¿Qué es el mapache?
El mapache (Procyon) es un mamífero placentario que pertenece a la familia Procyonidae. La característica principal que distingue a este grupo es su máscara negra en la cara, que rodea sus ojos. Además, tiene una cola de pelaje denso y con franjas oscuras, que se alternan con un tono claro.
En cada pata tiene cinco dedos alargados, con garras no retráctiles y un pulgar no oponible. En las patas anteriores existen numerosas terminaciones nerviosas, que le permiten tener un sentido táctil muy desarrollado.
El género está formado por tres especies: Procyon lotor, que habita en Norteamérica y ha sido introducido en Europa, Procyon cancrivorus, localizado en Centro y Suramérica, y Procyon pygmaeus, una especie endémica de la isla Cozumel, en México.
A pesar de formar parte del orden Carnívoro, los miembros de este género son omnívoros: comen frutas, verduras, nueces, bellotas, maíz, insectos, cangrejos, aves y ratas, entre otros.
Su hábitat natural son los bosques, humedales y áreas cercanas a ríos y lagos. Sin embargo, debido a su gran capacidad de adaptarse a diferentes ecosistemas, suelen vivir en zonas urbanas y suburbanas.
Esperanza de vida del mapache
En la naturaleza, el mapache puede vivir hasta 16 años, aunque la gran mayoría no llega a tener dos años de vida. Los que se encuentran en cautiverio, generalmente viven más de 20 años.
Si bien es un animal relativamente longevo, su esperanza de vida en estado salvaje es de 1,8 y 3,1 años. Si logran sobrevivir este tiempo, la tasa de mortalidad desciende entre el 10 y el 30%.
Sus depredadores naturales son los coyotes, los gatos monteses y los grandes búhos reales americanos, que principalmente cazan a los jóvenes. Forma parte de la dieta del águila calva, el puma, el lobo, el oso negro y el lince.
No obstante, la depredación no es la principal causa de muerte, debido a que muchos de estos depredadores han sido exterminados en varias áreas donde habitan los miembros del género Procyon.
Lo que más incide en la disminución de la población del mapache son las actividades humanas, quien caza y degrada el ambiente donde habita esta especie.
También existen enfermedades mortales que atacan al mapache. Entre estas se encuentra el moquillo, que pudiera adquirir proporciones epidémicas, llegando a matar a un importante número de animales.
Enfermedades del mapache
Los mapaches suelen ser portadores de la rabia, una enfermedad infecciosa letal transmitida por la saliva. Este virus puede ser contagiado al ser humano a través de una mordedura del animal y, de no ser tratada a tiempo, podría causar la muerte.
El moquillo es un virus epizoótico que infecta a esta especie, pero no al humano. Esta afección es la causa natural más frecuente de muerte en Norteamérica, afectando al animal en todos los grupos etarios.
Algunas de las enfermedades de tipo bacteriano que afectan a los miembros del género Procyon son la leptospirosis, el tétanos, la listeriosis y la tularemia. Las larvas del Baylisascaris procyonis, contenidas en las heces del mapache, pudieran ser ingeridas por el humano y provocar posibles complicaciones orgánicas.
Características del mapache
- Tamaño. Los mapaches tienen una contextura robusta, con extremidades cortas, hocico alargado y una cola espesa. La utiliza como almacén de grasa y para equilibrar el cuerpo mientras escala. También puede servir de soporte, cuando se sienta sobre sus patas. Pueden medir de 50 a 100 centímetros de largo, incluyendo la cola (esta tiene una longitud aproximada de 20 a 41 cm) y pesar alrededor de 4,5 y 16 kilos. Generalmente, las hembras suelen ser más pequeñas que los machos. El peso puede variar de una temporada a otra. Así, en los primeros días del invierno, el mapache podría pesar casi el doble que en la primavera, debido a que ha almacenado grasa.
- Patas. Las patas traseras son descritas como plantígradas, similares a la de los osos y de los humanos. Cuando están de pie, las plantas de las patas están en contacto directo con el suelo. Sin embargo, a veces pueden caminar con los talones levantados.
- Movimientos. Los mapaches pueden caminar, correr o trotar, empleado las plantas de las patas. Mientras corren, pueden alcanzar una velocidad de 16 a 24 km/h, aunque no pueden mantener el ritmo por largo tiempo. Suelen pararse sobre sus dos patas posteriores, y así pueden examinar los objetos con las extremidades anteriores. Ante una amenaza, escapan trepando al árbol más cercano. Para descender, pueden girar sus patas posteriores, y de esta forma lo hacen con la cabeza hacia abajo. Son expertos nadadores, siendo capaces de recorrer largas distancias. De esta manera, alcanzan una velocidad promedio de 5 Km/h, pudiendo permanecer por varias horas en el agua.
