Algunas de las señales de que eres inteligente más evidentes son la capacidad de controlar las emociones, la curiosidad, el hábito de la lectura, pensar por si mismo, entre muchas otras.
Últimamente se han popularizado mucho los conceptos de inteligencia, inteligencia emocional y autocontrol. Lamentablemente, muchas personas desconocen cuáles son sus verdaderos significados.
Por una parte, la inteligencia emocional hace referencia a la capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos. De esta manera, la persona tiene dominio sobre sí misma y puede manejar cualquier tipo de sentimientos.
La inteligencia emocional está muy relacionada con el autocontrol, y con la inteligencia tradicional. Sin embargo, estas tres habilidades son relativamente independientes.
Señales de inteligencia, inteligencia emocional y autocontrol
Tienes paciencia
Todas las personas viven experiencias que ponen a prueba su paciencia. Siempre se cometen errores, de los que algunos se notan y otros no tanto. Sin embargo, las personas inteligentes son tolerantes a los demás puntos de vista, sin importar que sean muy diferentes a los suyos. Además, aceptan que a veces no tienen la razón.
Por otra parte, cuando una persona es inteligente sabe esperar, aunque viva en un entorno acelerado. Si bien las cosas no ocurren inmediatamente, no se enfadan o piensan que no tendrán éxito, porque comprenden que todas las cosas ocurren en su debido momento.
Buscas tu propio beneficio
La gente que tiene autocontrol está dispuesta a realizar actividades muy difíciles, simplemente porque les aportan múltiples beneficios. Por ejemplo, salen a correr todos los días aunque puedan sentir frío o van al gimnasio cuando lo único que quieren es abandonar el hábito. Sin embargo, estos individuos saben que un pequeño sacrificio traerá muchos frutos en el mañana.
Las personas inteligentes saben identificar qué hábitos llevan bienestar a su vida, y cuáles son perjudiciales. Por ese motivo, buscan fomentar las costumbres saludables e intentan cambiar las que sean negativas.
Y, aunque en un principio algunos hábitos saludables parecen un sacrificio a realizar cada día, estos individuos buscan convertirlos en actividades automáticas que puedan hacer sin mucho esfuerzo.
Te gusta ahorrar
Mucha gente piensa que el dinero está hecho para gastarse y que para ahorrar se necesita mucho esfuerzo. Pero un individuo con el correcto enfoque podría ver estos dos conceptos con otro sentido.
La meta de una persona ahorradora es la libertad financiera, y sus ingresos trabajan para eso. De hecho, aborrecen malgastar el dinero, e incluso buscan disminuir sus gastos personales.
Para ellos, ahorrar es invertir el dinero en las cosas que son de primera necesidad. Por otra parte, cuidan su empleo porque es su principal fuente de ingresos. Para ellos, es fundamental tener un actitud correcta al trabajar y evitan perder el tiempo. Procuran buscan el bienestar de la empresa e intentan ser más eficientes.
Tienes optimismo
Cuando una persona es inteligente emocionalmente, también suele ser optimista. Ya que sus expectativas sobre el porvenir siempre son positivas, y esperan resultados favorables. De hecho, se enfocan en aquello que desean alcanzar y no en lo que quieren evitar.
Esta forma de ver la vida les permite afrontar cada reto y produce en ellos cambios creativos. Incluso aprovechan cada oportunidad para desarrollarse como persona desde el bien común. Además, tienen esperanzas en el futuro.
La gente optimista tiene una flexible y positiva conexión con la realidad. Por supuesto, esta cualidad les permite madurar, adaptarse y transformar las situaciones adversas.
Controlas tus emociones
Hacer ejercicios y tener una dieta balanceada mantiene el cuerpo en buen estado. Pero, para obtener una salud integral, un individuo debe saber controlar sus sentimientos.
Naturalmente, alguien inteligente no experimentará depresión o ansiedad durante épocas de estrés. Tampoco sufrirá dolencias físicas de origen psicológico, como el herpes labial. Incluso prevendrá enfermedades crónicas como el cáncer y el diabetes.
Por este motivo, las personas que dominan todos sus sentimientos negativos, son consideradas inteligentes emocionalmente, pues regulan eficazmente las experiencias que viven. Esto trae como consecuencia que el malestar psicológico se reduzca considerablemente.
Estas personas utilizan los recursos psicológicos que tienen a su alcance para enfrentar y prevenir toda clase de enfermedades. Incluso cuentan con una mayor aceptación al momento de asumir tratamientos, aunque son conscientes de que sus efectos no serán inmediatos.
Adoras leer
Cuando una persona está leyendo, tres zonas de su cerebro se activan para realizar dicha tarea. Una de ellas es el lóbulo frontal, encargado de procesar las imágenes. El otro es el lóbulo occipital, que asocia los símbolos con un significado. Finalmente, el lóbulo temporal recrea una voz en la mente como si la lectura se hiciera en voz alta.
Por este motivo, leer vuelve más inteligente a las personas, porque aumenta su capacidad cerebral e incrementa su materia gris. De hecho, muchos científicos sugieren que al hacerlo en voz alta se generan imágenes más poderosas y se obtienen mayores beneficios.
Además, las personas que tienen el hábito de la lectura son mentalmente más veloces y experimentan procesos sensoriales más ricos y amplios. Esto se debe a que se valen de sus conocimientos y vivencias previas para recrear en su mente las palabras que leen.
Eres curioso/a
Cuestionarse las cosas y tener curiosidad es beneficioso para el aprendizaje. Estas motivaciones hacen que las personas retengan mayor información y memoricen todos los detalles de aquellos temas que les resultan interesantes. Aunque sean conceptos muy difíciles, todo lo que se aprende de esta manera, perdurará en la memoria.
