La palabra Puebla significa pueblo o pueblos, y su origen proviene del castellano antiguo. Se utilizó esta palabra para denominar a la ciudad hoy conocida como Puebla de Zaragoza cerca de 1531.
El origen de esta palabra ha sido siempre controvertido porque aunque se le adjudica a la palabra pueblo en latín, esta no coincide. Muchos han tratado también de adjudicarlo al náhuatl, pero tampoco hay correspondencia. Hoy en día se manejan dos hipótesis, que se respaldan con evidencias escritas.
El primer registro de la denominación Puebla de Ángeles para la antigua ciudad prehispánica llamada Cuetlaxcoapan, provino del ensayo escrito por fray Toribio de Benavente.
Historia y controversia
El ensayo escrito por fray Toribio de Benavente, contaba la historia de una nueva conquista para España con la fundación de la ciudad Puebla de Ángeles o Angelópolis.
Esta referencia a los ángeles proviene de la leyenda de que el damero de la ciudad fue trazado por seres angelicales, aunque en realidad fue trazado por el mismo Benavente, partiendo de una utopía novohispánica que pretendía recrear una Jerusalén ideal.
Durante 330 años la actual Puebla de Zaragoza fue llamada Ciudad de Ángeles. Fue Benito Juárez quien en 1862 decidió cambiar el nombre de la ciudad a Puebla, en referencia a su primera denominación por fray Benavente, y a Zaragoza, en tributo al general Ignacio Zaragoza, quien luchó contra la invasión francesa en 1862.
El nuevo uso de la palabra Puebla para denominar dicho estado por Benito Juárez respondió a un acto de represalia contra los seguidores del emperador Maximiliano, pero de ninguna manera partió del estudio de la etimología de la palabra.
Difusión de la palabra
Lo más probable es que la difusión de la palabra Puebla se haya debido a la educación y evangelización por parte de la orden franciscana, pues la misma Isabel de Portugal nombró a este nuevo asentamiento como Ciudad de Ángeles, dejando por fuera la palabra Puebla.
Es sabido que esta orden se encargó junto a los dominicos de la enseñanza del español y también ellos mismos debieron aprender el náhuatl para poderse comunicar con estas nuevas comunidades.
La intención de ser comprendidos e integrarse era una prioridad tan grande para estas órdenes que muchos frailes, como el renombrado Benavente, se hacía llamar Motolinía, una palabra compuesta que en náhuatl significaba el “pobre que se aflige”.
Este no es el único caso donde se recurrió a la lengua náhuatl para denominar personas o cosas, pues era imperativo mantener la paz entre estas grandes poblaciones y los nuevos conquistadores.
Esto se remitía directamente a hallar puntos de encuentro para la comprensión de la lengua.
Es evidente que gran parte de los topónimos en toda la región mexicana parten de la lengua de los pueblos indígenas. Esto tiene sentido porque muchas de estas ciudades tenían siglos de haber sido creadas.
Es contradictorio que si el mismo Benavente cambió su nombre para adecuarlo a la lengua náhuatl se haya referido a Cuetlaxcoapan como Puebla de los Ángeles o Angelópolis. De allí partió también la errada información de que la palabra Puebla pudiera venir del náhuatl.
Hipótesis actuales
La primera hipótesis indica que el nombre de Puebla vendría de las cartas puebla, o cartas de población, donde los reyes españoles daban permiso a los conquistadores para fundar nuevas ciudades.
La segunda, más aceptada y probable, es que se escogió en honor al sacerdote franciscano Juan de la Puebla, que fue uno de los encargados en España de seleccionar a los frailes que acompañarían a los conquistadores.
En todo caso, la etimología de la palabra proviene del latín y el castellano antiguo.
Referencias
- Toponimia de México. Recuperado de es.wikipedia.org.
- Puebla de Zaragoza. Recuperado de es.wikipedia.org.