- Pelaje. El pelaje tiene dos capas. Una es gruesa y de pelos largos, que lo protege de la humedad, y otra mucho más densa y de pelo corto, que funciona como aislante. Anualmente, en primavera, el mapache pierde los pelos que lo protegen del frío. A finales de verano, vuelven a crecer.
- Coloración. Los aspectos que más destacan en el mapache son la máscara oscura en la cara y su cola anillada. Esta podría tener entre 5 y 7 bandas, en las cuales se alternan los colores crema y negro. Ambas características son propias de cada especie, lo que permite identificarlas. De manera general, este grupo es más oscuro en el área dorsal que en la ventral. El color del pelo puede ser desde gris oscuro hasta negro, con tonos óxidos. No obstante, el Procyon cancrivorus es menos gris en la espalda que el Procyon lotor. No existen variaciones en el color o en el grosor del pelo entre machos y hembras, o entre adultos y jóvenes. La máscara del mapache cangrejero se desvanece en la parte de atrás de los ojos, mientras que la del mapache americano llega hasta las orejas. Con respecto a la cola, suele ser del color base del cuerpo, con franjas oscuras o en tonos más claros. En el caso del mapache de Cozumel, tiene un tono amarillo dorado.
- Según la geografía. El pelaje del mapache común varía según el hábitat. Los que viven en las regiones boscosas suelen tener un color más oscuro que los que se localizan en los desiertos y en las costas. Así, en las áreas costeras tienen pelo rojizo, mientras que en las zonas áridas la coloración puede ser marrón claro o rubio. Asimismo, el grosor también depende del ambiente. Las especies que habitan al norte poseen un pelo más grueso que las del sur. De esta manera, el mamífero puede soportar el frío intenso del invierno que ocurre en los países con latitud norte.
- Sentidos
- Tacto. Es uno de los más desarrollados. Los mapaches tienen cinco dígitos alargados, cada uno con una garra curva, afilada y no retráctil. En ellos, el dedo pulgar no es opuesto, lo que le impide tomar los objetos de la misma forma que los primates. Sin embargo, juntan ambas patas para levantar y manipular su alimento. En las patas anteriores se concentra una gran cantidad de terminaciones nerviosas, hasta cuatro veces más que en las posteriores. Las sensaciones táctiles captadas son interpretadas por el cerebro. En este, el área de percepción sensorial es amplia y altamente especializada. Gracias a esto, el mapache puede distinguir fácilmente las diferentes superficies y objetos, solo con tocarlos. Una conducta típica es que, en presencia de un cuerpo de agua, el animal se moje las patas. Esto pudiera estar asociado a que las almohadillas se vuelven más flexibles y suaves. También pueden captar las vibraciones que producen algunos animales, que les sirve para localizar y capturar insectos, peces y crustáceos.
- Visión. Los mapaches tienen una mala visión a larga distancia, aunque puede ver con nitidez las presas que se encuentren cerca. Los especialistas sugieren que no tienen la capacidad de distinguir los colores, pero sí pueden detectar la luz verde. En cuanto al pelaje oscuro que rodea a los ojos, se cree que es una evolución adaptativa a su comportamiento nocturno. Así, este absorberá la luminosidad de la noche, y, al reducir el brillo, la visión en la oscuridad es más eficiente.
- Gusto y olfato. Como algunos mamíferos, el mapache posee una estructura altamente sensorial, conocida como órgano de Jacobson. Este se encuentra alojado entre la boca y la nariz, en el hueso volmer. Su función es actuar como auxiliar del sentido del olfato, detectando distintas sustancias químicas. Gracias a esta ventaja, puede identificar a los miembros de su especie, posibles amenazas e incluso a los animales que conforman su dieta.
- Audición. En los animales de conductas nocturnas, el sentido de la audición es sumamente importante. De esta manera, pueden cazar y evitar a los depredadores. Aunque el mapache no posee el oído más desarrollado de los Procyonids, está lo suficientemente especializado para captar sonidos entre 50 y 85 kHz.
Hábitat y distribución del mapache
Las especies que conforman el género Procyon se distribuyen desde Norteamérica hasta América del Sur.
Así, el mapache come cangrejo (P. cancrivorus) se encuentra en las áreas selváticas y pantanosas de América Central y Sudamérica, incluyendo Trinidad y Tobago. Abarca desde Costa Rica hasta los territorios situados al este de los Andes, al oeste y este de Paraguay y al norte de Uruguay y Argentina.
