¿Qué fue el Real Situado?
El Real Situado, llamado también, simplemente, como Situado, fue una suma de dinero que recibía Chile para ayudar con los gastos ocasionados por la Guerra de Arauco y por las incursiones de los piratas. Esta subvención tenía carácter anual y comenzó en 1599, por orden del rey Felipe III.
El dinero enviado provenía del virreinato del Perú, a cargo de las cajas reales de las minas de plata del Potosí. Aunque, en un principio, la orden real establecía que solo duraría tres años, la prolongación del conflicto contra los mapuches provocó que se alargara en el tiempo, alcanzando 1765.
Cuando los españoles conquistaron el actual territorio chileno, solo encontraron una zona que se les resistió: la Araucanía. Allí vivían los mapuches, un pueblo indígena conocido por sus habilidades guerreras. A pesar de los esfuerzos de los conquistadores, y después del Chile independiente, los mapuches resistieron casi tres siglos.
La batalla de Curalaba, llamada por los españoles Desastre de Curalaba, les convenció de la necesidad de mejorar su ejército. Hasta entonces, eran los vecinos de pueblos cercanos los que pagaban a los soldados, algo que se demostró insuficiente. Por ese motivo, Felipe III decidió establecer el Real Situado.
Antecedentes
La Guerra del Arauco fue un conflicto que enfrentó a los mapuches y a los conquistadores españoles, alargándose hasta después de la declaración de independencia de Chile. La guerra pasó por varias etapas, con periodos de convivencia tensa y otros de enfrentamientos directos.
Tras la conquista española de Chile, los indígenas mapuches resistieron a los intentos por ocupar sus tierras. Así, ya en 1546, se produjo el primer enfrentamiento serio entre los dos bandos, con victoria de los nativos frente a las tropas españolas.
Más tarde, a partir de 1550, los colonizadores parecieron tomar ventaja, llegando a fundar algunas ciudades importantes en pleno territorio mapuche, como Concepción, La Imperial o Valdivia. Sin embargo, ese avance se vio frenado cuando Lautaro, un indígena que había servido con Valdivia, diseñó un plan para hacer frente a sus enemigos.
La insurrección de Lautaro derrotó a los españoles en Tucapel. Los mapuches vivieron dos años triunfales, hasta que los conquistadores los vencieron en Mataquito.
Durante los años siguientes, los mapuches se vieron obligados a replegarse ante el avance español. No obstante, continuaron presentando una gran resistencia y mermando los recursos de los conquistadores.
Batalla de Curalaba
Uno de los puntos de inflexión en la Guerra de Arauco tuvo lugar en 1598, cuando ambos bandos se enfrentaron en Curalaba. El resultado fue una aplastante victoria de los indígenas, lo que provocó que los españoles denominaran esta batalla como el Desastre de Curalaba.
Los españoles gozaban de superioridad armamentística, pero fueron incapaces de doblegar la resistencia mapuche. La derrota hizo que los conquistadores se vieran obligados a cambiar sus tácticas para seguir intentando ocupar el territorio.
A partir de esta derrota, los españoles comprendieron que su ejército era totalmente ineficaz. En esa época, las tropas estaban compuestas por vecinos y reclutas, muchos movilizados mediante levas forzosas en Perú.
Los informes redactados por los oficiales convencieron a la Corona de que debía profesionalizar la milicia y comenzar a financiarla de manera más adecuada.
Financiación de la guerra
Hasta ese momento, la guerra era financiada con las aportaciones particulares de los vecinos de cada cabildo, además de por algunas contribuciones forzosas. La rebelión mapuche de 1598 y la derrota en Curalaba dejaron claro que esa manera de conseguir dinero era insuficiente.
Además, durante la rebelión, los españoles habían perdido muchas haciendas y los lavaderos de oro de Valdivia. A esto se le unió que muchos indígenas que trabajaban para los conquistadores huyeran hacia el territorio dominado por los mapuches.
De igual manera, la pérdida de las fundaciones establecidas al sur del río Biobío contribuyó a desestabilizar, aún más, la economía chilena.
Por otra parte, el virreinato del Perú había participado durante décadas en la financiación de la guerra contra los mapuches. Normalmente, lo hacía enviando armas o provisiones y, en algunos, casos, organizando destacamentos de refuerzo. Esos aportes no eran regulares, sino que se obedecían a las peticiones enviadas desde Chile.
Historia del Real Situado
Todos los antecedentes descritos provocaron la reacción de la Corona española. Así, al mismo tiempo que Alonso de Ribera fue nombrado gobernador, el rey Felipe III aprobó el Real Situado. Este, establecido en 1599, consistía en la obligación para el virreinato del Perú de entregar a Chile 60.000 ducados anuales.
La orden real limitaba la duración del Situado a tres años, el tiempo que consideraron que iba a durar la guerra contra los mapuches. Sin embargo, esta se alargó considerablemente, por lo que el pago se mantuvo durante todo el siglo XVII, el XVIII y los primeros años del XIX.
La mayor parte del dinero recibido fue utilizado para sufragar el establecimiento de un ejército permanente en la frontera mapuche. Se trató del ejército permanente en toda la colonia española en América.
Efectos para la economía
A pesar de lo establecido por el rey, el Situado no se convirtió en un ingreso regular, ya que algunas veces no se remitía. No obstante, acabó convirtiéndose en una importante inyección económica para Chile, permitiendo la aparición de algunos comercios muy rentables en Concepción y en una ayuda para el país.
Como se señalaba, el Situado no cumplió con su periodicidad anual. Por ejemplo, los historiadores señalan que en 1701, a Chile le debían cinco anualidades completas. Los retrasos acabaron provocando motines frecuentes entre las tropas destinadas a la Araucanía.
Con el paso del tiempo, la economía chilena mejoró, pasando algunas etapas de gran prosperidad. Sin embargo, nadie quería perder el dinero procedente del Real Situado, lo que provocó que la riqueza del país fuera disimulada ante las autoridades.
Valdivia y Chiloé
El Real Situado dejó de financiar a las tropas de la Araucanía a mediados del siglo XVIII. Sin embargo, no desapareció, ya que se destinó a otros puntos de la geografía chilena, concretamente a Valdivia y Chiloé.
Estos lugares se convirtieron en preferentes para el Real Situado tras las expediciones holandesas de la primera mitad del siglo XVII. La corona pretendía apuntalar el sistema de fuertes de Valdivia, así como afianzar los destacamentos de refuerzos en Chiloé.
La pobreza de ambos lugares y el temor a que fueran conquistados por alguna otra potencia, provocaron que continuaran recibiendo la ayuda del Real Situado.
Ambas zonas pasaron a depender administrativamente del virreinato del Perú, ya que eran considerados como lugares estratégicos y, además, Chile no podía mantenerlos económicamente.
Referencias
- Real situado. Recuperado de memoriachilena.gob.cl.
- Guerrero, C. ¿Un ejército profesional en Chile durante el siglo XVII? Recuperado de centroestudioshistoricos.ubo.cl.
- Real Situado. Recuperado de revolvy.com.
- Araucanian wars. Recuperado de britannica.com.
- War of Arauco: unrest in the south. Recuperado de icarito.cl.