¿Qué es el funcionalismo (arquitectura)?
El funcionalismo en la arquitectura es un principio según el cual los edificios o las obras arquitectónicas deben ser una expresión de su función. Este principio suele generar dudas y problemas entre los propios arquitectos, ya que en ocasiones la función no es tan evidente.
La arquitectura funcionalista muchas veces es vista como una expresión artística excluyente, pero arquitectos como Will Bruder o James Polshek han demostrado lo contrario. Estos arquitectos trataron de cumplir los principios de Vitruvio que hablaban de la belleza, la estabilidad y la utilidad de las construcciones arquitectónicas.
Cuando acabó la Primera Guerra Mundial hubo un gran auge de la arquitectura funcionalista. El objetivo era construir un mundo nuevo que hiciera olvidar la destrucción que dejó la guerra.
Algunas veces esta corriente arquitectónica se asocia a ideales como el socialismo. De hecho, el funcionalismo arquitectónico tuvo mucha más influencia en la Unión Soviética y en países de su esfera, como República Checa y Polonia, aunque también fue posible verla en Alemania o Países Bajos.
Historia del funcionalismo en arquitectura
Las discusiones sobre la importancia de la arquitectura en la sociedad se remontan a tiempos muy antiguos. Quizás la primera referencia ocurrió con el arquitecto romano Vitruvio cuando, durante el siglo I a.C., estableció unos principios que hablaban de utilidad, estabilidad y belleza en las obras arquitectónicas.
Con el paso del tiempo y las diferentes corrientes artísticas, los arquitectos elegían unos rasgos sobre otros, haciéndolos más predominantes según la moda.
En el siglo XIX, por ejemplo, los arquitectos se enfocaron más en el estilo de las construcciones, en la belleza o complejidad del diseño. A finales de esa época surgieron otros contrarios a esa idea, que se centraron en la función de los edificios.
- En 1896, Louis Sullivan, de la Escuela de Chicago, popularizó el pensamiento de que la forma debe seguir a la función. Pero no fue hasta 1930 que el funcionalismo se empezó a discutir con más normalidad. Se habló de un enfoque estético y no era solo un tema exclusivo al uso que iban a tener.
- Arquitectura moderna. Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Oscar Niemeyer, Walter Gropius. Ludwig Mies van der Rohe o Theo van Doesburg son los exponentes más emblemáticos de la llamada arquitectura moderna, que proponía un uso más racional de los espacios.
- Escuela de la Bauhaus. Fundada en la República de Weimar, Alemania, por Walter Gropius en 1919, fue una escuela de arte y arquitectura cuyo lema era el de Sullivan, “la forma sigue a la función”. Sus propuestas derivaron en el diseño industrial y gráfico.
- Minimalismo. Promovido por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, su lema era “menos es más”. Las líneas de las construcciones eran depuradas, simples, despojadas de artificios, muchas veces al desnudo.
Características del funcionalismo en arquitectura
– Función sobre forma. El funcionalismo enfatiza que la forma de un edificio debe derivarse de su función. Es decir, la estética del edificio se subordina a sus necesidades funcionales.
– Simplicidad y racionalidad. Las estructuras arquitectónicas funcionalistas tienden a ser simples y racionales. Se elimina la ornamentación innecesaria y los elementos decorativos que no contribuyan directamente a la función del edificio.
– Uso eficiente del espacio. Los espacios se diseñan para optimizar y maximizar la eficiencia y la utilidad. Se evitan los espacios desperdiciados y se busca una distribución lógica y práctica de las áreas funcionales.
– Materias primas de la modernidad. Se opta por materiales modernos, como el concreto o el acero, y se dejan a la vista, como una forma de expresar su uso en las sociedades industriales.
– Flexibilidad y adaptabilidad. Las estructuras funcionalistas se diseñan para adaptarse a diferentes usos y necesidades a lo largo del tiempo. Se busca crear espacios flexibles que puedan reconfigurarse y satisfacer nuevos requerimientos.
Críticas al funcionalismo en arquitectura
El sociólogo francés Jean Baudrillard explicó algunas consecuencias negativas que tenía enfocarse única y exclusivamente en la función de las cosas.
Para Baudrillard, la necesidad de los seres humanos no existe. Afirmaba que es solo un pretexto utilizado para poder vincular a las personas con los objetos. La cuestión es que la función del objeto varía en el tiempo, todo depende del estilo imperante de la época.
Especialmente durante los años 60 se criticó mucho el funcionalismo. Este principio arquitectónico no tomó nunca en cuenta la existencia de cambios sociales y se olvidó de las diferencias de género, grupo humano o gusto.
Influencia en Europa
Checoslovaquia (actual República Checa) fue el primer lugar donde la arquitectura funcionalista predominó. La villa Tugendhat, en Brno, fue una de sus obras más representativas, junto a la villa Müller en Praga. La ciudad de Zlín, por ejemplo, nació en 1920 con el propósito de convertirse en una ciudad de carácter industrial.
En todo el país se podían encontrar obras de marcado estilo funcionalista. Las villas fueron construcciones muy comunes y los edificios de apartamentos, las fábricas y los bloques de oficinas predominaron en las ciudades.
En Escandinavia, después de la década de los 30 del siglo XX, el funcionalismo surgió con más fuerza, donde se le denominó muchas veces como género funki. Lauritzen, Jacobsen y Møller fueron los representantes funcionalistas más activos.
En Polonia, el impacto más importante que existió del funcionalismo fue entre 1918 y 1939. Le Corbusier y Jerzy Soltan fueron una gran influencia para otros arquitectos que siguieron sus ideas. Algunos de sus representantes también se encargaron de trasladar las ideas del funcionalismo en arquitectura al diseño.
La extinta Unión Soviética fue otro gran ejemplo del uso del funcionalismo arquitectónico.
Obras representativas del funcionalismo en arquitectura
A lo largo del mundo, las obras y los representantes del funcionalismo se hicieron notar. Aunque es evidente, al hacer una lista de obras, que las más representativas como movimientos artísticos se encuentran en los países europeos anteriormente nombrados.
En República Checa se pueden encontrar la villa de Tugendhat y el Palacio de las Ferias de Praga. Este último es una de las obras más grandes y de las que aparecieron primero aplicando el funcionalismo.
También en la República Checa está la Colonia de la casa nueva, un complejo residencial de 16 casas que se construyó en 1928.
En Alemania está la escuela ADGB Trade Union, un ejemplo claro de las ideas funcionalistas, que se construyó en 1928. Mientras que en Dinamarca la Universidad Aarhus es un claro ejemplo de los principios funcionalistas, al igual que la zona residencial Södra Ängby en Suecia.
La villa Savoye, en Francia, es un ejemplo de esta arquitectura. En Portugal la influencia se puede observar en la Plaza de todos de Póvoa de Varzim. En Islandia la representación funcionalista se observa en el faro Knarraros, construido a finales de la década de los 30.
Las obras se resumen en edificios puntuales, pero también en grandes comunidades. Ciudades enteras se construyeron bajo las ideas del funcionalismo (como algunas rusas, y viviendas particulares).
Referencias
- Grabow, S., & Spreckelmeyer, K. The architecture of use. Routledge.
- Hertzberger, H. Space and the architect. 010 Publishers.
- Leach, N. Rethinking Architecture: A Reader in Cultural Theory. Routledge.
- Lillyman, W., Moriarty, M., & Neuman, D. Critical architecture and contemporary culture. Oxford University Press.
- Trancik, R. Finding lost space. John Wiley & Sons.