¿Qué son los procesos cognitivos?
Los procesos cognitivos son todos los procesos mentales que realiza el cerebro cada vez que procesa información. Permiten que suceda el pensamiento, la percepción, el almacenamiento de información, la interpretación del mundo externo, etc.
Son esenciales para aprender. Nos permiten seleccionar lo importante, ordenarlo, retenerlo y luego integrarlo con otros conocimientos que ya tenemos para memorizarlo y utilizarlo en el futuro.
Tipos de procesos cognitivos
Procesos de percepción
La percepción no solo es oír, ver, tocar, oler o saborear, hay otros factores implicados. Cuando prestamos atención, percibimos mejor.
Influyen los conocimientos previos que tengamos y nuestras expectativas. Para aprender necesitamos que nuestros sentidos funcionen bien y se enfoquen en los estímulos correctos.
Procesos de atención
Se relacionan con la percepción: percibimos de forma más consciente aquello a lo que prestamos atención. Así, cuando hablamos con alguien, atendemos y escuchamos lo que nos cuenta.
Podremos saber de qué estamos hablando, pero si cierras los ojos y tratas de decir de qué color es el pantalón que lleva puesto, no sabrías responder. No significa que no hayas visto el color, solo que no le has prestado atención suficiente como para recordarlo.
La atención es un mecanismo que funciona como un filtro que ahorra nuestros recursos y energía. Es lo que permite que ciertos elementos pasen a nuestros almacenes de memoria a corto y a largo plazo.
Aprender a centrar nuestra atención en los estímulos correctos, ignorando aquellos que nos distraen, saber mantenerla durante largo tiempo, o ser capaz de cambiarla de un lugar a otro cuando sea necesario, es algo que contribuye enormemente al desarrollo cognitivo en general. Y, por ende, al aprendizaje y adquisición de nuevos conocimientos.
Procesos de codificación
La codificación es el proceso donde se prepara la información para que se pueda guardar. Se puede codificar como experiencias, imágenes, sonidos, ideas o sucesos.
Para que se produzca un aprendizaje significativo, es necesario que la información se organice, se interprete y se comprenda. Es decir, que se codifique.
Son procesos propios de la llamada memoria de trabajo o memoria operativa, que es la que hace posible que los conocimientos nuevos se relacionen con la información ya almacenada en la memoria a largo plazo.
Este tipo de memoria es limitada y temporal, siendo la mínima necesaria para llevar a cabo cualquier actividad. Este mecanismo permite comparar datos o relacionarlos entre sí.
Procesos de retención y recuerdo
La codificación facilita la retención de la información, mientras que el aprendizaje depende del recuerdo. Es decir, la información que podemos recuperar (recordar) es la prueba de que hemos aprendido.
Esto corresponde a la memoria a largo plazo, en la que se almacenan datos nuevos y donde se recuperan para utilizarlos cuando sea conveniente. De esa manera, podemos evocar experiencias pasadas y conocimientos, incluso volver a modificarlos y guardarlos con los nuevos cambios en nuestro almacén.
Las principales estrategias para memorizar con el objetivo de aprender son:
– Hacer resúmenes y esquemas.
– Parafrasear, es decir, repetir la información que acabamos de recibir con nuestras propias palabras.
Requisitos para una buena memorización:
– Entender lo que retenemos en nuestra memoria, y si existen dudas, tratar de resolverlas. Si no se comprende lo que se almacena, es posible que dure poco tiempo en nuestra memoria, ya que no será muy útil para nosotros.
– Es mejor repensar los datos y no repetir las mismas frases en nuestra cabeza. Se memorizan mejor los elementos que hemos trabajado, comentado, traducido a nuestras palabras, o extraído de ellos alguna opinión.
Esta es una buena manera de “apropiarnos” de los conocimientos.
Definir
La información que vamos a aprender debe estar bien delimitada, diferenciada y clara. Se comienza aprendiendo los aspectos fundamentales y principales de un concepto, y poco a poco se van añadiendo elementos y detalles para perfilar la definición.
Tips para construir definiciones correctas:
– Tener una longitud correcta, es decir, ni ser demasiado amplia (demasiados detalles que lo vuelven complejo) ni demasiado breve (que falten datos importantes).
