¿Qué son los gobiernos totalitarios?
Los gobiernos totalitarios son aquellos gobiernos que ejercen el control en un país de forma autoritaria y absoluta, sin restricciones, e imponiendo en la legalidad un sistema no democrático y generalmente unipartidista, donde las libertades están supeditadas a los intereses del gobierno.
Históricamente, los gobiernos totalitarios se han presentado desde el inicio de la humanidad. Sin embargo, han podido catalogarse de tales desde que comenzó a expandirse en el mundo el concepto de democracia, que ha servido de antónimo a los totalitarismos. Por ello es que casi todos los ejemplos surgieron en el siglo XX.
El partido único en los regímenes totalitarios suele ser la autoridad indiscutible en el país. La cúpula es la misma del gobierno, que prohíbe cualquier libertad y cercena los derechos de los ciudadanos.
En los países totalitarios, el brazo ejecutor de la justicia depende directamente del gobierno y actúa conforme a sus directrices y lineamientos. Para que los gobiernos totalitarios puedan ejercer un control casi absoluto sobre la población, necesitan a su vez manejar todo el poder militar, que se deberá plegar a las directrices de la ideología gobernante.
Los totalitarismos no tienen una ideología única asignada, aunque se suelen ubicar en los extremos del espectro político como el comunismo o el fascismo, mientras que otros disfrazan su pensamiento en ideologías moderadas.
Características de los gobiernos totalitarios
– Las libertades individuales de los ciudadanos están seriamente supeditadas a las necesidades del Estado. Los individuos no importan frente al poder estatal.
– Es común que exista el personalismo político, dándole al líder supremo todo el poder. Esta figura carismática, después de su muerte, suele reverenciarse casi de manera religiosa.
– El totalitarismo se apoya en el partido único, brazo ejecutor de todos los lineamientos del poder. Si los líderes mueren, el partido sigue (por ejemplo, en Rusia luego de la muerte de Stalin).
– El Estado ostenta todo el poder. Gestiona a todo nivel las vidas de las personas, y dentro del Estado no hay restricciones internas sobre qué puede hacer o no.
– Se establecen procesos de ingeniería social, eliminando a los sujetos considerados indeseables, o recluyéndolos en lugares de “reeducación”.
– Existe una absoluta censura política y un control social irrestricto, acompañado muchas veces de expropiaciones de propiedades para darle al Estado la capacidad de administrar todo con un único criterio.
– No hay respeto por los derechos humanos. Si el Estado considera que un individuo o grupo de individuos atenta contra la soberanía, el partido o la “justicia”, se siente en la completa libertad de eliminarlo cometiendo cualquier tipo de crimen.
Ejemplos de gobiernos totalitarios
La comprensión del totalitarismo surge a raíz de su comparación con los modelos democráticos. Ejemplos de gobiernos totalitarios se pueden encontrar en cualquier latitud del planeta Tierra.
Iósif Stalin, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
La Unión Soviética fue, desde sus inicios en 1922, un estado socialista en el cual se estableció un partido único que formaba el gobierno.
Fundada por Iósif Stalin, luego de la muerte de Lenin, en 1922, gobernó con mano férrea el país por treinta años, hasta su muerte en 1953.
Stalin combatió cualquier intento de oposición interna dentro del sistema, como la liderada por Trotsky, logró vencer a Hitler y atentó sistemáticamente contra los derechos humanos de sus ciudadanos.
Su legado fue execrado por parte de sus sucesores, comenzando un proceso de desestalinización.
Adolf Hitler, Alemania nazi
Antes de la Segunda Guerra Mundial, el Partido Nacionalsocialista alemán consiguió llegar al poder, aniquilando posteriormente todos los poderes constituidos por la República de Weimar.
El líder del Partido Nazi fue Adolf Hitler, que después de instaurar el totalitarismo y proclamar el Tercer Reich que duraría mil años, se enfrentó al Reino Unido, Francia, la Unión Soviética y posteriormente a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
Hitler acabaría suicidándose y con él el estado totalitario nazi, que desapareció. Después de la guerra, Alemania fue dividida en dos: en el oeste, una democracia occidental (Alemania Federal) y en el este, un estado socialista bajo la órbita de la URSS (República Democrática Alemana).
Partido Comunista Chino, China
Después de la derrota de la República de China en la guerra civil de este país (desde 1927 hasta 1949), el régimen político dirigido por Chiang-Kai Shek comenzó a desmoronarse.
Liderados por Mao Zedong, en China se suscitó una revolución que durante varios años dominó todo el país y terminó proclamando la República Popular China, relegando a la República de China a la isla de Taiwán.
Desde entonces, y aunque se ha abierto ampliamente al capitalismo comercial, China sigue siendo un país totalitario regido por un sistema de partido único, siendo además hoy en día, con más de 90 millones de miembros, la organización política más grande del mundo.
Benito Mussolini, Italia
Benito Mussolini fundó el Partido Nacional Fascista y comenzó a organizar un grupo armado de militares para combatir al comunismo, llamado los camisas negras.