El mapache de Cozumel (P. pygmaeus), es nativo de la isla de Cozumel, localizada en la costa caribeña de Yucatán, en México.
El mapache común (P. lotor), es el que posee un mayor rango natural, localizándose desde la zona sur de Canadá hasta Panamá. En Centroamérica, el rango de esta especie se superpone con el Procyon cancrivorus.
Además, ha sido introducido en diversas regiones de Europa. Se han registrado avistamientos en varios países limítrofes con Alemania, donde se alberga la mayor población fuera de Norteamérica. También es estable en Francia y está presente en España e Italia, con un grupo reproductivo muy importante en Lombardía. El mapache común fue también introducido con éxito en Bielorrusia y Azerbaiyán.
Área urbana
Debido a su gran adaptabilidad, el mapache utiliza diversas áreas urbanas como hábitat. Los primeros registros ocurrieron en Cincinnati, en el decenio de 1920. A partir de 1950, han estado presentes en zonas metropolitanas como Chicago, Washington D.C. y Toronto.
Desde 2010, comparten espacios urbanos en Albuquerque, Nuevo México. En Europa, la ciudad alemana de Kassel alberga la mayor población de Procyon lotor.
Hábitat
El mapache come cangrejo vive en diversos ecosistemas, incluyendo los bosques. Sin embargo, prefiere áreas situadas alrededor de los cuerpos de agua, como ríos, lagunas y lagos.
En la isla Cozumel, los mapaches endémicos de esa región existen únicamente en dos hábitats, con condiciones específicas. Así, se encuentran en los humedales y en los bosques de manglares situados al extremo norte de la isla, prefiriendo los suelos de tipo arenoso.
Además, han sido avistados en algunas áreas de los bosques semi-perennes, rodeados por tierras inundadas. La especificidad del ambiente natural de esta especie puede estar asociada a los alimentos que conforman su dieta, basada en cangrejos.
El mapache común vive en los bosques mixtos y caducifolios de Norteamérica. No obstante, debido a su gran adaptabilidad, su área se ha extendido a pantanos costeros, regiones montañosas, llanuras y zonas urbanas.
Los mapaches evitan los terrenos abiertos, ya que necesitan de árboles para escalar y resguardarse en caso de sentirse amenazados. Además, utilizan los huecos de los árboles como guarida, aunque también viven en las grietas de las rocas, en las cuevas y en las madrigueras abandonadas por otros animales.
Taxonomía y especies de mapache
- Reino: Animal.
- Subreino: Bilateria.
- Filo: Cordado.
- Subfilo: Vertebrado.
- Superclase: Tetrapoda.
- Clase: Mamífero.
- Subclase: Theria.
- Orden: Carnivora.
- Suborden: Caniformia.
- Familia: Procyonidae.
- Género: Procyon.
Especies
Procyon cancrivorus
El mapache come cangrejos es nocturno, refugiándose en los huecos de los árboles durante el día. Su dieta no se restringe a los cangrejos, aunque es su alimento preferido. También come verduras, ranas, peces e insectos.
Es un experto nadador, por lo que su cuerpo está cubierto de pelos que repelen el agua. Además, para nadar se ayuda con sus patas posteriores, que son palmeadas.
Procyon lotor
Esta especie es conocida como mapache común, mapache norteamericano, mapache del norte o simplemente mapache. Se extiende ampliamente por Norteamérica, en llanuras y bosques. Sin embargo, también se encuentra en áreas urbanas, como pequeños suburbios o en pueblos o aldeas.
Procyon pygmaeus
Es conocido como mapache pigmeo. Habita endémicamente en la isla Cozumel, en la península de Yucatán. Además de ser la especie de menor tamaño, se distingue por tener una banda negra en la garganta, los dientes reducidos y la cola en un tono dorado amarillento.
Alimentación del mapache
El mapache tiene hábitos nocturnos, por lo que suele dormir en el día. Dentro de su dieta consume tanto alimentos de origen vegetal como otros animales. En cuanto a los vegetales, come nueces, bayas, maíz, hongos y frutas, como fresas, manzanas, frambuesas y cerezas negras.
Dentro del grupo de las aves que conforman su alimentación están los patos y sus huevos. También cazan reptiles, como tortugas y pequeñas serpientes, y algunos anfibios, como las ranas.
Con relación al grupo de los invertebrados, se incluyen los insectos, mejillones de agua dulce, lombrices de tierra y cangrejos de río. También se alimenta de peces, murciélagos, ratones y carroña.
Métodos alimenticios
La manera de alimentarse depende del tipo de comida. Por ejemplo, si son semillas y nueces, el mapache puede tomarlas o llevárselas rodando hasta el lugar donde las va a ingerir. Allí las examina detalladamente con sus manos y luego las consume.
