La ética sirve para la convivencia entre los seres humanos, promueve el comportamiento correcto de forma que las personas puedan convivir en sociedad. Es el arte de vivir bien, de comprender y discernir lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.
La ética se refiere, principalmente, a dos puntos. En primer lugar, se refiere a un estándar que permite separar el bien del mal. En este sentido, la ética ayuda a determinar el comportamiento de los seres humanos en materia de deberes, derechos, obligaciones, justicia y otras virtudes.
En segundo lugar, la ética se refiere al estudio y al desarrollo de los valores éticos de un individuo. En este sentido, la ética involucra la evaluación de los principios morales propios, de modo que se determine si estos tienen fundamentos sólidos, y promueve la sana convivencia entre los miembros de una sociedad.
¿Para qué sirve y por qué es importante la ética?
Cultivo de valores morales
La ética permite escoger el camino a seguir, permite diferenciar entre el bien y el mal y está íntimamente relacionada con los valores morales, como el respeto, la honestidad y la justicia.
Es importante no confundir ética con moral, porque la ética es personal, y la moral es social, producto de la tradición y las costumbres.
Estándares y reglas
La ética, entendida como la línea que separa el bien del mal, impone estándares que van en contra de comportamientos delictivos, deshonestos o fraudulentos, y otras actividades que involucren la violación de los derechos humanos de un individuo. Entre ellos se encuentran la libertad, la igualdad, el derecho a la vida y el derecho a la propiedad privada.
Del mismo modo, la ética como estándar incluye la práctica de valores, tales como la honestidad, la compasión y la lealtad, cuya presencia o ausencia determinará el comportamiento de un individuo para con los demás que lo rodean.
La ética como un método de evaluación
Los elementos que moldean la conducta de un individuo, tales como los sentimientos, las convenciones sociales y las leyes, se pueden desviar.
Es por esto que se hace necesario examinar constantemente nuestros valores, para asegurarnos de que nuestro proceder sea ético.
Conciencia ética
La ética nos ayuda a que la “voz” de la conciencia se oiga con más facilidad, y así actuar según nuestros valores.
Seguir el camino
La ética permite que podamos defender nuestros principios, aun en contra de la moral imperante en la sociedad. La moral defiende el cumplimiento de las normas, surgidas por la costumbre, las religiones, etc., mientras que la ética guía el comportamiento, incluso desafiando la tradición.
Comportamiento profesional
Muchas carreras y profesiones tienen un código ético que los profesionales deben seguir. Es lo que se llama deontología. Por ejemplo, un médico debe salvar vidas, aunque sea la de un asesino. En estos casos se advierte el conflicto entre su deber profesional y su “moral”, pues aunque la persona haya matado, él, el médico, debe actuar correctamente y hacer todo lo posible por el paciente.
Ayuda a la felicidad
Actuar según nuestros códigos éticos nos da tranquilidad de conciencia, y eso proporciona satisfacción. No importa que a nuestro alrededor todo el mundo robe. Si somos éticos, podremos hacer frente a las continuas “tentaciones”, y nuestro proceder será impecable.
Forja el carácter
La ética nos enseña que todos, personas e instituciones, tenemos la capacidad de cambiar y de escoger entre los distintos caminos que se nos presentan. La ética es producto de la libertad, pero de una libertad que tiene conciencia de los demás: mi libertad termina donde comienza la del otro.
Referencias
- What are ethical values. Recuperado de businessdictionary.com.
- Values, Morals and Ethics. Recuperado de changingminds.org.