La presión de este grupo armado fue tal que a pesar de ser minoría en el Congreso, el rey Víctor Manuel II designó a Mussolini presidente del consejo de ministros, e hizo entrada triunfal en Roma.
Así comenzó una dictadura de más de 20 años, que se enfrentó al comunismo y en la que se inspiró la Alemania nazi, que fue su posterior aliada en la Segunda Guerra Mundial.
Mussolini tuvo como empeño la creación de un Imperio Colonial Italiano, que fracasó con el fin de la guerra y su posterior ajusticiamiento popular.
Fidel y Raúl Castro, Cuba
El 1 de enero de 1959, Fidel Castro, acompañado del Movimiento 26 de julio, toma el poder y da comienzo la Revolución cubana.
Aunque en un principio se planteó como un movimiento democratizador, que devolvería las libertades retiradas por la dictadura de Fulgencio Batista apoyada por los Estados Unidos, con el tiempo Castro le dio un tinte marxista e hizo de Cuba una república socialista, con un partido único.
Aunque el país tiene tasas de educación y salud por encima del promedio latinoamericano, en Cuba se han violado sistemáticamente las libertades de sus ciudadanos, forzando a muchos grupos al exilio, como los homosexuales y los opositores.
Estos grupos también fueron condenados a trabajos forzados en las UMAP, Unidades Militares de Ayuda a la Producción, donde recibían adoctrinamiento político y eran “reeducados”, como el escritor Reinaldo Arenas, quien tuvo la suerte de salir del país en 1980.
Hoy en día, con Fidel Castro muerto y tras el retiro de Raúl Castro, el sistema cubano represivo se mantiene bajo la conducción de Miguel Díaz-Canel, actual presidente del país y primer secretario del partido comunista de Cuba.
Robert Mugabe, Zimbabue
Rodesia era parte del Imperio Colonial Británico y ya habían comenzado a propagarse las ansias de independencia en el país africano.
En Rodesia había un apartheid impuesto por los colonos blancos, y después de una insurrección armada en la que participó Mugabe, acabó ganando la independencia, con igualdad de condiciones con sus ciudadanos con respecto a la raza.
Mugabe primero fue primer ministro, donde entabló relaciones cordiales con la minoría blanca y desató una guerra civil contra determinadas tribus negras.
Ya en la presidencia, abandonó sus pretenciones de instaurar un estado marxista, pero de cualquier manera acabó con la oposición interna.
En 2017 hubo un golpe de estado y lo detuvieron el 15 de noviembre, y el 21 renunció a la presidencia. Murió en 2019.
Augusto Pinochet, Chile
El 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas chilenas encabezaron un golpe militar, apoyado por los Estados Unidos, contra el gobierno democráticamente electo de Salvador Allende.
Aunque el gobierno de Allende estaba enfrentando una crisis de popularidad y de abastecimiento de productos básicos, el comandante del ejército, Augusto Pinochet, tomó el poder e ilegalizó a todos los partidos políticos.
Usando su propia constitución redactada en 1980, Pinochet se sometió a un plebiscito para ratificar su permanencia en el cargo, que perdió.
Dos años después se pondría fin a la dictadura chilena que trajo persecuciones y desapariciones, aunque Pinochet seguiría como senador vitalicio y comandante del Ejército hasta su muerte en 2006.
Vladimir Putin, Rusia
La URSS dejó de existir en 1992. Rusia dejó de tener países satélites y se transformó en la Federación Rusa.
Después de la presidencia de Boris Yeltsin, Putin ascendió al poder mediante elecciones. Desde 2012, tras unas elecciones fraudulentas, se mantiene en la presidencia. En 2018 fue “reelegido” nuevamente, y en 2021 hizo enmiendas constitucionales para postularse por dos veces más, lo que significaría quedarse hasta 2036.
Mantiene al país bajo una férrea vigilancia, similar a la de la KGB soviética (aunque ya no existe), y ha llevado a Rusia a una invasión a Ucrania que él llama “Operación especial”. Quienes se oponen a su poder y a sus decisiones se enfrentan a varios años de cárcel y condenas desproporcionadas.
Se apoya, además de en el ejército, en un sistema oligárquico que funciona en la práctica como un partido político unido, que forma un frente homogéneo.
Kin Jong-Un, Corea del Norte
Desde 1945, Corea del Norte está bajo un gobierno totalitario y dictatorial. Su líder supremo es Kim Jong-Un, quien sucedió a su padre luego de su muerte. Existe una represión absoluta y los ciudadanos no tienen libertades de ninguna clase.
Daniel Ortega, Nicaragua
Líder del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es presidente de Nicaragua desde 2006, reelegido en tres ocasiones. Tanto el partido como él ejercen el poder absoluto sobre la población, con una represión brutal.
Referencias
- Hermet, G. (1991). Totalitarismo. Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.
- Martínez, M. (2011). Totalitarismo, ¿un concepto vigente? Episteme.
- Menze, E. (1980). Totalitarianism reconsidered. Port Washington, Nueva York, Estados Unidos: Kennikat Press.