El proceso de construcción de la ciencia inicia con la identificación de un problema, la necesidad de conocer el por qué de un fenómeno o las causas de un cambio de comportamiento. Este proceso se llama método científico, y es la base para aumentar el conocimiento, refutarlo o comprobarlo.
A través de la observación a simple vista, o con ayuda de instrumentos, se describe el problema. Una vez delimitado el asunto que se quiere investigar, se descartan los aspectos que no tienen que ver con este.
Luego, se recopilan los aspectos relativos al problema y que se han obtenido por medio de la observación, de investigaciones anteriores o de pequeños experimentos realizados.
Los datos recolectados se organizan, y así se obtiene información que, en forma de un enunciado o relación matemática, se formula como hipótesis. Generalmente, se plantea como una suposición o pronóstico, o una explicación tentativa del problema.
Llega entonces el momento de la experimentación, el problema es llevado al laboratorio y se intentan soluciones hasta dar con una que se ajuste. Esta se repite un número determinado de veces, para llegar a conclusiones y afirmar la solución.
Toca entonces hacer la comprobación, es decir, se proponen pruebas para responder al problema de forma clara y precisa.
Finalmente, se formula una teoría o ley natural. Cuando se crea una ley a partir del proceso de construcción de la ciencia, se crea una norma constante e invariable de las cosas.
La ciencia en la Antigüedad
Solo hasta la antigua Grecia la humanidad se atrevió a pensar que las cosas no provenían exclusivamente de los dioses. Los griegos de la antigua Jonia cuestionaron la formación de la materia.
Tales de Mileto, en el siglo 600 a.C., junto a sus discípulos, sorprendió en su época al afirmar que todo estaba formado por agua.
Observando la naturaleza, pensaba que todo provenía de un enorme océano y aunque, por supuesto, esto resultó ser falso, se convirtió en el primer hombre en cuestionar un mágico proceso de aparición de las cosas, el ser humano, los hechos y los fenómenos naturales.
Anaxímenes, por su parte, se dio a la tarea de explicar las condiciones del aire, y Empédocles fue otro jónico más interesado en demostrar que el mundo estaba compuesto de los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra.
La antigua Grecia vio así nacer una nueva manera de aproximarse al mundo, con principios y normas, un nuevo camino hacia el conocimiento al que se denominó ciencia.
Quedó entonces establecido que el orden social y sus leyes eran tan solo una tradición y no una deducción, se trataba de una costumbre y no necesariamente de una verdad.
Más tarde, Sócrates, Platón y Aristóteles propusieron los primeros métodos de razonamiento filosófico, matemático, lógico y técnico.
Los dos paradigmas en la construcción de la ciencia
Todas las rutas hacia el conocimiento se encuentran en uno de los grandes paradigmas de la ciencia. Por un lado, existe el método científico desde un enfoque positivista, en donde la realidad es observable y medible.
Es el paradigma de las ciencias duras, como la física o la matemática, por ejemplo, y utiliza métodos cuantitativos para describir los atributos de la realidad.
El método científico busca conclusiones absolutas, generalizables y universales, como las moléculas que integran el agua o el volumen que ocupa el aire.
De otro lado, es posible llegar al conocimiento bajo un paradigma hermenéutico o interpretativo, aplicado más a las ciencias blandas como la sociología o la psicología.
En este caso se considera que la realidad es subjetiva y, por lo tanto, debe observarse de otra manera.
El enfoque hermenéutico busca conocer aspectos de la realidad y los relaciona entre sí y con el todo, de una forma sistémica, holística o estructural. Bajo este paradigma se emplean técnicas cualitativas para aproximarse a la realidad, como entrevistas, por ejemplo.
En un enfoque hermenéutico, la ciencia usa como método la teoría fundamentada que supone recoger datos, analizarlos y concluir para volver luego a campo, recopilar más datos y en un proceso cíclico construir sentido.
La ciencia y sus principios
La ciencia, desde un enfoque positivista, responde a dos objetivos: uno es dar soluciones y respuestas a problemas, y el segundo es describir fenómenos para poder controlarlos.
En cuanto a los principios, responde con claridad a dos: la reproducibilidad y la refutabilidad.
El primero se refiere a la posibilidad de repetir un experimento en cualquier lugar y en cualquier persona; el segundo acepta que toda ley o teoría puede ser refutada a través de una nueva producción científica.
La ciencia, desde una mirada positivista, se caracteriza por estar basada en la razón sin espacio para la especulación. Es exacta, empírica y sistemática.
Utiliza un método para llegar a conclusiones, es analítica, y cuando llega a conclusiones, es comunicable y abierta.
Además, en una progresión infinita, es predictiva. De esta forma, es posible iniciar un nuevo proceso científico sobre el conocimiento adquirido.
Ciencia: una ruta al conocimiento con un método
Una vez roto el paradigma de un mundo creado por los dioses, se multiplicó el número de seres humanos movidos por la curiosidad y animados por encontrar nuevos caminos hacia el conocimiento.
Cuando Galileo Galilei quiso demostrar que la Tierra no era el centro del universo, sin saberlo fue dando vida al método científico. Observaba los fenómenos que le interesaban y tomaba apuntes en su libreta.
Posteriormente, los analizaba, les aplicaba fórmulas y comprobaba sus propias hipótesis. Cuando la realidad comprobada coincidía con la hipótesis, aplicaba sus descubrimientos a un nuevo fenómeno, buscando deducir comportamientos que podrían convertirse así en leyes.
En este recorrido de observaciones, experimentaciones e intentos de demostrar opiniones, fue tomando forma la ciencia, reconocida ahora como un conjunto de técnicas y procedimientos que, utilizando instrumentos fiables, permite demostrar hipótesis.
La ciencia utiliza un método hipotético deductivo, es decir, quiere demostrar una hipótesis indagando desde asuntos generales hasta explicar lo particular, regresa a lo general y así continúa de forma infinita en un proceso cíclico.
Y si bien es posible pensar diversos métodos científicos, se ha establecido uno desde el Renacimiento, con René Descartes, hasta nuestros días.
Ejemplos de procesos de construcción de la ciencia
- La observación por parte de Isaac Newton de los objetos, sus movimientos y su velocidad, hizo posible que formulara la ley de la gravedad.
- Anton van Leeuwenhoek, en el siglo XVII, perfeccionó los microscopios, y con ellos descubrió el mundo de los microorganismos. De esta forma, se inauguró en la ciencia el estudio de la biología celular.
- En el siglo XIX, Louis Pasteur refutó la teoría de la generación espontánea a través de experimentos, y desarrolló la teoría de las enfermedades infecciosas.
Referencias
- Dwigh, H. (1966). Dialogues Concerning Two New Sciences. Galileo Galilei. American Journal of Physics.
- Meza, L. (2003). El paradigma positivista y la concepción dialéctica del conocimiento. Revista Digital Matemática,