¿Qué es la producción forestal?
La producción forestal es el manejo científico de bosques para la producción de bienes y servicios. De esta práctica se obtienen beneficios relacionados con los bienes tangibles, como la madera, el carbón vegetal, alimentos, entre otros; así como los beneficios para el hombre y el ambiente derivados de los árboles y bosques.
Entre estos beneficios se encuentran la producción de oxígeno, la conservación del suelo, agua limpia, entre otros. La práctica derivada de esta actividad se conoce comúnmente como reforestación. No obstante, la reforestación hace referencia a la acción de repoblar con árboles zonas en donde, en un pasado histórico, hubo presencia de árboles.
Por tanto, es necesario señalar que dentro de la producción forestal no solo se incluyen las acciones destinadas a la reforestación, sino también a la forestación, entendiéndose esta como la acción de poblar con árboles zonas que nunca han contado con área forestal.
Características de la producción forestal
Algunas de las características que se han de tomar en consideración a la hora de realizar tareas de producción forestal son las siguientes:
Clima
El clima es un elemento fundamental a la hora de establecer qué tipo de árboles se pueden plantar en una determinada región o área.
La elección de una especie que no sea capaz de soportar altas temperaturas para poblar regiones muy calurosas puede implicar un fracaso en la intervención.
Índice de precipitaciones
Las lluvias y la humedad derivadas de estas son otro factor elemental. Si bien hay árboles que son capaces de sobrevivir en entornos muy húmedos, cada especie tiene sus propias necesidades al respecto.
Terreno
El terreno es otro aspecto a considerar a la hora de elegir la especie de árbol idónea. Algunos árboles son muy versátiles y presentan una gran adaptabilidad al terreno, mientras que otros solo consiguen adaptarse a áreas con un terreno específico.
Altura
La altura sobre el nivel del mar en la que se localiza la región sobre la que se pretende realizar la intervención también es determinante a la hora de seleccionar una especie u otra. Cada especie tiene un propio límite respecto a la altura máxima a partir de la cual se pone en riesgo su supervivencia.
Exposición solar
Otro factor importante a considerar, especialmente si ya existen otros especímenes habitando en el área, es la luz.
Los árboles compiten entre ellos para recibir luz solar; esta competencia da como resultado que alguna de las especies que conviven en un área no puedan desarrollarse. En el lado opuesto, una exposición solar excesiva puede ser fatal para algunos tipos de árboles.
Densidad de la población
Relacionado con lo anterior, la densidad de población y la distancia que se establece entre un árbol y otro en el momento de introducirlos en un área es fundamental.
Una excesiva densidad de población redunda en una mayor competencia por la luz solar y por los nutrientes del suelo; por tanto, implica un mayor riesgo de fracaso del proyecto.
Profundidad del suelo
No todos los árboles tienen raíces iguales, algunos se desarrollan muy en la superficie y otros necesitan de profundidad para su correcto desarrollo.
Es por ello que considerar el sistema radicular de cada tipo de árbol es fundamental para que el proyecto se lleve a término con éxito.
Tipos de producción forestal
Según el fin con el que se realiza la producción forestal, y según la clasificación de bosques establecida por la National Comission of Agriculture en 1976, se pueden establecer los siguientes tipos de intervención:
Fines de protección y conservación
Este tipo hace referencia a las plantaciones de árboles que, por erosión o situaciones especiales, están deforestadas o requieren de algún tipo de intervención para garantizar su supervivencia en el tiempo.
Si se trata de una reforestación —es decir, que ya existe una especia arbórea habitando en el lugar—, la intervención se realiza de manera prioritaria con especies nativas.
Si ello no es posible, ya sea por la extinción de las especies nativas o porque se trata de una forestación, es necesario considerar la introducción de nuevas especies atendiendo a las características del entorno y a los requerimientos de la especie en cuestión.
En muchas ocasiones, para ejecutar un proyecto de forestación o reforestación que sea exitoso es necesario acompañar la plantación de árboles con técnicas de conservación de suelos.
Cuando responde a fines puramente medioambientales y de conservación, este tipo de intervenciones recibe el nombre de protección forestal.
Fines comerciales o industriales
La producción forestal con fines comerciales tiene como objetivo obtener la máxima producción de madera, leña y otros productos comerciales con la finalidad de comercializarlos.
Tiene como objetivo la producción de materia prima necesaria para su uso en la industria. Se pone especial atención a la producción y los costos, y hay menor preocupación por los efectos colaterales de la intervención.
Fines sociales
Este tipo de prácticas tiene como objetivo satisfacer las necesidades básicas de la población, a fin de mejorar las condiciones de vida. Algunas de las necesidades que necesitan ser cubiertas a partir de este tipo de intervenciones forestales son:
- Necesidad de leña, forraje y madera pequeña.
- Protección de los campos agrícolas contra el viento.
- Crear áreas recreativas.
- Maximizar la producción y aumentar el rendimiento agrícola.
Ejemplos de producción forestal
Algunos de los grandes proyectos de forestación o reforestación que se han desarrollado en el mundo son:
La muralla verde
En 1978 y ante el avance del desierto del Gobi —situado al norte de China— las autoridades del país decidieron emprender uno de los proyectos de forestación más impresionantes de la historia.
Para frenar el avance del desierto del Gobi, que ganaba cada año unos 3000 kilómetros de superficie, se decidió crear un gigantesco muro de árboles que cercase y limitase el desierto. Este constituye uno de los programas de forestación más impresionantes del mundo.
Filipinas
Durante la primera década del siglo XXI el archipiélago de Filipinas estaba perdiendo masa forestal a un ritmo de 47 000 hectáreas por año.
En el 2011, el gobierno filipino decidió implementar un programa de reforestación que tenía como objetivo plantar mil quinientos millones de árboles en un millón y medio de hectáreas. Este es considerado uno de los programas de forestación más extensos y notables del planeta.