¿Harta de todo? Frecuentemente, la vida plantea situaciones complejas de solucionar. Este tipo de situaciones provocan un elevado desgaste físico y mental que puede ser complicado de superar.
Los problemas personales, familiares, laborales pueden amontonarse y propiciar la aparición de la sensación de estar harta de todo. Este hecho puede provocar que las personas alcancen una situación límite, en la que se quedan sin fuerzas para seguir adelante.
¿Estás harta de todo? Prueba estos 10 consejos
1. No externalizar las responsabilidades
El primer aspecto a tener en cuenta consiste en no externalizar las responsabilidades. Cuando los problemas se amontonan, suele ser habitual que las personas localicen la culpa de lo que está pasando en elementos externos.
“Mi situación laboral es insostenible por culpa de mi jefe”, “con la crisis que hay es imposible tener estabilidad económica”, “mi familia no me ayuda en nada y yo ya no puedo hacer más”…
Este tipo de pensamientos suelen aparecer con frecuencia cuando una está harta de todo. Y en algunos casos, la presencia de estos pensamientos puede estar plenamente justificada.
No obstante, externalizar las responsabilidades no permite superar las situaciones personales complicadas. Si se hace, se dejará el estado emocional en manos de elementos que no se pueden controlar y esto originará mayores dosis de insatisfacción.
Así pues, es crucial adquirir conciencia de que hay que cambiar de enfoque y realizar modificaciones para estar mejor. Por ello hay adoptar un rol protagonista.
2. Adquirir conciencia de que se necesita un cambio
Adquirir un rol activo y protagonista en situaciones límites es un elemento de vital importancia, sin embargo, a menudo resulta complejo de efectuar.
Cuando se está harta de todo, la necesidad de actuar se junta con la ausencia de energía física y mental, hecho que puede conducir a una situación de bloqueo. Por este motivo es importante ir poco a poco y se cree un plan de actuación acorde con el estado actual.
Adquirir un rol activo ante la vida no debe suponer una fuente extra de estrés o presión, sino lo contrario. Debe resultar un elemento que permita seguir una hoja de ruta y dé fuerzas para llevarla a cabo.
En este sentido, el primer paso consiste en adquirir conciencia de la necesidad de cambiar. Este hecho será el punto de partida que permita, por un lado, salir de la situación de bloqueo y, por otro lado, adquirir motivación para mejorar el estado vital.
3. Detectar qué cosas cambiar
Una vez se es consciente de la necesidad de un cambio, es fundamental utilizar esa idea como fuente de motivación para ir superando las adversidades. La visualización del cambio puede impulsar las modificaciones.
Es importante que este ejercicio se haga con calma y paciencia. Los cambios no se hacen de un día para otro, no suceden de forma inmediata. Por este motivo es aconsejable ir paso a paso. Tomarse el tiempo necesario y reflexionar con calma sobre esos elementos a modificar.
Si este ejercicio no se realiza con tranquilidad y un cierto grado de pausa, es probable pensar que hay que cambiarlo todo porque nada está bien. Ir de menos a más, empezar por los cambios más fáciles de llevar a cabo (por ejemplo, no revisar las redes sociales hasta terminar de trabajar), y a medida que se modifiquen habrá más fuerza para cambiar elementos más significativos.
4. Analizar las cosas que motivan
El punto anterior debe ir estrechamente relacionado con la motivación. Es decir, los cambios a realizar deben conseguir incrementar la gratificación y la motivación por las cosas que se hacen.
Analizar las cosas que motivan es un ejercicio complicado cuando se está harta de todo, porque se suele sentir que no hay nada.
No obstante, es importante ser consciente de que es la situación emocional la que genera esos pensamientos. Por ello, hay que trabajar activamente para buscar esas motivaciones.
La motivación no aparece de forma autónoma, hay que desarrollarla. Comenzar a hacer actividades que gusten, que antes hayan generado satisfacción, o que se crea que pueden llegar a gustar, se tendrá allí una fuente donde poder elaborar la motivación.
