¿Cuál fue la organización económica de los mayas?
La organización económica de los mayas se basaba principalmente en la agricultura y el comercio, al igual que muchas sociedades de la Antigüedad. Los mayas desarrollaron la agricultura incorporando novedosas técnicas al trabajo del suelo y en la forma de realizar los cultivos.
Entre los cultivos más importantes destacaba el maíz. Tuvieron una fuerte producción en diversos rubros, y con el excedente iniciaron la actividad comercial.
La agricultura y la ganadería como base de la organización económica maya
Los dueños de las tierras permitían que los agricultores trabajaran en ellas, y todo lo que se producía era para el gobernante de las mismas. El dueño o señor de las tierras recibía el nombre de Halach Uinic.
Los dueños solían dar a los trabajadores algunas porciones de los cultivos, o también otros artículos como sal, tela, miel, frutas y animales domésticos. Estos pagos eran usados para comprar y comerciar con otros bienes.
Dentro de la agricultura, el cultivo más importante era el maíz, a tal punto que todos dependían de él. También fueron importantes el cacao, tomate, yuca, calabaza o frijoles.
A menudo, se intercambiaban animales o cultivos por ropa u otros artículos una o dos veces por semana en un pequeño mercado, que solía estar situado en una llanura junto al río. Esta zona era ventajosa a la hora de plantar los cultivos y criar a los animales.
Como resultado de esta gran cantidad de terrenos fértiles, había una creciente población que contribuía a la formación de un mercado básico. En estos mercados, los individuos poderosos establecieron las primeras reglas que aseguraban el correcto funcionamiento del comercio y la agricultura.
Se piensa que la disminución de la población en muchos de los poblados de las tierras bajas centrales durante los periodos Clásico Tardío y Clásico Terminal, se debió parcialmente a la deficiencia agrícola.
La sequía también pudo ser un problema para los mayas. Probablemente, estuvo provocada por la deforestación generalizada en el terreno, que a su vez fue el resultado de la insuficiente producción de cultivos.
Comercio en la sociedad maya
La península de Yucatán en México fue ampliamente habitada en el periodo Clásico, y más en los periodos Terminal y Post Clásico, lo que derivó en el colapso de la actividad de las tierras bajas centrales y la posterior migración a áreas en Yucatán y el éxito de varias civilizaciones, incluyendo los puuc y los toltecas.
La importancia de la sal
Los expertos señalan que las camas de sal que bordean las costas de la zona de Yucatán proporcionaron un ambiente de comercio rentable y ayudaron al éxito de esta civilización.
Se calcula que la población de Tikal, de aproximadamente 45.000 habitantes, consumió aproximadamente 131.4 toneladas de sal anualmente.
La sal no solo era necesaria en la dieta, sino que también era ampliamente utilizada como conservante. Durante los periodos Clásico y Postclásico, las pequeñas poblaciones de islas de Caye Ambergris e Isla Mujeres intercambiaron pescado salado.
Una relación de intercambio entre las comunidades insulares y el continente se hacía necesaria, ya que estos grupos geográficamente aislados eran incapaces de una agricultura suficiente y sustentable.
La sal también era usada con frecuencia para rituales y como medicina, así al menos lo evidencian los sitios arqueológicos ubicados en la península de Yucatán, en donde se encontraron camas de sal circundantes consideradas sagradas.
Gracias al auge en el comercio de la sal, ciudades costeras como Chunchucmil, Tzeme, y Dzibilchaltún se expandieron rápidamente, con poblaciones que iban de 10.000 a 40.000 habitantes.
Otros recursos utilizados por los mayas como monedas de cambio eran las semillas de cacao, las conchas marinas, el maíz, los chiles, la mandioca, el amaranto, las palmas, la vainilla, el aguacate, el tabaco, y cientos de recursos más, cuyo valor dependía de su rareza y costo de cultivo.
El pueblo maya no utilizó la metalurgia como objeto de valor hasta aproximadamente el año 600. Asimismo, los mayas comercializaban con piedras como obsidiana, jade y otras rocas y minerales, que también eran utilizadas en la producción de herramientas.
La evidencia sugiere que el aumento del comercio de cerámica de obsidiana y policromada coincidió con una expansión del comercio de sal.
Los centros comerciales mayas
En su mayoría, los artículos de subsistencia se negociaban dentro de los principales centros comerciales de la ciudad.
Estos artículos eran para la élite: plumas de quetzal, pieles de jaguar, cerámica altamente decorada y joyería de alta calidad eran símbolos de poder.
Diversos autores señalan que el papel de “intermediario” de la ciudad de Tikal fue una fuente clave de apoyo económico durante el Periodo Clásico de la civilización maya, ya que permitió a la urbe participar en el comercio sin tener muchos recursos rentables.
Debido a las nuevas rutas comerciales en el periodo Terminal y Postclásico, la ciudad vivió un continuo declive.
Las especulaciones sugieren que una disminución en la población de tierras bajas fue desviando el flujo de comercio hacia los grandes centros, como Tikal y Copan.
Además, el comercio marítimo demostró ser más eficiente y práctico, sobre todo si el cargamento se iniciaba en el Área Central.
Excavaciones arqueológicas en la antigua ciudad de Cancuén, han demostrado que esta urbe tenía un control sustancial de los recursos crudos, lo que le permitió ser una de las fuerzas más poderosas en la región entre 400 d.C. y 800 d.C.
Los arqueólogos creen que la gran fortuna de Cancuén fue adquirida a través de una amplia guerra hegemónica. La excavación de la ciudad y la ausencia de muros de defensa han llevado a expertos a creer que tal abundancia la obtuvieron a través del comercio interurbano.
Otro factor que también ayudó a la bonanza de Cancuen fue que probablemente establecieron alianzas con otras ciudades-estado de mayor poder, suministrando a sus aliados jade, obsidiana, pirita, plumas de quetzal y otros bienes necesarios.
El antiguo comercio de las piedras de obsidiana ha sido estudiado utilizando evidencia sobre la ubicación y tamaño de talleres en las ciudades. Se calcula que la urbe de Tikal tenía cerca de un centenar de estos talleres, aproximadamente en el 700 d.C.
El transporte y el tratamiento de la obsidiana crearon una verdadera industria de mano de obra en el mundo maya, ya que para su producción se requería desde simples cargadores, usualmente esclavos, hasta artesanos expertos.
El control de los depósitos de obsidiana fue crucial para el desarrollo económico de los mayas, pues se comercializaba en las esferas de las élites.
Referencias
- Economy of the Maya civilization. Recuperado de en.wikipedia.org.
- Ancient Maya Markets And The Economic Integration Of Caracol, Belize. Recuperado de caracol.org.
- Maya Economics. Recuperado de geog.berkeley.edu.