¿Qué es la serendipia?
La serendipia es el descubrimiento valioso producido de manera accidental o casual. Uno de los ejemplos más famosos es el descubrimiento de la penicilina, realizado por Alexander Fleming de manera accidental, pues buscaba otra cosa.
La serendipia es un hecho frecuente en las ciencias, donde se llega a descubrimientos insospechados mientras se busca algo más.
Se trata de casos fortuitos, en los que tras un error o hallazgo aparentemente insignificante se consiguen avances espectaculares.
Ejemplos de serendipia
1. Principio de Arquímedes
Hierón, monarca de Siracusa, entregó a un platero cantidades de oro y plata para que le labrase una corona. Finalizada, el rey dudó de la honradez del artesano a la hora de distribuir los elementos, y encargó a Arquímedes que buscase una manera de comprobar si su encargo era un fraude.
El famoso matemático y físico no hallaba solución al problema. Estando un día tomando un baño, advirtió que cuando introducía su cuerpo en la bañera, parte del agua rebosaba, siendo la cantidad exacta del peso que ocupaba su cuerpo.
Al famoso grito de ¡Eureka!, Arquímedes encontró una solución para verificar que el monarca sí había sido estafado.
2. Descubrimiento de América
El 12 de octubre de 1492, las tres carabelas españolas dirigidas por Cristóbal Colón llegaban al Nuevo Mundo.
Colón buscaba una ruta distinta para llegar a las Indias, tras la seda y las especias. El navegante genovés convenció a los Reyes Católicos de que se podía llegar a las Indias rodeando la Tierra, evitando las rutas tradicionales y ahorrando tiempo, dinero y sorteando el bloqueo musulmán.
Colón no se equivocaba, pero nunca imaginó qué maravillas iba a encontrar por el camino.
3. Daltonismo
A finales del siglo XVIII, el joven y talentoso químico y naturalista John Dalton sorprendía a todos con su obra Hechos extraordinarios relacionados con la visión de los colores (1794), en la que describía con base científica los problemas de percepción del color en algunas personas.
La leyenda de cómo Dalton descubrió esta deficiencia varía según las investigaciones y relatos. Unos aseguran que se dio cuenta de su incapacidad al no obtener los resultados deseados cuando mezclaba las probetas en su laboratorio en Eaglesfield, su localidad natal.
Otros sugieren que el científico británico se llevó una buena reprimenda de su madre al regalarle unas medias azules, que resultaron moradas, color vinculado en la época a mujeres que ejercían la prostitución.
John Dalton falleció sin el reconocimiento de su obra sobre la visión y los colores. Sin embargo, la comunidad científica reconoció su descubrimiento, denominándolo en su honor daltonismo.
4. Descubrimiento de la penicilina
Se le debe al doctor Alexander Fleming, y por ello obtuvo el premio Nobel de Medicina en 1945.
En 1928, durante una de sus investigaciones, advirtió que en una de las placas con las que había estado trabajando y que olvidó eliminar, donde había cultivado la bacteria Staphylococcus aureus, crecía espontáneamente un hongo que paralizaba el crecimiento de la bacteria gracias a una sustancia que producía su muerte.
Este hongo, de la especie Penicillium, es un moho que produce un exudado natural antibacteriano. Fleming había descubierto la penicilina.
5. La Coca cola
El origen de la Coca cola no era el de refrescar. En 1886, John S. Pemberton, un farmacéutico de Atlanta (Estados Unidos), ideó un jarabe para combatir problemas de digestión y aportar más energía.
Pronto, la bebida se popularizó y su uso no se limitaba solo a los problemas digestivos. Frank Robinson, contable de Pemberton, registró la marca con el nombre de Coca-Cola, fundando además la compañía The Coca-Cola Company.
6. Superpegamento
Más conocido como Super Glue, su descubrimiento se debe a las investigaciones de Harry Coover.
El inventor y químico trabajaba en la fabricación de un plástico ópticamente transparente para fabricar gafas de sol que sirviese para las miras de los fusiles.
El problema radicaba en que el cianoacrilato, la sustancia en cuestión, poseía propiedades increíblemente pegajosas y se adhería a todo aquello que tocaba. Coover entendió que su verdadera utilidad era la de ser usado como pegamento. Y así fue como comercializó el Super Glue en 1958.
7. Descubrimiento de la Viagra
La función original de la Viagra era bien distinta. Pfizer, compañía biomédica, trabajaba en un fármaco que relajase los vasos sanguíneos para combatir las anginas de pecho, uno de los problemas cardiacos más usuales.
Los resultados nunca fueron satisfactorios y lo único que obtenían era un efecto secundario muy peculiar.
Al parecer, todos los voluntarios que se sometieron a las pruebas desarrollaban erecciones, lo que derivó en desarrollar el primer fármaco oral para solucionar los problemas de disfunción sexual masculina.
8. Post-it
El doctor Spencer Silver buscaba un material superadherente, pero su utilidad no llegó a buen puerto, ya que no tenía la potencia suficiente. El invento se dejó de lado.
