¿Cómo se construyó la pirámide de Chichén Itzá? ¿Para qué? Estas son algunas de las preguntas que los estudiosos y arqueólogos se suelen hacer de manera constante sobre una de las siete maravillas del mundo moderno.
La pirámide de Chichén Itzá, o templo de Kukulkán, está ubicada en la península de Yucatán, en México. Aproximadamente desde el 800 d.C., esta ciudad fue habitada por la civilización maya, y gracias a ellos podemos disfrutar actualmente de tan hermosa arquitectura.
Sin embargo, todas estas construcciones tienen influencia de la cultura tolteca, aunque el nombre del templo es de un dios de la mitología maya, Kukulkán, que es la representación maya de Quetzalcóatl, el dios azteca.
Además, la pirámide de Chichén Itzá es una demostración de la inteligencia y el conocimiento que poseían los mayas, tanto en agricultura como en matemática, geometría, acústica y astronomía.
Para los investigadores siempre resulta interesante hallar cualquier información sobre el nacimiento de esta estructura, así como su fin y su aportación cultural. No es para menos, pues hablamos posiblemente de una de las pirámides más importantes de México y toda Latinoamérica.
En realidad, el nombre oficial de esta estructura es Templo de Kukulkán, y Chichén Itzá es la ciudad arqueológica en donde se encuentra ubicada la pirámide. Al colonizar estas tierras, los españoles bautizaron a la pirámide como “El Castillo”.
¿Cómo se construyó la pirámide de Chichén Itzá?
Esta es una de las preguntas que más se trata de responder, pues detrás de las paredes de tan imponente estructura, se encuentra un mundo completamente fascinante.
La construcción del templo de Kukulkán data del siglo XII d.C., por los mayas itzaes. A pesar de que esta pirámide es tenida en muy alta estima, tiene unas dimensiones más bien pequeñas, comparadas con otras estructuras arquitectónicas de este tipo, como por ejemplo, las pirámides egipcias.
El templo de Kukulkán tiene una base de 55,3 metros y una altura de alrededor de 30 metros, incluyendo la altura de su templete. Se considera que es su interior lo que la hace diferente de las demás.
Cada uno de los detalles en su interior no pasan desapercibidos y se piensa que los mayas no dejaron nada a la suerte, pues cada elemento contiene un significado distinto y con una gran carga simbólica.
Forma geométrica
Como su nombre lo indica, la forma geométrica de la estructura es piramidal y la misma tiene nueve pisos o niveles.
Se puede subir mediante una escalera principal que tiene un diseño de cabezas de serpientes por todo el recorrido de la misma, y esto se debe a que Kukulkán significa o tiene relación con las serpientes.
Sin embargo, algunas personas piensan que esta pirámide fue creada y construida por los mayas con la intención de también adorar al dios del sol. Se cree esto porque cada escalera incluida en la pirámide tiene un total de 91 escalones o peldaños.
Si a esta cantidad se le suma el número de los escalones ubicados en la entrada del templo, se tiene un total de 365 peldaños, que podrían tomarse como una relación con los 365 días del año, tiempo en el cual se considera que la Tierra gira alrededor del Sol.
Por otro lado, en determinados días, en la pirámide de Chichén Itzá pueden observarse fenómenos e ilusiones ópticas.
Luces y sombras
Los días 21 y 22 de marzo y 21 y 22 de septiembre (fecha de los equinoccios y los solsticios de cada año) se proyectan en la pirámide juegos de luces y sombras.
Gracias a ello, los visitantes y turistas que recorren la estructura pueden encontrarse y visualizar fácilmente la figura de una serpiente que se mueve por todo el interior de la pirámide. Esta figura puede alcanzar hasta los 35 metros de altura.
Este efecto se produce cuando las sombras entran y se proyectan en las paredes de la pirámide, divididas en trece espacios de luz y trece espacios de sombra en formas triangulares.
Este número (el trece) tampoco es una casualidad, porque se considera que es una medida perfecta del Sol en el calendario de los mayas.
Gracias a estos fenómenos, muchísimas personas viajan a la península de Yucatán cada equinoccio y solsticio, pues observar este maravilloso monumento en todo su esplendor es una experiencia visual que vale la pena presenciar.
¿Para qué se construyó la pirámide de Chichén Itzá?
Los mayas tenían una cultura cargada de símbolos y cada cosa hecha por ellos tenía un significado. Se considera que la principal razón que tuvieron los mayas para construir esta pirámide fue adorar y rendir culto al dios Kukulkán, representado por la figura de una serpiente, y a esto se debe toda la decoración de la pirámide.
Sin embargo, diversos estudios también han arrojado que la influencia de la construcción del templo puede estar en el calendario maya.
Además de los 365 escalones mencionados anteriormente y a los que se le atribuye la totalidad de los días contenidos en un año, cada lado del templo posee 52 tableros: número total y definitivo del ciclo tolteca.
Asimismo, la pirámide se encuentra dividida por escalinatas, y en total, son 18 secciones, que se piensa que hacen alusión a los 18 meses que posee el año (en el calendario maya).
Por otro lado, en la parte superior y en la entrada de la pirámide se encuentran representaciones para el dios de la lluvia, Chac. Están simbolizados por unas máscaras gruesas y rectas hechas de friso.
Para el pueblo maya, la pirámide de Chichén Itzá, o el templo de Kukulkán, era un lugar a donde recurrían desde el oriente de la región para encontrar paz y buscar conocimiento.
Referencias
- Bilsen, F. A. (2006). Repetition pitch glide from the step pyramid at Chichen Itza. The Journal of the Acoustical Society of America. Recuperado de asa.scitation.org.
- Stierlin, H., & Stierlin, H. (2001). Los Mayas: palacios y pirámides de la selva virgen. Recuperado de sidalc.net.