Nicolás Maquiavelo (1469-1527) fue un diplomático, escritor y filósofo político italiano considerado una de las figuras más prominentes del Renacimiento en Italia. También se le considera como el padre de la ciencia política moderna gracias a su famoso tratado de doctrina política, El príncipe, escrito en 1513 y publicado en 1531, cuando el autor había muerto.
Como diplomático, visitó diversas cortes, como las de Francia y Alemania, y otras ciudades-estado italianas, cargo que desempeñó durante 14 años. Sin embargo, cuando la familia Médici obtuvo de nuevo el poder, Maquiavelo fue encarcelado por poco tiempo y despedido de sus funciones. Se dedicó a la literatura en sus años de exilio, y murió a los 58 años en Florencia, su ciudad natal.
A continuación una lista de frases de Maquiavelo que tratan sobre el miedo, el hombre, el poder, el amor, el liderazgo, la guerra, el enemigo, la política y muchos otros temas para conocer sus ideas y forma de pensar.
Las mejores frases de Maquiavelo
-Dado que el amor y el miedo difícilmente pueden existir juntos, si debemos elegir entre ellos, es mucho más seguro ser temido que amado.
-El que engaña encontrará siempre quien se deja engañar.
-El vulgo se deja seducir siempre por la apariencia y el éxito.
-La prudencia no consiste en evitar el peligro, sino en calcular el riesgo y actuar de manera decisiva.
-Cuanta más arena ha escapado del reloj de arena de nuestra vida, más claramente deberíamos ver a través de él.
-Quien desee éxito constante debe cambiar su conducta con los tiempos.
-Es central saber disfrazar bien las cosas y ser maestro en el fingimiento.
-La promesa dada fue una necesidad del pasado; la palabra rota es una necesidad del presente.
-La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.
-Dios no quiere hacerlo todo, para no quitaros el libre albedrío y aquella parte de la gloria que os corresponde.
-No hay nada más importante que aparentar ser religioso.
-El vulgo se toma siempre por las apariencias y el mundo se compone fundamentalmente de lo vulgar.
-Las viejas ofensas no se borran con beneficios nuevos, tanto menos cuanto el beneficio es inferior a la injuria.
-Es doblemente placentero mentir al impostor.
-No hay otra forma de protegerte a ti mismo de la adulación que hacer entender a los demás que decirte la verdad no te ofenderá.
-Nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro.
-Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres.
-Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser ganado por la mentira.
-No estoy interesado en preservar el statu quo; quiero derrocarlo.
-No te asustes en la adversidad.
-El odio se gana tanto por las buenas obras como por el mal.
-Es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y arrepentirse.
-El león no puede protegerse de las trampas y el zorro no puede defenderse de los lobos. Uno debe ser, por tanto, un zorro para reconocer trampas y un león para asustar a los lobos.
-Donde la voluntad es grande, las dificultades no pueden ser grandes.
-Un cambio siempre deja el camino abierto para el establecimiento de otros.
-No puede haber grandes dificultades donde abunda la buena voluntad.
-De los seres humanos en general, se puede decir que son hipócritas y codiciosos.
-En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.
-No hay nada más difícil de llevar a cabo, más peligroso de conducir o más incierto en su éxito que llevar la iniciativa en la introducción de un nuevo orden de cosas.
-La tardanza nos roba a menudo la oportunidad y nuestras fuerzas.
-La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos.
-Hay tres clases de cerebros: el primero discierne por sí, el segundo entiende lo que los otros disciernen y el tercero no entiende ni discierne lo que los otros disciernen. El primero es excelente, el segundo bueno y el tercero inútil.
-La sabiduría consiste en saber distinguir la naturaleza del problema y en elegir el mal menor.
-Castigar a uno o dos transgresores para que sirva de ejemplo es más benévolo que ser demasiado compasivo.
-Cuando uno ha sido buen amigo, encuentra buenas amistades aun a pesar suyo.
-Yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla.
-Un hijo puede soportar con ecuanimidad la pérdida de su padre, pero la pérdida de su herencia puede llevarlo a la desesperación.
-De la humanidad podemos decir en general que son volubles, hipócritas y codiciosos de ganancia.
-La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerlos de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos.
-El hombre prudente siempre debe seguir el camino pisado por los grandes hombres e imitar a los más excelentes, de modo que si no alcanza su grandeza, al menos recibirá algo de ella.
-Todo hombre que intente ser bueno todo el tiempo está destinado a venirse a la ruina entre el gran número que no son buenos.