La curiosidad aumenta la actividad cerebral y crea conductas placenteras. Aun así, existen personas inteligentes con problemas de aprendizaje porque estudian carreras que no les causan curiosidad o no les llaman la atención.
Las personas inteligentes adquieren muchos conocimientos cuando investigan por sí mismas, ya que su mente, además de absorber toda la información que le interesa, también memoriza los pequeños datos que rodean el tema. Esto ocurre incluso aunque en un principio la persona sea ajena al objeto de estudio y no tenga ningún interés en él.
Tienes capacidad de concentración
Las personas con inteligencia emocional se caracterizan por tener mucha concentración. Es decir, pueden mantener la atención fija en una actividad o proceso mental. De hecho, centran su mente únicamente en lo que están realizando, y agentes externos, como el teléfono celular, no rompen su conexión.
Además, pueden controlar sus emociones y evitar que el malestar, la frustración, el enfado y la tristeza afecten su capacidad de concentración. Incluso, pueden llevar su mente a un estado de relajación, bienestar y de pensamientos positivos.
Las personas inteligentes emocionalmente se conocen tan bien, que saben en qué situaciones podrán concentrarse más y cómo hacerlo mejor, pues tienen automotivación y eliminan aquello que les distrae. Y son conscientes de que mantener toda su atención en la actividad, les traerá muchos beneficios.
Eres proactivo/a
Las personas inteligentes son proactivas. Tienen la capacidad de analizar los problemas, anticiparse a ellos y transformarlos en experiencias positivas. Es decir, la proactividad va más allá de tomar la iniciativa, es hacer que las cosas sucedan. Es aprovecharse de lo que está ocurriendo para lograr objetivos.
Las personas proactivas inmediatamente evalúan, piden ayuda, realizan cambios positivos y encuentran soluciones.
Eres respetuoso/a
Gracias a que el ser humano ha sido capaz de unir su inteligencia en objetivos que benefician a todos, han ido mejorando aspectos básicos de nuestro desarrollo y supervivencia como especie. Las personas con autocontrol saben que el motor que mueve el mundo y lo hace evolucionar es el intercambio de ideas, las discusiones constructivas y el desarrollo de debates reflexivos.
De esta manera, un valor que define y enriquece las buenas relaciones es el respeto. Por ello, las personas inteligentes aprovechan este principio para fomentar la libertad de expresión, compartir opiniones, escuchar y atender a los demás.
Para muchos, el respeto significa inteligencia, ya que aceptar las opiniones ajenas, aunque se encuentren muy enfadados o estresados, demuestra humildad y educación. Después de todo, cada opinión y experiencia enriquece e incorpora valiosos aprendizajes al ser humano.
Te enfocas en tus metas
Las personas inteligentes se enfocan en las metas que les causan ilusión y no dejan que otras cosas les distraigan. No importa si se trata de comenzar una dieta, ordenar la casa o iniciar un negocio propio.
Este tipo de gente sabe perfectamente lo que quiere y en cuánto tiempo deben alcanzar sus objetivos. Aunque son ambiciosos con las cosas que desean, también son realistas. Además, tienen en consideración el dinero, la experiencia y los recursos que poseen en el momento.
Por otra parte, cuando un individuo tiene autocontrol, trabaja para alcanzar solo una meta cada vez. Esto se debe a que sabe que hacer un cambio es difícil. Hacer tres al mismo tiempo, será imposible. Por ello, este tipo de persona categoriza y da prioridad a los objetivos más importantes.
Cuidas tus descansos
Para nadie es un secreto que descansar trae consecuencias positivas para el cuerpo. Durante este proceso se recupera la fuerza necesaria para trabajar. Sin embargo, pocas personas saben que dormir el tiempo adecuado tiene un efecto benéfico en el intelecto de los seres humanos.
Al momento de cerrar los ojos, el cuerpo comienza a generar nuevas conexiones nerviosas, las cuales son muy beneficiosas en el proceso intelectual. Por ese motivo, tener malos hábitos de sueño durante la infancia y adolescencia, produce en la salud efectos muy negativos a largo plazo.
De hecho, investigaciones científicas han demostrado que levantarse y acostarse temprano aumenta el número de células que protegen el sistema nervioso. Dormir tiene un efecto neurológico muy positivo. Es decir, las personas más inteligentes descansan el tiempo necesario.
Piensas por ti mismo/a
Durante la niñez, cada persona adquieren de sus padres, profesores y demás modelos, su visión del mundo, sus ideas, opiniones y creencias. Este proceso es necesario e imposible de evitar durante el desarrollo de un niño.
Sin embargo, es natural que a medida que un individuo vaya creciendo, comience a cuestionarse todo lo que sabe y los conocimientos que ha recibido. De esa manera desarrollará sus propias pensamientos y creencias. Por ello, cada padre debería cultivar este hábito en sus hijos, ya que los ayudará en su adultez.
Se ha comprobado que las personas que demuestran una mayor inteligencia emocional son más firmes en sus propios criterios y opiniones. De hecho, pueden haber cambiado tanto su manera de pensar en determinados aspectos de su vida, que se contraponen a las creencias que tuvieron en el pasado.
Realizas sacrificios
Cuando una persona es inteligente emocionalmente, tiene tanto autocontrol que no se deja llevar por los sentimientos del momento, no importa cuán intensos sean. Estos individuos saben manejar emociones impulsivas, como la euforia y la ira. Además, permanecen concentrados frente a la presión.
Esta habilidad es tan característica en este tipo de gente, que se muestran firmes ante cualquier capricho. Incluso, pueden renunciar a una gratificación a corto plazo porque podría alejarlos de su meta.