5. Plantearse objetivos
Plantearse objetivos es fundamental para seguir adelante. Es una de las razones que motivan a la gente y con las que se experimenta gratificación.
Implica desarrollar una importante toma de decisiones. Los objetivos a plantearse deben ser racionales y congruentes, y sobre todo hay que ser conscientes de poder conseguirlos.
Para hacerlo, primero es mejor visualizar qué cosas se desea conseguir y, posteriormente, desglosarlas en objetivos más pequeños, que se puedan alcanzar poco a poco.
6. Ir paso a paso
Cuando una persona no está bien lo que desea es empezar a estarlo, y para ello la vía más rápida suele ser cambiar todo lo que causa malestar.
Sin embargo, esta percepción suele ser el elemento que impide la realización de cualquier modificación. Cambiarlo todo en muchos casos se antoja altamente complicado, por lo que la visión de todo o nada tiende a dificultar la situación.
Por este motivo es necesario ir paso a paso. Realizar una modificación en el día a día, por pequeña que sea, puede ser suficiente para iniciar el camino del cambio y, con el tiempo, superar la situación actual.
7. Enfocarse en cosas que se pueden controlar
Para superar este tipo de situaciones resulta imprescindible centrarse en cosas que se pueden controlar. De hecho, si una persona se enfoca en cosas que no controla, su capacidad de actuación será mínima.
Es necesario plantearse cambios que dependan única y exclusivamente de sí mismo, pues intervenir en esos elementos que se puede controlar hará sentir cómo el estado emocional ganará en consistencia y confianza.
8. Invertir tiempo en sí misma
Cuando una se encuentra en una situación límite, su capacidad de ayudar a los demás se ve reducida debido a su estado personal.
Por este motivo, es importante primero recuperarse, incrementar un estado de ánimo tranquilo, y estabilizar el estado emocional. Para hacerlo, hay que invertir más tiempo en una misma.
Es bueno buscar momentos para relajarse, des-tensionarse y recuperar energías. Todas las personas necesitamos parar, descansar y tener momentos para nosotros mismos. Cuando se haga, se estará en mejores condiciones para afrontar los problemas y conseguir los objetivos personales.
9. Buscar la gratificación
Más allá de la ausencia de descanso, uno de los elementos principales que da lugar a las situaciones límite y a la sensación de estar harta de todo es la ausencia de gratificación.
Cuando una se lo pasa bien, el ánimo mejora. Se experimentan emociones positivas, se generan pensamientos optimistas y se desarrolla un estado que permite salir de la situación de bloqueo.
Por este motivo, es importante encontrar momentos cada semana para realizar actividades con las que pasarlo bien y que sean capaces de proporcionar gratificación.
10. Encontrar apoyo
Por último, y no por eso menos importante, resulta vital que se busque apoyo. No es aconsejable dejar las cosas para sí misma o hacer todo el esfuerzo sola. Tener amigos y compartir con ellos hace que la vida parezca más fácil y agradable.
Los problemas se solucionan con mayor facilidad si se tienen personas al lado que ayudan, por lo que la búsqueda de apoyo resulta fundamental en este tipo de situaciones.
Referencias
- Avila, A. y Poch, J. Manual de técnicas de psicoterapia. Un enfoque psicodinámico. Madrid: Siglo XXI.
- Bateman, A.; Brown, D. y Pedder, J. Introducción a la psicoterapia. Manual de la teoría y técnica psicodinámicas. Barcelona: Albesa.
- Davenport, D. S. y Pipes, R. B. Introducción a la psicoterapia. El saber clínico compartido. Bilbao: Ed. Desclée de Brouwer.
- Froufe, M. El inconsciente cognitivo. La cara oculta de la mente. Madrid: Biblioteca Nueva.
- García de la Hoz, A. Teoría psicoanalítica. Madrid: Quipú-Biblioteca Nueva.