Art Fry, otro empleado de la empresa donde trabajaba Spencer, cantaba en el coro de la Iglesia presbiteriana, y tenía la costumbre de señalar los salmos de los cánticos con trocitos de papel, pero se caían rápidamente, siendo una incomodidad.
En un momento de lucidez, Fry recordó el invento de su compañero, deduciendo que ese “adhesivo provisionalmente permanente” era la solución para su problema. 3M, empresa donde trabajaban Fry y Silver, patentó y comercializó el conocido Post-it en 1980.
9. Patatas fritas chips
George Crum era un reputado chef de Nueva York a quien la insatisfacción de un cliente habitual con las patatas fritas lo tenía cansado.
Un verano de 1853, el cliente volvió a criticar el corte de las patatas, porque consideraba que eran demasiado gruesas y pastosas.
Crum, fastidiado, decidió cortar las patatas tan finas como una lámina, friéndolas hasta que quedaron crujientes.
Despectivamente, se las sirvió al cliente, y para su sorpresa, resultó que aquel invento encantó y pronto el restaurante tuvo que añadirlas al menú como un plato habitual.
10. Descubrimiento del LSD
Su descubrimiento nace de un “curioso presentimiento” que tuvo el químico suizo Albert Hofmann en 1943. Años antes, Hofmann había sintetizado este compuesto, en el que tenía esperanzas de que fuera un medicamento beneficioso para los sistemas circulatorios y respiratorios.
Hofmann retornó la investigación en 1943 y, mientras volvía a sintetizar el LSD, parece que tocó una pequeña cantidad con sus dedos y la piel absorbió la sustancia. Experimentó una sensación de mareo que le obligó a abandonar su laboratorio.
Ya en su casa, experimentó unas sensaciones alucinógenas no desagradables en las que veía imágenes o formas fantásticas, caleidoscopios y colores muy intensos. Este efecto duró dos horas.
11. Horno de microondas
En 1946, el doctor Percy Spencer investigaba con un radar denominado Magnetrón, con el que pretendía localizar de manera remota máquinas de guerra, como tanques.
Un día, mientras trabajaba en el proyecto, Spencer decidió tomar algo de comer para reponer energías. Llevaba una chocolatina en el pantalón, pero se sorprendió porque estaba totalmente fundida.
Spencer sospechó que la culpa de ello sería el radar, por lo que experimentó dejando a su lado un huevo y unas palomitas de maíz. Al rato, el huevo estaba estrellado y las palomitas explotadas.
Spencer le vio más utilidad doméstica que bélica, por lo que aquel mismo año decidieron comercializar los primeros hornos microondas, que en un primer momento sirvieron más a restaurantes, por su tamaño descomunal.
En los años 70 se desarrollaron modelos de menor tamaño y a un precio más razonable. Hoy en día son unos de los electrodomésticos más habituales en todo el mundo.
12. Cereales Kellogg’s
Unos adventistas, interesados en obtener alimentos para incluir en un régimen vegetariano, experimentaban con granos como trigo, arroz, cebada o maíz. Al frente estaba el doctor John Harvey Kellogg, director del Battle Creek Sanitarium, que aplicaba a sus pacientes estrictas dietas.
Estos alimentos eran sosos y antiafrodisiacos, ya que los adventistas promueven la limitación del sexo.
En uno de los procesos de cocción de trigo, el doctor Kellogg tuvo que abandonar la tarea y dejó reposando el trigo más de lo debido. El resultado fue que se había recocido, pero el doctor y su hermano decidieron amasarlo con rodillos hasta obtener unos pequeños copos.
Debido a sus limitaciones económicas, los sirvieron en el sanatorio y para sorpresa de todos gustó muchísimo. Pronto se patentaron los cereales y se comercializó bajo la compañía Kellogg’s.
13. Sacarina
Hasta tres edulcorantes fueron descubiertos por casualidad porque los científicos olvidaron lavarse las manos: ciclomato (1937), aspartamo (1965) y la famosa sacarina (1879).
Constantine Fahlberg, estudiante de la universidad Johns Hopkins, almorzaba un día cuando percibió un sabor dulce en su sopa y en el pan que le habían servido. Indignado, se lo hizo saber a la cocinera, la cual no percibía ese supuesto sabor dulce.
Extrañado, Fahlberg advirtió que ese mismo sabor lo tenía en la palma de su mano. Volvió al laboratorio donde trabajaba, descubriendo que la sustancia desconocida que daba ese sabor dulce se había adherido a él durante la investigación que hacía antes de almorzar.
Descubiertas las propiedades de esa sustancia, la patentó en 1884 con el nombre de sacarina, comercializándola como un sustitutivo del azúcar.
Otras serendipias
- Marcapasos
- Plástico
- Dinamita
- Fuegos artificiales
- Quinina
- Coñac
- Radioactividad
- Gin tonic
- Caucho
- Rayo X
- Plastilina
- Fluorescente
Referencias
- Doval, G (2011). Casualidades, Coincidencias y Serendipias de la historia. Nowtilus.
- ROBERTS, Royston M. (1992) Serendipia. Madrid: Alianza.