¿Qué son los huertos urbanos?
Los huertos urbanos son una pequeña extensión de tierra ubicada en el área de una ciudad y dedicada al cultivo de especies vegetales, principalmente de ciclo corto bajo riego. Los cultivos utilizados son hortalizas (vegetales y legumbres), especias, plantas medicinales, y en algunos casos, se pueden incluir frutales.
Los huertos urbanos están basados en el concepto de agricultura ecológica, con un uso mínimo de agroquímicos. La extensión, cultivos y técnica de producción dependen del área disponible y de las condiciones del hábitat.
El huerto urbano puede establecerse en casi cualquier área de una ciudad, como terrenos baldíos, jardines, patios, casas o techos de edificios. Incluso se puede tener un pequeño huerto en la terraza, el balcón o en la ventana de un piso o apartamento.
Hay una amplia variedad de especies cultivables en un huerto urbano, y su selección depende del clima y del sustrato disponible. Estos huertos se caracterizan por ser áreas relativamente pequeñas trabajadas a mano con una serie de implementos de labranza.
Entre los implementos indispensables está la azada, la pala, el rastrillo, la tijera de podar y la regadera de mano. En el huerto se deben realizar labores, como preparación del sustrato, siembra, riego, fertilización, control de plagas y enfermedades, desmalezamiento y cosecha.
Existen diversos tipos de huertos urbanos, según donde se ubiquen, el método de cultivo y sujeto social que los implementa. Desarrollar un huerto urbano trae indudables beneficios económicos y de salud tanto física como mental. Además, representan un ahorro de dinero, acceso a alimentos sanos y entretenimiento, y promueven la integración social.
No obstante, al momento de establecer el huerto, se pueden presentar algunos inconvenientes, como costos iniciales, manejo de desechos o consumo de agua. Sin embargo, con la planificación y manejo adecuado, la relación beneficios/inconvenientes es ampliamente positiva.
Características de los huertos urbanos
- Ubicación en áreas urbanas. Están ubicados dentro de ciudades o áreas urbanizadas, a menudo en terrenos previamente subutilizados o vacantes. Pueden estar en parques, azoteas, patios traseros, parcelas comunitarias, balcones o techos.
- Tamaño variado. Pueden ser pequeños y de jardín, ocupando solo unos pocos metros cuadrados, o más grandes, abarcando varias hectáreas, en el caso de huertos comunitarios o urbanos a gran escala.
- Acceso público. Muchos huertos urbanos son accesibles para la comunidad local. Los residentes pueden participar en la siembra, cuidado y cosecha de los cultivos, lo que fomenta la colaboración y la conexión social.
- Diversidad de cultivos. Se cultivan una variedad de alimentos, que van desde verduras y frutas hasta hierbas y flores comestibles. Por ejemplo, tomate, pimientos, acelga, ajo, alcachofa, lechuga, brócoli, cebolla y rábano. Igualmente legumbres como habas, frijoles, cacahuetes (maní) y guisantes. También es frecuente el cultivo de plantas aromáticas y medicinales como la menta, romero, albahaca o melisa. La diversidad de cultivos a menudo promueve la biodiversidad y atrae insectos beneficiosos.
- Sostenibilidad. Los huertos urbanos se inspiran a menudo en prácticas de cultivo sostenible, como el uso de compost, la gestión de residuos orgánicos y la minimización de productos químicos nocivos.
- Educación. Suelen servir como lugares de aprendizaje y educación sobre agricultura, alimentación saludable y sostenibilidad ambiental. Escuelas, organizaciones sin fines de lucro y programas educativos suelen utilizarlos con este propósito.
- Beneficios para la salud. El cultivo y la participación en actividades al aire libre en los huertos urbanos pueden conllevar beneficios para la salud física y mental de las personas, promoviendo un estilo de vida activo y el contacto con la naturaleza.
- Seguridad alimentaria. Pueden contribuir a la seguridad alimentaria de las comunidades locales al proporcionar acceso a alimentos frescos y cultivados localmente, especialmente en áreas con acceso limitado a tiendas de comestibles.
Tipos de huertos urbanos
Los huertos urbanos son de diversos tipos, dependiendo de su ubicación, técnica empleada y sujeto social que lo desarrolla.
De acuerdo a la ubicación
Los huertos urbanos pueden ser de campo, de jardín, de terraza, de balcón y ventana.
En campo
Se trata de un huerto establecido en un terreno baldío dentro o en la periferia de la ciudad. Normalmente se dispone de mayor extensión de terreno para cultivo y la siembra o plantación se realiza directamente en el terreno.
Los implementos utilizados son los mismos que los de la huerta rural y dispone de un área para el almácigo o semillero. El riego se puede realizar de forma manual, por aspersión o goteo, dependiendo del área de cultivo y las posibilidades económicas.
El riego por goteo tiene la ventaja de un uso más eficiente del agua, y permite suministrar fertilizantes líquidos diluidos.
De jardín
Puede emplearse toda el área del jardín para el huerto o compartir el espacio con especies ornamentales. En todo caso, generalmente se trata de un huerto de menores dimensiones que la huerta en campo.