Cuando caza cangrejos o peces, introduce sus patas anteriores en el agua, tocando toda la superficie, en busca de sus presas. De esta manera, examina, frota, recoge y hasta puede eliminar algunas partes no deseadas del alimento.
Esta conducta suele ser interpretada de manera errónea, pues se asocia con la acción de “lavar” los alimentos. La intención, aparte de obtener comida, es aumentar la sensibilidad táctil de las patas. Esto ocurre debido a que, al mojarlas, la capa dura que las cubre se ablanda y se incrementa la capacidad de percepción.
En cautiverio, el mapache, antes de ingerir la comida, la sumerge en el agua para “mojarla”. Este comportamiento no ocurre en la naturaleza. Según las investigaciones, lo realiza para simular el hecho habitual de buscar su comida en los ríos o lagos.
Reproducción del mapache
La adultez en los mapaches inicia alrededor del año de edad, volviéndose sexualmente maduros. Son polígamos y su apareamiento está estimulado por las temperaturas cálidas del ambiente.
Así, usualmente se reproducen a finales de enero y a mediados del mes de marzo, cuando existe un incremento de la luz solar durante el día. No obstante, en algunos lugares, los patrones de apareamiento no dependen de la luz.
Cuando es momento de buscar pareja, los machos vagan sin descanso por el territorio, buscando hembras en celo con las que unirse.
Apareamiento
En cuanto a la copulación, puede durar más de una hora, incluyendo un juego previo como parte del cortejo. Además, puede ocurrir durante varios días. Según los estudios, alrededor de un tercio de las hembras se aparean, en la misma temporada, con más de un macho.
En este tipo de reproducción, los machos más débiles tienen la oportunidad de unirse a las hembras, ya que los más fuertes se ven imposibilitados de reproducirse con todas las hembras disponibles.
El período de gestación es de 63 a 65 días. Las hembras tienen seis mamas y el tamaño de la camada puede variar de 1 a 8 cachorros, con un solo parto por año. Pero esto podría variar según el hábitat.
Por ejemplo, los que viven en Alabama tienen, en promedio, tres cachorros, mientras que en Dakota del Norte nacen cinco mapaches en cada parto.
Crías
Los cachorros pesan entre 60 y 75 gramos. Al nacer son sordos y ciegos, abriendo los ojos de 18 a 24 días después. Tienen poco pelaje, pero la máscara de sus ojos es visible. Su cuidado depende casi exclusivamente de la madre, puesto que el padre no participa en la crianza.
Las crías pueden emitir diversas llamadas, entre las que se incluyen lamentos, maullidos, gruñidos y ronroneos. En la sexta semana, ya pueden caminar y en la séptima corren y escalan árboles.
Los jóvenes comienzan a abandonar la madriguera cuando tienen entre 8 y 12 semanas, coincidiendo con el proceso de destete. No obstante, algunos continúan siendo amamantados por varios meses, aunque también consumen alimentos sólidos.
Vulnerabilidad
Las tres especies que conforman el género Procyon han presentado una disminución en su población. Por esto, la IUCN los ha incluido en su lista de animales con riesgo de extinguirse. No obstante, Procyon cancrivorus y Procyon lotor presentan un riesgo menor y actualmente su población presenta un leve crecimiento.
Con relación al mapache pigmeo (Procyon pygmaeus), la condición es crítica. Considerando toda la superficie de la isla de Cozumel, su hábitat está reducido a un área muy pequeña, ubicada en la costa donde existe la mayor área destinada al turismo.
Amenazas
De manera general, existen varias causas que influyen en el descenso del número de estas especies. Entre estas se encuentra la caza, por deporte o con la finalidad de comercializar su piel. Además, suelen capturarlos para venderlos como mascotas.
También, como habita en zonas urbanas y suburbanas, es frecuente que el mapache sea arrollado por los vehículos, cuando el animal intenta cruzar por las carreteras.
Otro factor que amenaza a este mamífero placentario es la destrucción de su hábitat. Esto afecta especialmente al Procyon pygmaeus, debido a que sus biomas naturales se han fragmentado por los diversos desarrollos turísticos de las costas y la degradación de los manglares.
Situación del mapache pigmeo
La situación de esta especie es particular. Debido a que habita en una isla donde el turismo es una actividad económica importante, el desarrollo de complejos turísticos ha alterado el ecosistema. Asimismo, la ampliación del sistema vial ha dividido el territorio en tres áreas. De esta manera, se creó un efecto de barrera entre los biomas.