– Evitar que sea circular. Esto significa que en la definición no deben aparecer conceptos que no se comprendan y se enlacen mutuamente. Por ejemplo: “las neuronas son células que poseen axones”, y luego, definir axones como “elementos que forman parte de las neuronas”. Para alguien que no conozca el concepto de neurona ni de axón, la definición sería inútil.
– Evitar que sea negativa: es más adecuado definir algo por sus características que por sus carencias. Por ejemplo, es mejor definir “claro” como algo “luminoso, que recibe o tiene luz”, que definirlo como “lo contrario a oscuro”.
– Intentar no caer en la ambigüedad, o utilizar lenguaje figurado o no adaptado a la edad y conocimientos de la persona.
Análisis y síntesis
Implica separar una idea en partes más pequeñas para observar detenidamente sus elementos. Es decir, para comprender algo usamos como técnica dividirlo en sus distintos componentes. Sirven para:
– Etiquetar una situación compleja identificando sus elementos. Es similar a hacer un diagnóstico.
– Detectar las causas que han producido un fenómeno y utilizar este conocimiento para aplicarlo en el futuro.
– Hacer juicios objetivos de un hecho.
– Aprender a planificar según nuestras necesidades y verificar si el plan ha funcionado.
El análisis y la síntesis facilitan nuestra comprensión de la información y su almacenamiento posterior.
Comparación
Es la capacidad para construir relaciones de diferencias o semejanzas entre situaciones, elementos, conceptos o eventos.
Para hacer una comparación necesitamos dos requisitos: los elementos que van a compararse y en qué criterio nos vamos a basar. Por ejemplo, si comparamos varias situaciones por su nivel de peligro, o algunos objetos por su peso.
Clasificación
Consiste en establecer clases, subtipos o subgrupos a partir de un conjunto de elementos. Para ello necesitamos fijar un criterio o más que dicho grupo tenga en común: color, forma, número, edad, nivel académico, sexo, etc. Así, se une lo similar y se separa lo diferente.
La comparación y la clasificación son herramientas útiles para organizar los datos. Si los datos están bien estructurados y organizados, se asimilan mejor.
Experimentación
Averiguar por uno mismo qué funciona y qué no por medio del establecimiento de hipótesis y su comprobación empírica es una buena manera de aprender. Todo comienza con una idea que queremos comprobar (hipótesis) y luego ejecutamos un plan para ver qué ocurre.
Por ejemplo, probar a echarle un ingrediente nuevo a una receta para comprobar si su sabor ha cambiado como esperábamos.
Los esquemas cognitivos que subyacen a esta experimentación están activos desde el nacimiento, y continuamente aprendemos haciendo hipótesis y verificándolas o rechazándolas.
Procesos de generalización
Es la capacidad para utilizar la información aprendida y aplicarla a eventos diversos. Esto determina que el aprendizaje ha sido significativo.
Un ejemplo puede ser recordar las normas ortográficas aprendidas en el colegio para saber dónde colocar las tildes cuando escribimos una carta a un amigo. De esta forma, no solo memorizamos las reglas de ortografía, sino que también las aplicamos en todos los contextos.
Procesos de inferencia, interpretación y deducción
A través de estos procesos podemos llegar a conclusiones nuevas, haciendo derivaciones de información que ya tenemos.
Se asemeja al trabajo de un detective: al principio las pistas parecen no tener conexión, pero a partir de reflexiones e interpretaciones alcanza la conclusión y resuelve el problema.
Continuamente hacemos estas interpretaciones e inferencias, aunque hay que tener mucho cuidado, pues podemos cometer errores y llegar a conclusiones que no coinciden con la realidad.
Procesos metacognitivos
Consiste en supervisar si hacemos las cosas bien, evaluarlas y corregir nuestro comportamiento si es necesario. Se puede definir también como “pensar sobre cómo pensamos”.
Referencias
- ¿Cómo aprendemos? Procesos cognitivos básicos (s.f.). Recuperado de Universidad de Talca, Chile.
- Circular Definition (s.f.). Recuperado de en.wikipedia.org.