junto con un selecto grupo de biólogos conformado por Christian Gottfried Ehrenberg, Samuel Hahnemann, Samuel Friedrich Stein y William Saville-Kent.
Otros aportes a la biología
Protoplasma
Dujardin tuvo un papel fundamental en el desarrollo del concepto de protoplasma. En 1835 describió lo que vio bajo el microscopio: una sustancia gelatinosa que exudaba del extremo roto de un protozoo (entonces llamado infusoria).
Describió esa “jalea viviente” como una “sustancia gelatinosa, pulposa, homogénea, sin órganos visibles y, sin embargo, organizada”. Aunque le dio el nombre de “sarcoda”, el término protoplasma fue ampliamente adoptado con el paso del tiempo.
33 años después, en su famosa conferencia dominical en Edimburgo el 8 de noviembre de 1868, y tomando como base los estudios de Dujardin, Thomas Huxley llamó al protoplasma “la base física de la vida”.
El hallazgo del protoplasma inspiró el inicio en los estudios de la química de coloides. Lamentablemente, la comprensión tanto del protoplasma como del coloide se vio obstaculizada por la falta de conocimiento extenso de física y química relacionadas con la materia durante ese período.
Según la hipótesis de la inducción de asociación, el protoplasma sigue siendo la base física de la vida, como señaló Thomas Huxley siguiendo a Dujardin en primer lugar, y con razón. Esto únicamente difiere con la teoría actual en que el protoplasma ya no se define por su apariencia.
Vacuolas
Dujardin también contribuyó con el descubrimiento de las vacuolas en los protozoos. Aunque las vacuolas contráctiles o “estrellas” de muchos protozoos las vio primero Lazzaro Spallanzani (1776), este las confundió con órganos respiratorios.
Dujardin nombró a estas “vacuolas” en 1841, aunque la savia celular sin estructura óptica había sido observada por los botánicos durante años.
El término vacuola fue utilizado por primera vez para referirse específicamente a las células vegetales en 1842, por Matthias Jakob Schleiden, cuando la distinguió del resto del protoplasma.
Corpora pedunculata
En 1850 fue el primero en describir la corpora pedunculata, disposición clave en el sistema nervioso de los insectos. Estos cuerpos pediculosos conforman un par de estructuras en el cerebro de los insectos, otros artrópodos y algunos anélidos.
En botánica y en zoología, la abreviatura estándar Dujard se aplica a las especies que describió, para marcarlo como el precursor en la taxonomía y clasificación científica en ciertos vegetales y animales.
Obras
- Mémoire sur les couches du sol en Touraine et descriptions des coquilles de la craie des faluns (1837).
- Historia natural de los zoófitos. Infusoria, incluyendo la fisiología y clasificación de estos animales, y cómo estudiarlos bajo el microscopio (1841).
- Nuevo manual para el observador del microscopio (1842).
- Historia natural de helmintos o gusanos intestinales (1845).
- Mémoire sur le système nerveux des insectes (1850).
- Histoire naturelle des zoophytes échinodermes: comprenant la description des crinoïdes, des ophiurides, des astérides, des échinides et des holothurides (1862).
Referencias
- Félix Dujardin. Recuperado de en.wikipedia.org.
- Félix Dujardin. Recuperado de britannica.com.
- Grove, D. Tapeworms, lice, and prions. OUP Oxford.