Otro problema lo constituyen los depredadores invasores, como Boa constrictor y los perros salvajes y domésticos. También la introducción del Procyon lotor podría representar un riesgo de introgresión genética.
Los huracanes son una amenaza natural para la biota de la isla Cozumel, causando una drástica disminución de la población y graves cambios en el ecosistema.
Acciones
Las legislaciones de los diferentes países donde habita, conjuntamente con diversas organizaciones internacionales, protegen al mapache. Desde 2010, en México el mapache pigmeo está incluido en la lista de especies amenazadas, según resolución de SEMARNAT.
ie han establecido nuevas áreas de resguardo en la Isla Cozumel. Además, está en curso un programa de control de animales invasivos, específicamente de gatos y perros en condición de calle.
Comportamiento del mapache
Social
Anteriormente, el mapache era considerado un animal solitario. No obstante, en la actualidad existe evidencia de que suele establecer relaciones sociales. En este sentido, las hembras con crías viven en un modelo social conocido como fusión por fisión. Comparten una zona en común, reuniéndose de manera ocasional en las áreas de descanso o de alimentación.
Los machos forman grupos sueltos, para mantener, durante la época de apareamiento, su posición ante los machos de otros grupos. Esto se debe a que estos pudieran mostrarse agresivos ante los cachorros, por lo que las hembras se aíslan con sus crías hasta que crezcan y puedan defenderse por sí mismos.
Las hembras prefieren habitar aquellas áreas que les ofrecen refugio y recursos alimenticios. Por otra parte, los machos ocupan espacios que les permiten tener acceso a las hembras.
Las estaciones influyen en su sociabilidad. Desde el inicio del otoño, se vuelven poco sociales. Contrariamente, en la época de invierno y primavera, suelen compartir con los miembros de los grupos que habitan el territorio donde viven.
Comunicación
Los mapaches tienen llamadas muy particulares, utilizadas entre las madres y sus crías. Una de estas es el gorjeo, caracterizado por sonidos agudos prolongados. También las conductas agresivas suelen estar acompañadas por gritos, silbidos, gruñidos y aullidos.
Cuando se sienten amenazados pueden asumir algunas posturas, como mostrar los dientes, amarrar la cola, arquear la espalda y levantar los pelos del área dorsal. Para demostrar sumisión, el mapache suele bajar la cabeza.
Las glándulas de olor dejan marcas que permiten establecer el rango del hogar, así como identificar a otros miembros del grupo. Las heces y la orina que permanecen en las letrinas proporcionan información a los mapaches sobre las áreas de alimentación.
De esta forma, los investigadores han corroborado que el animal regresa a la zona para dormir, comer y realizar actividades colectivas, entre las que se encuentran algunos juegos.
Cría del mapache en cautividad
Los mapaches son animales exóticos. En este sentido, las regulaciones legales varían en cada país, por lo que resulta oportuno verificar la legalidad de tenerlos en cautiverio. Además, en caso de que su tenencia cuente con el amparo legal, es importante el conocimiento de las regulaciones establecidas al respecto.
- Espacio. Estos animales son muy activos, por lo que el recinto debe tener una excelente ventilación, ser amplio y estar al aire libre. En el interior, necesita troncos, árboles o estructuras donde pueda escalar y saltar. Además, no pueden faltar amplios envases de comida y agua. Es importante que exista un refugio, debido a que naturalmente suelen descansar en los huecos de los árboles.
- Comida y agua. Debido a que su dieta es omnívora, la alimentación debe incluir verduras, frutas, huevos, insectos, pollo y pescado. Un elemento importante es el agua. Es necesario que el espacio donde se encuentre cuente con un envase que contenga agua fresca y en cantidad suficiente.
- Problemas de salud. Los mapaches son susceptibles a la rabia y al moquillo. Aunque algunos especialistas los vacunan, no existe la certeza de que realmente proteja al animal contra estas enfermedades. Otros problemas de tipo médico que podrían desarrollar son la obesidad, infecciones en el tracto urinario, pulgas y parásitos intestinales.
Referencias
- Ruiz Ramoni, D., Rincón, A., Montellano, M. Evidencias del origen de Nasua y Procyon (Procyonidae: Carnivora) en América del Sur. Revista Brasileira de Paleontologia. Recuperado de researchgate.net.
- Procyon cancrivorus. The IUCN Red List of Threatened Species 2016. Recuperado de iucnredlist.org.
- Procyon. Recuperado de itis.gov.
- Procyon pygmaeus. The IUCN Red List of Threatened Species 2016. Recuperado de iucnredlist.org.
- Procyon (Genus). Recuperado de en.wikipedia.org.