Constitución y Reforma fue el lema que enarboló Venustiano Carranza (1859-1920) para reunir a todas las facciones armadas revolucionarias de México en un solo ejército a principios del siglo XX.
Con el objetivo fundamental de respetar la constitución y restablecer el orden, consiguió unir las voluntades —y los ejércitos revolucionarios— de los distintos caudillos mexicanos y unificar la lucha contra el gobierno dictatorial del general Victoriano Huerta en todos los estados.
Se le llamó Ejército Constitucionalista —frente al Ejército Federal de los contrarrevolucionarios—y sentó las bases institucionales de lo que hoy se conoce como Ejército mexicano.
¿Quién fue Venustiano Carranza?
Nacido en el estado de Coahuila, en el seno de una familia de prestigio, en 1859, Carranza fue un militar que comenzó la carrera política sucediendo a su padre como intendente de su pueblo natal.
En 1911, tras el estallido de la Revolución mexicana, el presidente interino Francisco Madero lo nombró gobernador. Dos años más tarde, Huerta logró usurpar la presidencia del país mandando a asesinar a Madero.
El Plan de Guadalupe
Poco después de la muerte de Madero, en 1913, Carranza lanzó el Plan de Guadalupe, un manifiesto por el que desconocía al gobierno de Huerta, autoproclamándose Primer Jefe del Ejército Constitucionalista.
En su lucha contra el gobierno conservador de Huerta, Carranza logró el apoyo de los líderes revolucionarios agrarios Pancho Villa (al norte) y Emiliano Zapata (al sur).
Las fuerzas unificadas en el Ejército Constitucionalista ganaron en todos los estados, y Huerta se vio obligado a renunciar a la presidencia en 1914.
Ese año, además, Estados Unidos invadió México. Carranza, esta vez, hizo uso de su perfil político y llegó a acuerdos con ese gobierno para que no intervinieran en los asuntos internos del país. Para ese momento, Carranza ya era presidente interino de México.
La Convención de Aguascalientes
Como suele ocurrir, la unidad que se logró en las batallas resultó más difícil de sostener en la paz. Para intentar concertar acuerdos entre las partes, se convocó a una Soberana Convención Revolucionaria en Aguascalientes.
La brecha entre el bando revolucionario agrario y los moderados, lejos de zanjarse, se agudizó. Villa y Zapata se negaron a reconocer la autoridad de Carranza y disolver sus propios ejércitos.
Comenzó entonces una guerra entre ambos sectores. Con victorias y derrotas, Carranza finalmente logró consolidarse como vencedor.
La reforma constitucional
Una vez que se vieron sofocadas las fuerzas contrarias, en 1916, Carranza convocó en el estado de Querétaro a un Congreso Constituyente para reformar la constitución vigente y adaptarla a la realidad nacional.
En 1917, México ya contaba con nueva Constitución y un nuevo presidente constitucional nombrado por el Congreso.
Carranza fue presidente hasta 1920, puso fin a la revolución y, si bien algunas de sus medidas fueron progresistas en las formas, su aplicación fue relativamente conservadora.
Aunque, probablemente, más importante que el hecho de que su reforma agraria fuera muy moderada, lo que se destaca es que haya puesto fin a la Revolución (al menos a su cara más cruenta).
El lema de Venustiano Carranza, Constitución y Reforma, ganó al lema zapatista de Reforma, Libertad, Justicia y Ley.
Referencias
- KRAUZE, E., de los Reyes, A., & de Orellana, M. (1987). Venustiano Carranza, puente entre siglos. Fondo De Cultura Económica.
- CAMÍN, H. A., & MEYER, L. (2010). In the Shadow of the Mexican Revolution: Contemporary Mexican History, 1910-1989. University of Texas Press.