¿Qué fue la ley de Iglesias?
La ley de Iglesias fue un documento expedido en 1857 para reformar la relación del Estado con la Iglesia en México. Se estableció en el marco de las reformas que se sucedieron en la Guerra de Reforma o Guerra de los Tres Años.
Las causas que provocaron este conflicto fueron la promulgación de leyes liberales que retiraban los fueros eclesiásticos y militares.
En estas leyes se recogía la obligación de que cualquier delito cometido por parte de algún miembro del ejército o la iglesia, se juzgase como un ciudadano cualquiera en un tribunal civil.
Estas leyes fueron promulgadas por el nuevo presidente Ignacio Comonfort, que había sustituido a Juan Álvarez. En concreto, la ley Iglesias fue promovida por Jose María Iglesias entre enero y mayo de 1857.
Antecedentes históricos de la ley de Iglesias
Los radicales tomaron la presidencia de México y establecieron una serie de reformas que intentaban separar el poder del Estado de la iglesia y el ejército. Entre ellos se encontraban Benito Juárez, Jose María Iglesias e Ignacio Comonfort.
Juárez era un radical puro que pretendía eliminar los privilegios de la iglesia y el ejército. Aunque Comonfort recomendaba prudencia, estas leyes se promulgaron, y comenzó la Guerra de la Reforma.
Las partes más conservadoras del país repudiaban las nuevas leyes que el nuevo ejecutivo promulgaba. Sobre todo, la prensa se hizo eco de las quejas, apoyando a los conservadores, mientras que los liberales aclamaban el poder que se estaba formando en el Estado.
Las primeras reformas establecidas por el presidente de la República querían conseguir mermar el poder del clero y reafirmar el poder del Estado.
Ignacio Comonfort envió el mensaje a los habitantes donde exponía la importancia de la separación de los poderes.
En él dice: “Uno de los mayores obstáculos para la prosperidad y engrandecimiento de la nación, es la falta de movimiento o libre circulación de una gran parte de la propiedad raíz, base fundamental de la riqueza pública” (Decreto de Gobierno Sobre Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas, 1856).
Con la ley Juárez y la ley Lerdo, comenzó la guerra civil, enfrentando a liberales y conservadores. Por un lado, estaba el partido liberal encabezado por Benito Juárez, que defendería el poder constitucional. Por el otro, estaba Félix Zuloaga, la parte más conservadora.
Juárez tomó el mando del Estado en el Gobierno de Guanajuato, mientras que Zuloaga lo hacía en la capital. Una vez Juárez llegó al poder, formuló las leyes que cambiarían el panorama del país.
Entre las cinco leyes que promulgó, se encontraba la ley de Iglesias. Por su lado, Zuloaga promulgó leyes que contrarrestaban aquellas de la reforma.
Ley de Iglesias
La ley de Iglesias, conocida así por su autor, José María Iglesias, fue formulada entre enero y mayo de 1857. Fue una de las leyes de reforma más importantes que se formularon en México y que hizo que estallara la guerra civil.
Esta ley regulaba el cobro de los derechos parroquiales, e impedía que se exigiera a las personas con menos ingresos el pago de un diezmo a la iglesia.
Además, a través de esta ley, se imponía un castigo a los miembros del clero que no tuvieran en cuenta esta circunstancia.
Cuando esta ley fue promulgada, la parte conservadora del país y el clero desataron diversas críticas. Estas leyes afectaban directamente el poder que tenía la Iglesia en México, que durante más de tres siglos había participado en mucho más que en la evangelización y en la fe cristiana.
A través de la promulgación de la ley, se establecía que los servicios que daba la iglesia al pueblo debían de ser gratuitos. Esto quería decir que el clero no podía cobrar por los bautizos, matrimonios, etc.
Lo que se intentaba conseguir a través de estas leyes era separar el poder de la iglesia del Estado, y asimismo, evitar que la iglesia se enriqueciese del pueblo, y mucho menos de los más necesitados.
Al reducir el poder de la iglesia en el Estado, esta no podía influir en la toma de decisiones gubernamentales. Esta ley tenía un origen plenamente liberal, y buscaba la consolidación de la república, que en su corta vida había estado muy influenciada por la iglesia.
Consecuencias de las leyes de la Reforma
Después de todos los problemas acaecidos en la guerra civil, el partido liberal consiguió mantener el poder y derrotar a los conservadores en la batalla de Calpulapán, el 22 de diciembre de 1860. Juárez tomó entonces la capital y convocó elecciones, donde ganó de manera justa.
Una vez restablecido el orden constitucional del país, las leyes de la Reforma aprobadas, como la ley Iglesias, se reforzaron y añadieron alguna nueva, como la Ley de Secularización de Hospitales y Establecimientos de Beneficencia en 1861.
Las leyes para la reforma, promulgadas por el partido liberal, consiguieron la separación de los poderes de la iglesia y el Estado. A través de estas leyes, se eliminaron los mayores obstáculos para conseguir una economía moderna y sanearon las finanzas públicas.
La desamortización de los terrenos de la iglesia salvó el erario público de la bancarrota. Se creó un sistema de impuestos, donde los habitantes del país pagaban solo al Estado y no a la iglesia, para que este les proporcionase servicios básicos.
Al no tener que pagar el diezmo a la iglesia, los habitantes del país podían ayudar a la recuperación de las arcas del país. De este modo, conseguirían nuevas infraestructuras y ayudando a que el país se modernizase y siguiera el ejemplo de sus vecinos americanos en la industrialización.
El problema sobrevino cuando el gobierno liberal se dio cuenta de que en los años en los que los conservadores estuvieron en el poder, habían manipulado las finanzas públicas y la situación del país era gravísima.
Las leyes de la reforma no fueron suficientes para lograr la pacificación del país ni conseguir resolver sus problemas financieros.
Referencias
- KATZ, F. (1981). La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la revolución mexicana. Ediciones Era.
- COVO, J. (1983). Las ideas de la Reforma en México (1855-1861). Universidad Nacional Autónoma de México.