Sobre el poder
-No hay que atacar al poder si no tienes la seguridad de destruirlo.
-El verdadero modo de conocer el camino al paraíso es conocer el que lleva al infierno, para poder evitarlo.
Sobre el hombre
-Los hombres se conducen principalmente por dos impulsos: o por amor o por miedo.
-Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.
-Los hombres van de una ambición a otra: primero, buscan asegurarse contra el ataque y luego, atacan a otros.
-Es defecto común de los hombres no preocuparse por la tempestad durante la bonanza.
-No son los títulos los que honran a los hombres, sino que los hombres honran a los títulos.
-El primer método para estimar la inteligencia de un gobernador es mirar los hombres que tiene a su alrededor.
-La naturaleza crea pocos hombres valientes; la industria y entrenamiento hace muchos.
-Los hombres rara vez tienen el valor suficiente para ser, o extremadamente buenos, o extremadamente malos.
-El hombre olvida antes la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.
-Los hombres en general juzgan más por las apariencias que por la realidad.
-El príncipe prudente debe preferir rodearse de hombres de buen juicio a los que dará la libertad de decirle la verdad.
-Los hombres intrínsecamente no confían en nuevas cosas que no han experimentado por sí mismos.
-Si una lesión tiene que ser hecha a un hombre, debería ser tan severa que su venganza no necesite ser temida.
-Los hombres que no obran bien siempre andan temiendo que otros les respondan con las acciones que las propias suyas se merecen.
-La historia es la ciencia de los hombres, de los hombres en el tiempo.
-Los odios de los hombres generalmente nacen del temor o de la envidia.
-Cuando veáis al servidor pensar más en sus propios intereses que en los vuestros, y que interiormente busca sus propios beneficios en todas las cosas, ese hombre nunca será un buen sirviente, ni jamás podréis confiar en él.
-El hombre sabio hace a la primera lo que el necio hace a la última.
-Debe estimarse muy poco vivir en una ciudad donde las leyes pueden menos que los hombres.
-La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.
Sobre la política y la guerra
-La política no tiene relación con la moral.
-La guerra es solo cuando es necesario; las armas son permisibles cuando no hay esperanza excepto en las armas.
-Ante todo, ármate.
-No hay nada más difícil de emprender, ni más dudoso de hacer triunfar, ni más peligroso de administrar, que la elaboración de un nuevo orden.
-No hay guerra que evitar; solo puede ser pospuesta en la ventaja de otros.
-Las minorías no tienen sitio cuando la mayoría tiene donde apoyarse.
-Guerra justa es aquella que es necesaria.
-Los ejércitos mercenarios y los auxiliares son inútiles y peligrosos.
-La guerra debe ser el único estudio de un príncipe. Debe considerar la paz solo como un tiempo de respiración, que le da tiempo para inventar, y proporciona la capacidad de ejecutar planes militares.
-No hay nada más difícil de planificar, más dudoso de éxito, ni más peligroso para gestionar que un nuevo sistema.
Sobre la ley
-Es un mal ejemplo no observar una ley, sobre todo por parte del que la ha hecho.
-Las leyes no deben mirar hacia cosa ya pasada, sino proveer para las futuras.
-Una ley no debe nunca conculcar la fe empeñada en los pactos públicos.
-Es necesario para aquel quien establece un estado y organiza leyes, que presuponga que todos los hombres son malos y que siempre van a actuar de acuerdo con la maldad de sus espíritus cada vez que tienen libre el camino.
Sobre el príncipe y el liderazgo
-El que quiere ser obedecido debe saber mandar.
-Para entender la naturaleza de la gente, uno debe ser un príncipe, y para entender la naturaleza del príncipe, uno debe ser la gente.
-Un príncipe que no es sabio no puede ser bien aconsejado y, por ende, no puede gobernar.
-Un príncipe nunca carece de razones legítimas para romper sus promesas.
-La mejor fortaleza que un príncipe puede poseer es el afecto de su gente.
-Los príncipes y gobiernos son mucho más peligrosos que otros elementos en la sociedad.
-Si quien gobierna no reconoce los males hasta que los tiene encima, no es realmente sabio.
-Un príncipe que tenga una ciudad fuerte y que no sea odiado por su pueblo no puede ser atacado.
-No es preciso que un príncipe posea todas las virtudes citadas, pero es indispensable que aparente poseerlas.
-Uno debe asegurarse de que las personas necesiten al príncipe, especialmente si llega un momento de necesidad.
-El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.