La siembra o plantación se realiza de forma directa en terreno o en macetas de diversas dimensiones. Para el riego, lo más conveniente es hacerlo con regaderas manuales o con aspersores móviles.
De optarse por el sistema de goteo mediante mangueras, es necesario disimularlo adecuadamente para evitar la ruptura estética del jardín.
De terraza
El cultivo se realiza en macetas o en envases colocados en el piso o colgantes, y el riego se hace con regaderas manuales. Debe tenerse especial cuidado con el agua de drenaje para evitar daños al piso por filtraciones.
Balcón y ventana
Si se vive en un piso y no se dispone de terraza, se puede establecer un pequeño huerto en macetas y envases colgantes. El sustrato a utilizar para cultivar las plantas puede ser sólido o hidropónico. El riego debe ser manual, disponiendo de envases recolectores del agua de percolación para evitar daños a paredes y pisos.
De acuerdo a la técnica de cultivo empleada
En tierra
Se trata del huerto tradicional, donde la siembra o trasplante se realiza en sustrato sólido (tierra de campo o mezcla de suelo preparada). Para mantener la fertilidad del suelo se debe aplicar fertilización y se puede hacer riego manual, aspersión o por goteo.
Hidropónico
Esta técnica consiste en cultivar sin suelo en recipientes donde los nutrientes se le suministran al cultivo de forma líquida. Para esto, se pueden utilizar tubos de PVC, a lo largo de los cuales se practican orificios donde se introducirán las plántulas.
Las plantas obtienen el agua y nutrientes de la solución acuosa nutritiva que circula por el interior del tubo. El cultivo hidropónico permite un uso más eficiente de nutrientes, pero requiere una correcta formulación de la solución nutritiva.
De acuerdo al sujeto social
Huerto urbano familiar
El huerto se establece en el ámbito familiar. Aquí entran todos aquellos establecidos en el jardín de la casa, la terraza o el balcón.
Huerto urbano comunitario
Se trata de huertos trabajados por un conjunto de personas de la comunidad. Por tanto, se establecen en terrenos comunitarios, escuelas, terrenos municipales o jardines públicos.
¿Cómo hacer un huerto urbano?
Para establecer un huerto urbano se deben seguir unos pasos esenciales.
Definir el área
No es lo mismo un huerto en un terreno o campo, que en un balcón. Cada uno tiene requerimientos distintos. Lo fundamental es que el sitio escogido reciba buena radiación solar y suministro de agua.
Seleccionar los cultivos a producir
Esto dependerá tanto de los deseos del horticultor urbano como de las condiciones climáticas y de suelo del huerto. Por otra parte, no se trata de establecer un monocultivo sino de alcanzar la mayor diversidad de especies posible.
Asimismo, es fundamental contar con semillas de calidad, por lo que se recomienda comprar semillas certificadas. Otra opción es seleccionar semillas a partir de lo producido en la huerta o del consumo doméstico.
Preparar el terreno o el sustrato
En un huerto en campo, el suelo se debe preparar rompiendo la capa compactada mediante el uso de azadón y rastrillo. En este sentido, es importante que el suelo, hasta una profundidad de 20-30 cm, quede suelto para un adecuado desarrollo de la planta.
Al cultivar en maceta, el tipo de sustrato se puede seleccionar tomando en cuenta la especie cultivada que se desea producir. Generalmente, la mezcla de arena, grava y tierra orgánica con un suelo franco, resulta favorable para la mayoría de las especies.
Establecer el almácigo
Esto se aplica solo para aquellas especies que requieren trasplante, como el tomate cuando va a ser llevado a campo. En caso de cultivarlo en maceta, se puede hacer una siembra directa si se prepara adecuadamente el sustrato.
En el almácigo la semilla germina, y una vez alcanzada la fase de plántula, se debe trasplantar a campo. Es recomendable que el sustrato sea fino y se esterilice. Esto último se puede hacer aplicando vapor de agua a alta temperatura.
Siembra o trasplante
Cuando se realiza la siembra directa, las semillas se colocan en el suelo o sustrato y se cubren con una capa delgada de estos. La densidad de siembra varía con la especie, siendo preferible sembrar de más y luego entresacar el exceso de plántulas.
En el caso del trasplante, se deben tomar las plántulas del sustrato, teniendo cuidado de no dañar las raíces. Posteriormente, se llevan a campo y se siembran en pequeños agujeros hechos en el suelo.
Riego
Se debe elegir el método de riego más adecuado, de acuerdo a la extensión del área, especies cultivadas y métodos de cultivo. El método más económico es el riego mediante regadera de mano, y el riego por goteo es más eficiente.
Fertilización
Este paso comienza desde la preparación del sustrato, sea del suelo en el terreno o el sustrato en macetas. Para esto, se pueden aplicar fertilizantes comerciales foliares diluidos en agua de riego.
Igualmente, se puede incorporar al suelo al momento de su preparación el material obtenido a partir del compost. Para esto, es conveniente disponer de un área para su preparación a partir de los propios desechos de la huerta y del hogar.
