¿Qué es el pensamiento sistémico?
El pensamiento sistémico es la capacidad de analizar la realidad como un sistema interconectado con otros subsistemas, que permite resolver un problema si se comprende su funcionamiento. Se basa en el estudio multidisciplinar de los sistemas, entidades formadas por partes interrelacionadas e interdependientes que crean algo distinto a la simple suma de las mismas.
La principal característica del pensamiento sistémico es que, al contrario de lo que ocurre con el método científico tradicional, no intenta aislar cada variable de una situación y estudiarla por separado. En lugar de ello, entiende que cada parte de un conjunto influye en las demás, por lo que trata de entenderlas como un todo.
El uso del pensamiento sistémico puede ser muy beneficioso tanto para individuos que lo aplican en su propia vida, como para mejorar la productividad de grupos de trabajo, empresas o proyectos.
Características del pensamiento sistémico
- El pensamiento sistémico se basa en la teoría de sistemas, una forma de razonamiento que trata de entender las partes que forman un conjunto y cuál es su relación entre sí. Este tipo de análisis ayuda a encontrar las causas subyacentes de una situación, permitiendo cambiarlas.
- Va de lo particular a lo general. El pensamiento sistémico utiliza un procedimiento muy concreto para analizar un conjunto o una situación determinada. En un principio, se examinan los datos objetivos con los que se cuenta, como los resultados observables o la situación de la que se parte. Después, se intenta buscar las causas subyacentes y extrapolarlas a otros ámbitos.
- Utiliza herramientas y técnicas para ayudar a reflexionar de manera distinta. Para ayudar a realizar este proceso de forma más sencilla, los teóricos de la teoría de sistemas han creado un gran número de herramientas y procedimientos que pueden asistirnos a la hora de aplicarlo. Estas herramientas se basan en las reglas que rigen el pensamiento sistémico. Su principal objetivo es ayudar a observar una situación desde ángulos distintos.
- Permite comprender las causas que han llevado a una situación determinada. También ayuda a entender todos los elementos que provocan que la misma se mantenga. Estas dos características son claves a la hora de modificar un escenario que no gusta.
- La realidad se entiende como una red de relaciones.
Principios del pensamiento sistémico
1. Adquisición de una visión global
El primer paso para aplicar el pensamiento sistémico a una situación es tomar perspectiva respecto a la misma. A menudo, las consecuencias más inmediatas de un escenario impiden ver el todo.
Por eso, antes de comenzar con el análisis, es necesario preguntarse qué es lo que se está pasando por alto a primera vista. Para ello, existe una serie de herramientas que ayudan a examinar las posibles causas subyacentes de una situación, así como los elementos que pueden estar influyendo en la misma.
2. Reconocimiento de los sistemas existentes y sus relaciones
El siguiente paso es encontrar todos los sistemas que forman parte de la situación. Esto puede incluir tanto sistemas humanos (grupos de trabajo, relaciones familiares…) como elementos inanimados o incluso intangibles.
Por ejemplo, en un problema laboral, uno de los sistemas implicados es la propia empresa, y los grupos de trabajadores de la misma, pero también lo son el sistema informático de la compañía, las creencias de las personas, o la situación financiera.
Encontrar todos los sistemas implicados en una situación y entender cómo se influyen mutuamente es algo fundamental antes de empezar a buscar soluciones concretas a un problema.
3. Reconocimiento de los elementos que forman los sistemas
Se pasa luego a encontrar los elementos que forman cada uno de los sistemas. Al igual que en el punto anterior, es necesario comprender cómo se influyen entre sí, al igual que las sinergias y propiedades emergentes que provocan.
Por ejemplo, en un problema de empresa no basta con identificar que el conjunto de empleados de la misma es uno de los sistemas que influyen en la situación. Es necesario llevar el análisis un paso más allá y tratar de entender las posiciones de cada uno de ellos.
Esto hace que el pensamiento sistémico sea bastante complicado de aplicar. Sin embargo, también permite que las soluciones que se apliquen sean mucho más efectivas a la hora de mejorar la situación de cada uno de los participantes.
4. Estudio de posibles soluciones y sus efectos
Por último, una vez que se han identificado tanto los sistemas que influyen en una situación y los elementos que forman cada uno de ellos, el paso final es el que se encarga de buscar una solución al problema planteado al principio del análisis. Gracias a los pasos previos, es mucho más sencillo encontrar una alternativa satisfactoria para todas las partes.
Sin embargo, en este paso no sirve con adoptar la primera idea que surja después del análisis. Para evitar futuros problemas, es necesario identificar los efectos tanto a corto como a largo plazo de cada una de las soluciones propuestas. Solo así se podrá escoger la que vaya a ser más eficaz para todas las partes implicadas.
Aplicaciones
Empresas
Crear y desarrollar un negocio, o resolver los problemas que surgen en el mismo, requiere de una gran capacidad de análisis y la habilidad para encontrar todos los factores que influyen en una situación. Por eso, el pensamiento sistémico cada vez se aplica más en la gestión de empresas.
Psicología
El campo de la psicología (especialmente aplicada) también se beneficia enormemente del pensamiento sistémico. La mente humana es uno de los sistemas más complejos que existen en el mundo, y cada fenómeno psicológico está provocado por múltiples causas interrelacionadas.
Desarrollo personal
En el mundo del desarrollo personal también ha habido un incremento del uso de estrategias relacionadas con el pensamiento sistémico. Para mejorar la situación en la que se encuentra una persona, a menudo es necesario recurrir a un análisis profundo de las causas y soluciones relacionadas con la misma.
Ejemplos
- Estudiar los ecosistemas implica ver los diferentes ambientes que interactúan entre sí y advertir las relaciones macro y micro de los factores bióticos y abióticos que conviven en un determinado lugar.
- La reparación de máquinas también implica el pensamiento sistémico, ya que los distintos elementos forman parte del todo. No se puede arreglar una sección sin ver cómo influye en el resto.
- Para incrementar la productividad de una empresa, el pensamiento sistémico es útil, porque permite estudiar cómo los diferentes departamentos influyen unos en los otros.
- Para hacer un plan de inversión, es necesario analizar el contexto, como la situación económica del país donde se quiere invertir, y cómo puede influir la economía internacional.
- Un ejemplo de pensamiento sistémico es el estudio de la cadena alimentaria: todos los pisos tróficos dependen unos de los otros para obtener sus nutrientes.
- Organizar una fábrica requiere del pensamiento sistémico para elaborar la cadena de producción.
- El pensamiento sistémico ayuda a ubicar la falla de un coche, ya que es preciso verlo como un todo. No se analiza solo el motor, sino todo lo que influye sobre él.
- Armar un mueble necesita del pensamiento sistémico: verlo como un conjunto de partes interconectadas entre sí.
- Gestionar la economía familiar: implica saber cuánto se gana en el hogar, cuánto se gasta de forma fija y cuáles son los posibles gastos imprevistos.
- La estrategia es un ejemplo claro de pensamiento sistémico, pues para diseñar acciones hay que analizar la realidad de forma panorámica, y no aislada. Sirve tanto para un deporte (como el fútbol), para la guerra o para resolver problemas en un gobierno.
Referencias
- Systems thinking: what, why, when, where, and how? Recuperado de thesystemsthinker.com.
- Systems theory. Recuperado de en.wikipedia.org.