Control de malezas
Las malas hierbas disminuyen sustancialmente los rendimientos, hasta el extremo de producir la muerte de las plantas. Por tanto, hay que erradicar regularmente las malas hierbas tanto de forma manual o con ayuda de herramientas.
Control de insectos, plagas y enfermedades
Lo más recomendable es realizar un control biológico y manual que se puede complementar con insecticidas biológicos. Estos insecticidas se preparan a partir de extractos vegetales de hojas de neem (Azadirachta indica), cítricos (Citrus spp.) o de Tagetes spp.
Cosecha
La cosecha se realiza a mano y cada cultivo tiene sus particularidades, dependiendo de si es una planta anual o perenne. Igualmente, la cosecha varía si se trata de un vegetal de hoja (lechuga), fruto (tomate o habas) o bulbo (cebolla).
Beneficios de los huertos urbanos
- Alimentos para consumo. Los huertos urbanos proveen alimentos, que por producirse bajo la modalidad de agricultura orgánica tienen una alta calidad.
- Ahorro familiar. Algunos de los rubros que se producen en el huerto urbano alcanzan altos precios en el mercado, particularmente las hortalizas. Por lo tanto, el huerto representa un ahorro en el presupuesto familiar.
- Venta de excedentes. Aun en un área relativamente pequeña, un huerto urbano bien llevado puede generar excedentes que se pueden comercializar.
- Salud física. Consumir alimentos sanos es un aporte a la salud personal, ya que están libres de agroquímicos. Por otra parte, en el huerto se pueden cultivar plantas medicinales que pueden servir de complemento para tratar afecciones leves. Adicionalmente, la actividad física en las labores del huerto contribuye a mantener la salud corporal.
- Salud mental. Contar con un rincón verde en el hogar representa un beneficio a la salud mental, ya que contribuye a mantener el equilibrio emocional. Por otra parte, la actividad en el huerto sirve como recreación, con todos los beneficios asociados. Desde otro punto de vista, dentro del actual concepto de urbanismo se busca desarrollar un sentido de comunidad. En este contexto, los huertos urbanos comunitarios pueden contribuir a lograr este objetivo, ya que se requiere trabajo en equipo.
- Reducción de la huella de carbono. Al reducir la distancia que los alimentos deben viajar desde la granja hasta el consumidor, los huertos urbanos pueden ayudar a reducir la huella de carbono asociada con la producción y distribución de alimentos.
- Mejora del entorno urbano. A menudo mejoran la estética y el ambiente de las áreas urbanas al agregar áreas verdes y espacios de biodiversidad.
Inconvenientes de los huertos urbanos
- Exigen tiempo y trabajo. El huerto requiere una inversión de tiempo y esfuerzo, que debe planificarse y no es posible postergar. Por ejemplo, el control de insectos perjudiciales y malezas debe hacerse oportunamente, a fin de no perjudicar el cultivo.
- Insectos. En algunos casos, los cultivos pueden atraer distintos insectos que pueden llegar a ser perjudiciales. Estos insectos pueden afectar las plantas o la salud humana, como es el caso de la picadura de abejas a personas alérgicas.
- Enfermedades vegetales y desechos orgánicos. En el huerto las enfermedades bacterianas y fúngicas son comunes y pueden generar pudriciones. Por tanto, se producen malos olores y desechos orgánicos de los cuales hay que disponer adecuadamente. Además, todos los cultivos generan cierta cantidad de desechos orgánicos que deben procesarse.
- Manipulación de compuestos químicos. En algunos casos, el manejo del huerto urbano requiere el empleo de algunos productos químicos. El uso de dichos productos puede ser arriesgado para la salud, si no se hace adecuadamente.
- Suelos contaminados. Los suelos urbanos tienden a tener mayores niveles de contaminación por metales pesados debido a las emisiones del tráfico automotor, industrias y desechos. Por ejemplo, se han detectado altas concentraciones de plomo en el huerto urbano Parque Miraflores de Sevilla, el más antiguo de España. Por tanto, es recomendable realizar un análisis del suelo antes de establecer el huerto, para ver su idoneidad desde el punto de vista químico.
- Consumo de agua. Los huertos son sistemas de cultivo bajo riego, y por lo tanto requieren una provisión de agua suficiente. En algunos lugares, el consumo de agua para riego puede ser un serio inconveniente.
- Costos. Aunque en general los costos monetarios de un huerto urbano no son elevados, es indudable que representan una inversión inicial. En todo caso, es necesario hacer una relación de costos/beneficios y definir la amortización de la inversión inicial.
Referencias
- Bueno-Bosch M. Manual práctico del huerto ecológico huertos familiares / huertos urbanos / huertos escolares. Editorial La Fertilidad de la Tierra.
- Kim, J., R. Kaplan. Physical and Psychological Factors in Sense of Community. Environment and Behavior.
- Lok, R. Introducción a los huertos caseros tradicionales tropicales. Colección Módulos de Enseñanza Agroforestal Nº 3. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE).
- Mejías-Moreno, A. Contribución de los huertos urbanos a la salud. Contribution of urban vegetable gardens to health. Hábitat y Sociedad.